domingo, 1 de junio de 2008

PROYECTO ETNOGRAFICO ALDEA LAS GONZALEZ EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS SIERRA LA CULATA MERIDA VENEZUELA


ESTUDIO ETNOGRAFICO DEL PARAMO DE LOS CONEJOS, SIERRA DE LA CULATA MERIDA VENEZUELA
Este proyecto educativo está en permanente cambio y construcción, si usted desea participar en él, mediante la inclusión de su experiencia, o información sobre el tema, tales como: anécdotas, leyendas, información al respecto, fotografías u otras que Ud considere relevante, por favor envíalas por eagronet0101@hotmail.com o eagronet0101@yahoo.com, eagronet0101@gmail.com la incluiremos con mucho gusto y siempre estaremos agradecidos por su deferencia y atención.

AGRADECIMIENTO
Se hace efectivo el reconocimiento a las personas e instituciones que hacen posible la realización del proyecto, en especial a los autores de textos e investigadores, de los que con el mayor respeto se han tomado contenidos que son pertinentes para el proyecto, que le dan soporte y significancia a este trabajo que persigue objetivos sin fines de lucro; es oportuno agradecer el aporte invalorable de los habitantes de la comunidad de la aldea Las González en el páramo de Los Conejos, ya que le agregan al trabajo el elemento humano, el calor de lo social, de lo cultural, de lo histórico que es el pilar fundamental de la labor de investigación. Por último se agradece a las diferentes organizaciones comunales que alimentan con su apoyo y colaboración el buen desarrollo del proyecto de investigación.

RESUMEN
Lo que se expone forma parte de una investigación en desarrollo (en línea, en la que puedes participar) sobre las dimensiones: histórica, social, cultural, económica y ambiental y su influencia en los procesos culturales del Páramo de Los Conejos en la Sierra La Culata, Mérida en los Andes de Venezuela. Se basa en el estudio de las variables de las representaciones sociales de tiempo, actividades y espacio a partir de la reproducción de la vida material y espiritual de los habitantes del páramo de Los Conejos con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas y del ambiente.
Se señala el proceso de transformación cultural que se produce cuando los parameros comienzan a migrar de las altas montañas hasta los centros urbanos, las consecuencias sobre la zona de habitación de este éxodo, con lo que se pierde o disminuye la capacidad de sustentación de las personas en esas áreas y disminuye la vigilancia natural y directa de los habitantes del área del páramo sobre la calidad ambiental. El método de investigación empleado es el etnográfico, mediante el cual se organizan los datos aportados por la conversación y el contacto con la gente del lugar a partir de dos ejes (temporal y espacial) cuya ruta va formando un mapa de vida, así como información recabada en campo y la revisión documental.
Palabras claves: historia del páramo de los conejos, espacio del páramo de los conejos, calidad ambiental, calidad de vida, ambiente, ecodesarrollo, agricultura natural, ecoturismo, educación ambiental.

INTRODUCCION
El proyecto se basa en la investigación de la realidad social, económica, cultural y ambiental de la aldea Las González y del Páramo de Los Conejos, ubicado en el estado Mérida, los andes venezolanos. La investigación se efectúa en línea en el ciberespacio, lo que posibilita la participación de las personas interesadas en tiempo real, con la coordinación del responsable del proyecto; principalmente se promueve la incorporación de la comunidad del páramo de Los Conejos en los proceso de ecodesarrollo que se proponen, para mejorar el nivel de calidad de vida de los habitantes y para el cuidado y fomento del ambiente.
La conceptualización teórica de esta investigación, considera que el páramo merideño, tiene sus propias cualidades, no solo como paisaje natural sino también con el aporte de la población, que posee tradiciones y cultural; en la investigación se emplea el método etnográfico que permite encontrar respuesta a las interrogantes sobre la verdadera percepción que tiene la calidad de vida para sus habitantes y como se contextualiza ese concepto a través de: sus tradiciones, sus costumbres y sus propias vivencias como pobladores andinos vinculando estos procesos con el mejoramiento de la calidad del ambiente, su cuidado y fomento.
El capítulo I trata sobre
El capítulo II
El capítulo III
El capítulo IV
El capítulo V
El capítulo VI

CAPITULO I.
TEMA O PROBLEMA
La situación que se presenta en el páramo de los Conejos tiene en su conformación diferentes y complejos elementos de carácter humano y ambiental que afectan la calidad de vida de los habitantes de la localidad y del equilibrio ambiental del área en estudio; aspectos sociales que en la mayoría de los casos no han sido resueltos, entre los que resaltan para la comunidad los temas de: educativos, salud, vivienda, acueducto, vías de penetración, deporte, recreación, electrificación, pozos sépticos, fuentes de trabajo. Se observa que las condiciones de vida de las personas en el lugar está estrechamente ligada con las condiciones económicas e ingresos de la familia, se destaca la inexistencia de fuentes de trabajo alternativos a la merma y desaparición de la agricultura y la ganadería que por siglos fue la base de la economía de la aldea, pero que como consecuencia de varios factores que inciden en la merma y desaparición al mínimo de las actividades socioeconómicas tradicionales, se genera en las familias incapacidad para enfrentar la situación económica, sin que existan alternativas de trabajo sostenibles.
Sumada a la situación social se presentan graves problemas que afectan el ambiente presentes en: la tala indiscriminada, la caza irracional e ilegal, la explotación de la ganadería bovina especializada en leche que requiere la deforestación para la formación de potreros de forma indiscriminada, la ganadería extensiva; la agricultura intensiva en el empleo de productos químicos y afectación del suelo; intervención intensa e incremento constante en las cuencas de los ríos que abastecen los acueductos de importantes centros urbanos; en el páramo de Los Conejos se manifiesta la ausencia de vigilancia ambiental para el control del paso de los turistas por la Sierra de La Culata, para el combate del ilícito ambiental y del uso inadecuado de los recursos ambientales por algunos habitantes de la zona.
Se considera como ejemplo situacional lo que ocurre con la cuenca del río Las González, que tiene un gran valor estratégico como abastecedora de agua para poblaciones localizadas en la zona semiárida de la cuenca media del río Chama. El páramo de Los Conejos es proveedor de agua para las comunidades del Municipio Campo Elías: Ejido, la Mesa de Los Indios, Jají, dentro de la misma zona semiárida abastece, a través del acueducto de Las Canalejas, a los habitantes de 23 comunidades rurales o de rasgos urbanos. El acueducto de la ciudad de Mérida también se surte de agua que proviene de este páramo: río Albarregas, río La Pedregoza.
Por la vertiente del Sur del Lago de Maracaibo otras poblaciones importantes y en pleno crecimiento se abastecen de agua que se origina en estos parajes: Tucaní, Caño Zancudo, La Azulita, Nueva Bolivia, Caja Seca, Guachicapazón entre las más importantes.
La provisión de agua para las necesidades de esas comunidades en el tiempo depende, en buena medida de la garantía de un uso sostenible de la cuenca alta, por lo que es imprescindible e impostergable el establecimiento de programas y proyectos en marcados en la noción de desarrollo rural sostenible, que a la par de garantizar una mejora sostenida de la calidad de vida de los habitantes de el Páramo de Los Conejos, mantenga inalterada la disponibilidad hídrica, en cantidad y calidad suficiente para sustentar los actuales y futuros desarrollos en la zona de la cuenca del río Chama y el pie de monte de la cordillera Sierra de La Culata en el Sur del Lago de Maracaibo.
El páramo de Los Conejos se ha convertido en un área preferida por los operarios turísticos y grupos de senderistas para realizar caminatas y disfrutar del paisajes y los valores ambientales y sociales presentes en el lugar, con la generación de daños al ambiente representado en la provocación de incendios forestales, la pesca ilegal, la caza furtiva, afectación de la flora; la contaminación del lugar producto de los desechos sólidos que dejan en los campos; la generación de ruidos y daños en los caminos por el tránsito de motos. Transmisión de valores negativos y en contraposición a los practicados por los ciudadanos en ese sitio.
De parte de los habitantes del lugar se genera daño ambiental representado en la practica de la agricultura de impacto con el empleo de productos químicos, la ganadería extensiva no controlada que puede colocar en riesgo el equilibrio de la naturaleza, en la parte de las cotas inferiores del páramo se presenta la tala irracional para la creación de pastizales y el cultivo de hortalizas. No se controla adecuadamente el vertido de las aguas de desecho y cloacales de las pocas viviendas y que lentamente están en crecimiento y sin control que de incrementarse deterioran notablemente la calidad del agua que requieren las comunidades mencionadas.

OBJETIVOS.
OBJETIVO GENERAL

Mediante el empleo de la metodología de proyecto etnográfico elaborar el estudio diagnóstico situacional de las condiciones de vida de los habitantes y del recurso ambiental del páramo de Los Conejos que permita la elaboración de un plan de trabajo que contemple los requerimientos y los proyectos factibles para lograr la satisfacción de las necesidades y elevar la calidad de vida de los habitantes, así como el cuidado y fomento de los recursos ambientales de este páramo ubicado en la Sierra La Culata, municipio Campo Elías, Mérida Venezuela.

OBJETIVOS ESPECIFICOS
-. Efectuar el diagnóstico situacional de cada uno de los aspectos significativos humanos y ambientales que contribuyan a elevar la calidad de vida de los habitantes del sector Páramo de Los Conejos.
-. Analizar a través del estudio científico-metodológico de campo del tipo estudio etnográfico el patrón de comportamiento humano que caracteriza la comunidad en estudio y su acción sobre el ambiente en el área de impacto.
-. Considerar las variables objetivas (Necesidades Básicas) de la población, para el empleo del concepto de calidad de vida y ambiental en el Páramo de Los Conejos.
-. Definir los criterios base de la investigación para establecer el plan de trabajo para el ecodesarrollo del páramo de Los Conejos.
-. Precisar la influencia de la red de caminos que atraviesan el Páramo de Los Conejos sobre la calidad de vida de las personas y del ambiente.
-. Proponer el plan operativo constituido por los proyectos factibles a ejecutar en la localidad para mejorar la calidad de vida de las personas, y del ambiente.

JUSTIFICACION DE LA INVESTIGACION

Se propone estudiar y ahondar en los procesos sobre el ecodesarrollo y de ambientalismo para aplicar los resultados en la búsqueda de mejoramiento de la calidad de vida del páramo de Los Conejos, por lo tanto esta investigación está enfocada hacia el estudio de factores determinantes sociales, culturales, económicas y ambientales que sirvan de base para encontrar el verdadero sentido de calidad de vida y fomento ambiental en esta área rural.

El estudio de los factores ambientales como: el clima, paisaje, suelos, agua propios de la zona sirve para resaltar y revalorizar el potencial que se encuentra presente en el páramo de Los Conejos; para colocar los recursos ambientales en función de los millones de personas que necesitan el agua provenientes de sus cuencas para satisfacer los requerimientos de los sistemas de acueducto principalmente, ofreciendo así una respuesta acorde con las necesidades existentes de las comunidades circunvecina al páramo de Los Conejos sin tener que alterar su verdadera esencia como área rural.

La búsqueda de información sobre la red de caminos permite identificar la importancia que tuvo, tiene y tendrá el páramo de Los Conejos para la ciudad de Mérida y la cuenca media del río Chama, la red de senderos permite el acercamiento a la realidad de estas montañas y ofrece respuestas para el conocimiento integral de las necesidades existentes en la zona, las potencialidades y fortalezas de estos campos que pueden emplearse en el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes y del páramo de Los Conejos como reservorio y productor de agua para los merideños.

El esfuerzo eurístico toma en cuenta los valores culturales y ambientales practicados desde hace cientos de años por los habitantes del páramo de Los Conejos y de comunidades exitosas que han logrado en el mundo la coexistencia con el ambiente en la búsqueda del mejoramiento de la calidad de vida a través del ecodesarrollo y el fomento ambiental; aunado a lo anterior las formas y metodologías a practicar para motivar en los visitantes de este páramo en los valores fundamentales de la educación ambiental.

El proyecto hace énfasis en los procesos y metodologías de agricultura y ganadería de bajo impacto por lo que se constituye en esfuerzo dirigido en mantener la actividad económica tradicional del páramo de Los Conejos sin causar efectos negativos sobre el ambiente.

Se investigan diferentes proyectos exitosos en ecoturismo implementados en América Latina y la realidad socio ambiental del páramo de Los Conejos con el fin de promover alternativas de ecodesarrollo sostenible que mejoren la calidad de vida de los habitantes y del ambiente.

Considerando que aproximadamente el 75 por ciento del área de páramos se encuentra bajo el regimen de protección bajo el regimen de Parques Nacionales el resultado de la investigación sirve para extrapolar las posibles soluciones y aspectos relevantes los páramos bajo regimen administrativo de resguardo y protección.

LIMITACIONES.
Dificultad para conseguir información sobre el tema actualizada y accesible.
Complicación para obtener apoyo por parte de asesores especializados y de instituciones relacionadas con el tema.
Lo alejado del lugar que dificulta las vistas constantes.
La practica cultural de las familias de trasladarse a centros urbanos en algunas épocas del año.
Difícil acceso a laboratorios especializados para el análisis de muestras.


ALCANCES.
Sirve de apoyo para investigadores que se dediquen a trabajos relacionados con el tema y el lugar de impacto.
Es un soporte para la elaboración de planes y progra

CAPITULO II.
MARCO TEORICO
UBICACIÓN GEOGRAFICA DE LA ALDEA LAS GONZALEZ EN LA SIERRA DE LA CULATA.
La aldea Las González se encuentra en el páramo de Los Conejos, en la Sierra La Culata, en la Cordillera de Los Andes en el estado Mérida, Venezuela:
Latitud de:8.721389Longitud de:-71.21
Latitud de(DMS):8°43NLongitud de (DMS): 71° 12' 54 W

Forma parte del Sistema de Humedales Cuenca Alta del Río las González, Parque Nacional Sierra de la Culata. Andes Venezolanos Caracterización General, se encuentra en el Municipio Campo Elías del Estado Mérida; en la Región Andina al occidente de Venezuela, siendo la ciudad de Mérida, capital del Estado, la localidad de mayor importancia, ubicada en las proximidades del área, específicamente al sur de la cuenca.
La totalidad del área (4.977,08 has o el 56,41 % de la cuenca) se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional Sierra de La Culata (1990 - 200.400 ha) y de la Zona Protectora de la Subcuenca de la Quebrada Las González (1980 - 11.200 ha). Este Sistema de Humedales está conformado por el sector de la cuenca del río Las González localizado entre los 2.400 msnm y los 4.400 msnm que representa el límite altitudinal máximo, donde se encuentran secciones de bosque denso húmedo (selva nublada) y en mayor proporción, páramo.
Clima influenciado principalmente por la convergencia intertropical y localmente por el efecto orográfico de las corrientes convectivas de aire ascendente "y húmedo que proviene del Sur del Lago de Maracaibo, a través de la cuenca del río Chama. la precipitación media anual para la cuenca es de 1.172 mm., con régimen pluviométrico bimodal, con dos picos máximos en abril-mayo y en agosto­-octubre. En el área se presentan las zonas de vida Bosque Muy Húmedo Montano (Bmh-M), Páramo Pluvial Subandino (Pp-SA) y Tundra Pluvial Andina (Tp-A).
La ocupación humana está concentrada en el fondo del valle, conformada por 26 familias, distribuidas de manera aislada unas de otras, dedicadas a la producción agropecuaria muy extensiva bajo el sistema agrícola tradicional familiar.

Geología y Geomorfología
El área se ubica en el gran núcleo estructural de la Cordillera Andina Venezolana, en la denominada Sierra de La Culata. Su naturaleza montañosa la dota de una gran diversidad geológica, tanto en lo estructural como en lo litológico. La cuenca presenta diferentes formaciones, correspondiendo, en orden cronológico, a las siguientes: Sierra Nevada (Precámbrico), Aguardiente (Cretáceo), Apón-Río Negro y acumulaciones del Cuaternario.
En general, este sector de la cuenca del río Las González tiene un relieve típico de montaña. Las formas de la tierra corresponden, en la mayor proporción, a las derivadas del modelado glaciar (afloramientos rocosos, circos glaciares, morrenas y valles en forma de U), que han dado lugar a la presencia de gran cantidad de lagunas y otros humedales. Dentro del área propuesta, se distinguen los sectores: Montañas Altas: localizadas en las partes superiores de la cuenca, sobre los 3.200 msnm, correspondiendo con las cabeceras y vertientes altas en los páramos de Los Conejos, El Salado, El Campanario y La Paloma; la topografía es muy abrupta, con pendiente general superior al 50%, exceptuando los valles glaciares suspendidos que, al igual que la presencia de rocas aborregadas y numerosas lagunas, generalmente asociadas a circos, son evidencia del modelado glacial y periglacial; las cumbres y crestas son predominantemente agudas, producto de la gelifracción. Montañas Medias: Corresponde a la porción comprendida entre los 2.400 y los 3.200 msnm, predominan las cuestas de buzamiento, con manto rocoso superior de arenisca expuesto o con suelos muy delgados; además, escarpes de falla; la geodinámica está caracterizada por movimientos de masa (desprendimientos y derrumbes) asociados a los escarpes y a la dinámica de diaclasamiento presente en la roca. Acumulaciones Cuaternarias: Se presentan en las cabeceras del valle de origen fluvioglacial, con formas de U o artesas, paredes empinadas en sus inicios, con pequeños derrubios y sistemas de cárcavas activas; en el fondo del valle, dispuestas longitudinalmente, morfoestructuras producto de la deposición: terrazas, conos de deyección y morrenas, mayoritariamente entallados por los cursos de agua que drenan la zona.
Hidrografía
El río Las González es tributario del río Chama cuya cuenca es, por extensión y valores socioambientales, la de mayor, importancia en el Estado Mérida. la Cuenca de las González cuenta con un sistema de 23 lagunas mapeables a escala 1: 100.000, cuya ocurrencia es de origen glaciar, localizadas entre los 4.000 y 4.200 msnm, que representan un inestimable reservorio hídrico, entre las que se destacan Las Iglesias, Los Puentes, La Estrella, El Medio, Bolsico, Cuatro Brazos, Violín, Boquerón, Pozo Azul y La Escondida.
El recorrido del cauce principal tiene sentido noreste - suroeste; los cursos de agua que lo alimentan, son todos de régimen permanente y carácter torrencial. Asociados a los cursos de agua y a las lagunas, ocurren otros humedales: turberas, pantanos y céspedes.
Importancia Ecológica
El Sistema de humedales Cuenca Alta del Río Las González, forma parte de la Ecorregión Terrestre Prioritaria “Andes Tropicales", la de mayor diversidad de vida del planeta (Mittermeier). Incorpora ambientes de páramo y selva nublada, considerados parte de la Biorregión Páramos de los Andes del Norte, representativos de las unidades de vegetación de la alta montaña tropical y del Corredor de Conservación Norandino en Venezuela (Birdlife International), una de las áreas importantes para la conservación de las aves en los Andes Tropicales. Dentro de este sistema se presenta el relieve glaciar y periglaciar con una relativa riqueza florística.
Como producto de las interacciones entre clima, orografía, litología y pedología, se presentan una serie de formaciones vegetales en la cuenca, desde el espinar, en la zona baja semiárida, hasta el páramo periglaciar. Para el área existen las siguientes formaciones: Bosque Bajo Denso y Bosque Bajo Ralo (Bbd y Bbr), Matorral Denso y Matorral Ralo (Md y Mr), Bosque Medio Denso (Bmd),.Matorral Paramero Denso y Matorral Paramero Ralo (Mpd y Mpr), Páramo Secundario (Ps) y Páramo Desértico Periglaciar (Pp).
El Sistema se localiza dentro de la Región Fisiográfica Andes, donde se presentan elevados niveles de biodiversidad vinculados a las zonas montañosas altas, estimadas entre 4.500 a 5.000 especies según Steyermark, citado en el Libro Rojo de la Flora Venezolana (2.003), en el que, a su vez, se califica a los bosques montanos andinos en la categoría de En Peligro, de acuerdo a su estado de conservación.
La Cuenca Alta del Río Las González sólo cuenta con inventarios preliminares para algunos grupos de fauna. Por extrapolación de información disponible para áreas aledañas, con características ambientales similares, y por reportes verbales de los habitantes locales, se puede señalar o inferir que allí se encuentran especies reportadas en las listas internacionales y nacionales como especies en peligro (EP), vulnerables (V)/ casi amenazadas (CA), de menor riesgo (MR), o insuficientemente conocidas (IC). En términos generales, y como ya se ha señalado, las áreas asociadas a este sistema de humedales y los páramos en general, son áreas con alto nivel de especialización y endemismos. Un mamífero emblemático de los andes venezolanos y que es residente de áreas de este Sistema, el oso frontino (Tremarctos ornatus), es una de las especies que presenta el mayor nivel de amenaza, encontrándose En Peligro de Extinción, según se indica en el Decreto N o 1.486 delll de Septiembre de 1996/ publicado en Gaceta Oficial de la República de Venezuela N° 36.062 del 10 de Octubre de 1996/ debido principalmente a la destrucción y fragmentación de su hábitat.
En su contexto general este sistema de humedales sirve de hábitat a especies de fauna características de la alta montaña tropical, que enfrentan diferentes niveles de amenaza, como son el puma (Puma concolor), el ratón musaraña de Los Andes (Caenolestes fuliginosis), la musaraña (Cryptotis meridensis meridensis), el zorro guache paramero (Nassuella olivacea) y el venado matacán andino (Mazama bricenii). la vegetación presente en los humedales de este sistema, ofrece recursos alimenticios en épocas de sequía para los venados, el zorro guache paramero y la lapa de montaña (Agouti taczanowski) presentes en estas áreas.
Estos humedales también sirven de refugio para especies de aves migratorias continentales (unas 42 especies identificadas hasta ahora), y locales que pueden estarse moviendo verticalmente y desde el sur de la cuenca del Lago de Maracaibo hasta los Llanos Occidentales y viceversa, con la finalidad de buscar alimento o sitios para la reproducción (Rengifo et al 2005); además de especies amenazadas como el pato de torrentes (Merganetta armata) y el pato serrano (Anas flavirostris). En este sentido, Venezuela es considerada el sitio más importante en el norte de Sudamérica para la temporada invernal del pato barraquete aliazul (Anas discors) (Morrison et al 1985, citado por lentino 2005)/ especie que ha sido observada en los humedales cercanos con características similares, dentro del Parque Nacional Sierra Nevada (Rengifo et al 2005).
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En las turberas presentes en este sistema existen especies vegetales endémicas y amenazadas de los páramos venezolanos. En la Biorregión Páramo existen cerca de 130 especies dentro de la sub-tribu de las Espeletinae que agrupa a todos los frailejones. Allí, la mayor riqueza de especies y grado de endemismo se encuentran en Venezuela, siendo éste el centro de origen del grupo, con 63 especies endémicas. Este sistema de humedales, al localizarse en el núcleo de páramos de la Cordillera de Mérida, se presume concentre buena parte de estas especies endémicas, según estudios realizados en áreas similares (lCAE-ULA). También se encuentran pequeñas islas refugio de bosque altiandino, cuya principal especie es el coloradito (Polylepis sericea).

En las áreas de selva nublada, aun cuando no se han hecho inventarios ornitológicos, pudiese estar presente buena parte de las más de 200 especies de aves, reportadas por Rengifo et al 2005 para ambientes similares en La Mucuy (Municipio Santos Marquina, Parque Nacional Sierra Nevada) y La Azulita (Municipio Andrés Bello, Parque Nacional Sierra de La Culata), incluidas algunas especies endémicas como el perico multicolor (Hapalopsittaca amazonina theresiae), el perico cabecirrojo (Pyrrhura rhodocephala) y el muy amenazado paují copete de piedra (Pauxi pauxi).
El mamífero más estudiado de la región es el conejo de páramo (Sylvilagus brasiliensis), que por estar aislado en los páramos andinos venezolanos ha sido clasificado como una subespecie: Sylvilagus brasiliensis meridensis. Este conejo es importante en las redes tróficas del páramo, por representar una presa para los búhos, el gavilán rabadilla blanca (Buteo leucorrhous), el águila real (Geranoaetus melanoleucus), el puma (P. concolor) y el gato salvaje de páramo (Leopardus tigrinus).

