miércoles, 4 de junio de 2008

RUTA LA CULATA LAGUNA NEGRA PARAMO EL ESCORIAL SIERRA LA CULATA MERIDA VENEZUELA































































































































































































RUTA LA CULATA - LAGUNA NEGRA EN EL PARAMO EL ESCORIAL


Se ubica en El Valle Grande, Mérida, estado Mérida, Venezuela. Esta vía forma parte del conjunto de caminos que se consiguen en la Sierra de la Culata, los que permiten el acceso a varias poblaciones de los Andes merideños y del Sur del Lago de Maracaibo.

Se describe la ruta que va desde El sector de La Culata hasta la Laguna Negra, en el páramo el escorial. Si se parte de la ciudad de Mérida, se conduce desde la Vuelta de Lola, en la parte norte de la ciudad, se transita por la carretera hacia El Valle Grande, con una longitud aproximada de 25 kilómetros; la vía está en buen estado, bien pavimentada, permite el tránsito de todo tipo de vehículo; se resalta lo estrecho de la vía en algunos pasos, con curvas algunas cerradas y continuas, con precipicios y en algunas tardes con neblina baja y densa, por lo que se recomienda a los visitantes conducir con precaución.

Si el traslado se efectúa con vehículo particular, estos se estacionan en patios de familias que colaboran con agrado. El empleo del transporte público tiene la parada en la calle 19 entre avenidas 1 y 2; los vehículos parten cada dos horas, la primera a las siete de la mañana, tardan una hora aproximadamente para realizar el recorrido. Ya en la parte final de la carretera, sector La Culata, se camina cien metros para desviarse a la derecha (es importante solicitar a los propietarios de los terrenos el permiso para atravesarlos). El asenso comienza a pie, no hay camino apto para el empleo de bestias, desde el inicio la pendiente de la montaña es muy inclinada, la que se mantiene durante todo el trayecto por lo que se recomienda consumir un desayuno abundante alimento, con preferencia ricos en proteína, carbohidratos y fibra. El paso de la caminata para personas no habituadas a subir montaña, debe ser lento, pausado pero constante.

La ladera del páramo el escorial que se escala se ubica en la parte que el sol, no irradia sino hasta las nueve de la mañana, por lo que se recomienda llevar ropa apropiada para las primeras horas. No se cuenta con un camino definido y bien trazado por lo que se recomienda contratar a personas conocedoras para asegurar el éxito y la seguridad de la excursión.

En la parte baja de la montaña en un bosque denso que se encuentra frente al camino se percibe el canto de pavas, ave que habita en los paramos merideños y que hacen de este lugar apropiado para su estudio. El trayecto transcurre por un área despejada de bosque, lo que permite en la medida en que se sube, tener una visual de la panorámica del paisaje, que abarca parte del Valle Grande, en el que se observa la policromía de los cultivos de hortalizas y de pastizales para el ganado. Otro paisajes se corresponde con los picos más altos de la Sierra de La Culata, en la que se destaca el Pan de Azúcar (4300 msnm aproximadamente), esta estribación en ciertas épocas del año se cubre de nieve.

Retornando al recorrido de la ruta que es de nuestro interés, se consiguen yacimientos importantes de roca fedelpasto (1) que es un punto de referencia que marca el camino, a partir de estas piedras el sendero se guía por señalizaciones de agrupaciones de pequeñas piedras colocadas allí por visitantes, en ese sentido se recomienda a los viajeros colocar nuevas piedras o mejorar las existentes o colocar cintas de plástico de colores vistosos en el trayecto que se avanza. Así se llega hasta el borde de un barranco profundo en el que se divisa una lagunita, se continúa hasta llegar a una laguna pequeña llamada por los lugareños laguna Negra.

Este paraje es esplendido, hermoso, se disfruta de silencio y quietud total; se consiguen huellas de varios animales: conejos, venados; en el momento de esta visita habían varios patos silvestres. De la laguna se deriva una acequia (2), que es un canal para transportar agua, estas construcciones las construían los aborígenes para llevar agua hasta sus poblaciones y fueron descritas por los cronistas españoles.

En parte de la montaña que se recorre se observa el efecto negativo de los incendios forestales sobre la vegetación, la fauna y el suelo. Este es otro punto de referencia que marca el camino, allí el frailejón y algunos matorrales se recuperan lentamente, por lo que se debe evitar el pastoreo de ganado aun cuando sea poco, debido al daño que causa con el impacto sobre el suelo (3).

Si se desea continuar, por este camino se puede llegar a El Vallecito, Tabay, Cacute, por rutas diferentes y muy bellas, para ello se requiere de una excursión de dos días como mínimo.

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