Dentro del Sistema de Humedales Cuenca Alta del Río Las González, se encuentran especies etnobotánicas actualmente amenazadas en otros sectores, debido al aprovechamiento secular al que han estado sometidas con diversos fines, destacando las siguientes: Bartsia pedicularoides, Bartsia laniflora, Genciana nevadensis, Halenia venezuelensis, Arcytophyllum microphyllum, Arcytophyllum caracasanum, Arcytophyllum nitidum, Oritrophium peruvianum, Oritrophium venezuelense y Polylepis serfcea. Al igual que en otras áreas aledañas, las especies del género Espeletia (frailejones) son tradicionalmente aprovechadas por los pobladores locales.
Por encima de los 4.000 msnm, se encuentra el páramo desértico periglaciar, constituido por un rosetal alto y abierto, con predominio de Espeletia timotensis, E. lutescens, E. semiglobulata, E. spicata y E. moritziana, las cuales, debido a sus formas .de vida y estrategias funcionales y reproductivas, resisten estos exigentes ambientes (Monasterio, 1980).

Las turberas allí localizadas, albergan especies endémicas de los páramos venezolanos, lo que constituye un justificativo de gran importancia para su conservación. Desde el punto de vista florístico, las comunidades vegetales asociadas a las zonas de humedales tienen una composición de especies muy distinta a la de la vegetación de las diferentes formaciones del páramo andino y altiandino adyacentes. De este modo, aun cuando ocupan una superficie relativamente pequeña, presentan gran cantidad de especies vegetales exclusivas, adaptadas a las condiciones particulares de estos ambientes (suelos anegados, heladas recurrentes).

Ha sido reportada, por los lugareños, la presencia eventual del ave emblemática del Estado Mérida y especie considerada En Peligro Crítico, el cóndor andino (Vultur gryphus). En cuanto a herpetofauna, se presenta la especie de rana Eleutherodactylus colostichos, indicada como endémica para el Páramo de Los Conejos y se presume además la presencia de otras especies (E. Lamarca, com per.). Igualmente, no se puede descartar la presencia de representantes del muy amenazado género Atelopus.
Como una transición entre el bosque medio y el páramo, se presentan bosques bajos densos de la parte alta y media de la cuenca (entre las cotas 2655 y 3200) que se corresponden con la zona de vida Bosque muy Húmedo Montano.las especies más representativas son el laurel (Ocotea sp.), el tampaco (Clusia sp.), el mortiño (Miconia sp.), el cedrillo (Guarea sp.) la mapora o helecho arborescente, considerada un fósil viviente (Cyathea sp.), el quitasol (Escallonia tortuosa), saisai (Weinmannia sp.) entre otras.

El bosque medio denso ubicado en la parte media superior de la cuenca, es el bosque primario clímax que corresponde con la formación vegetal señalada por Ewel y Madriz (1966) para la zona de vida "Bosque Húmedo Montano Bajo" y cierta representación del piso dimático inmediato superior. Algunos autores han denominado esta formación como selva nublada siempre verde de montaña, de carácter mesotérmico, marcadamente higrofilo. Es característico la presencia de mucho epifitismo (bromélias, orquídeas y musgos entre otros) indicador de la alta humedad atmosférica. Esta formación está compuesta por especies arbóreas que constituyen masas cerradas y compactas. Su estructura horizontal es la de un bosque estratificado donde se estima en más de un centenar las especies arbóreas por hectárea. En cuanto a su estructura vertical, está compuesto por tres estratos o pisos; el primero por individuos que pueden alcanzar alturas hasta de 25 m; el sotobosque es muy cerrado y en su conjunto ofrecen muy buena protección al suelo (Hoyo, S. 2.003). Entre las especies encontradas figuran el cedro de montaña (Oreopanax moritzii), el pino laso (Retrophyllum rospigliossi) especie protegida legalmente de la explotación o aprovechamiento, el saisai (Weinmannia sp.) y el matapalo (Ficus sp.), entre otros.
a-:Uso de la tierra pasado y actual
En la cuenca del río Las González, entre los 2.800 y los 3.600 msnm, se localiza la comunidad del Páramo de Los Conejos o Cañada de Las González, integrada por 26 familias, 14 residen allí permanentemente y las restantes se trasladan al sector para. desempeñar labores grícolas . En este asentamiento, sus habitantes se dedican a la agricultura bajo el sistema tradicional familiar, especialmente a la producción de papa, granos y algunas hortalizas en menor grado; la ganadería muy extensiva y la recolección de especies etnobotánicas, que son comercializadas de manera informal en las ciudades de Mérida y Ejido. En esta zona se mantienen patrones de arquitectura tradicional, particularmente para la construcción de viviendas, poco comunes hoy en la región. Desde el punto de vista arqueológico, existen cuevas que, según los pobladores, podrían contener interesantes muestras de la cultura precolombina que se arraigó en estos páramos.
Este modo de vida, cada día menos común en Los Andes venezolanos, representa un valor sociocultural relevante el cual, aunado a los valores naturales y paisajísticos de la cuenca y al creciente interés de visitantes provenientes de diversos puntos del país, podría hacer del turismo rural y de naturaleza una fuente económica alternativa para sus pobladores.
A la Cañada de Las González se accede por diferentes vías: desde el sector El Manzano, al margen de la carretera Mérida-jají, por el camino de recuas tradicional; desde el sector Piedras Blancas, aledaño a la misma carretera, por un camino carretero construido por los pobladores, de precarias condiciones de transitabilidad. Desde La Hechicera y Monte Zerpa, al norte de la ciudad de Mérida, parte el antiguo camino de recuas que comunicaba a esta ciudad con los puertos en la costa sur del Lago de Maracaibo siguiendo el mismo y desviandose en las lagunas que dan origen al río Albarregas, se accede igualmente a la sección superior de la cuenca v a la comunidad. Los tres accesos atraviesan bosques montanos, selvas nubladas y diferentes tipos de páramos.

Problemática
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La cuenca del río Las González tiene un gran valor estratégico como abastecedora de agua para consumo humano, destinado a poblaciones localizadas en la zona semiárida de la cuenca del río Chama, destacando Lagunillas, capital del Municipio Sucre y, en el mismo, San Juan de Lagunillas, alcanzando para el año 2.001, en conjunto, una población de 24.000 hab. En el Municipio Campo Elías, dentro de la misma zona semiárida abastece, a través del acueducto de Las Canalejas, a 16.000 personas, habitantes de 23 comunidades rurales o de rasgos urbanos, en las parroquias Matriz, La Mesa y Montalbán; este acueducto fue objeto, en el año 2.006, de ampliaciones y refacciones con una inversión de 2.300 millones de Bolívares. En el último municipio señalado, se abastecen 3 sistemas de riego que cubren 134 ha y benefician a 103 agricultores. Este servicio ambiental adquiere mayor relevancia si se considera que, para la zona semiárida del Estado Mérida, sector de expansión poblacional del Área Metropolitana de la ciudad de Mérida, no existen fuentes alternativas para satisfacer la creciente demanda de agua para estas y otras poblaciones.
1: El sostenimiento en el tiempo de estos servicios depende, en buena medida, de la garantía de un uso sostenible de la cuenca alta, por lo que es imprescindible e impostergable el establecimiento de programas y proyectos en marcados en la noción de desarrollo rural sostenible, que a la par de garantizar una mejora sostenida de la calidad de vida de los habitantes de el Páramo de Los Conejos, mantenga inalterada la disponibilidad hídrica, en cantidad y calidad suficiente para sustentar los actuales y futuros desarrollos en la zona semiárida de la cuenca del río Chama.
La aldea Las González, está situada en el páramo de Los Conejos, Sierra de La Culata, estado Mérida, Venezuela. Es uno de los lugares más hermosos de los paramos venezolanos, se encuentra a 3100 msnm y se puede llegar a esta aldea, por diversos caminos, que parten desde áreas estratégicas de la ciudad de Mèrida y sus cercanías; los medios de transporte empleados para el desplazamiento de los visitantes: caminatas, bestias, moto, bicicleta, vehículos 4X4.
La aldea se caracteriza por estra ubicada en un amplio valle, que se prolonga longitudinalmente por varios kilómetros, en paralelo con la cuenca del río Chama, cuenta con flora diversa y vistosa; diversidad de fauna, con abundantes riachuelos que drenan en la cuenca del río Las González, que está poblado por truchas arco iris. El páramo de Los Conejos cuenta con un conjunto amplio de lagunas, màs de 60 a las que se llega por senderos serpenteantes y de vistosos paisajes.
Se arriba a la aldea Las González, ubicada en la Cañada de Las González páramo de Los Conejos, en la Sierra de La Culata en la Cordillera de los Andes venezolanos, Mérida, República Bolivariana de Venezuela, por diferentes rutas: Manzano Alto, La Pedregosa, Loma de Los Ángeles, Jaji, El Macho-Capaz, Santa Rosa (río Albarregas), Llano Rucio, Tucán, Macho-Capaz.

ALTURAS IMPORTANTES DE LA SIERRA DE LA CULATA
Prm.de El Salado
4.486 m
Prm.de La Culata
4.487 m
Prm.de Los Osos
4.566 m
Prm.Piedras Blancas
4.762 m
Prm.Mina de Piedra
4.522 m
Prm. Pan de Azúcar
4.620 m
Prm.del Micarí
4.400 m
Prm.de Mucumaná
4.585 m
Prm.de Micanon
4.676 m
Prm. Los Caracoles
4.736 m
Prm.de Mucumpis
4.529 m
Prm.de El Tambor
2.916 m
Prm.de Los Conejos
4.250 m

Monumento natural del estado Mérida: Chorrera las González:Está ubicada en la sierra de la Culata; al Oeste del Estado, sobre la carretera que conduce a Jají. Tiene una superficie de 126 Hectáreas, su creación mediante el decreto data desde el 08 de Mayo de 1980. El ecosistema que aquí se protege es el siguiente: Bosques nublados, quebradas y caída de agua de gran belleza que forman lagunas en algunos sectores, musgos y plantas epifitas, su fauna la representa la pava andina, el paují copete de piedras, conejo de monte, ardillas y lapa.
ALTITUD.
La mayoría de los sitios de páramo se encuentran por encima de los 3000 m de altitud. Sin embargo, en el sur del estado Mérida, en el centro-sur de Táchira y en los límites de Trujillo-Lara, muchos de los sitios de páramo comienzan cerca de los 2500 m de altitud.
CARACTERÍSTICAS CLIMÁTICAS
Según la clasificación de Kopen, el clima de los páramos de Venezuela corresponde al tipo H, fríos de alta montaña tropical. Como es característico, presentan regímenes casi isotérmicos en los diferentes pisos ecológicos, disminuyendo la temperatura media mensual con la altura (gradiente altotérmico de 0,6 grados C aprox. Por cada 100 m de desnivel). Las diferentes altitudes condicionan diferencias en la media anual, con 10,0 grados C aproximadamente en el páramo andino hasta zonas de páramo desértico a 4.765 m con medias de -0.4 grados centígrados y un número creciente de días al año que experimentan heladas al ascender en el gradiente altitudinal. Existe un amplio rango de precipitaciones, desde páramos húmedos con más de 1500 mm hasta páramos secos con valores por debajo de los 700 mm de precipitación media anual. La distribución de la precipitación está fuertemente influenciada por el relieve. En la cordillera de Mérida, las laderas orientadas hacia la vertiente del Lago de Maracaibo (Noroeste) presentan un régimen bimodal de precipitaciones, con dos mínimos, uno a principios de año y un segundo mínimo entre junio y agosto. En contraposición, las vertientes y valles expuestos al SE, orientadas hacia los llanos occidentales de Venezuela, presentan un régimen unimodal, con un máximo entre junio y agosto y un mínimo en Enero.
Se describen aspectos relacionados con la formación y caracterización de los páramos merideños elementos que son extensivos al páramo de Los Conejos en La Sierra de La Culata.
PISOS ECOLÓGICOS Y FORMACIONES VEGETALES
El páramo de Venezuela varía a lo largo del gradiente altitudinal conformando pisos ecológicos con características particulares. En el piso Andino (2500 a 3300 m) corresponde a la selva nublada montaña alta en zonas de alta precipitación y a formaciones de páramo en áreas con precipitaciones menores. Las formaciones vegetales son heterogéneas e incluyen rosetal-arbustal, arbustal-rosetal, hasta arbustales puros y bosques parameros. En el piso Altiandino (3300 a 4100 m) se encuentra el límite superior de la agricultura paramera. La cobertura vegetal es menos densa e incluye una gran diversidad de formaciones vegetales de rosetales, arbustales, pastizales, pajonales y bosques Altiandinos. En el piso Periglacial (por encima de los 4100 m), se presenta un ciclo marcado de congelamiento nocturno y descongelamiento diurno. Dos formaciones vegetales dominan este piso: el páramo desértico y el desierto periglacial. Su flora es de un alto grado de endemismo, desarrollando estrategias y formas de vida espectaculares como las rosetas gigantes del género Espeletia.
PÁRAMOS EN ÁREAS PROTEGIDAS
Un 79% de la superficie calculada de los páramos de Venezuela se encuentran dentro de áreas protegidas (Parques Nacionales y Monumentos Naturales), unas 238 mil hectáreas. Estos incluyen 11 Parques Nacionales, entre los cuales destacan La Sierra Nevada de Mérida, La Culata, Páramos de Batallón y la Negra, Perijá y Tamá, Guaramacal y Dinira y el Monumento Natural Teta de Niquitao-Guirigay. De estos 11 Parques Nacionales un promedio de más del 16% de la superficie corresponde a áreas de páramos. Estos Parques Nacionales fueron creados en un período comprendido entre 1952 (P.N. Sierra Nevada) y 1993 (Tapo-Caparo). Las figuras de protección legal en los páramos de Venezuela han contribuido, en combinación con otros factores como su topografía escarpada, a que muchos de estos ambientes se encuentren en un relativo buen estado de conservación. Si embargo, actividades como la expansión de la frontera agrícola, la intensificación, el aumento de la demanda de agua de riego y el incremento del turismo, han sometido a los páramos, tanto fuera como dentro de las áreas protegidas, a una creciente presión, presentándose áreas puntuales con problemas serios de degradación (sobrepastoreo, presencia de agricultura intensiva altamente contaminante, secado de humedales, etc.).
FAUNA Y FLORA
FLORA: Las condiciones climáticas y físico-naturales determinan la existencia de ecosistemas muy particulares en la región, algunos de carácter único en nuestro país. Esta situación ha permitido el desarrollo de especies vegetales de carácter endémico como el frailejón (Coespeletia timotensis) en el páramo de Piedras Blancas. PECES: Entre 20 y 25 especies, siendo la más importantes la trucha (Salmo gairdnerii y Savelinus fontinalis) la cual es paramera, Ciote: pájaro negro con pecho amarillo, copetones, golondrinas, una variedad de colibríes cola larga, pico largo, cola de hoja, aves torcazas montañeras, águilas, gavilanes, pericos y una variedad de buhos miracielo o pájaro similar a la perdiz, papatori, trigueñito y otras aves desconocidas por la ornitología, como la viuda de la montaña, airón de la especie (Pharomacrus Auricéps). El águila azul, las garzas. LAS MARIPOSAS: Abundan en los páramos, las montañas y los jardines. Las hay azules, blancas, celestes, rojas, moradas, amarillas y algunas bien matizadas son bellas. La ronda de las mariposas es preciosa. Abundan las flores silvestres, las orquídeas montañeras son hermosas. Hay jazmines, frailejones, el huesito, rosas rojas, claveles, trinitarias, margaritas, lirios, crisantemos, además de variadas hierbas medicinales que alivian diferentes malestares. VIVORAS Y SERPIENTES DE LOS ANDES:
Existe la Coral del Llano y la Coral Montañera de la especie (Micrurus Mipártitus), tigramariposá (Semipar-titus). Hay una variedad de mapanares y víboras cazadoras de la especie Bothrops (Venezolano), tarántulas polleras matacaballo de la especie (Xenestis S.P.). Algunas culebras jardineras tierreras de los géneros (atractus), (dipsastyphlops). ORNITOLOGIA: Es muy variada la existencia de las avecillas, y loros en El Vigía y Mérida los Trogones, muy parecidas a las aves de Costa Rica y Guatemala. Aguaitacaminos, patos guariríes, perdices, tucusitos, aves cucaracheras. La piedreta de la especie (Paraulata) introducida. ANFIBIOS: Alrededor de 40 especies, ranas en su mayor parte. REPTILES: AVES:
Alrededor de 400 especies. En ellas se pueden incluir una especie muy interesante, el Cóndor Andino (Vultur gryphus) que los registros oficiales dan como desaparecido, pero que conocedores insisten en haberlo detectado y visto en un número muy reducido en los últimos tiempos. Pero gracias a una gran labor ambiental que ha ejecutado INPARQUES, esta ave ha vuelto a surcar el cielo de nuestros páramos, a través de su reintroducción en el valle de Mifafí, Parque Nacional Sierra de La Culata. Los depredadores las matan por deporte. MAMÍFEROS:
Aproximadamente más de 60 especies, desde los grandes cérvidos y úrcidos, hasta los minúsculos roedores y murciélagos. Debe destacarse que la fauna del Sur del Lago era muy rica y variada, los depredadores acabaron con todo ANIMALES QUE HABITAN:
Algunos especímenes están en vías de extinción por la caza indiscriminada. El más conocido es el oso frontino de la especie (Trenaretus Ornatus). • Picure de la especie: (Dasy procta punetalla sarcoraphus). • Cóndor de la especie: (Vulthur griphos). • Paují Copete de Piedra: (Pauxipauxi). • La Gallina de monte. • El Rey Zamuro de la especie: (Sarcoramphus papa). • Cáchicamo Montañero de la especie: (Dasiphus Noencinsis). • Puerco Espín de la especie: (Coendou prc.hcnsilis). • Gualí de la especie: (Aburria, aburrí) • (Familia Crazidae) ó (Toph Rynerobusta). • Puma de la especie: (Steymarkil himantapuí). • Matacán o Lucho, venado pequeño (Enano) de la especie: (Mazama Rufina). • Los venados en El Vigía eran hermosos, más grandes. • La lapa paramera de la especie: (Agoutitaczanoshi). • Sapito amarillo de la especie: (Artelapus oxyrtynchs: Carbonurensis). • Musaraña paramera de la especie: (Cryptotis-Thumasi). • Tamndlla parameras de la especie: (Bolitogloss orestes). • Conejo paramero: Cenizo Pava criolla rabipelao – cuchicuchi • Alacranes y escorpiones montañeros y del llano son desconocidas por la ciencia. PUMA (FELIS CONCOLOR) Felino de mayor distribución en América, desde Canadá hasta Argentina. En Venezuela desde el nivel del mar hasta los 2.000 mts. Ágil y capaz de pasar desapercibido, el color rojizo de su pelaje le mimetiza, mide 2 mts. de largo (80 con cola) pesa más de 70 kgs. Se reproduce cada 2 años luego de una gestación de 90 días, nacen de 1 a 5 crías de piel manchada y patas negras. Rara vez ataca al ganado, sólo cuando su hábitat es destruido y le es difícil conseguir el alimento. ONZA (FELIS Y ÁGOUÁROUNDI) Gran parecido con los gatos domésticos, lo único es que es más grande en El Vigía (1.20 cm.), más de 50 cm. de cola, su coloración varía entre el gris y rojizo. Es arisco, difícil de observar y su hábitat son sabanas, selvas húmedas, bosques deciduos y áreas xerófilas, es activo tanto diurno como nocturno. Se alimenta de mamíferos, aves y reptiles que caza con mucha agilidad. La Onza está en peligro por la caza indiscriminada y la destrucción de su hábitat en vías de extinción. CACHICAMO O ARMADILLO (DACIPUS NOVENCINTUS) Ampliamente distribuido en toda América y Venezuela, se encuentra en El Vigía Torondoy y zonas boscosas, viajando solitario o en pequeños grupos. Mide casi un metro de largo, su peso puede superar los 5 kgs. De caparazón marrón claro y 9 bandas óseas, llegando en algunos hasta 11. Posee una dentadura rudimentaria comprendida por 30 dientes, con sus patas delanteras escarba en el suelo para así hacer madrigueras y consumir su alimento. De hábitat nocturno, son muy territoriales, los machos marcan dicho territorio con orina. Amenazado por la caza indiscriminada en algunos sitios, están vías de extinción. PAUJI COPETE DE PIEDRA (PAUXI PAUXI) Se dispersa por toda el área de las zonas boscosas de El Vigía y parte de Torondoy. • Búho orejudo (Búhi Virginianus) • Lechuza de Campanario (Tyo Alba) • Lechuza listada • Súrrúcúco común (Otús Choliva) • Surrucuco garganta blanca (Otús Watromi) • Parita Andina (Glasidiúm Gardini) • Aves de presa carroñeros • Oripopo (Cathartes Aura) • Zamuro (Corangis Atratus) • Gavilán abado • Gavilán cola corta • Halcón primito • Cemicalo • Ponchitas (Gallinas de monte) • Águila real • Paloma turca • Loro real • Perico Cabecirojo • Loro verde • Tangaras • Semillero capa negra • Semillero blanquinegro • Garza resnera • Garza real • Tara o Corocoro negro • Martin Pescador traqueador • Chocolatero • Cucarachero • Golondrina blanca y negro • Loro verde • Aguaita camino serrano • Azulejo • Cardenal avispera • Tucán verde • Correporsuelo • Querrequerre • Quetzal cola blanca • Guacharaca • Pava de monte • Paují de monte • Reinita • Palomita rojiza • Golondrinas
http://albertoadriani-merida.gov.ve/portal-alcaldias/el_municipio.html
BASE CULTURAL
La base cultural de los páramos de Venezuela es diversa, en la Cordillera de Mérida se ha asentado una sociedad agraria poliétnica y modernizada, predominando la iniciativa privada. En la cordillera de Mérida, la mayor parte de la población está integrada por campesinos, cuyo origen ha resultado del mestizaje entre españoles procedentes de la colonización con indígenas de la zona, así como también inmigrantes más recientes y descendencia directa Española. La principal actividad económica es la agricultura, tanto de autoconsumo e intercambio (principalmente cereales y variedades de papa de ciclo largo) como comercial (papas y hortalizas). De manera complementaria se practica una ganadería extensiva, principalmente con bovinos. La agricultura presenta dos tipos de sistemas: intensivo de valles altos (dependiente de un paquete de agroquímicos y extensos sistemas de riego modernos) y campesino paramero (agricultura con descansos). La población de los principales municipios con alguna superficie de páramo asciende a los 1.619.260 habitantes (proyección al año 2000), siendo Mérida, Táchira y Trujillo, los estados con mayor población en el área de los Andes Venezolanos. Casi la totalidad de esta población se localiza en los centros urbanos de estos municipios (incluyendo grandes centros urbanos como San Cristóbal, Mérida y Valera), en la mayoría de los casos por debajo de los 3000 m de altitud. Las densidades más altas en parroquias con páramo corresponden a Timotes (105 ha/km2), Pueblo Llano (96 ha/km2) y Bailadores (93 ha/km2) en el Estado Mérida, La Grita (128 ha/km2) en Táchira y Boconó (127 ha/km2) en Trujillo. En las parroquias que tienen una alta proporción del territorio en ambientes de páramo las densidades de población oscilan entre los 5 y 20 ha/km2 (como La Toma, San Rafael y Mucuchíes en el Estado Mérida).
http://www.condesan.org/ppa/Vzla.htm
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ANTECEDENTES
A continuación se exponen una serie de trabajos efectudos por investigadores que ilustran y contextualizan desde diferentes aspectos el origen y de la situación biológica, cultural, económica del páramo de Los Conejos y de otros lugares montañosos cuya situación y evolución se relaciona con la realidad del área de impacto de este trabajo de investigación.
Se tiene que La Guía Operativa para la Implementación de la Convención del Patrimonio Mundial define a los paisajes culturales como los lugares que combinan el trabajo de la naturaleza y el ser humano, y que son ilustrativos de la evolución de la sociedad humana y del uso del espacio a lo largo del tiempo, bajo la influencia de limitaciones físicas y/o oportunidades presentadas por el medio natural y de sucesivas fuerzas sociales, económicas y culturales, tanto externas como internas (UNESCO 1997). Por este elemento se inicia la labor definiendo el páramo de los Conejos como un lugar con las características mencionadas.
Empezamos por donde debe ser por el origen:
UBICACIÓN HISTORICA DEL PROCESO DE POBLAMIENTO Y DESARROLLO SOCIO ECONOMICO CULTURAL DEL PARAMO DE LOS CONEJOS
Velásquez Nelly. 1995. Población Indígena y Economía. Universidad de los Andes. Mérida. Venezuela
Las investigaciones arqueológicas efectuadas en la Cuenca del lago de Maracaibo referidas por Wagner (1978:329-342) han permitido establecer la importancia que tuvo esta zona lacustre, durante el largo período anterior a la conquista y colonización hispánica de América. El Lago de Maracaibo fue un espacio geográfico que permitió el desarrollo de continuas relaciones comerciales y culturales entre las poblaciones aborígenes ribereñas. Además sirvió de ruta para las conexiones que se establecieron entre las que ocupaban el occidente de Venezuela y las que habitaban las regiones norte y este de Colombia; con base a la información arqueológica, es posible inferir que existieron dos rutas fundamentales de interrelación cultural y comercial entre las poblaciones del norte de Colombia y de la Cuenca del Lago de Maracaibo.
En el trabajo se plantea la hipótesis que propone el hecho de que, los conquistadores y colonizadores europeos utilizaron para su invasión y penetración en el continente, en nuestro estudio la incursión al territorio de lo que es hoy el estado Mérida (y al páramo de Los Conejos). (Desde 1534 los extranjeros incursionaron por los diversos sectores y rutas que constituían la red de caminos existentes en el páramo de Los Conejos, construidos y consolidados, en primera instancia por el comercio y el tráfico desarrollado por los aborígenes, con data de varias centurias, anteriores al arribo de los conquistadores europeos, entonces la infraestructura de caminos, de albergues, provisión de alimentos es un indicador sustantivo de la existencia de asentamientos permanentes de aborígenes en esta área de la Sierra de La Culata, anterior y posterior a la llegada de los españoles a la región andina.
Con base a lo expuesto se describen diversos aspectos y procesos que caracterizaron a las sociedades tribales de estas montañas desde mucho antes de la llegada de los europeos a los Andes de Venezuela).
Según Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de los Andes. Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses. Asamblea Legislativa del Estado Táchira. Caracas. 1967.

Es tarea muy difícil para el hombre contemporáneo trazar al detalle un cuadro de las sociedades indígenas para el momento en que atracaron en nuestras playas los veleros españoles. Los aborígenes venezolanos por carecer de escritura, se desplazaban aun en las nebulosas de la prehistoria. En esta región estaban asentados grupos étnicos. Perfectamente definidos, a los cuales se le da el gentilicio de Timoto-Cuicas. Por sus características somáticas, por la raíz de sus vocablos y por sus tradiciones se les considera descendientes de los Muiscas y a mayor distancia, de los Mayas. Rodeando a esta comunidad en una especie de cerco, se hallaban otros grupos aborígenes de diverso origen; asentados en las llanuras circundantes de la Cordillera (de La Sierra La culata), los que habían logrado escalar ya ciertas alturas y valles. Los aborígenes se hallaban diseminados en parentelas a todo lo largo del espinazo de montañas. Sus viviendas estaban construidas siempre a la orilla de algún río o quebrada; muy cerca de sus viviendas aparecían sus cultivos.

Vivían en ranchos construidos en lugares de manera caprichosa, los materiales de construcción provenían en su mayor parte de las palmas y de junco de lugares anegados. Las paredes aparecían formadas por una red de cañas, amarradas con bejucos, cubiertas por una capa de barro y de paja. Los pisos eran de tierra endurecida. En torno a las viviendas se levantaban, hasta un metro de alto, cimientos de piedras superpuestas. Aun cuando la mayoría de estos ranchos servía de alojamiento para una sola familia, los había también multifamiliares.

Muy escaso el mobiliario que podría hallarse dentro de estas habitaciones. Los asientos eran trozos de madera, los utensilios culinarios consistían, uno en envases hechos de barro cocido y otros del fruto del totumo. En algún lugar a la vivienda se encontraba la piedra de moler maíz y debajo de una enramada, protegida del agua y de la brisa, el fogón con sus tres piedras y el budare. Por la noches se encendían mecheros elaborados con cera de incinilla y con manteca de cacao, los aborígenes regaban ceniza sobre el piso que les servía de cama ( y alejaban a los insectos y ácaros), en algunos lugares empleaban palmas e incluso esteras.

Usaban los hombres mantas de algodón que pendían de los hombros. Las mujeres usaban túnicas de cuero, desde las axilas hasta la rodilla, sostenidas por tirantes que cruzaban los hombros, completaba el ajuar con mantas en el período de intenso frío. No conocían el calzado. Dentro de estas colectividades primitivas no existían clases sociales. Observaban un gran respeto por los vínculos sanguíneos; existía entre ellos el matriarcado o sea la estructura familiar en la cual prevalece el nexo con la madre. La parentela adquiría suma importancia, estaba constituida por la asociación de los parientes de la madre en línea directa y colateral; protegía a sus miembros no sólo contra la fuerza de la naturaleza y de las colectividades enemigas, integraban un sistema económico, mediante el cual se procuraba la alimentación, la vivienda y se satisfacían otras necesidades sociales. La parentela ocupaba determinadas tierras, almacenaba alimentos, sembraba, cosechaba. Actuaba organizadamente sobre el medio físico y además establecía relaciones con los grupos vecinos. Para cada tarea colectiva se asignaba un Jefe (Chacoy), tomándose en cuenta la capacidad por la experiencia, por el valor o por destreza según los casos. Los diversos núcleos familiares mantenían vínculos y relaciones en proporción a la vecindad. Con suma frecuencia diversas tribus se unían en cayapas para realizar tareas como la cosecha y la siembra, para trazar acequias para el riego, construir estanques y adoratorios.
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de Los Andes.

ECONOMÍA INDIGENA EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS.
Los bienes de la naturaleza eran comunes. Muy variadas eran las especies frutales: aguacates, mamones, guayabas; el objetivo principal de la siembra era la producción de maíz, caraotas, auyamas, papa, apio, batatas, ñames, ocumo, malánga, ají. Estos frutos sumados a la carne de: venado, lapa, conejo, picure, cachicamo, pavas, huevos de aves constituían la dieta regular del aborigen. Entre todos, el maíz aparecía como el alimento básico: cocinado con ceniza, lavado luego y por último molido en la piedra, se convertía en la masa originaria de las arepas y de la chicha.

Con el cacao (traido del sur del lago y la cuenca baja del río Chama) llamado por ellos “cire” elaboraban el “chorote”, muy semejante a nuestro chocolate, pero sin azúcar. Conocían también el efecto de algunas plantas sobre el cuerpo humano y las utilizaban para fines medicinales o simplemente estimulantes; el ditamo real concedía, según ellos, la longevidad, el vaporón, les eliminaba la sensación del hambre y una hierba que llamaban “bayo” les quebrantaba la sed, de las hojas molidas del tabaco extraían el chimó.

Sus vías de comunicación eran angostas veredas, que serpenteando sobre faldas de montaña, descendían a las corrientes de agua o se estiraban hasta los poblados vecinos. Las relaciones con las naciones aborígenes del Lago y del Valle del Chama eran comúnmente amistosas y tenían por objeto los trueques mercantiles; algunas veces eran hostiles; en tiempos de paz proporcionaban sal, pescado, cacao, y recibían de los de la montaña papa, maíz, frutos, tejidos. (Aquí se consigue otro argumento para suponer la presencia permanente de grupos organizados de aborígenes en la cimas del páramo de Los Conejos, por cuanto el lugar era el sitio de cruce y tránsito obligado de aborígenes y mercancías de la cuenca media del Río Chama, del pie de monte de Barinas, Apure hacia la zona Sur del Lago, esto cientos de años antes de la llegada del español a la región).

LAS MANIFESTACIONES DE LA CULTURA ABORIGEN

Muy poca información ha podido llegar hasta nosotros sobre la cultura de los habitantes originarios del área en estudio, el largo proceso de cristianización y de hispanización a que fueron sometidos estos grupos humanos durante casi tres siglos, impidió que aquella cultura primitiva sobreviviese en su forma original. El dogmatismo y la intolerancia llegaron incluso a impedirles bajo pena de azotes, que utilizaran sus propias lenguas.

Las creencias religiosas de estos indígenas eran muy similares a las que predominaban en otras regiones del país. Creían en las facultades sobrenaturales del Sol (Ches) y de la Luna (Chia o Zhue), entes estos extraterrenales, plenos de bondad, cuya protección imploraban; adoraban a la naturaleza. En complemento de sus ritos religiosos, desarrollaron los aborígenes algunas artesanías y arte como la cerámica, la música, el canto y la danza; también un conjunto de experiencias medicinales. En cuanto a cerámica, elaboraban figuras de pequeño y gran tamaño, que representaban formas de hombres, de animales o de algunos objetos por ellos conocidos. La música con sus cantos y sus danzas. Los monótonos cantos eran acompañados por todo un conjunto instrumental, formado por la chirimía, la guarura, la quena, la flauta, tambores y las maracas. Al compás de sus ritmos y bajo el estímulo de la chicha de maíz danzaban ininterrumpidamente.

EL PERIODO DE LA COLONIA EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS

Desde 1558 hasta 1786 el territorio del actual estado Mérida, (incluido el páramo de Los Conejos) dependía en lo administrativo y lo político del Virreinato de Santa Fe (Colombia). Los primeros conatos de penetración hispana en la zona partieron de la provincia de Venezuela, pues en el año 1534 uno de los Welser alcanza a llegar al poblado indígena que existía en el páramo de Santo Domingo; posteriormente en 1547, Juan Pérez de Tolosa, quien era para entonces gobernador de El Tocuyo, mandó a su hermano Alonso a explorar la región divisada desde lejos y que denominaban provincia de las Sierras Nevadas; esta incursión no llega a su término debido a las dificultades de acceso que presentaban los Andes.
En el caso de los territorios que no eran cabeza de provincia, como Mérida entre 1558 y 1622, se nombró para dirigir el poder político a un Alcalde Mayor o corregidor, elegido por el rey para un período de tres años. El corregidor era además justicia mayor de Mérida, y sus funciones eran: inspeccionar los territorios, reducir los indígenas, fundar ciudades e incrementar el comercio de los productos de Mérida a través del Puerto de Gibraltar, ruta que tenía paso obligatorio por el páramo de Los Conejos; además tenía la facultad de escoger y nombrar sus subordinados regionales. El rápido crecimiento de la población y de las actividades comerciales originó muchas peticiones en el sentido de transformar el corregimiento en provincia.
La configuración del espacio económico colonia de la provincia de Mérida durante los siglos XVI y XVII, se centro en la fundación de villas y ciudades como punto inicial en la ocupación del espacio, lo cual originó las redes y circuitos económicos representadas en las rutas de comunicación y comercio, y la evangelización de las comunidades indígenas con la instrumentación de pueblos y dentro de los términos fijados a cada ciudad se efectuaría el poblamiento organizado de los indígenas, en concentraciones de población aborigen que fueron llamados pueblos de Indios, y que quedaban enclavados así dentro de la jurisdicción de las ciudades. (En el paramo de Los Conejos se constituyó un pueblo de indios, de lo cual se consiguen a la fecha viviendas de diseño aborigen precolombino, existen restos antropologicos de cerámica, un lugar de adoración religiosa a sus dioses).
Estos pueblos deben distinguirse o clasificarse en dos clases: Pueblos de Misión y Pueblos de Doctrina Hasta 1573 los descubrimientos y conquistas se atuvieron a las disposiciones de 1556. Pero en el año citado se da vida a una nueva instrumentación legal para los resguardos; dentro de los términos fijados a cada ciudad se efectuaría el poblamiento organizado de los indígenas, en concentraciones de población aborigen que fueron llamados pueblos de Indios, y que quedaban enclavados así dentro de la jurisdicción de las ciudades.
Hasta 1573 los descubrimientos y conquistas se atuvieron a las disposiciones de 1556. Pero en el año citado se da vida a una nueva instrumentación legal. Estaba en la referida década del 70 al frente del Consejo de Indias Juan de Ovando, quien tras una visita e inspección al mismo, inició la codificación de las leyes dictadas para las Indias. Fue formando un corpus, que en proyecto parece que tendría siete Libros o Partes; los dos primeros estarían dedicados a la Gobernación Espiritual y a la Gobernación Temporal. Dentro de este último apartado había un título consagrado a los descubrimientos. Dada la necesidad de esta reglamentación, Ovando estimó oportuno desglosarlo y darlo a conocer adelantadamente. Así aparecieron las denominadas ordenanzas ovandinas u Ordenanzas de descubrimiento, nueva población y pacificación, promulgadas por Felipe II en Segovia a 13 de julio de 1573.
Ciudades: Son fundadas con todas las formalidades y se ajustan al plan urbanístico (Leyes de Indias-1513; Ordenanzas de Descubrimiento, Nuevo Poblamiento y Pacificación-1573). Tienen desde sus comienzos estructura jurídico-administrativa.
Villas: Fundadas para servir de base de penetración. Amparadas por privilegios especiales en cuanto a tributos, pertrechos, etc. No tenían la misma jerarquía de las ciudades, pero debían erigirse con ceremonial apropiado y nombramiento de Cabildo (2 alcaldes y 4 regidores).

Lugar: Asiento donde los conquistadores levantaban un poblado más o menos permanente mientras se conocían los alrededores. El asiento tenía nombre, la ranchería. De acuerdo con las disposiciones de 1573, el procedimiento normal de la fundación de una ciudad, villa o asiento de españoles era que un núcleo de población ya existente cediese una parte de sus habitantes a fin de crear la nueva colonia. Los asientos y villas de los españoles no nacían sólo a base de éxodo de colonos oriundos de alguna otra población española, como lo querían las ordenanzas de 1573. En realidad, a veces sólo se recogían a los elementos “españoles” que ya moraban o solían pasar algún tiempo en la comarca.
Ver: Francisco, Morales Padrón. Teoría y Leyes de la Conquista. Madrid: Ediciones de Cultura Hispánica, Centro Iberoamericano de Cooperación, 1979.
En 1854 los propietarios andinos aseguran el trabajo de las peonadas mestizas e indígenas a sus plantaciones y crías a través de los contratos de servicio. Las Diputaciones provinciales o Legislaturas, en manos de la oligarquía territorial, promulgan ordenanzas que le dan vida legal al vasallaje.

RESGUARDOS DE INDIOS CON INFLUENCIA DIRECTA E INDIRECTA SOBRE LA CONFORMACION SOCIO HISTORICA DEL PARAMO DE LOS CONEJOS ( hipotesis de trabajo: el lugar donde existe la aldea Las González despues del descubrimiento europeo, ha sido poblada y despoblada en diferentes oportunidades, como consecuencia de situaciones sociales y económicas)
Desde finales del siglo milquinientos, el área del páramo de Los Conejos fue intervenida para la organización de haciendas ganaderas que se establecieron por encima de las cotas en las que se organizaban las del café, tabaco, caña de azucar o eran la extensión en terreno de las mismas, para el fomento de estas unidades de producción los hacendados utilizaron mano de obra de aborígen de pueblos de indios y a travès de la figura de la encomienda:
La Sabana: La Sabana, Chiguará de Los estanques; Capaz y Holleros.
Ejido: Mucuhay, Aricaguas
Xaxi: estuques, Iricuy, Ticacoque, Mucutacuo;
Curos, Ladera, Mucusuhú, Jajajuy, mucunanó
Tucani: Tomomos, y Tucani
En 1658 la corona española confió el encargo de civilizar y cristianizar a los indios no reducidos a sacerdotes religiosos llamados misioneros. Al principio, los encomenderos no veían con gusto el establecimiento de las reducciones, puesto que en ellas los indios iban a ser sometidos sin dificultad a la autoridad de corregidores y párrocos. Las características más resaltantes de la misión son: Ubicación en una zona geográfica que no formara parte de las ciudades de españoles y de los pueblos de indios de doctrina. Exclusión de españoles y negros. Se rigen bajo un régimen especial transitorio, teóricamente de 20 años libres de toda encomienda y pago de tributo en indios.

Para lograr la total sumisión del indígena, los colonizadores buscan y logran aliados dentro de la clase explotada. Con tal fin se ingenian en crear un tipo de funcionario aborigen que sirva de intermediario entre el encomendero y los integrantes de los resguardos; estos son el Cacique, el Mandón y el Capitán, en orden jerárquico descendente. Los tres funcionarios indígenas desempeñan funciones de comisarios, como ejecutores de la voluntad del encomendero. Por los grandes servicios que prestan a las autoridades coloniales y la oligarquía territorial, el Rey les concede ciertas prerrogativas; primero les pone en sus manos el bastón del cacicazgo, como un símbolo de la autoridad, para 1778 los eleva a la categoría de españoles distinguidos, con el derecho de llevar el título de Don.
Cardozo, Arturo. (1967).Proceso de la Historia de los Andes. Biblioteca de Temas y Autores Tachirenses. Asamblea Legislativa del estado Táchira

El régimen de las encomiendas es sin duda alguna un paso de avance, puesto que surge para reprimir la tendencia a la explotación abusiva de los aborígenes; sobrevive hasta 1687. Concluye cuando una Cédula Real le pone fin para impulsar la organización Política. Religiosa de las Doctrinas, convertidas después en Parroquias. Esta fecha es importante para realizar el seguimiento del área de impacto en el estudio a partir de ese momento histórico a través de la figura administrativa política de las Parroquias.

En cuanto a la propiedad privada de la tierra en los Andes de Venezuela se tiene la fecha de 1591 cuando el 1 de septiembre de ese año una Real Cédula pasa a ser la primera disposición legal que consagra en la Cordillera la institución de la propiedad individual sobre inmuebles rurales. El Rey autoriza la venta de tierras a los vecinos españoles, residentes en las colonias americanas y excluye de este comercio solamente los Ejidos y los bienes propios de las ciudades y villas y las áreas poseídas por las comunidades indígenas.
Autor Idem
Averiguar si en el área del páramo de los Conejos se ubican tierras asignadas a las instituciones religiosas, si los terrenos fueron comprados por propietarios.
En 1791 mediante la real Cédula, tiene por objeto incrementar la colonización de los dominios en América.
Autor Idem al anterior
Demás está recordar que en todas estas negociaciones sobre tierras están excluidas las clases sociales inferiores: los indios y la peonada mestiza. Cuando se habla de vecinos, el concepto queda limitado a los residentes peninsulares y a sus descendientes. Mérida fue el centro económico de sus términos como ciudad; conformaba una economía autónoma, complementaria internamente y con vínculos comerciales con otras regiones. Dentro de su jurisdicción como ciudad estuvieron en proceso de conformación hasta 60 pueblos de indios, un puerto sobre la Laguna de Maracaibo, de precaria existencia y sin rango civil alguno, el puerto de Mérida, y desde su fundación en 1592, la ciudad de Gibraltar. Con la fundación de Mérida se creó la necesidad de abrir caminos desde el interior del Nuevo Reino hasta el Lago de Maracaibo (de allí la importancia estratégica del páramo de Los Conejos) para buscar salida al mar, pues la vía lacustre resultaba más expedita a los fines propuestos que la del río Magdalena dada su mayor distancia.
.“…Las largas jornadas a través de tupidas selvas, las características del clima local, las dificultades del terreno, escarpado en unos lugares, cenagoso en otros, y los ataques de diversos grupos indígenas, motivaron a que cada cierto trecho de camino se construyeran lugares… donde viajeros y recuas se detenían para descansar… La importancia de Gibraltar (del páramo de Los Conejos) se hizo notoria en corto tiempo; se obliga a los habitantes del Corregimiento a comerciar por este puerto, se instituye una serie de ordenanzas con el objeto de reglamentar las transacciones, se controlan pesas y medidas. En Mérida, el trinomio rutas – poblaciones – puertos, forjó la infraestructura de la red comercial en torno a los centros poblados que producían rubros agrícolas para la exportación, como es el caso del puerto de Gibraltar que nació como puerto de salida de la producción merideña (por el páramo de Los Conejos). La mayor dificultad de los productores merideños era colocar sus productos en los puertos de la laguna, condición exigida por los comerciantes. La escarpada cordillera del norte se convirtió en un obstáculo muy difícil de salvar con la tecnología vial de la época ( no obstante las limitaciones de tecnología, tiempo, alternativas de vías de comunicación, necesidad de transporte convirtieron los senderos del páramo de Los Conejos en uno de los pasos obligatorios desde el cañon del Chama hacia el Sur del Lago de Maracaibo). En línea recta, el valle del Chama está a sólo 30 kilómetros del lago de Maracaibo, pero superarlos con mercancías por los caminos de la época, significaba 8 ó 9 jornadas.

Los productores de la zona del páramo y del valle del Motatán preferían la ruta al puerto de Moporo, a más del doble de distancia del puerto de Mérida, pero por un camino mejor. Los calificativos de fragosos y ásperos fueron corrientes para los caminos andinos de la época. Muchos de los caminos transitados por los españoles ya estaban trazados desde antes de su llegada, como consta en las numerosas referencias sobre los caminos que encontraron los participantes en la incursión inicial al territorio merideño. El mantenimiento de los caminos estaba a cargo de los encomenderos, que lo hacían con los indios encomendados, por orden del cabildo o directamente del teniente de corregidor. Por un camino de las características de los merideños del siglo regularán el creciente mercado situado a orillas del Lago.”
Magaly Burguera. Historia del Estado Mérida. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la Republica, 1982, pp.86-89. “
…constituyó una ruta de vital importancia para las poblaciones de la provincia de Mérida, debido a que por allí se acarreaban los productos de sus tierras para ser embarcados desde Gibraltar rumbo al puerto de Cartagena de Indias, o bien, se transportaban las mercaderías procedentes de Castilla a estas mismas localidades...”
Ileana Parra Las comunicaciones en el occidente venezolano: rutas, pueblos y puertos (Siglos XVI y XVII). Maracaibo: Universidad del Zulia, Facultad de Humanidades y Educación, 1983, (Cuadernos de Historia, N º 14), p 61.
En 1602 los arrieros del pueblo de Mucurubá declararon que en ir y venir del puerto tardaban 15 días. (AGN Traslados AHN.) Ciudades de Venezuela. R. 13. “…Los españoles, en efecto, no se desplazaban en los terrenos tan accidentados y peligrosos de la Cordillera sino siguiendo los caminos ya trazados por los indios. Senderos llamados hoy caminos de los indios al mismo tiempo que caminos reales. No se aventuraban en otras partes. Los indios lo sabían, y tenían mucho cuidado en no trazar nuevos caminos que pudiesen llevar a sus regiones de refugio. De modo que, para llegar ahí, hubiera sido preciso ser andinista, deporte que aparece en nuestra Cordillera sólo en la segunda mitad de nuestro siglo. (Algunas zonas de refugio fueron por ejemplo los altos cerros y páramos entre el páramo de Las Gonzáles y el de Los Conejos, entre éste y la Culata, entre la Culata y el Páramo de Mucuchies, en Piñango, en el Páramo de Timotes, en el de Chachopo, en los cerros de la zona de la Cordillera).” Jacqueline Clarac de Briceño.
Identidad étnica y arqueología de rescate cordillera de los Andes, Venezuela. En: Boletín Antropológico. Mérida, N° 13, julio- diciembre, 1987, pp.39-40.

Rodrigo Téllez fue muy activo en el mantenimiento de los caminos reales; incluso dirigió personalmente la construcción de un puente. (AGN Traslados AHN.) Ciudades de Venezuela, un arreo podía recorrer por jornada entre 4 y 4,5 leguas (22,29 y 25,08 km), de Mucuchíes a Mérida, uno de los caminos en mejores condiciones, un arriero tardaba día y medio. En la Descripción Geográfica de la Ciudad de Nueva Zamora, su término y Laguna de Maracaibo, realizado por Rodrigo de Argüelles y Gaspar de Párraga, por orden del gobernador Juan Pimentel, se expone:
“Hay en esta laguna un puerto que se desembarcan para ir a Trujillo, y otro puerto que se llama el de Mérida... Los puertos de esta laguna están muy abastecidos de agua y de leña, porque la laguna es dulce hasta la barra, y por la una costa y por la otra. En este pueblo y puerto hay falta de refrescos por ser la tierra nueva, recién poblada... Así mismo en los puertos de Trujillo y de Mérida, pueden adquirirse y traer los bastimentos y refrescos, y de los dichos pueblos, Trujillo y Mérida, ya han salido navíos cargados de harina y bizcocho, tocinos y jamones, y ajos y cordobanes y bandanas y otras cosas.”
El relato anterior nos permite observar como en 1579, se reconocía la existencia de puertos por parte de Trujillo y Mérida en la costa sur del lago de Maracaibo, con el intención de promover el desarrollo económico y comercial de estas ciudades con la metrópolis española y con la demás provincias americanas.
En la Relación Geográfica hecha por Diego Villanueva y Gibaja de la Gobernación de Venezuela, los Corregimientos de La Grita y de Tunja, y la Gobernación de los Mussos del año de 1607, se expone sobre Mérida:
“... tendrá unos 150 vecinos, 60 de ellos encomenderos, y tendrán en encomienda unos 3500 indios que están poblados a 3, y a 4, y hasta 10 y 12 leguas en el contorno de dicha ciudad. Es la tierra áspera y fría. Conservándose los indios más que en otros partes, y sirven a sus encomenderos, como los de la gobernación de Venezuela”.

El colonizador introdujo el caballo, la mula y el asno, factores de carga que obligaron a rehacer los caminos y a construir puentes. La prolongada pluviosidad dio lugar a que los caminos de los valles se empedraran debido a que por ser terrosos, acumulaban el agua y se convertían en vías fangosas e intransitables. De estos caminos empedrados aún quedan vestigios en el valle del Chama, avanzando más o menos paralelos con las carreteras. (uno de estos caminos en los que se observa parte del empedrado es el que conduce desde El Manzano Alto hasta la aldea Las González)
Rodrigo de Argüelles y Gaspar de Párraga. Descripción Geográfica de la Ciudad de Nueva Zamora, su término y Laguna de Maracaibo. Granjerías que tienen, que son: lienzo, trigo, cordobanes, azúcar, conservas, quesos, jamones, hilo de pita, alfombras y carpetas, fieltros para caminar, crías de ovejas y de cabras, y ganado mayor; sayales, frazadas. Tiene su contratación con la laguna de Maracaibo, por el puerto de Gibraltar, que dista 30 leguas del dicho lugar, por caminos...” ( caminos que atravesaban el páramo de Los Conejos)
La descripción hecha por Diego Villanueva y Gibaja nos ratifica la comunicación constante entre la ciudad de Mérida y su espacio, con la laguna de Maracaibo por el puerto de Gibraltar, saliendo por éste una diversidad de productos como consecuencia de la amplia producción que los indígenas elaboraban para los encomenderos y que éstos se encargaban de comercializar.
(Un aspecto que desde muy temprano en la colonia afecta de forma negativa el desarrollo de los caminos por el páramo de Los Conejos es la rivalidad manifiesta entre Mérida y Maracaibo)
Ya en 1788 los cabildantes de Maracaibo se quejaban de que Mérida era un lugar:
“…mal temperado por dominarle por las tardes especialmente el destempladísimo aire de la Sierra Nevada, ser escasa de todos víveres y más de carnes de que se hace uso de la salada que se lleva de Barinas mala y costosa … el agua aunque muy abundante por los cuatro ríos que la circulan, de mala calidad para la salud, demostrándolo el que su uso a poco tiempo produce hinchazón de garganta, que vulgarmente titulan coto, el que a más de imperfeccionar a los hombres los reduce a continuo aflicto de pecho … el viaje de Maracaibo a Mérida duraba al menos diez o doce días de tránsito de Laguna, navegando tres, cuatro, cinco y hasta seis según las estaciones, y si se hace la ruta por la Aduana de Moporo o desde Gibraltar”
Con esta carta del cabildo de Maracaibo del 24 de abril de 1788, se pueden observar las rivalidades entre los vecinos de la ciudad de Maracaibo y Mérida ya para finales del siglo XVIII, donde descalifican el clima merideño, la carestía de alimentos, la mala calidad del agua para la salud, entre otros. Según el Informe sobre la Provincia de Maracaibo, Mérida y Trujillo, cuya producción era objeto de comercio, extendía ampliamente su circulación por el lago de Maracaibo y sus márgenes donde llegaban a través de la navegación de sus ríos. Se puede concluir que durante el siglo XVI al XVIII, Mérida tenía una presencia vital en el sur del lago, con la fundación de puertos cuya supervivencia dependía de la producción y exportación de la ciudad de Mérida, es decir, que desde ese período Mérida ha tenido jurisdicción ribereña en el lago de Maracaibo, la cual ha sido mantenida de forma consuetudinaria hasta nuestros días, ya que Mérida, desde su fundación en 1558, nunca ha vivido de espaldas al sur del lago, es decir, que su emplazamiento ha tenido como eje de circulación natural de su producción, el sur del lago de Maracaibo ( En este empeño geoestratégico de importancia para la consolidación y crecimiento de la ciudad de Mérida como ciudad geoestratégica para primero la Nueva Granada y posteriormente para la Capitanía General de Venezuela, el páramo de Los Conejos, y las vìas que por él atravesaban eran de suma importancia para el logro de este objetivo).

LA EVOLUCIÓN POLÍTICO ADMINISTRATIVA DE MÉRIDA Y EL DOMINIO Y JURISDICCIÓN DEL SUR DEL LAGO
Claudio Alberto Briceño Monzón(*)
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA
En el momento de la fundación y repartimiento de los indígenas merideños, ya la encomienda indiana estaba perfectamente reglamentada y habían tenido un intento de eliminación (Leyes Nuevas de 1541-42). Sus efectos sobre el despoblamiento indígena habían sido comprobados en toda América, creándose una opinión muy fuerte en su contra, que había calado en los centros de toma de decisiones metropolitanos. No obstante, los intereses creados en América habían hecho imposible su eliminación, introduciendo una serie de condicionamientos que la hacían más llevadera para la población indígena. Pero en la región merideña, bajo la explicación de la pobreza de la tierra y la imposibilidad de los indios de satisfacer el tributo de otra manera, la encomienda es jurídicamente a la Corona de Castilla, se fundamentó en la Provincia, término legal para la unidad política primaria del Estado de Derecho en toda la América española, la cual era un territorio determinado, constituido políticamente en Gobernación y Capitanía General. Las Indias tenían una compleja administración en parte trasladada de la Metrópoli, y en parte creación original dada por el descubrimiento y la colonización. La capitulación fue el título jurídico, a través del cual se nombraron Adelantados, Gobernadores, Corregidores, Alcaldes Mayores, Capitanes Generales y Alcaldes de Fortalezas, para la conquista y colonización.

La encomienda se tradujo en el trabajo de los indígenas, en las propiedades de los encomenderos durante casi toda la semana, que aún a los bajos salarios de entonces, equivalía a un tributo desmesuradamente alto. Ante la patente violación del ordenamiento legal por parte de los encomenderos de Mérida, la Audiencia de Santa Fe intentó en varias oportunidades tomar medidas y reglamentar la encomienda merideña a través de las disposiciones de los jueces visitadores enviados expresamente. De alguna manera tienen que ver con la situación de los indígenas las visitas de Bartolomé Gil Naranjo en 1586, Francisco de Berrío en 1593, Juan Gómez Garzón en 1594, Pedro de Sande en 1601 y Antonio Beltrán de Guevara en 1602. En la primera mitad del siglo XVII, la visita por antonomasia fue la de Alonso Vásquez de Cisneros en 1619, suficientemente documentada, donde se pusieron en evidencia todas las irregularidades de las relaciones blancos-indígenas y que dio origen a cuantiosas multas a los encomenderos merideños y a las famosas Ordenanzas de Mérida, verdadero código de trabajo indígena.

Maracaibo fue poblada y conquistada por los gobernadores de la Provincia de Venezuela, que estaba sometida a la Audiencia de Santo Domingo; mientras Mérida fue poblada y conquistada por el gobierno de Nueva Granada, sometida a la jurisdicción de la Audiencia de Santa Fe de Bogotá. Los límites jurisdiccionales de estas dos Audiencias en esta región, demarcan al mismo tiempo los territorios del Zulia y Mérida.

Las necesidades de comunicación con Santa Fe y la Capitania General de Venezuela por el lago de Maracaibo, junto con las de producción agropecuaria por esas rutas, dieron lugar a la fundación de nuevos pueblos que habían de contribuir, desde sus respectivas regiones, a facilitar el desarrollo de las actividades comerciales y de comunicación. Las poblaciones fueron originadas por la necesidad de asegurar el tránsito a la capital del Reino y al lago. En consecuencia, la cuenca lacustre resultó dividida en dos áreas jurisdiccionales: una al norte, que incluía a Maracaibo y su reducido ámbito territorial, y la otra al sur que correspondía a Mérida.

El 1 de mayo de 1607, fue creado el corregimiento de Mérida del Espíritu Santo de La Grita, por orden de Juan de Borja, gobernador y capitán general del Nuevo Reino de Granada, el cual separó el territorio de la gobernación del Espíritu Santo de La Grita y Cáceres del corregimiento de Tunja, para constituir este nuevo Corregimiento. El mismo abarcaba las jurisdicciones de las ciudades de Barinas, Gibraltar, La Grita, Mérida, Pedraza y San Cristóbal, y se designó como sede a la ciudad de Mérida.

El 3 de noviembre de 1622 se expidió la real cédula que dio origen a la provincia, gobernación y capitanía general de Mérida, formada por la unión de las jurisdicciones de las ciudades de Barinas, Gibraltar, La Grita, Mérida, Pedraza y San Cristóbal, que hasta ese momento formaban el corregimiento de La Grita. Por real cédula del 31 de diciembre de 1676 dirigida al presidente de la Audiencia de Santa Fe y a los gobernadores de las provincias de Venezuela y Mérida, “Después de múltiples solicitudes, en 1622 se creó la Gobernación de Mérida, y en 1624 Juan Pacheco Maldonado pasó a ejercer las funciones de Gobernador y Capitán General hasta 1634, cuando le sucedió Alonso Fernández Valentín, a pesar de habérsele concedido el cargo a perpetuidad según los términos de la capitulación firmada con la Audiencia de Santa Fe.”

Maracaibo asumió el control hegemónico del occidente venezolano en lo económico y administrativo. Por más de 2 siglos y medio, se convirtió en el centro de intercambio, coordinador y distribuidor de 2 extensos circuitos comerciales: el del interior de la región lacustre y andina y el exterior, el Caribe y el Atlántico, movilizados ambos sobre la base de los cultivos nativos y los europeos de reciente introducción. A Maracaibo arribaban diariamente embarcaciones menores procedentes de los puertecillos de Gibraltar, Tomoporo, Moporo, Puerto Zulia, Los Cachos y San Faustino, cargadas con el algodón, lienzos, cacao, trigo y bizcochos de las jurisdicciones de Trujillo, Mérida, Guanare, San Cristóbal, Pamplona y Salazar de las Palmas; el tabaco de Barinas y Pedraza; jamones, tocino, cueros, cordobanes y badanas de Trujillo y Mérida. Parte de esta producción cubría la demanda local y el grueso se reexportaba hacia Cartagena de Indias, Santo Domingo, Veracruz y Sevilla. En retorno, se abastecían Maracaibo y su región de ropa. (lo anterior explica la importancia que conservó el puerto de Gibraltar y de Bobures para la salida de productos provenientes de Mèrida y de los llanos de Barinas y Apure, atravesando el páramo de Los Conejos, aun cuando el principal puerto lacustre se estableció en Maracaibo)

Un segundo ciclo de la actividad económica que se prolongó durante dos tercios del siglo XV (1600 – 1660) para la consolidación del espacio económico colonial de la provincia de Mérida y de sus circuitos económicos, fue posible por la instrumentación de una nueva política de control de la mano de obra indígena, en virtud del valor que recién entonces comenzó a adquirir un recurso cuya extinción amenazaba seriamente el flujo de riquezas sobre el cual descansaba el poderío de la colonización americana. P. 14

El nuevo proyecto colonizador descansó en el asentamiento y reducción de comunidades indígenas en pueblos y resguardos de indios que se insertaron en el marco global del espacio del espacio económico colonial. Esta articulación de poblados generadores de una producción económica para el autoconsumo e intercambio en el mercado local, dentro del sistema general que respondía a los estímulos del mercado de exportación, se valía de la natural simbiosis concertada entre localidades ubicadas en diferentes pisos altitudinales ( Murra 1975) ( La numerosa existencia de poblados de aborígenes que se encontraba entre Mèrida y Jají; La Sabana, Los Curos, Ejido proveyeron a los colonizadores hasta el ingreso de los esclavos negros y aun con la mano de obra esclava la organización de grandes haciendas ya groindustrias dedicadas a la producción agropecuaria para la exportación, teniendo al puerto de Gibraltar como la salida segura de los productos hacia los mercados que crecìan en las islas del Mar Caribe, los centros poblados se ubicaron en las rutas que partían de la ciudad de Mérida y se dirigian hacia los puertos de Gibraltar y Bobures a travès del páramo de Los Conejos).

El tráfico comercial de los renglones agropecuarios obtenidos en estos núcleos fundamentales de producción, fue canalizado a través de los circuitos económicos que se formaron por la integración de los mercados locales y los mercados externos, los circuitos a su vez, dieron forma definida a la red de comunicaciones, de transporte y comercio que hizo posible la acumulación considerable de capital para la formación de la economía del monocultivo tanto del tabaco como del cacao.

En el marco de este segundo ciclo es posible apreciar la importancia de los circuitos económicos en la especialización de zonas productivas. Para ello se valían del control y usufructo de la tierra a lo largo de los diversos pisos altitudinales, la localización estratégica de las encomiendas, y de los movimientos periódicos de la población indígena, desde sus pueblos y resguardos de indios hasta las estancias de los encomenderos.
Velásquez Nelly. 1995. Población Indígena y Economía. Mérida Siglos XVI y XVII. Universidad de los Andes. CDCHT. Venezuela.

TRAYECTO DE VIDA DE LOS HABITANTES DEL PARAMO DE LOS CONEJOS

Se ordena la exposición sobre el trayecto de vida de los pobladores del Páramo de los Conejos, entendiendo que es más trayecto que proyecto, siguiendo tres vertientes de análisis:
A. Algunas consideraciones epistemológicas previas, y por tanto científicas, en torno al tiempo, el espacio, el ambiente.
B. Algunas inflexiones históricas tomadas de la vivencia del tiempo y del espacio en la gente del Páramo de los Conejos, es decir, desde el sentir de sus pobladores.
C. Los posibles aportes de una metodología en términos de mapa de vida para ilustrar el tiempo, el espacio, las comunicaciones y la organización económica.
El 16 de septiembre de 1810 Mérida se separa de la provincia de Maracaibo y se adhiere a la declaración de la independencia decretada en Caracas el 19 de abril del mismo año. Maracaibo, no obstante, se mantuvo fiel a la corona española hasta 1823, en tanto el poderío militar español se concentró finalmente en esta ciudad. La flota española ocupó Todo el lago de Maracaibo frente a las provincias sediciosas; como tal se declaró ocupante del territorio sur del lago y, por ende, del puerto de Gibraltar. La ruina de Gibraltar fue por la falta de comunicación con los pueblos de la cordillera y su ocupación por tropas realistas garantizó la posesión por parte de Maracaibo hasta el año 1823, fecha en que esta ciudad fue liberada de la dominación española por las fuerzas militares patriotas. (El páramo de Los Conejos en la época de la Guerra de Independencia adquirió importancia estratégica militar por cuanto la flota Realista con un contigente numeroso del ejército Español se aposentó en Maracaibo, por lo que era posible la invasión de la provincia de Mèrida por estas montañas, a tal fin las autoridades Republicanas en la ciudad de Mérida, reforzaron estos caminos, los bloquearon y en algunos caso dañaron las vías de penetración, tan es así que despues de la Guerra de Independencia algunos caminos fueron olvidados y otros se perdieron, como lo explican trabajos de investigación efectuadas al respecto)
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BASES TEORICAS



Se trae a colación el trabajo de este autor por cuanto se ha dedicado con especial atención a los problemas ambientales de la ciudad de Mérida y sus alrededores, colocando a las personas en el centro de las soluciones y en equilibrio con la ecología. En particular el investigador estudia a fondo la importancia de la cuenca del río Albarregas para la ciudad de Mérida. Esta investigación interpreta la situación que ocurre en el resto de las cuencas importantes de la sierra La Culata, en especial las que tiene carácter estratégico como abastecedoras de agua y recursos para poblaciones de la región.
JUGO BURGUERA, Luís.2005. Ríos y Municipios como Proyectos Socio-Ambientales. Mérida. Venezuela

CADA RIO, CADA MUNICIPIO: UN PROYECTO SOCIOAMBIENTAL EL CASO DE MERIDA Y EL RIO ALBARREGAS.

Según su longitud hay ríos de distintos calibres. La redes que arman los cursos de las aguas, cruzan el territorio desembocando en ejes fluviales –como el Apure-Orinoco _. Lagos, como el de Maracaibo, o el mar.

Generalmente hay en nuestros municipios micro cuencas, subcuencas, y cuencas compartidas con otros municipios. He allí el fructífero campo de acción para relacionar los municipios a través de mancomunidades, para enfrentar en equipo, la complejidad de los problemas urbanos y rurales: deterioro ambiental, escasez de fuentes de trabajo, crisis educacional, política y socio-económica.

Cada río que cruza una ciudad podría convertirse en el eje para un nuevo tipo de urbanismo: humano y sustentable. He allí una tesis por la humanidad. En Mérida, el río Albarregas y su cuenca (que se origina en el páramo de Los Conejos) es el eje local de desarrollo sostenible. Receptor principal de las aguas negras de la ciudad, es una cloaca abierta desde mediados del siglo XX ( una vergüenza para la ciudad). Valorado su potencial recreacional y paisajístico para la ciudad, es decretado Parque Metropolitano en los años setenta. Hoy, se reclama un gran proyecto socio-ambiental, enfrentando su saneamiento, educando a la población, estudiando su biodiversidad, conservando el potencial ecológico en la urbe, retando el trabajo interinstitucional, interdisciplinar y transdisciplinar. (Aguas abajo de la ciudad de Mérida, puede abastecer los acueductos de las poblaciones de La Parroquia y Ejido.)

JUGO BURGUERA, Luís.2005. Ríos y Municipios como Proyectos Socio-Ambientales. Mérida. Venezuela.
El sustrato de este trabajo arranca de la convicción de que todos los ríos y municipios son potenciales proyectos socio ambiental. Esta tesis lleva a identificar en cada espacio municipal, elementos de aulas ambientales que representen cada sector de ciudad, campo y naturaleza, reconociendo a las comunidades con sus conflictos y posibilidades, promoviendo y enseñándoles la auto elaboración de planes de resolución y acción a corto, mediano y largo plazo y practicando con ellas su ejecución. Implica consolidar programas efectivos de educación, salud y animación ambiental en la sociedad civil. Este es extracto general, el aporte que queda del avance de la investigación – acción realizada sobre la ciudad de Mérida y el río Albarregas en los últimos año. Del trabajo del caso ha salido un planteamiento general aplicable a las municipalidades de un Estado (y de un país), para formar la estrategia estadal (y nacional) al desarrollo sostenible. Entre Estado y Gobernaciones deberán surgir las estrategias regionales, cuya suma forma lo nacional (así como entre bloques de países van surgiendo estrategias continentales regionales). Todos en síntesis deben estar en consonancia con la Agenda 21 y orientados por este compromiso mundial de la Conferencia de Río sobre Ambiente y Desarrollo.

Después de la tesis inicial, este informe se refiere a la Ciudad Educativa (Sociedad Educativa o Sociedad de Aprendizaje, por acepción inglés de Learning Society) Es el planteamiento para el futuro de la educación, que se complementa con la noción de Educación Permanente, contenidos en el informe “Aprender a ser” para la UNESCO en 1972. Títulos sugestivos que representan un reto considerable para las disciplinas, los profesionales, el sistema educativo y las universidades.
Otro tema importante que se considera en el marco teórico es el relacionado con el municipio Campo Elías, por cuanto la Aldea Las González y el páramo de Los Conejos está adscrito dentro de los límites de esa unidad política – geográfica.

EVOLUCION HISTORICA DEL MUNICIPIO CAMPO ELIAS ESTADO MERIDA VENEZUELA

Ejido es la capital del municipio Campo Elías, fue fundada el 14 de julio de 1650 por el capitán Buenaventura de Bustos Baquero, con el nombre de San Buenaventura de Ejido. La fundación se hizo en un asentamiento indígena que junto a varias familias de Mérida formaron el primer núcleo poblacional, convirtiéndose pronto en una tierra que se destaca.

En 1705 fue elevada a parroquia eclesiástica. Luego en 1811 fue declarada villa por el Gobierno Republicano y en 1830 se convirtió en cabecera del cantón de Ejido. Hacia 1864 el cantón quedó integrado por la villa de Ejido y las parroquias La Mesa, Jají y Acequias. En 1868 se le dio el nombre de Departamento Sutherland al cantón de Ejido y su capital fue llamada Villa de Campo Elías, en honor al coronel Vicente de Campo Elías, héroe de la gesta independentista. A finales de ese año se le llamó departamento de Campo Elías, modificándose el nombre de la capital por el de Ejido.

El 28 de diciembre de 1876 Ejido fue elevada a ciudad capital del distrito Campo Elías. En el año 1986 el referido distrito se convierte en municipio conociéndose con el nombre de municipio autónomo Campo Elías y su capital siguió siendo la ciudad de Ejido. Es este mismo año, específicamente el 16 de febrero, se crea la parroquia Ignacio Fernández Peña de la ciudad de Ejido. Por último, en 1992 adquiere su denominación actual como municipio Campo Elías y está conformado por siete parroquias, a saber: Fernández Peña, Matriz, Montalbán, Acequias, Jají, La Mesa y San José. La aldea Las González pertenece geografica y política al municipio Campo Elías.
www.ipc.gov.ve/censo/cat
Se dice que era muy común ver caravanas de arreos de mulas transitando por estas vías cuyo uso fue prominentemente comercial. Muchas sirvieron como tránsito tanto para la causa libertadora como para las tropas realistas. Ocultos por la vegetación circundante, a veces emergen tramos del camino que pasaba por La Cabrera.

Gibraltar.
El puerto de Gilbraltar se estudia a profundidad puesto que desde el descubrimiento y colonización de la ciudad de Mèrida y sus alrededores, se constituyo en la salida natural de los productos y de las personas desde Pamplona en la actual Colombia, los llanos Orientales de Casanare, por el lado de venezuela están Apure, Barinas, hasta Guanare las regiones que preferían este puerto para la comunicación con el Altlántico, por lo tanto es lpuerto de importancia geoestratégica para la ciudad de Mérida, como se explica en este trabajo, en los inicios de la fundación de Mérida y poblados cercanos a ella, tenían la capacidad de crecimiento y de empuje comprometida en cuanto a centro político-administrativo y crecimiento poblacional con el desarrollo y crecimiento de los puertos del Sur del Lago de Maracaibo, principalmente con el de Gibraltar.
Cardozo arturo. Proceso de la Historia de Los Andes.
Arenales y Torondoy darìan al comercio de Mèrida pronta salida al lago Fue fundada por el Capitán Gonzalo Piña de Ludueña en 1598. Su establecimiento fue motivado por las siguientes razones:
- El auge alcanzado por la productividad agrícola y pecuaria de la provincia de Mérida, con anterioridad a la fundación de Gibraltar, los pobladores de Mérida ya utilizaban esa zona como entrada y salida de mercancías.
- La cercanía de Gibraltar a la desembocadura del río Zulia en el Lago de Maracaibo, esta privilegiada localización geográfica le permitía canalizar el comercio desde Pamplona, al disponer de un sitio de desembarque de géneros y de un lugar de abastecimiento, reparación y construcción de navíos.

Velásquez Nelly.1995.Población Indígena y Economía. Universidad de los Andes. Mérida. Venezuela

Durante la primera mitad del siglo XVII, el puerto de Gibraltar adquirió gran importancia como centro de comercialización de los diversos géneros procedentes de Castilla, los cuales se intercambiaban por productos agrícolas y derivados pecuarios de la provincia de Mérida. Las operaciones mercantiles se realizaban en la “Ferias Francas” anuales que tenían lugar durante los meses de mayo y octubre. Cabe señalar que estas transacciones de productos efectuadas en un mercado ocasional, estaban exoneradas del impuesto de alcabala. Las ferias de Gibraltar fundamentaron su importancia en la afluencia de afamados productos que se transportaban desde los diversos pisos altitudinales hasta el puerto localizado en las riberas del Lago. Las ferias coincidían con los ciclos de cosecha de la región y el volumen y la calidad de sus productos fue indicativo del progreso agropecuario de la provincia (Parra, 1984: 277 – 279). A partir de la segunda mitad del siglo XVII, el puerto de Gibraltar entró en franca decadencia y fue sustituido progresivamente por el mayor ascendiente político, administrativo y comercial ejercido por Maracaibo.
(Aunque el puerto de Gibraltar continuó siendo la principal ruta de comunicación de Mèrida y sus alrededores con el Lago de Maracaibo y su puerto de exportación, por lo que, los caminos desde Mérida hacia el lago continuaron realizandose en parte importante por el páramo de Los Conejos).
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de los Andes.
Formación De Los Mercados Regionales.
(Este aspecto es importante analizarlo dado que ofrece panorámica amplia de los caminos más empleados y sus recorridos durante la colonia en la región y la conexión que existía con el páramo de Los Conejos)
Los esfuerzos de exploración y conquista dirigidos desde el Nuevo Reino de Granada y la Provincia de Venezuela con el objeto de fijar rutas comerciales a través del Lago de Maracaibo, ( hacia la cordillera de los andes venezolanos) condujeron al establecimiento de las bases político-administrativas y económicas necesarias para la formación de un intenso comercio regional en la provincia de Mérida desde los comienzos del siglo XVI.
Modalidades Comerciales
Dos modalidades de intercambio comercial se establecieron en la Provincia de Mérida durante el siglo VXII. Cada una de ellas dio origen a un tipo de mercado distinto. Por una parte se fue conformando el comercio interior a partir de establecimientos de las relaciones mercantiles entre las diversas comarcas de la provincia. Por la otra, el intercambio de mercaderías exportadas a otras regiones de América, permitió la inserción de la Provincia hacia un mercado orientado a las necesidades externas.
La primera modalidad de intercambio se organizó con base en la especialización productiva generada por la diversidad ecológica de los pisos altitudinales y la consolidación de los pueblos de indios y sus resguardos. La segunda modalidad se organizó a partir del establecimiento de las villas y pueblos de blancos y las ciudades portuarias. Ambas modalidades de comercio coincidieron con el inicio de la actividad mercantil en la región, pero tuvieron desarrollos posteriores diferentes. En un primer momento el mercado interno y la constitución de relaciones comerciales de exportación hacia otras regiones de la América, se originaron sobre la base del intercambio de productos de los pisos altitudinales fríos y templados. (en ambas situaciones las vías de comunicación se establecieron en parte por el páramo de Los Conejos)
Las dos redes comerciales (interna y externa) estuvieron íntimamente relacionadas y sentaron en siglo XVII, las bases para el establecimiento de la economía del monocultivo y del comercio trasatlántico en gran escala. Este último período constituyó un segundo momento de la actividad mercantil orientada en ese momento a la exportación hacia la metrópoli de los productos cultivados en las zonas cálidas no sólo de la provincia de Mérida, sino también de la Gobernación de Venezuela( D´Ascoli, 1973)
Velásquez Nelly.1995.Población Indígena y Economía. Universidad de los Andes. Mérida. Venezuela
El tercer circuito estaba constituido en torno al puerto de Gibraltar en la desembocadura del río Chama, a través del cual se realizaba el intercambio comercial de las ciudades de Mérida y Barinas, así también cierto volumen del comercio de La Grita y San Cristóbal. Dos vías fundamentales siguieron el comercio que se produjo desde la ciudad de Mérida hacia el puerto de Gibraltar. Por un lado, la vía fluvial por el río Chama y el camino de recuas que partía desde Mucuchíes, atravesando los páramos y el pueblo de Torondoy, hasta llegar a Gibraltar en la costa del sur del lago de Maracaibo; ( otros caminos recorrian el páramo de los Conejos, es el caso del que se dirigia hacia Tucani, otro el que atraviesa la aldea las González y baja por la cuenca del río Capaz) (Parra,1984:122-124).
Por otra parte, el camino que comunicaba a Mérida con Barinas y que constituye una de las bifurcaciones del camino real en el sitio de Apartaderos. Fue la vía seguida por el tráfico comercial que se efectúo desde Barinas y Pedraza a través del puerto de Gibraltar; algunos caminos comunicaban los llanos de Barinas, Apure y Táchira atravesaban la Sierra Nevada por los pueblos del Sur, llegaban a la ciudad de Mérida o Ejido para continuar por el pàramo de Los Conejos rumbo al puerto de Gibraltar. Lo expuesto en diversos trabajos de investigación corrobora la tesis sobre la importancia que tuvo el páramo de Los Conejos para la economia regional del occidente de Venezuela y el Oriente de Colombia a Partir del siglo XVI)

PRODUCCION AGROPECUARIA Y ARTESANAL DE LA PROVINCIA DE MERIDA DURANTE LA COLONIA TRANSPORTADA POR LOS CAMINOS QUE ATRAVIESAN EL PARAMO DE LOS CONEJOS
La actividad comercial que se efectúo en la provincia de Mérida durante la primera fase del desarrollo de la economía colonial, se realizó a partir de la intensificación de la producción de géneros agrícolas autóctonos (arovechando los cultivos que por las condicones ecológicas producen los aborígenes y que tiene alta demanda por el mercado del Caribe y de Europa: algodón, tabaco, chimó, cacao) y la producción de géneros agrícolas y pecuarios foráneos adaptados a las condiciones ambientales de la región. Se amplían e investigan de manera integral los rubros y cultivos de exportación por el puerto de Gibraltar y Bobures, para a partir de este análisis, establecer las relación con el empleo de las rutas del páramo de Los Conejos como nódulo clave de estos senderos en su dirección al mar.

El Trigo (triticum spp)
Las semillas del trigo llegan a Los Andes con los españoles y arraigan tan velozmente en las tierras frías, que en pocos años, ya la producción de harina se convierte en el primer renglón de exportación. Mantiene su vigencia durante toda la colonia y penetra pujante en la era republicana, para empezar a declinar a mediados del siglo pasado, ya en la era del café, desde ese momento sobrevive decadente hasta la aparición del petróleo. Su cultivo se extiende prácticamente por toda la cordillera, quizás parece más fácil determinar las zonas en las que el cultivo no prosperó. (Una de las zonas amplias que mejor se adecuaban a su cultivo está en la cuenca del río las González y sus alrdedores por las condicones topográficas, climáticas, suelo, existencia de mano de obra cercana y segura; de los amplios cultivos que se organizarón en el páramo de Los Conejos quedan los corrales de las bestias y los trilladeros para el trigo), abundancia del agua y dos regimenes o picos de lluvia distibuidos durante el año, lo que permite cosechar hasta dos veces durante el año)
Cerca de los trigales se instalan los molinos para elaborar la harina. Las haciendas más importantes tienen molinos propios, los pequeños productores pagan el servicio de molienda, común en especie. Pero lo más importante para la economía andina es la demanda foránea de harina. En el informe presentado por Alonso Pacheco fechada en 1579, ya figura la harina y los bizcochos entre los renglones de exportación a Maracaibo. Para este mismo año Mérida contrae con los comerciantes de Maracaibo el compromiso de colocar en Gibraltar 1000 arrobas de harina, a su vez surte de harina a Coro, a Cartagena y también a La Española, el trigo es pues el producto fundamental de la Cordillera, con él, se amasan las primeras fortunas. ( La producción de harina de trigo y sus productos en parte son trasladados por los caminos del páramo de Los Conejos)

Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de los Andes.
En 1840 en la rama agrícola prevalece la producción de tabaco, de cacao y de trigo. El cacao empieza a decaer y algunos años después desaparece totalmente, el cultivo del tabaco toma gran impulso a partir de 1830, inmediatamente después de la eliminación del estanco, solo decae cuando la era del café está en todo su esplendor; en cuanto al trigo que es el cultivo más importante de esa época, su producción es ascendente; para 1839 la cosecha andina de harina llega a 440000 sacos de 100 libra, la provincia de Mérida llega a tener 57 molinos de trigo. En 1850 Los Andes exportaran harina a través de Maracaibo. La navegación por el Lago de Maracaibo y por algunos ríos andinos se intensifica a medida que la producción agrícola aumenta en la cordillera. Primero son los Gobiernos provinciales y Concejos Cantonales quienes prestan atención al mejoramiento de los caminos que conducen a las costas del Lago (algunos por el páramo de Los Conejos); los Gobernadores regionales dotan a las parroquias de instrumentos laborales; luego las municipalidades promulgan ordenanzas en las cuales se obliga a los vecinos a trabajar en las obras públicas, sni salario durante un determinado número de días al mes. La oligarquía no concurre a estos trabajos a cambio paga en dinero una contribución especial.
El trigo da respaldo a la mayor parte de productores alineados con el partido Conservador y a toda la política y acciones llevadas a efecto por estos. Capacidad económica y política de los productores de trigo para contrarrestar la ofensiva de los políticos liberales por más de diez años, antes de pactar con los dirigentes vencedores del liberalismo nacional. El número, área de producción ( que abarcó la totalidad de la cordillera de los andes perteneciente a Mérida en ambas Sierras, Nevada y La Cualta por todas las vertientes, que incluía los pueblos del Sur de Mèrida y territorios de zona alta de Barinas y Táchira, producción que tenía la salidad por el páramo de Los Conejos. La cantidad de producción fue importante hasta más allá de los años cincuenta.
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de los Andes.
En la región de los Andes, durante la primera mitad del siglo XVI, la producción de este cereal y sus derivados (harina, bizcochos), se vio favorecida por un conjunto de factores importantes: 1. La demanda del mercado externo localizado en Cartagena, Santo Domingo y Las Antillas. 2. La adaptación de variedades de trigo favorecidas por la diversidad climática, calidad del suelo y altitudinal; y 3. La disponibilidad de una fuerza de trabajo indígena tributaria, conocedora de la agricultura intensiva.
La producción y exportación de trigo en la región experimentó un marcado descenso durante la segunda mitad del siglo XVII debido al desplazamiento del cereal por la producción de otros renglones, especialmente el tabaco y el cacao; la pérdida de fertilidad de los suelos, importación de trigo a precio más arato que la producción nacional, éxodo de campesinos a los centros urbanos, pèrdida de los mercados nacionales e internacionales por la oferta de productos a mejor precio. Este acontecimiento marcó el reemplazo progresivo de una economía fundamentalmente doméstica por una economía de monocultivo signada por la exportación en gran escala y por el régimen de gran hacienda o latifundio. Debido a este viraje, la producción triguera experimentó un repliegue considerable en su demanda, cubriendo a duras penas el mercado interno de la región.
Cardozo, Arturo. Proceso de la Historia de los Andes.

Ranulfo Manchego N.Ingeniero Agrónomo. Investigador II. FONAIAP-Estación Experimental Mérida. Mérida. http://www.ceniap.gov.ve/publica/divulga/fd33/texto/factibilidad.htm

El Algodón (Gossypium spp)
Otro renglón agrícola importante en la actividad comercial que se desarrolló en la provincia de Mérida durante el siglo XVI fue el algodón. El aprovechamiento inicial de este producto se relacionó con la actividad semi manufacturera del algodón, la cual tomaba cuerpo en la elaboración de hilo y lienzo. Estos géneros auspiciaron el comercio efectuado a través de las redes de intercambio que se establecieron entre los diversos pisos altitudinales, constituyendo un factor determinante en el surgimiento de los circuitos económicos en la provincia. Además estos rubros fueron fundamentales para el intercambio de productos semifacturados y elaborados que se realizaba en los puertos marítimos de la cuenca del Lago de Maracaibo (Gibraltar y Bobures atravesando el páramo de Los Conejos); posteriormente, la economía de monocultivo vio transformar estos productos semi manufacturados de la confección del algodón, en géneros más sofisticados: alfombras, tapetes, carpetas, fieltros para caminar y cojines (Parra, 1984:210)
El algodón blanqueaba en los niveles medios de la cordillera por las condiciones agroecológicas del cultivo y la existencia de abundante mano de obra que conocía el cultivo. La decadencia del cultivo de algodón obedece a la preferencia de los Hacendados europeos colonialistas que sustituyeron el cultivo por caña de azúcar y luego por el cultivo del café con sombra, más tarde los comerciantes alemanes aumentaron la importancia ecómica y social del café, cuyo valor internacional cada vez es mayor. Las telas que produce la artesanía cordillerana, resulta incapaz de competir en su calidad y precio con las que ofrecen las casas alemanas. Los telares andinos se paralizan frente a la invasión de la mercancía extranjera introducida por los compradores de azúcar moscabada y luego de café; el cultivo de algodón se extingue y son sustituidos por los cafetos. Lo mismo ocurre con los cultivos de la diversidad de rubros menores. La caña de azúcar resiste la avalancha porque los climas y los suelos en donde se cultiva no son aptos para la siembra de café y los precios siguen siendo competitivos. En 1880 los precios internacionales del café tienen una prolongada depresión por lo que decae. ( la zona de la cuenca media del Río Chama, es óptima para el cultivos de las plantas mencionadas y desde el siglo XVI tienen la ruta de salida de exportacion por el páramo de Los Conejos)

LA CRIA DE GANADO MAYOR Y MENOR
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de Los Andes
Nuestros aborígenes desconocieron prácticamente la cría de animales (mayores). Las carnes que consumían eran obtenidas a través de la caza y de la pesca. El español trae las aves de corral y los animales de pastoreo. A medida que la colonización avanza, van llegando los cerdos de Castilla, los ganados: vacuno, caballar, cabrío y bovino, así como también los perros, los gatos, las gallinas, los gansos. Para fines del siglo XVII la cría de vacunos y de equinos prospera en todos Los Andes. El consumo de carne en las poblaciones es muy reducido, la cría principalmente es por el cuero y en poca cantidad la carne salada para preparar embutidos y venderla a las islas del Caribe Muy halagüeña resulta la cría de ovejas; su incremento es notable, sobre todo si se toma en cuenta la demanda que tienen sus lanas para la artesanía textil. La cría de cerdos también toma mucho auge porque los extremeños son expertos en charcutería y en preparación de carnes, la elaboración de jamones es una de las industrias más prosperas durante la era colonial y uno de sus renglones de exportación.( La zona del páramo de Los Conejos participó en esta producción y comercio, por el lugar se arriaba el ganado proveniente de los llanos de Barinas, Apure y Táchira)
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de Los andes
Hay otro agente destructor que frena el proceso de desarrollo económico en la Cordillera de los Andes, las crónicas guerritas entre señores feudales que paralizan y en mucho de los casos, aniquilan altos porcentajes de la riqueza regional en la actividad agropecuaria. Los caudillos con sus ejércitos campesinos se desplazan por todas las poblaciones andinas, constituyeron un azote para el comercio por los empréstitos forzosos que imponen, el saqueo de tiendas y haciendas. Se produjo el éxodo de campesinos para dedicarse al ejército. Los derivados de la actividad pecuaria también fueron un importante rubro en el sistema de explotación económica y de mercado que se generó en la provincia. ( Los caminos del páramo de Los Conejos los utilizaban los grupos militares y de guerrillas para el trasalado rápido de Mérida a la zona del Sur del Lago)
Durante la primera fase de la actividad mercantil en Mérida, fundamentalmente se comercializaron los cueros y el cebo. No obstante, una variedad considerable de productos derivados de la mencionada actividad: cueros, cordobanes, jamones y carne salada; también era procesados y vendidos en otras regiones vecinas. A partir del siglo XVIII el comercio de estos productos se intensificó hacia Sevilla y otros puertos de la Península Ibérica.
EL TABACO (NICOTIANA TABACUM)
Se estudia el cultivo del tábaco por constituir esta planta fuente de ingreso y de organización agroexportadora que sustentó hasta el siglo XVIII la economía colonial de la provincia de Mérida, la comercialización de esta planta se hizo en su mayoría por los senderos del páramo de Los Conejos hacia el puerto de Gibraltar y de Bobures.

El tabaco es una planta autóctona, Los Timoto Cuicas la utilizaban antes de la conquista para elaborar el chimó y para ciertos usos medicinales. Entre los españoles son los Jesuitas quienes primero se interesan en cultivarlos; eran los momentos en que toda Europa descubría el deleite del tabaco y empezaba a fumar. A mediados del siglo XVIII, las hojas de tabaco adquieren gran demanda en los mercados internacionales y por ello, la Compañía de Jesús incrementa su cultivo en la Hacienda de Estanques.
La calidad del tabaco andino no es tan notable como la del barines, pero sumamente solicitado por el comercio de Maracaibo. Resulta productivo para la Real Hacienda y a partir de 1621 empiezan las regulaciones de su producción en los días de la Compañía Guipuzcoana en la Provincia de Venezuela. Paralelamente a la producción legal del tabaco crece la producción clandestina y las exportaciones de contrabando. (Aquí surge otra motivación para usar los caminos del páramo de Los Conejos para el transporte de este producto de contrabando, debido a la prohibición del cultivo del tabaco por parte de los agricultores privados en la Capitanía General de Venezuela, la producción se realizaba trasmontando la Sierra de Mérida para luego avanzar por La Sierra La Culata para avanzar hasta el puerto de Gibraltar en el Lago de Maracaibo, en donde transaban con los comerciantes Holandeses, Ingleses y Franceses de los que obtenían mejor precio y a cambio mercancías europeas más baratas y de mejor calidad que las españolas). Al tabaco lo desplaza el café.
Este renglón también tuvo un significativo papel en la formación de la red comercial que se estableció entre los diversos pisos altitudinales de la región durante el siglo XVII. Su importancia puede colegirse de la diversidad de lugares a los cuales se enviaba el producto, al compararse con las otras mercancías de la provincia. Este cultivo supero rápidamente los tímidos inicios de fines del siglo XVI, de manera que gran parte de la producción del tabaco, especialmente el de Barinas estuvo dirigida a satisfacer la demanda de los puertos de la metrópoli. El auge de esta exportación fue el factor que más solidamente conectó a la provincia de Mérida con el comercio trasatlántico. Dicha relación estimuló a su vez la expansión del mercado interno en la región y contribuyó a galvanizar sus circuitos económicos. Durante el siglo XVII la producción tabacalera se extendió hacia otras localidades: Pedraza, la cuenca media del rio Chama en Mérida, La Grita, Gibraltar, Pamplona y Salazar de Las Palmas (Parra, 1984: 217) Conservando Barinas la primacía en el cultivo de la variedad más apreciada en Europa: el tabaco varinium. El progresivo aumento de la demanda del producto en la provincia de Mérida durante el siglo XVII, favoreció la acumulación de capital, la concentración de la tierra y el control de la mano de obra. Condiciones fundamentales para el desarrollo de la economía de monocultivos que floreció a lo largo del siglo XVIII.
La producción de este cultivo no fue importante en cuanto a cantidad y permanencia en la cuenca media del río Chama, no obstante se producía para exportar por las vías del páramo de Los Conejos por lo que se estudia esta planta.
Breve referencia al Estanco del Tabaco en la Mérida Colonial
Durante el periodo colonial la Corona Española se preocupó en buscar los métodos más efectivos para conseguir el mayor provecho económico de sus posesiones en el Nuevo Mundo. A lo largo de este período, desde la metrópoli se elaboraron medidas para permitir que sus vasallos extrajeran todas las riquezas posibles de estos territorios en nombre del Rey.
Pero no todo el continente ofrecía las mismas posibilidades. Existían territorios ricos en yacimientos minerales, como ocurría en los Virreinatos de Nueva España o del Perú, mientras que en el caso de los territorios que hoy comprende la República de Venezuela no fue así y en las provincias venezolanas se debió estimular el crecimiento y el desarrollo del sector agrícola. Cultivos de especies foráneas como el arroz, el trigo y la caña de azúcar, entre otras, fueron introducidos con éxito en esta región; pero también se obtuvo grandes beneficios de rubros locales como el cacao, el maíz o el tabaco, que se dieron a conocer al resto del planeta.
El tabaco consumido de diferentes formas, originó importantes ingresos por su comercialización interna y externa. Se llegó a producir en grandes cantidades para la exportación y provincias como Barinas se enriquecieron con este comercio. Este producto tuvo buena aceptación en el gusto europeo y fue muy solicitado por su excelente calidad en países como Holanda, Prusia y Alemania, como lo comenta Eduardo Arcila Farías en su Historia de un monopolio (1977).
El 24 de Junio de 1777 se promulgó la Real Cédula "Sobre el establecimiento del Estanco del Tabaco en la Provincias de Venezuela, Cumaná, Maracaibo y Guayana e Islas de Trinidad y Margarita" (Cf. Arcila, Ob. Cit.:308-312). Esta medida pretendía aumentar las Rentas Reales mediante el monopolio de la actividad agrícola y manufacturera de este rubro para solventar el creciente gasto hecho por la Corona en el aspecto militar y de defensa de esto territorios, motivado por la situación mundial, ya que las monarquías enemigas como Inglaterra buscaban poseer colonias en el continente americano y disfrutar de las riquezas que allí se encontraban.
Esta cédula monopolizaba el comercio de todas las ramas y derivados del tabaco, entre los cuales se encontraba la pasta viscosa del chimó y el mineral de urao, que se venían utilizando en Los Andes venezolanos desde tiempos prehispánicos (Dupouy, 1952).
Sobre el uso que daban los indígenas a estos géneros, comentaFray Pedro de Aguado (1987: 402) lo siguiente:
"El efecto para que los indios quieren este salitre es principalmente para comer, aunque en diferentes maneras se come; porque unos lo comen con echayo en lugar de cal y otros lo comen con la demás comidas en lugar de sal y otros hacen cierto betún de ello, a manera de meloja (chimó), y aquello lo comen lambiendo y dando muestras de saborearse mucho de ello (..) que en su propia lengua llaman xurao (urao), y es moneda muy principal entre estos indios..."
El Estanco causó diversas reacciones dentro de la población: revueltas, contrabando, desacuerdo entre las municipalidades. La oposición se hizo de manera violenta y en otros casos clandestina, "Su establecimiento lesionó a muchas familias humildes que vivían a expensas de la elaboración y venta libre de cigarros y chimó, productos de gran consumo en la región" (Muñóz Oraa, 1971:78).
El contrabando fue una forma de resistencia ilícita que debió ser combatida sistemáticamente, la máxima autoridad encargada de perseguir este delito era el Intendente, bajo cuyo cargo se encontraba toda una serie de oficiales que estaban en la obligación de administrary proteger las Reales Rentas del Tabaco en las provincias, que a partir de 1776, estaban regidas por la Intendencia de Ejército y Real Hacienda de la Provincia de Venezuela.
La economía colonial de Venezuela ha sido estudiada desde diferentes enfoques y perspectivas. Estos análisis en la mayoría de los casos se han orientado a hacer enfoques generales sobre este tema, dejando de lado aspectos locales o regionales. Así, han quedado excluidos de esta vasta bibliografía, comercios secundarios o comercios que no representaban para la Corona grandes beneficios económicos, tal como el de los derivados de la comercialización del tabaco que ahora nos ocupa.
A tal respecto, el surgimiento y desarrollo del comercio ilegal de chimó y urao, que se llevó a cabo en la antigua Provincia de Mérida de Maracaibo entre los años de duración del Estanco del tabaco, es decir entre 1777 y 1830, así como sus consecuencias económicas y sociales, deben abordarse a través de fuentes primarias, como la documentación referida a las causas criminales seguidas a los contraventores de las prohibiciones del estanco, preservada en los archivos históricos.
A partir de 1777, cuando se dicta la real Cédula del establecimiento del Estanco del Tabaco en las provincias venezolanas, en la que se limitaba su comercio a la Corona a través de sus representantes e instituciones (Intendencia General de Venezuela), se instituye como delito comprar o vender tabaco y sus derivados en ningún otro sitio que no fuera los denominados "estanquillos"9 controlados por el poder real.
Al ser el chimó un derivado del tabaco y el urao uno de sus componentes, estos productos tuvieron las mismas restricciones para su comercialización, lo cual afectó, igualmente, su consumo, por tanto, la provincia de Mérida de Maracaibo, como única productora de urao, vio envuelto a buen número de sus vecinos en una serie de juicios por el comercio clandestino de chimó.
Sobre el comercio de chimó y urao en Mérida no hemos encontrado ningún estudio sistemático, razón por la cual este análisis podrá constituir un aporte para ir llenando ese espacio vacío de la historia regional, reivindicando e integrando la historia de la Provincia con el ámbito nacional y demostrando que existen aspectos del periodo colonial todavía por estudiar, los cuales, bien pueden ser abordados no solamente desde una perspectiva histórica documental, sino desde la lexicografía histórica, en tanto sabemos que la lengua es un vehículo de manifestación de las circunstancias socio-históricas de los hablantes, tal como lo hemos propuesto en trabajos anteriores.
En este sentido, esta investigación puede considerarse un primer paso para reconstruir un aspecto de la sociedad colonial merideña, destacando la importancia que tuvo el comercio del chimó y de uno de sus ingredientes principales como lo es el urao; productos que dejaron beneficios económicos hasta la eliminación del estanco en 1833. (La cita bibliográfica expresa la importancia de la producción del tabaco, el chimo y el instrumento jurídico denominado El Estanco del Tabaco, que tenía como alternativa principal de comercialización y transporte el páramo de Los Conejos) http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-30692005000300011&lng=es&nrm=iso&tlng=eshumanic@ula.ve ya Venezuela conformaba una república independiente.
EL CACAO (THEOBROMA CACAO)
A la llegada de los españoles a Venezuela se cultivaba el cacao en tierras andinas. En la Geografía de la Gobernación de Venezuela y Nueva Andalucía, de Juan López de Velasco, escrita entre 1571 y 1574, se apunta que en la Provincia de Mérida abunda el cacao (Pilonieta, 1998). En la descripción de la laguna de Maracaibo hecha por Rodrigo de Argüelles y Gaspar de Parrága en 1579, se menciona al cacao entre los frutos producidos en Mérida que podrían ser exportados a España (Arcila Farías, 1997: Tomo I).
Los primeros registros de exportaciones de cacao de Venezuela se remontan al año de 1607. Entonces, se exportaron unos 250 Kgs de cacao en grano desde la provincia de Caracas (Arcila Farías, 1946: 88). El cultivo cubría en esa época áreas situadas en el oeste de Caracas, algunos valles de los Andes y tierras al sur del lago de Maracaibo (Harwich, 1992: 48-49). Esas exportaciones eventuales, muy reducidas al inicio, se regularizan a partir de 1621. Para 1631 alcanzan un volumen de 100 t con destino a Nueva España (México), España y otros mercados. El consumo interno se estimaba, entonces, en unas 100 t. Años más tarde, hacia 1650, las exportaciones al mercado mexicano se estabilizan en unas 225 t anuales. Al aumentar la demanda externa y mejorarse los precios del cacao venezolano, Venezuela aumenta su producción y sus exportaciones de cacao, convirtiéndose en el primer suplidor de cacao al Virreinato de Nueva España. Y cambia la economía cacaotera venezolana: la mano de obra indígena, derivada de la encomienda, empleada en los cacaotales es sustituida por mano de obra negra esclavizada; el número de árboles de cacao se multiplica rápidamente y se forma una poderosa elite de propietarios de hacendados que fueron conocidos como los “grandes cacaos”. La Iglesia también participa en el lucrativo negocio. Los augustinos y jesuitas promueven el cultivo del cacao, desde el siglo XVI, en la región del lago de Maracaibo para financiar las actividades misioneras (Harwich, 1992: 49-50).
A finales del siglo XVII las plantaciones de cacao se extienden a lo largo de la costa del oeste de Caracas (Choroní, Chuao, Turiamo, Guaiguaza); en algunos valles de Barlovento y de Cúpira, en las márgenes del río Aroa; hacia Barquisimeto, Chivacoa, Güigue y Orituco; hacia las tierras andinas de Mérida y Trujillo; y en algunas áreas de la región oriental, en la provincia de Nueva Andalucía (Arcila Farías, 1997: Tomo I). Los cultivos se intensifican en el región de Barlovento y en los valles del río Tuy, hasta el punto de que unas décadas más tarde, en 1720, más del 60% de los granos de cacao cosechados en la provincia de Caracas provienen de haciendas establecidas en esas áreas emergentes (Harwich, 1992).
El desarrollo de la producción y del comercio del cacao permitió estrechar relaciones comerciales entre los puertos de La Guaira, en Venezuela, y Veracruz en México, especialmente durante el período comprendido entre el primer tercio del siglo XVII y el primer tercio del siglo XVIII. Se había creado una flotilla marítima propiedad de productores y comerciantes caraqueños, y en ocasiones tal tráfico alcanzó a 11 barcos anuales entre esos puertos. Tal desarrollo se aprovechó del monopolio casi absoluto que, desde 1674, tenían las exportaciones de cacao venezolano hacia México.
El cacao se presentaba en formaciones de bosques en las zonas circundantes del Lago y ascendía por las orillas de los ríos y quebradas de las zonas cálidas ( cuenca baja y media del río Chama).
Los timotoCuicas lo utilizaban para elaborar el “Chorote” y para alumbrarse, quemando la grasa. Este fruto fue para el español una revelación: toda Europa paladeó con deleite el chocolate. A partir del siglo XVII se convierte el cacao en el primer producto de exportación de la cordillera: Son los Jesuitas, precisamente, quienes dan gran impulso al comercio cacaotero al concentrar en su patrimonio las tierras en donde crecían silvestres la planta. El cacao de Estanques se hace famoso en Europa.
La explotación cacaotera resultó halagüeña para los dueños de tierras por su bajo costo, y sobre todo porque, su recolección es fácil, no ha tenido que sembrar las plantas. Ni esperar su crecimiento, el trabajo se limita a extirpar la maleza y recoger el fruto. De antemano los mercados europeos están asegurados. La decadencia del cultivo del cacao en los andes es manifiesta desde 1764 con la expulsión de los Jesuitas. Las constantes invasiones de los Motilones. Las inundaciones acaecidas a fines del siglo XVIII. (cultivos màs rentables como el tabaco, la caña de azúcar y el café)
La producción cacaotera desarrollada en la región durante la primera fase del comercio interno (1610 – 1650), sirvió a las necesidades del consumo doméstico en calidad de valor de cambio en las transacciones económicas. El cacao se integró a la red de circulación de productos entre los diferentes pisos altitudinales característicos de la geográfica de la región. De igual manera, el cacao constituyó uno de los principales productos de exportación remitidos hacia los puertos del Caribe y la Península, llegando a Cartagena a fungir como enclave de distribución del cacao que se despachaba a esos lugares (Parra,1984:212) Durante el siglo XVI, las áreas de Cultivo de cacao se localizaban en Mérida, Gibraltar, Pedraza, Barinas y paulatinamente se extendió a las localidades cercanas a Maruma (Trujillo), Pamplona y Salazar de las Palmas (Parra,1984:212). En Mérida, los cultivos de cacao que gozaron de mayor auge estuvieron representados en las plantaciones ubicadas en la costa del Lago de Maracaibo y muy especialmente en las inmediaciones de Gibraltar y la desembocadura del río Chama.
Velásquez Nelly.1995.Población Indígena y Economía. Universidad de los Andes. Mérida. Venezuela.
(Significa otro cultivo importante con incidencia directa y notable sobre los caminos y evolución socioeconómico del páramo de Los Conejos, las razones estaban en el traslado de la producción del cacao del Chama Medio y porque la elevada producción del cacao en la zona sur del Lago y las condiciones inhóspitas ecológicas y de clima que imposibilitaban el que las familias de los hacendados sobrevivieran en eos lugares por lo que los sitios de habitación del núcleo familiar se encontraban en la ciudad de Mérida, de allí la importancia de la construccion , fomento y mantenimiento de los caminos por la sierra de La Culata)
La otrora supremacía americana en la producción de cacao pertenece a un pasado ya lejano, y de todas las regiones productoras de cacao en el mundo, América es ahora la de menor importancia. Estos cambios se observan con mayor detalle, al reducir la escala geográfica de observación, al pasar del continente al país productor. Venezuela, y específicamente su región de la costa, en el norte del país, desde Chuao, en Aragua, hasta la península de Paria, en el extremo oriental, pasando por Barlovento y algunos centros productores del occidente, tuvo la hegemonía mundial como productor de cacao desde 1620 hasta finales del siglo XVIII, cuando desaparece la Compañía Guipuzcoana, que estimuló fuertemente la producción y la exportación de cacao en el país. Surgen, entonces, otros líderes en la En la base de estos desarrollos cacaoteros a escala mundial, que se comportan como grandes ciclos, está lo que François Ruf (1995) ha llamado la “rente fôret” (La renta bosque), que refleja las ventajas económicas de producir cacao tras talar el bosque. Pero, al perderse la fertilidad asociada a la presencia del bosque, al cabo de unos años, sobreviene la crísis : vienen las enfermedades, se elevan los costos, envejecen las plantaciones, y las nuevas plantaciones en esas áreas ya no son tan productivas y son más costosas. La “renta bosque” existe porque no es económicamente viable reemplazar viejos árboles por otros nuevos en la misma tierra o plantar cacaoteros en tierras dedicadas a otros cultivos, mientras existan tierras con bosques para deforestar y plantar. Así, el desplazamiento del cultivo va eliminando el bosque de las tierras vírgenes, pero, ¿hasta cuándo durará esa posibilidad de desplazamiento? Al agotarse las existencias de esas tierras, declinará inevitablemente la supremacía del país como productor.
Una vez eliminado el bosque, sigue el desarrollo, pero luego sobreviene, brutalmente, una recesión. Estos desarrollos cacaoteros se realizan, según Ruf (1987), a costa de los frentes pioneros, que son grupos de migrantes que conquistan los bosques tropicales. Sobre la base de estas consideraciones, Ruf avanza su hipótesis central de que los ciclos del cacao tienen un carácter endógeno y repetitivo, sobre los cuales la historia local se implanta. La historia de un país puede reducir o acelerar los ciclos, pero no modificarlos en su esencia. La recesión cacaotera es debida casi a una constante:
emigración y escasez de trabajadores, en asociación con la deforestación y el envejecimiento de las plantaciones. En esos ciclos de la producción vinculados estrechamente con los ciclos de precios, intervienen factores ecológicos (deforestación y envejecimiento de las plantaciones), sociológicas (apropiación de la tierra y formación de la propiedad) y económicos (caída de los precios internaciones del cacao y de sus productos, así como los cambios en la demanda). No olvidemos que, además, el cultivo del cacao es de carácter cíclico, caracterizado por períodos prolongados de sobreproducción y subproducción. Estos ciclos están ligados a la extrema rigidez de la oferta, dada por una fuerte inelasticidad de la oferta a corto plazo en relación con los cambios en los precios. La existencia de estos ciclos de larga duración es una característica propia de los cultivos “permanentes” como el cacao y el café. Esos ciclos de producción (ligados a la naturaleza del cultivo: un retraso de cuatro a cinco años en la entrada de la planta a la producción comercial, y luego la perennidad relativa de las plantaciones, que duran produciendo hasta unos cincuenta años, aunque con un escaso vigor productivo) originan una cierta dinámica de la producción y los precios, en la que la sobreproducción de hoy prepara la penuria de mañana, y viceversa (Daviron, 1996: 19; Jouve, Milly, 1990: 41). Pero la oferta no reacciona de inmediato al cambio en los precios, sino que lo hace con unos diez años de retardo.
CACAO VENEZOLANO EN EL MERCADO MUNDIAL: SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS
Rafael Cartay


LA CAÑA DE AZUCAR (SACCHARUM OFFICINARUM)

La caña de azúcar, llevada por Colón a La Española, se esparció por toda la zona tropical del continente. Son notables los tablones de Ejido. Triturando las cañas están los trapiches para dar lugar a la panela (papelón) y la azúcar moscabada. Además se generaliza el alambique para la producción de aguardiente catalán, llamado caña.
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de los Andes.
La miel derivada de la explotación de ese producto constituyó un renglón importante en el comercio interno de la provincia y en la red de circulación organizada a partir de los diferentes niveles altitudinales. La producción de caña de azúcar se efectuó en Mérida, Gibraltar, San Cristóbal, La Grita y se extendió a otras localidades como Trujillo, Barquisimeto, El Tocuyo, Pamplona y Salazar de las Palmas (Aguado, 1963: 405)
El desarrollo de la caña de azúcar
La caña de azúcar es un cultivo que permite una amplia diversidad productiva. Sin embargo, es posible identificar amenazas en el comportamiento del mercado de productos tradicionales asociados a este cultivo.
El proceso histórico de la explotación de la caña de azúcar desde la colonia, en la actual Venezuela, fue marcadamente diferente a la práctica de los españoles, ingleses, franceses, holandeses y daneses en las colonias antillanas y parte de América Latina. El azúcar representó el motor y la principal razón de la ocupación extranjera a las Sugar Islands y avivó el interés de las potencias en esas zonas por lo lucrativo y beneficioso que resultó el negocio azucarero. En torno de la explotación cañera en las islas azucareras, los gobiernos metropolitanos y, luego, los republicanos unieron esfuerzos con sectores privados para ejecutar planes industriales que propiciaran la instalación de ingenios y con ellos numerosas maquinarias, aplicaron o exoneraron impuestos de acuerdo con los intereses del momento, sacrificaron una fuerza de trabajo constituida por millones de negros africanos, legislaron y establecieron reglas, según las exigencias del mercado mundial capitalista, que desembocaron en el desgaste, erosión y empobrecimiento de los suelos y espacios azucareros sin posibilidades de recuperación.
1. La producción de caña e inversión de capitales en América Latina
Al aborda la importancia de la actividad de producción y comercialización de la caña de azúcar se hace necesario determinar los aspectos que la historiografía latinoamericana ha considerado para explicar su importancia en el proceso capitalista desde el siglo XVI, cuando se inició el procesamiento para obtener azúcar mascabada extraída de los espacios coloniales para luego ser refinada en cada una de las metrópolis. A partir de este negocio se produjo el fortalecimiento de las economías francesas, inglesas, danesas y españolas que expandieron sus dominios y convirtieron al azúcar mercancía preferencial ocupando el primer lugar desde el siglo XVII en el mercado internacional. Cuando no hay precisión sobre su origen, el cultivo de la caña de azúcar se inserta en un proceso de larga duración. Hay quienes afirman que este rubro procede del continente asiático. Unos sostienen que viene de la India, otros señalan hacia China; lo que no se discute es que su introducción a las Antillas y a los países de América Latina fue responsabilidad de los europeos que, de acuerdo con las investigaciones de los historiadores José Ángel Rodríguez y Eduardo Galeano, el azúcar fue traída por Cristóbal Colón en el siglo XV, desde las islas Canarias a la isla La Española, conocida hoy como República Dominicana.
El cubano Fernando Ortiz asegura que la producción azucarera en las islas antillanas y en América Latina está vinculada al comercio capitalista. Explica que los suelos ocupados por los colonizadores se convirtieron en espacios para la explotación de la gramínea. En las islas azucareras se organizaron las unidades productoras de caña las cuales requerían capitales para las instalaciones, infraestructura y maquinarias que motorizarían los trapiches e ingenios. A ello se sumaría la necesidad de operarios en el manejo técnico de los equipos y la mano de obra destinada a limpiar, preparar el terreno, sembrar, cosechar, transportar, moler y purgar la caña hasta transformarla en producto final y colocarlo en el mercado. Para llevar a cabo semejante cometido habría que cumplir dos condiciones:

2. La producción de caña e inversión de capitales en Venezuela
El proceso de la siembra de la caña para la producción de azúcar y sus derivados, en gran escala, se inició tardíamente en Venezuela. Mientras en otros países de América Latina y las Antillas, desde el siglo dieciséis, inmensas porciones de tierra fueron invadidas por los cañales para servir al mercado europeo y estadounidense que demandaban el azúcar como un producto de primera necesidad al extremo que”... hasta en los ajuares de las reinas llegó a figurar como parte de la dote”. En el suelo venezolano su desarrollo fue paulatino, desde que se introdujo por Coro la primera semilla de caña con el conquistador Juan de Ampíes y las plantaciones se extendieran al interior de la Provincia de Venezuela por diversas expediciones, cuyo propósito sería la búsqueda de metales preciosos y espacios adecuados para el cultivo agrícola y la cría de animales .
En la estrategia de la Corona Española para impulsar las áreas azucareras, la Provincia de Venezuela no resultó favorecida. En su necesidad de diversificar la producción de materia prima en sus colonias para abastecer el mercado internacional, la metrópoli estimuló la elaboración de azúcares en Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba, desde mediados del siglo XVII, para competir con las islas bajo el dominio inglés y francés. Exoneró de impuestos toda la tecnología que se requería para instalar los equipos de producción de azúcar y facilitó la introducción de esclavos. La presencia de los españoles en el territorio venezolano estuvo motivada esencialmente, desde su llegada en el siglo XV, por el afán de la riqueza minera y la consecución de tierras de vocación agrícola y para la cría de animales. A finales del siglo XVII, el tabaco, el cacao y los cueros fueron los principales rubros de exportación de la producción agropecuaria de la época que incidirían en el incremento del proceso fundacional y poblacional .
Durante los siglos XVI y XVII el desarrollo de la caña en la provincia de Venezuela resultó lento por varias razones. El florecimiento de los paisajes azucareros demandaba de una cuantiosa inversión de capitales que no consideraron los españoles entre sus planes, la falta de establecimientos equipados con implementos e instrumentos para producir y moler la caña fue evidente; la siembra y la posterior limpieza de la gramínea requería de mano de obra estable y barata que era escasa; los trapiches más modestos necesitaban de 20 trabajadores para desempeñar su papel en el proceso azucarero: cultivo de la semilla, recolección de la caña, transporte y elaboración de los productos finales .
Existen varios informes que aportan datos sobre la explotación del cultivo de la caña y la utilización de equipos rudimentarios procesadores de azúcar en diferentes regiones de la Provincia de Venezuela. Diego de Villanueva y Gibaja (1607) es un documento del cual se deduce que el cultivo de la caña se ha expandido. Es probable que desde El Tocuyo hayan partido las semillas tanto hacia el centro como hacia el occidente. Algunos datos señalan que lugares como Caracas, Valencia, Barquisimeto, Carora, Mérida y el puerto de Gibraltar ya desarrollaban sembradíos de caña, junto a Coro y el Tocuyo (Rodríguez, 1986: 26).
Probablemente estos cultivos de caña no disponían de grandes dimensiones de tierras y la producción atendió al mercado local y quizás a alguna exportación esporádica. Como lo afirma Eduardo Arcila Farias:”La producción de azúcar fue pequeña en todo tiempo, pero cubría el consumo del país y ocasionalmente se exportaban muy escasas cantidades al precio sumamente elevado de 30 reales la arroba. En el siglo XVI son rarísimas y casi sin importancia las extracciones de azúcar, no pasaban de cien arrobas al año; en los dos siguientes siglos la situación es similar.
(En el caso de la cuenca media del río Chama en Mérida Venezuela que abarcaba la producción de caña desde lo que hoy se nombra como Pie del Llano al sur de la ciudad de Mérida, con Las Tapias, San Jacinto, El Arenal, La Parroquia, Ejido, San Juan, Lagunillas, Estanques. La siembra de esta planta consiguió en esta zona las condiciones ecológicas adecuadas, se contó con suficiente mano de obra desde el inicio de la producción, los precios y demanda de los productos de la caña de azúcar: azúcar moscabada, melaza, licor de caña. Como consecuencia de lo mencionado el cultivo de la caña de azúcar cada vez fue creciendo sustituyendo a cultivos competidores como el algodón, el añil, el tabaco y el café. Es de destacar que desde el inicio de la producción de las plantaciones de este cultivo los productos de exportación hacia Maracaibo y algunas islas del Caribe se realizó atravesando los caminos de bestias construidos en el páramo de Los Conejos, especialmente la de las grandes haciendas cañicultoras establecidas en las poblaciones de La Parroquia y Ejido)

El Café
Aun cuando el cultivo del café durante la colonia carece de importancia para Los Andes, toda vez que es introducido en sus postrimerías, vamos a referirnos a él, para dejar constancia de sus orígenes en el suelo cordillerano, Las primeras plantas son huéspedes de los jardines; esto acontece en Las Cruces de Mérida durante el año de 1777. Allí es donde el cafeto hace su primer contacto con la tierra andina. Cosechado por primera vez en la hacienda de la familia Picón, pero las primeras plantas fueron sembradas por los padres Jesuitas antes de su expulsión de Venezuela en 1767 en la Hacienda Las Tapias, en Mérida, la cual era de su propiedad. Para 1894 Mérida compartía junto con Táchira y Trujillo el 50 % de la producción nacional.
El Café fue muy relevante en el cambio de las condiciones de vida de los pueblos andinos especialmente de Mérida, mejorando todos los aspectos sociales y de infraestructura del Estado, abriendo caminos y canales fluviales, así como el comercio e intercambio con el puerto de Maracaibo a través del cual se exportaba el producto a Europa y Norteamérica para luego regresar los agricultores con productos y tecnologías importados de esas naciones, lo cual trajo progreso a las remotas regiones montañosas de los Andes.
http://www.haciendaelcarmen.com.ve/museo.htm
Poco a poco el café fue desplazando al cacao ( y al trigo) como el principal rubro de exportación de la economía merideña. El cacao, que había reinado casi solitario en la escena económica nacional entre la segunda mitad del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, declina visiblemente en su predominio desde principios del XIX. Hacia 1830, la sustitución del cacao por el café ya es un hecho que se expresa por un doble desplazamiento: el del cacao, que se traslada desde el centro al occidente y, particularmente, al oriente del país, convirtiendo a Carúpano en el principal puerto de exportación de cacao en Venezuela y en una de las plazas comerciales más importantes del país; y el del café, del centro a los Andes, valorizando a las laderas, dinamizando económica y políticamente a las tierras andinas, especialmente al Táchira, y dando un enorme impulso al puerto de Maracaibo, que actuaba como la salida natural de las exportaciones cafetaleras de la región andina y del departamento colombiano del Norte de Santander. El desarrollo de la agricultura andina tuvo una enorme repercusión económica y política en el país: incorporó a la producción tierras hasta ese momento inexplotadas de la zona montañosa del nor-occidente, reforzó la pequeña propiedad agrícola andina, dinamizó una región deprimida, estimuló los flujos importadores de Colombia, incorporó al Táchira al escenario político venezolano, fortaleció la red urbana andina e indujo cambios en las formas de vida. Y dinamizó igualmente a la región zuliana, especialmente a Maracaibo. Los precios mundiales de café se habían mantenido bajos entre las décadas de 1820 y 1840, para luego recuperarse hasta alcanzar su nivel más alto, entre movimientos cíclicos de alzas y bajas, hacia mediados de la década de 1890, lo que favoreció a muchas zonas productoras donde el cultivo se había establecido en cierta escala antes de 1850, como sucedió en Venezuela, Haití y Costa Rica, y propició el fomento del cultivo en otras áreas, como Guatemala, México, El Salvador y Colombia. En ese contexto, se desarrolló la caficultura andina venezolana.
http://www.cafeimperial.com/venezuela_esp.php?PHPSESSID=4...23f2e09fdc5caa4b3a4b4d55f
El café es un arbusto, de hojas muy lisas y relucientes, de color verde oscuro, del género coffea, que se cultiva en los trópicos. Sus flores son blancas y sus frutos son unas semillas rojas, similares a la cereza. Esta planta proviene de Africa y de Arabia. La variedad que se cultiva en Venezuela proviene de Etiopía. Los árabes fueron los primeros en cultivarlo y convertir sus semillas en una bebida maravillosa, de sabor agradable y grato aroma, que nos levanta el ánimo y revive el espíritu, cuando estamos cansados.
El café pasa a Europa gracias a los holandeses, quienes lo cultivaron primero en la isla de Java. Posteriormente llevaron unas plantas al Jardín Botánico de Amsterdam en 1690. En 1714 fue llevado a París y de allí a América en 1723, cuando el Alférez Gabriel Mathieu de Clieux, desembarca en La Martinica, en las Antillas.
En Venezuela el café fue introducido por los misioneros de las riberas del Orinoco, entre 1730 y 1732, de donde se regó al resto del país. Se piensa que fue el Padre José Gumilla, autor del Orinoco Ilustrado, según la crónica de Arístides Rojas, titulada Una taza de café en el valle de Caracas, quién trajo las primeras semillas y las sembró.
Según Tulio Febres Cordero, el café hace su entrada en los Andes Venezolanos en la población de Mérida cerca de 1777, cuando se cosecha el fruto por vez primera en la hacienda de la familia Picón. Las primeras plantas fueron sembradas por los padres Jesuítas, antes de su expulsión de Venezuela, en 1767, en la hacienda de Las Tapias, que ellos poseían en la meseta de Mérida. De allí en adelante, el café se comienza a cultivar en forma bastante exitosa en los Andes, debido a las condiciones excepcionales de los suelos de montaña, y el clima templado que se daba entre los 800 y los 1200 metros de altitud, en gran parte del territorio.
A partir de 1830, el café desplaza al cacao como primer producto de exportación agrícola del país, iniciándose, de ésta manera, una nueva época de gran prosperidad en los andes pacíficos, bajo el signo del café. A finales del siglo XIX, los tres estados andinos: Táchira, Mérida y Trujillo figuraban a la cabeza de la producción nacional de este rubro, representando para 1894 el 50% del total nacional. Venezuela fue durante varios años el cuarto exportador mundial, sólo superado por Brasil, Colombia, y Java.
El café trajo consigo el mejoramiento de las condiciones de vida en el campo por los altos precios alcanzados, durante varios años en el exterior. La actividad de siembra, recolección del fruto y procesamiento de los granos, requiere de gran cantidad de mano de obra, por lo cual trajo un aumento en la cantidad de empleos. Además, en torno al cultivo del café, se estableció una cultura de trabajo, donde toda la familia colaboraba.
En los pueblos andinos el café se cultivaba y procesaba en forma bastante rudimentaria, hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando se introdujeron técnicas y maquinarias modernas. El café se sembraba debajo de las matas de plátano para darle sombra.
Cuando el cafeto crecía, entonces los plátanos desaparecían, dejando a la planta expuesta al sol, lo cual ocasionaba su desaparición. Por otro lado, no se abonaban las tierras ni se rotaban los cultivos, lo cual producía un desgaste innecesario en los suelos.
El auge del café trajo consigo muchos beneficios: se abrieron nuevas vías de comunicación, para conectar los centros de producción con el exterior, surgieron nuevos puertos fluviales en el sur del Lago de Maracaibo, como El Vigía, La Ceiba y Encontrados. El café se trasladaba en lomo de mula, en largas caravanas que cruzaban valles y montañas, durante varios días y los arrieros pernoctaban en ventas y posadas ubicadas estratégicamente a lo largo del camino. Una recua contaba de diez a doce animales. Cada una llevaba sobre su lomo dos sacos de 60 Kilos de café. El destino final de las recuas eran los puertos fluviales, en la tierra llana y de allí era trasladado en barcas o piraguas hasta Maracaibo, en donde estaban establecidas las casas comerciales de exportación, principalmente de Alemania. Luego seguía su curso en barco hasta los puertos de Hamburgo, La Haya y Nueva York.
Debido a la actividad comercial en torno a la producción y exportación aparecieron ciudades en el mapa de la geografía merideña, que antes eran pequeñas aldeas, como Tovar, Santa Cruz de Mora y Mesa Bolívar. En estas pequeñas urbes se inició un proceso de cambio en las costumbres tradicionales, al entrar en contacto con los adelantos venidos del exterior. Surgieron muchas imprentas, se instalaron telégrafos y llegaron los grandes inventos del momento como la electricidad y la radio. Las modas y gustos de sus habitantes cambiaron con celeridad, para adaptarse a los nuevos tiempos.
El cultivo del café se ha mantenido como la primera actividad agrícola en muchas regiones de los Andes, como por ejemplo en el Valle del Mocotíes, donde hoy se divisan hermosos cafetales en sus laderas, valles y mesetas. Importantes productores de café son Tovar, Santa Cruz de Mora, Zea y Mesa Bolívar.
http://64.233.169.104/search?q=cache:ncH-l2jwON8J:www.webdelprofesor.ula.ve/ciencias/lico/Libros/Visitanmerida/el_cafe.pdf+EL+CULTIVO+deL+caf%C3%A9+en+m%C3%A9rida+VENEZUELA&hl=es&ct=clnk&cd=17&gl=ve
Sobre lo ya expuesto, consideramos que las tierras venezolanas resultaban fértiles y proporcionaban las condiciones necesarias para la siembra del cafeto. Aclaramos entonces, que la economía cafetalera se había desarrollado en Java con destino a Europa, durante el siglo XVIII, colocando su presencia en las colonias de América. Se deduce entonces el comienzo de sustitución del producto que hasta ese momento había sido el garante de la economía venezolana, es decir el cacao, para ser sustituido por el producto que marcó el siglo XIX, el café.En este propósito, Nunes Díaz expresa en relación al café que a finales del siglo XVIII en Venezuela existe un movimiento comercial exterior que registra el Real Consulado de Caracas; así, encontramos que por Cumaná (1793), Maracaibo – Cádiz (1793) y La Guaira – Cádiz (1793), se aprecian significativamente cantidades en exportación de café. Es de aclarar, que la dimensión no esta por encima de los rubros del cacao, tabaco, pieles, añil y otros que conforman los significativos productos de exportación por los mas importantes puertos venezolanos, se expresa en Nunes Díaz; Manuel (1971).Dadas las condiciones que anteceden, de igual manera Alejandro de Humboldt, a propósito del tema nos dice, con la finalidad de crearse una imagen general de la importancia de este sector de comercio, ha de recordarse que toda la Provincia de Caracas, en la época de su mayor prosperidad antes de las guerras revolucionarias de 1812, producía ya 50.000 a 60.000 quintales de café. Este conjunto, casi igualaba las cosechas reunidas de Guadalupe a Martinica.El sabio consideraba, la existencia de un avance vertiginoso y franco en el cultivo del café, en las áreas circundantes a Caracas y muy especialmente en el este del valle, donde se encontraba muchas haciendas. En relación a este último nuevamente confrontamos al Humboldt (1991):La suma predilección que se nota en esta Provincia por el cultivo del cafeto se funda en parte en las circunstancias de que el grano se conserva durante gran número de años, mientras que el cacao, a pesar de los cuidados que ponen, se corrompe en los almacenes pasados diez meses o un año (p. 53). Se coloca entonces dos razones para favorecer el cultivo del café: la resistencia en comparación a lo perecedero del cacao y la propiedad de los terrenos para desarrollar los cultivos.La Venezuela de 1870 hasta 1883, se encuentra desarticulada por la falta de caminos que enlacen los núcleos urbanos y centros de producción agrícola y pecuaria, sostenes de la economía nacional. Los caminos de tránsito terrestre y de herradura son los que prácticamente dejó el trajín de las guerras libertadoras y de la guerra federal. En cuanto a los medios de transporte no son otros que bestias, burros, mulas y caballos, los cuales trasportaban los productos de las cosechas en las regiones del interior del país. Por las vías fluviales correspondía la mayor fuerza del transporte, constituyendo la primera red de comunicaciones entre las regiones (p.42).En concordancia con la cita anterior, es necesario aclarar que la fuente consultada nos lleva a formular el siguiente planteamiento, en primer lugar que el sistema ferroviario no ofrecía la salida adecuada a la producción ya que los trabajos de conexión de vías férreas, así como las diferentes concepciones ferroviarias habían sido interrumpidas en múltiples ocasiones por las diferentes guerras y revueltas que vivía nuestro convulsionado país, más la inadecuada aplicación de políticas publicas, señala Gómez, S (2002). En tercer lugar se da una transformación de las características físicas del área, surgiendo nuevas necesidades en relación a los servicios públicos y sanitarios. Pero el medio de producción para 1880 y la articulación económica predomínate serán un factor determinante, para que esos caminos continúen transitados por campesinos dedicados al cultivo del café, explotación de madera con la finalidad de ampliar las zonas de cultivo y poder abastecer al mercado de la metrópolis, aún predomina la caña dulce o de azúcar, para la elaboración del tablón de papelón y el aguardiente, aunque también hay siembra de frutos para la subsistencia y lo que se considera una naciente producción cafetalera. Se establece en la fuente referida para la elaboración de nuestro cuadro, que a nivel mundial los precios de los productos agrícolas registran una baja y por ende las ganancias por la producción no fueron las esperadas. Se debe señalar como dato importante, que algunas haciendas de café, en vista de su acelerada producción comenzaron un proceso de modernización del instrumental de procesamiento en concordancia a esta idea expuesta, hacemos inmediata referencia a Acosta, V (1989) a los efectos del tópico que hemos venido tratando:Algunas haciendas de café de los alrededores de Caracas, o de los Estados Miranda, Aragua y Carabobo, están avaluadas de cifras importantes y tienen una alta capacidad productiva, que alimenta la prosperidad- pero también frecuentemente el carácter parasitario- de sus propietarios. En esas haciendas aparecen, en el curso de las décadas finales del siglo, algunas innovaciones que se difunden, lentamente en cuanto al procesamiento del café. Aumentan las descerezadoras y aparecen estufas y trilladoras más modernas para el secado y despergaminado. En algunas haciendas ricas, estas últimas desplazan a las trilladoras tradicionales aunque estas sobreviven en la mayor parte de los casos, modificando la tracción animal y reemplazándola por energía hidráulica. Se trata de estufas y trilladoras como las de marca Gordón…En las haciendas menos prosperas o más tradicionales, los métodos se siguen basando en viejas descerezadoras y en secadoras y trilladoras mas sencillas, con el agravante de que en muchos casos ni siquiera estas últimas existen y el café se comercializa, después del secado, bajo la forma de pergamino (p.436)http://congresodehistoriaregionalenmiranda.blogspot.com/2008/03/haciendas-de-petare-en-la-epoca-del-caf.html

REDES DE COMERCIO Y COMUNICACIÓN DE LA REGIÓN Y SUS CONEXIONES CON EL PARAMO DE LOS CONEJOS
Las modalidades de comercio que hemos venido reseñando (interno y externo), se establecieron a partir de un sistema de transporte y comunicación terrestre, fluvial y lacustre que se fue formando en la cuenca del lago de Maracaibo. Sobre este sistema se configuraron tres redes de comercio y comunicación que actuaron en torno a los principales puertos de la cuenca lacustre (Parra, 1984:170)
La segunda red comercial tenía como centro ( para la provincia de Mérida) el puerto de Gibraltar, localizado en la cercanía de la desembocadura del río Chama. Por esta vía se realizaba el intercambio comercial de los poblados de Mérida y Barinas, incluyendo el tráfico de mercaderías procedentes de La Grita, Cúcuta y San Cristóbal. El comercio de mercancías entre Mérida y Gibraltar se canalizaba a través de dos vías de comunicación: la vía fluvial a través del río Chama, y la terrestre conformada por el camino de recuas que saliendo de Mucuchíes atravesaba el páramo, comunicaba el pueblo de la sal ( Piñango) Torondoy y llegaba hasta Gibraltar (los caminos que atravesaban el páramo de Los Conejos se conectaban con este último sendero) ( Parra, 1984: 122-124) Otro camino real enlazaba a Mérida con Barinas y se bifurcaba en Apartaderos, donde uno de sus ramales canalizaba el tráfico comercial que desde Barinas y Pedraza se dirigía al puerto de Gibraltar (por Piñango, el otro bajaba hasta la ciudad de Mérida por la cuenca del río Chama). Velásquez Nelly.1995.Población Indígena y Economía. Universidad de los Andes. Mérida. Venezuela
Otro puerto de importancia secundaria por el que se comerciaba mercancía proveniente desde Mérida fue Barbacoas (Moporo) es el primer puerto andino.
Cardozo Arturo
Bobures.
También se le dedica interés en el establecimiento y evolución de este puerto lacustre por cuanto se vincula con los caminos y desarrollo del páramo de Los Conejos, los puertos y el camino de la sal promovieron la construcción de senderos hacia el lago de Maracaibo.

MEDIOS DE TRANSPORTE Y COMUNICACIÓN
La relación simbiótica que hemos venido describiendo entre circuitos comerciales y pisos altitudinales, se afianzó mediante un eficiente sistema de medios de transporte y comunicación. Este sistema fue organizado por los colonizadores aprovechando los conocimientos que los indígenas habían conservado sobre el particular. La infraestructura comunicacional fue adaptada a la nueva economía de mercado, realizándose progresivamente mejoras sustánciales y haciéndola cada vez más apta para el comercio en gran escala. ( El páramo de Los Conejos en el período prehispánico contaba con redes de caminos construidos por los aborígenes)
En cuanto a las redes de comunicación de origen prehispánico las evidencias indican su utilización reiterada por parte de los colonos europeos. Un buen ejemplo es el de la cuenca hidrográfica del Lago de Maracaibo, que sirvió de vía de comunicación para el comercio que realizaron los indígenas que habitaban la cuenca lacustre. Velásquez Nelly.1995.Población Indígena y Economía. Universidad de los Andes. Mérida. Venezuela
(El páramo de Los Conejos se constituyó en el área utilizada por los medios de transporte propios de los siglos XVI; XVII para el transporte de personas y de productos hacia el Lago de Maracaibo)

EL SISTEMA DE CAMINOS DE RECUAS, SU INCIDENCIA SOBRE EL COMERCIO Y TRANSITO POR EL PARAMO DE LOS CONEJOS.

El arreo de mulas fue la forma más característica de la región para transportar las cargas que atravesaron los Andes venezolanos. Este sistema fue ampliamente empleado hasta hace apenas medio siglo, debido a la inexistencia de transporte público y la deficiencia en la red de carreteras. Un arreo constaba de 8 mulas de carga y para escoger la mula o silla, se seleccionaba la más briosa o de mejor estampa y hasta se tomaba en cuenta el color del animal. Entre los aperos tradicionales estaba la silla, el polleo y las alforjas para cargar el refrigerio o ropa que se utilizaba para cambiarse durante el viaje. Cada arriero viajaba solo o con un muchacho al que se llamaba macoreto o ayudante. Las cargas se llevaban por encargo y se trasladaba de un poblado a otro desde sal hasta gran variedad de alimentos. En el lugar de llegada descargaban y llevaban las mulas a los potreros, donde se pagaba un alquiler, por la carga se cobraba un flete, el cual aumentaba de un pueblo a otro. Cada arreo llevaba una mula llamada campanera, que servía de guía y se le colocaba en el pecho una campana de metal para avisar la presencia del arreo. También había una mula denominada culatera que era la última en cerrar el lote. Cada mula de carga era preparada con un apero que contenía enjalma, arritranca, puente, perchera, sudaderos, cabestro, hogador o cabezada, cincha, lazo y cinchón. Aún existen en la zona algunos implementos de acero y tela de la época que eran usados por los arrieros. Dependiendo de la distancia a recorrer y el peso de la carga, se elaboraban las amarras que podían ser riata suelta, riata amarrada, amarra de media carga y el pretal o perchera, cada mula cargaba 100 kg u 8 arrobas más el sobornal de aproximadamente 6 kg.
PRINCIPALES CAMINOS DE RECUAS QUE PASAN POR EL PARAMO DE LOS CONEJOS
Las Cruces – Vía Piedras Blancas – Las González
Manzano Alto - Las Canalejas – Las González
Las Carmelitas - Mesa de La Virgen – Las González
Los Curos – Las González
La Pedregosa – Páramo La Pedregosa – Las González
Barrio Las Flores – Las González
El Rincón - Las González
El Caucho – Las González
La Hechicera – Santa Rosa – Laguna Albarregas - Las González
El Playón – La ensillada – La Tapita – Las González
A medio camino entre la población de La Azulita y Ejido, muy cerca de la población La Carbonera, existía un camino empedrado que era la vía principal entre estas comunidades y era denominado Camino Real. Se cuenta que poseía de 3 a 4 m de ancho y cuando el camino era atravesado por alguna quebrada se improvisaba un puente con troncos de árboles. Se dice que el Camino Real de La Carbonera salía de Ejido, pasaba por La Mesa, subía hacia Jají y en el ramal que se desviaba hacia San Juan de Lagunillas pasaba por el alto de La Carbonera y continuaba bajando hasta llegar a La Azulita. En todo el trayecto había casas destinadas a servir como posadas y La Carbonera se originó a partir de una de estas casas. Era muy común encontrar un Camino Real como principal vía de comunicación y transporte de cargas entre los poblados. Incluso se comenta que inicialmente el Camino Real de La Carbonera no comunicaba en sus inicios con Ejido, Jají y La Azulita, sino que era la vía de penetración hacia La Grita. Luego el tramo se dejó de usar, conectando a La Carbonera con extensiones de los caminos de las otras poblaciones aledañas ya mencionadas.



EL SISTEMA DE TRANSPORTE POR FERROCARRIL Y LA INCIDENCIA SOBRE EL COMERCIO Y TRANSITO POR EL PARAMO DE LOS CONEJOS
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de Los Andes.
La primera empresa de este tipo es la del Ferrocarril de la Ceiba, en el transcurso de los quince años siguientes se van poniendo en servicio los diferentes tramos de Santa Apolonia, El Horcòn, Sabana de Mendoza, El Dividive hasta concluir en Motatàn. El proyecto preveía la posterior extensión de las líneas hasta Valera y Timotes, pero estos propósitos no se cumplen.
Para el sistema de vías férreas en el Táchira se otorgan varias concesiones: en 1882, la que enlazaría La Fría con un brazo del río Zulia y la que uniría a San Cristòbal con Puerto Nutrias del estado Barinas, ninguna de ellas cristaliza. Para Mérida en 1893 se otorga una concesión para una línea que iría desde El Vigía a Mérida hasta el Lago de Maracaibo. Finalmente la única vía férrea establecida en el suelo merideño resulta ser la que une El Vigía con Santa Bárbara puesto en servicio en 1893.
El primer efecto del transporte ferroviario se manifiesta en la rebaja de los tradicionales fletes a lomo de bestia, la reducción alcanza hasta un tercio de los mismos, a lo cual se agrega la celeridad y el cómodo desplazamiento por regiones insalubres (lo que incide directamente, de manera sustantiva sobre el número, cantidad y calidad de los caminos del páramo de Los Conejos disminuyendo la cantidad de personas y bienes transportados por esas rutas). También se observa un mejoramiento de los caminos de recuas que conducen a las estaciones ferroviarias y se abrevia el tiempo y la distancia mediante la construcción de nuevos caminos (mientras que se descuidan y abandonan los alejados de la ubicación de las terminales de los ferrocarriles, lo que ocurre en el páramo de Los Conejos; se abren caminos hacia estas terminales que hacen inoperantes y no factibles los tradicionales con rutas hacia el lago de Maracaibo, especialmente los que tienen destino los puertos de Bobures y Gibraltar con influencia directa sobre el páramo de Los Conejos) . Tal es el caso de los comerciantes merideños que, desesperanzados de lograr líneas férreas en su jurisdicción, abren a su costo un camino desde Mérida hasta el Puerto de Arenales sobre el río Guachì; concluida esta obra proceden a canalizar el río hasta su desembocadura en el Lago. Logran acortar la distancia de tal modo, que el viaje hasta Arenales se reduce a una jornada. De este modo descuellan, frente a las vías férreas las poblaciones de El Vigía, como las ciudades mercado aceleran su crecimiento: Tovar, Santa Cruz, zea. (El camino desde Mérida, Lagunillas, Chiguará, Mocacay, El Vigía cobra importancia como salida de productos y personas hacia el lago de Maracaibo, en detrimento de los caminos del páramo de Los Conejos)
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de Los Andes
Santa Bárbara- El VigíaLa historia del ferrocarril de Santa Bárbara-El Vigía tiene sus orígenes en relación principalmente con la producción del café en Los Andes, a fines del siglo XIX y comienzo del siglo XX. Las necesidades comerciales del café y otros productos andinos dio origen a una serie de proyectos en la región Los Andes que se va a concretar en el ferrocarril de Santa Bárbara-El Vigía; dicho ferrocarril tuvo innumerables contratiempos debido a las crecidas obstruyó la vía férrea provocando la paralización de dicho ferrocarril.Se establecía que la vía férrea tendría un metro de ancho entre los rieles y estos pasarían 20 kilómetros por metro lineal, el rancho de luz cuevas fue establecido en 100 metros.Así mismo habría en este trayecto 15 puentes con una longitud de 138 metros.La primera sección comprendes a las siguientes secciones Santa Bárbara del Caño del Padre al Castillo, 37 kilómetros allí a los Cañitos 48 kilómetros; y la última de los Cañitos a El Vigía con 60 kilómetros de extensión. La línea férrea comprendería los caseríos de La Maroma, el Ingenio de Bolívar, los Cañitos y el Castillo entre otros. La compañía francesa de ferrocarriles venezolanos terminó la construcción de la vía férrea, el 28 de julio de 1892, el ferrocarril de Santa Bárbara - El Vigía hizo su primer recorrido.se acabó en el año 1952, todo esto debido a que se abrió la carretera de Santa Bárbara y empezaron a funcionar los vehículos. Hoy en día el Municipio Alberto Adriani, tiene una pequeña plaza que lleva por nombre La Plaza del Ferrocarril, ubicada en la plena avenida Bolívar, construida por el Concejo Municipal, donde funciona hoy en día una parada de transporte colectivo para dicha avenida.
(Con la concesión para la construcción del ferrocarril se realizó con el compromiso de alargar la vía hasta ka ciudad de Mérida, siguiendo la orientación del cañón del río Chama, compromiso que no cumplió la empresa, sin embargo generó en los habitantes de Mérida la urgencia de mejorar y ampliar los caminos desde Mérida hacia El Vigía)

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=493329&page=10
En 1929 se inicia la construcción de la carretera la Victoria – El Vigía que conecta la vía trasandina que comunica directamente la ciudad de Mérida y las poblaciones de la cuenca del río Chama con la población de El Vigía, Terminal del ferrocarril El Vigía – Santa Bárbara del Zulia. Con esta carretera los tiempos y posibilidades de comunicación entre las poblaciones de la cuenca del río Chama y el puerto de Maracaibo se reducen notablemente, en consecuencia la importancia estratégica de los caminos por el páramo de Los Conejos se reducen significativamente.

EL SISTEMA DE TRANSPORTE A VAPOR EN EL LAGO DE MARACAIBO Y SU EFECTO SOBRE EL COMERCIO Y TRANSITO POR EL PARAMO DE LOS CONEJOS
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de Los Andes.
El comercio extranjero de Maracaibo incrementa su interés por el transporte lacustre. Para 1874, la firma H. L. Boulton Jr y Cìa tiene ya en servicio una línea de vapores, enlazando los distintos puertos del Lago. Años después, los Roncajolo entran en el negocio con varios barcos, participa un grupo mercantil de Maracaibo-Cúcuta que cubre todas las exigencias del transporte lacustre.
(El sistema de comunicación y transporte establecido en la colonia desde Mérida hacia el lago de Maracaibo mejora y se amplía con el transcurso del tiempo, como consecuencia de las necesidades sociales, económicas y culturales y producto del desarrollo de la tecnología en comunicaciones y construcción de caminos, en detrimento a la antigua comunicación existentes desde la colonia con los puertos lacustres: Bobures, Gibraltar, La Ceiba. Es lo que ocurre con el sistema de transporte de barcos movidos a vapor y luego de Diesel que se vincula a la red de transporte Mérida – El Vigía – Santa Bárbara – Maracaibo. Este nuevo eslabón en las comunicaciones entre los andes, el sur del lago y Maracaibo, disminuye el tiempo y la calidad de las comunicaciones también genera efectos sobre el transporte y comunicación por el páramo de Los Conejos, disminuye y merma su empleo, afecta el mantenimiento y construcción de caminos por el lugar.)

EL SISTEMA DE CARRETERAS Y SU INFLUENCIA SOBRE EL TRANSPORTE Y TRASLADO DE PERSONAS POR EL PARAMO DE LOS CONEJOS
Los primeros vehículos a la ciudad de Mérida fueron introducidos en 1915.
La carretera Mérida – Valera
La carretera Mérida – San Cristóbal
La carretera La Victoria - El Vigía
La carretera Mérida – Barinas
La Venezuela petrolera inicia la construcción de carreteras en varias regiones del país por diversas razones de tipo: económico, político, militar y directamente relacionado con la producción del petróleo. Los Andes venezolanos y el occidente en general se beneficia de la construcción de estas vías de comunicación que inciden directa y de forma inmediata sobre los senderos y el transporte que se realiza por el Páramo de Los Conejos, es el caso de la carretera trasandina, posteriormente en la década del cincuenta la carretera Mérida – La Azulita con acción más directa sobre el empleo de los caminos por el páramo de Los Conejos. Lo mismo ocurre con la carretera Panamericana construida en 1952 por el pie de monte andino en el Sur del Lago por la vertiente de la Sierra La Culata de manera que por ambas zonas de influencia la acción directa de estas modernas carreteras disminuyen notablemente el empleo de los senderos de recuas como forma de transporte de mercancía y de personas.

En este mismo orden de ideas las carreteras que se comenzaron a construir a partir de 1910 en el piedemonte Andino-Llanero desde Barinas- San Cristóbal y Barinas- Guanare- Acarigua- Barquisimeto dirigidas a puerto Cabello y el de La Guaira disminuyeron el flujo de bienes y personas por las antiguas rutas de arreos del pie de monte llanero a través de la Sierra de Mérida hasta el Lago de Maracaibo ( afectando entre otros caminos los del páramo de Los Conejos) .
La Venezuela petrolera consolida la Región Norte–Costera como la zona concentradora de la población, los centros de decisión política-administrativa; bancarios y comerciales del país. Lo que conllevó a que se apresurará la construcción cada vez más y de mejores carreteras hacia los puertos de La Guaira, Puerto Cabello, Maiquetía (en detrimento del puerto de la Ceiba, Gibraltar y los otros de importancia secundaria del Lago de Maracaibo). Este cruel infortunio plantea por primera vez al hombre de Los Andes un dilema angustioso: o se abraza al terruño, hasta desfallecer o emigra (alternativa presente para los habitantes del páramo de Los Conejos).

Desde el inicio del movimiento político de la Restauración, muchos ya habían partido impulsados unos por una aspiración burocrática y otros por un temperamento guerrero. Muchos años después los andinos vivirían la ilusión del salario petrolero. Miles de artesanos y de campesinos marcharán sobre los vagones ferroviarios y sobre las ”piraguas” del Lago hacia un nuevo horizonte. Las compañías del petróleo pagan el fabuloso salario de cinco bolívares y hay trabajo para todos. Hacia aquella tierra de promisión marchan hombre, familias y hasta poblaciones enteras.
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de Los Andes.
Así declina la Cordillera: ulcerada por la erosión, tostada por la sequía de sus fuentes y empobrecida por la reducción sus cultivos. Durante este siglo le han faltado horas para asistir a la despedida, sin retorno, de sus hijos; ya han sido varias las generaciones que han visto alejarse por el camino de lo desconocido.
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de los Andes.

INFLUENCIA DE LA HACIENDA EN EL DESARROLLO DE LOS CAMINOS EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS
La hacienda es una forma de organización económica típica del sistema colonial español y se utiliza para describir un sistema de producción amplio en su sustentación orientada al monocultivo; esta forma de organización social-económica-ecológica incide sobre la evolución y desarrollo de los caminos del páramo de Los Conejos.
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La hacienda era un sistema de grandes latifundios que constituían un fin en sí mismo como símbolo del estatus social, que producía para el propietario y su familia, con impacto sobre la exportación; la producción se orientaba poco para el consumo local, tenía un concepto de autoabastecimiento en todo excepto en artículos de lujo y de ostentación, que se destinaban para el grupo de gente en el círculo de confianza del patrón, los que eran importados desde Europa principalmente.
Las haciendas tienen su origen en concesiones, generalmente realizadas a nobles menores, dado que los grandes de España no estaban motivados para abandonar la península, y la burguesía tenía poco acceso a los dispendios reales. En Mérida, el sistema de la hacienda surgió a partir de 1558, cuando la corona española concedió a Juan Rodríguez Suárez y su expedición, dispendios Reales, el cuál suponía una porción de tierra. Significativamente la concesión incluía a todos los indios que vivían de la tierra y el poder sobre la vida y la muerte de las almas que habitaban en esos dominios. No había jurado de apelaciones gobernando la hacienda. El conocimiento que se tiene sobre esta forma de organización agropecuaria es a partir de fuentes de archivo, que revelan la naturaleza y operaciones del sistema de haciendas, sus esclavos, su sistema de tenencia de la tierra; los trabajos de su aislada, completa e interdependiente sociedad.
El propietario de una hacienda era generalmente llamado el hacendado. Aparte del pequeño círculo en la elite de la sociedad de la hacienda, el resto eran conocidos como peones (trabajadores de a pie ("pe")) o montados. Los peones trabajaban la tierra que pertenecía al patrón. Los campesinos trabajaban en minifundios y donaban una porción al patrón. La economía del siglo XVIII era principalmente un sistema de trueque, por lo que poca moneda circulaba en la hacienda. La acumulación de reservas era central en las haciendas. Donde la hacienda incluía minas en funcionamiento, el patrón podía ser inmensamente rico. En Sudamérica, la hacienda subsistió al colapso del sistema colonial a principios del siglo XIX. En algunos lugares, el fin del colonialismo significó la fragmentación de las grandes plantaciones en miríadas de pequeños minifundios de subsistencia.
(El origen y evolución de la hacienda en la cuenca media del Chama es muy importante por la incidencia que tuvo en el desarrollo de los caminos construidos en el páramo de Los Conejos por cuanto en estos lugares, se establecieron una red de este tipo de organización agraria tanto en la cuenca media del río Chama, como en las montañas llamadas “ pueblos del sur” y de áreas amplias de las faldas de las montañas orientadas hacia los Llanos de Barinas y Táchira que tenían salida natural de personas y productos hacia los mercados del Atlántico a través de los puertos de Gibraltar y Bobures; lo mismo ocurre con la organización de grandes haciendas de cacao, trigo y café en la vertiente de la sierra La Culata orientada hacia el lago de Maracaibo; esto ocurrió desde el inicio de la conquista, luego en la colonia hasta mediados del siglo XVIII época en la que los caminos del páramo de Los Conejos comienzan a perder importancia geoestratégica para el comercio de bienes y transporte de personas; sin embargo existe una situación económica, social, cultural propia de estas montañas que mantienen operativos los caminos, se trata de la unidad agropecuaria, agraria, económica, cultural e histórica denominada la hacienda. En esa zona se organizaron varias haciendas algunas de grandes dimensiones que se mantuvieron operativas hasta avanzado el siglo XX y aun en el inicio del XXI aunque divididas en extensión y dedicadas a la producción de hortalizas y ganadería tanto de leche y carne, mantienen cierta producción que exigen de caminos para la extracción de los bienes desde las montañas a las redes de comercio y transporte actuales. Otra razón es la existencia en este páramo de la aldea Las González que aun cuando ha mermado en habitantes, mantiene comunicación por estos caminos con los centros urbanos.
Desde 1970 se mantiene la iniciativa por parte de los miembros de la comunidad para construir una carretera de penetración rural que permite el acceso de vehículos de doble tracción hasta el lugar, lo que ha generado una nueva dinámica social, económica, cultural y ambiental en esta serranía, iniciativa que genera polémica y controversia entre los defensores y los detractores de la iniciativa de la construcción de la carretera. Otro aspecto que es de interés mencionarlo en torno al mantenimiento y uso de los caminos que surcan este páramo es la visita de turistas durante todo el año, aspecto que se describirá más en extenso en su punto apropiado. La organización y funcionamiento de la hacienda, el mejoramiento de las vías de comunicación, la integración de la producción agropecuaria a los mercados internacionales, el acceso al crédito bancario, el mejoramiento de la tecnología para la producción agropecuaria, la existencia de abundante mano de obra y a bajo precio, las condiciones ecológicas óptimas, la producción a gran escala de café, le imprimen a las montañas de las vertientes de la Sierra La Culata las ventajas comparativas y competitivas que inciden sobre el desarrollo de los caminos del páramo de Los Conejos).
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http://es.wikipedia.org/wiki/Hacienda

ORIGEN DE LA PROPIEDAD DE LAS TIERRAS PARA LA CONFORMACION DE LA HACIENDA.
(En el trabajo el autor explica la formación, organización y operativización de las haciendas en el área del páramo de Los Conejos)
De La Plaza; en su obra “El Problema de la Tierra”, habla como en la práctica los encomenderos fueron extendiendo las áreas geográficas donde tenían su asiento, utilizando los indígenas encomendados, e incentivando el desarrollo de la gran propiedad territorial agraria que luego se convertiría en el latifundio colonial representado en la gran hacienda de plantación.
Alrededor de estas tierras, las antiguas moradas de los indígenas se constituyeron en apéndice de las grandes haciendas y hatos para después muchas veces ser absorbidas por la fundación de pueblos de blancos quedando el indio como esclavo de estos o tener que huir a otros lugares. ( En la cuenca media del río Chama se facilitó la organización de grandes haciendas debido a ventajas competitivas del lugar entre las que se menciona: abundante mano de obra indígena y su empleo en forma servil, la fertilidad de los suelos, abundancia de agua para riego, poca distancia a los centros poblados de las capitales de la Capitanía General de Venezuela y del Virreinato de Nueva Granada, la cercanía a puertos hacia el Atlántico, la ecología del área que permite el cultivo de plantas de gran demanda en el comercio europeo). Estos hechos se vieron reforzados con la autorización que obtuvieron los Cabildos de dar tierras a aquellas personas españolas o blancos criollos que desearan integrarse a los pueblos o ciudades recién fundadas, que eran obtenidas muchas veces de las reservaciones indígenas facilitando a los recién llegados el tomar como suya las poblaciones de indios y convertirlas en mano de obra esclava.
La justificación legal de la gran propiedad de la tierra, estuvo por mucho tiempo representada por los indicadores ya expuestos, para luego definirse bajo la figura jurídica de la Composición, Confirmaciones y Remates, que sirvió de herramienta para la legalización de las grandes “propiedades” resultando muchas veces del fraude, de los artificios y argucias legales, que permitieron monopolizar grandes porciones de tierra en una sola persona y a quien las nuevas disposiciones lo benefició legalizándole la tenencia y otorgándole el Titulo de propiedad. Por esta vía, la tenencia y la propiedad de la tierra se fue incrementando, constituyendo el soporte en esencia de la riqueza y el poder económico – político de la colonia.
Existe una manera de darle cierta explicación al fenómeno ocurrido con la repartición de tierras y los graves problemas que causaron tanto a la Corona como aquellos que fueron víctimas del constante avasallar del terrófago español, quien debido a su manipulación, bien sea por la vía de las Mercedes Reales o por las Encomiendas que siempre estuvieron “ajustadas” al libre albedrío de sus aspiraciones e intereses individuales les permitió tomarse las tierras de mayor fertilidad y aquellas cercanas a los centros poblados, de acopio, de distribución y en especial a los puertos costaneros.
De La Plaza, Salvador. 1976. El Problema de la Tierra. P. 12.
Estas tierras desde luego constituían una porción muy pequeña si se comparaba con el resto de los territorios conquistados, haciéndose harto difícil su control por parte de las autoridades locales y regionales una veces por falta de personal y otras por simple complacencia. En ese sentido Brito Figueroa Dice:
" En el estudio de los orígenes de la propiedad agraria en las colonias hispanoamericanas, el aspecto más significativo no lo constituía la superficie de la tierra que legalmente podía adquirir los conquistadores, sino las extensiones ocupadas de hecho e incorporadas por esta vía al dominio privado, fenómeno que se manifestó desde la segunda mitad del siglo XVI... Se observa, en efecto, que hasta 1591 las Mercedes tuvieron carácter gratuito, no oneroso, pero desde aquella fecha comenzaron a venderse, surgieron las adjudicaciones en pública subasta al remate del mejor postor y las composiciones como instrumentos para legalizar la situación de las tierras usurpadas, se ordenó, igualmente la restitución de aquellas, cuyos poseedores no justificaran el dominio con justos títulos"
Muy en el fondo, los controles de la Corona española se vieron afectados por su misma situación, ya que al término del siglo XVI, España se encontraba sumergida en un profundo problema económico, cuyas deudas la mantenía casi al borde de la quiebra. Obligando a la Monarquía a aumentar los impuestos en el nuevo mundo, y a "legalizar" por medio de la composición la tenencia y propiedad de la tierra, que en su mayoría estaban en manos de los terrófagos españoles, y que sirvió para paliar en mucho el desorden financiero en que estaba sumergida la Corona Española; esta postura le dio más fuerza y hasta sirvió de perdón a aquellos conquistadores que se apropiaron a la mansalva de grandes territorios pertenecientes en su mayoría a los indígenas y a españoles de muy bajos recursos económicos, que al ser compuestas dichas tierras, fueron despojados ya legalmente de ellas.
Más tarde, con la diversificación agrícola, se hicieron necesario la búsqueda de nuevas tierras ubicadas desde luego en la periferia de los centros poblados cercanos a las grandes haciendas de plantación y de comercio colonial, causando un gran desplazamiento hacia el interior territorial donde se llegaron a fundar con los mismos métodos anteriores y con la ayuda de los religiosos, hatos para la cría del ganado vacuno, caballar, mular etc. La cual constituyó la ocupación de un macroespacio que abarcaba gran parte del territorio conquistado multiplicando aun más los problemas existentes y arrinconando a las poblaciones indígenas, Arcila Farias Eduardo y Brito Figueroa, Federico. 1997. Política Colonizadora y Desarrollo de la Propiedad Territorial en Venezuela .ULA. Consejo de Publicaciones. Mérida. P. 67.
Obligándolos a sumarse como esclavos al patrón blanco o a tener que huir de sus antiguas tierras. Ante toda esta incongruencia y ante el desbordamiento de sus propias Leyes, la Corona española optó por hacerse a la vista gorda. El cambio soterrado de la Corona española tuvo mucho que ver con los aspectos económicos del comercio exportador e importador haciendo un silencio cómplice que trajo como consecuencia un gran asalto a las tierras reservadas para los indígenas y la iniciación de un nuevo proceso de conquista hacía las tierras incultas que existían en la América española, como verbi gracia las ubicadas al sur de Venezuela especialmente en los suelos llaneros, al igual paso con las tierras andinas (mediados del siglo XVI). Para ello como ya se dijo utilizaron a la religión y su evangelización, dejando sin vigencia las normas, procedimientos y métodos utilizados hasta ese momento para contrarrestar la avalancha de invasiones y desafueros de que eran víctimas los naturales de América y Venezuela.
Como bien se ha expresado, los procedimientos utilizados por el español, no constituyó acciones aisladas por el contrario formó parte de la nueva metodología que utilizó luego la Corona española en su afán de controlar y dirigir el mercado de exportación e importación de todos aquellos productos que en el comercio internacional tenían gran receptividad. Rojas de Lo Porto, aduce: “Que el monopolio sobre la tierra se fortalece y la dominación de clase se ejerce a través del poder absoluto que vino a estar representado por los propietarios de tierras que habían tomado el poder político. Bajo esa oligarquía se formaron las grandes haciendas de cacao, café y los hatos de ganado”.
Así se reafirma, hacía donde se dirigía el desarrollo social, económico y político de la sociedad colonial, el cual era interpretado y determinado dentro de una estructura basada en leyes fundamentadas en la relación de producción y en el dominio de clases y que llego a tener una duración casi de tres siglos (final siglo XVI, XVII, final siglo XVIII). Al final del siglo XVI, en muchas regiones de la América española la economía indígena fue suprimida por la economía española y desde allí se da inicio a la propagación territorial de las haciendas y hatos ganaderos, excediendo de manera desenfrenada los antiguos linderos señalados por las mercedes reales y las encomiendas.
Rojas De Lo Porto, Blanca. 1981. La Estructura Agraria Venezolana. P. 29.
A tal efecto, los conflictos radicados en las diferencias que existían entre los poseedores (hispanos) y los antiguos dueños (indígenas) de las grandes extensiones de tierra y los linderos caminantes que se iban extendiendo en pro del crecimiento de sus haciendas y hatos, a costa de apropiarse de las tierras del indio, se vinculaba expresamente a la ambición y el egoísmo fundamentado en la “necesidad” insaciable de concentrar el poder social, político y económico en una o pocas manos.
La permanencia de tan conspicua actitud, llevó a concretar una figura jurídica como lo expresa Brito Figueroa 20 y lo confirma, al explicar el desarrollo de la propiedad territorial agraria en todas sus manifestaciones partiendo de una Merced de tierra, generalmente de límites imprecisos, o de la simple ocupación y sin documento legal alguno.
Los poseedores de tierras procedían a extender sus propiedades a costa de los suelos reservados a las comunidades indígenas y muchas veces apropiándose de tierras que estaban en manos de mismos españoles de menor rango y sin ningún poder, de los terrenos realengos o de los ejidos y baldíos. Basados en su poder económico, los amos de la tierra utilizaban el

De La Plaza, Salvador. 1973.Venezuela País Privilegiado.p. 10.
Brito Figueroa, Federico. 1979. Historia Económica y Social de Venezuela. Tomo 1. P. 87.
Mediante el soborno, el cohecho y la intimidación, para que escribanos y componedores de tierras les otorgaran los títulos de propiedad o procedieran a la ampliación de los originales mediante el pago de los "derechos de composición".
Esto sin ninguna duda trajo como consecuencia dos grupos sociales entre los mismos españoles, unos basados en el poder económico y político que se manifestaba en que parecieran ser predestinados a dominar y obtener las riquezas producto muchas veces del saqueo y explotación de los aborígenes y luego de los esclavos negros en el proceso de producción agrícola y los otros (españoles o criollos) se caracterizaban por ser subalternos de los primeros funcionando la mayoría de las veces como cuerpos armados y entes administrativos bajo las ordenes del gran terrateniente o feudo.
Uno de los aspectos de poder más demostrativos que existieron en las haciendas de plantación y en los hatos ganaderos fueron sus infraestructuras físicas, entre las que se conseguían, en primer lugar, la iglesia factor coadyuvante del sometimiento subliminal a que eran sometidos bajo el temor de Dios, los esclavos, indios y demás personal pertenecientes a éstas, los edificios administrativos, la casa grande donde habitaba el terrateniente y su familia, la caballeriza, en la periferia, las casas, ranchos o bohíos donde habitaban el capataz, personal administrativo, los peones, indios y los esclavos.
En este sentido la gran fuerza de trabajo estaba asegurada bien por las razones ya expuestas de la religión o por la vía de la violencia que controlaba el rendimiento y la producción esclava en las grandes haciendas (hacienda es sinónimo: de bienes, posesiones, y riqueza material) y de los hatos ganaderos, imponiendo el dominio sobre las fuerzas de trabajo, tierras, aguas, bosques etc., y sobre el mercado local y regional.
Por ese camino, los naturales de la América fueron perdiendo sus tierras y su poder de producción hasta llegar a constituir pequeños grupos incapaces de autoabastecerse, obligándolos a buscar el sustento de ellos y su familia en las haciendas y hatos, asegurando éstas la mano de obra barata, servil y suficiente que les permitió bajar los costos de producción a niveles ínfimos, logrando expandirse aún más hasta llegar a arrebatarles las tierras de cultivo pertenecientes a muchas poblaciones y comunidades blancas que llegaron a quedar dentro de las tierras de estas haciendas y hatos.
Este fenómeno que se dio con mucha fuerza en el siglo XVIII, causo grandes enfrentamientos entre los pueblos afectados y los terratenientes “dueños” de las grandes estancias, originándose posiblemente los primeros encaros por la tenencia de la tierra en el nuevo mundo. Es muy importante dejar claro, que dichas luchas se dieron entre mismos españoles y blancos criollos que a falta de títulos de propiedad de la tierra buscaban defender sus bienechurías y acciones de los terrófagos de su misma raza. De allí se puede desprender que el avance y crecimiento de las grandes haciendas y hatos ganaderos hicieron aparecer el fenómeno del latifundio y por ende el del minifundio conformado por las pequeñas parcelas y, o conúcos.
Es evidente que en la sociedad colonial que se implantó en la América española, la estructura socio - política obedecía, a la configuración de un plano jurídico exclusivamente basado en principios y concepciones pertenecientes al sistema socio - económico feudalista europeo de esa época. Barnes, al hablar del feudalismo, considera que su desarrollo se fundamento en la destrucción de otro sistema social más primitivo. Estas razones contribuyeron de manera poderosa al desarrollo del feudalismo, en él, se integra el entrometimiento del extranjero europeo y de allí la importancia en el desenvolvimiento de éste.
El feudalismo fue una mezcla de elementos personales, económicos y políticos cuyo núcleo (feudo) estuvo en la gran metrópoli y desde allí se proyecto a la América española, donde el vasallo europeo, transmitía su feudo a cambio de definidas y bien reconocidas cotas de poder, obligaciones de carácter personal y militar que debía a su señor. Esa estructura no tan solo se mantuvo en el tiempo colonial sino que fue copiada y adaptada hasta bien entrado el siglo XX en muchas regiones de países como Venezuela, en especial, en las zonas llaneras y de los Andes venezolanos, donde existían hatos ganaderos y grandes haciendas de cacao, café, etc.
Allí, el “patriarcado” ejerció su autoridad absoluta, impartiendo su poder más allá de su propiedad. Por eso se destaca con mayor trascendencia histórica en la región andina - llanera, el problema de la tenencia de la tierra y la propiedad territorial. La dimensión espacial desempeñó una función muy relevante en la ideología del montañés y del llanero. Desde la época hispánica hasta el momento actual, éste ha sido un problema de significativa importancia, debido a que se trata de la evolución de la estructuración del espacio geográfico. En esa construcción, se han armonizado los hombres, con sus concepciones, con el momento que viven, con la interrelación social, en fin, con la dinámica histórica.
Quiérase o no los primeros instrumentos (capitulaciones, mercedes y repartimientos) acentuaron de hecho, el controvertido proceso de la tenencia y propiedad de la tierra en todo el nuevo mundo, reforzado más adelante por las composiciones, dando píe a uno de los fenómenos que más a perdurado y que más vicios a mantenido en el tiempo histórico – social, llegando al presente con la misma fuerza y las mismas artimañas causando variados conflictos de nunca acabar.
En Venezuela, después de la economía de subsistencia indígena, le sucede la economía agrícola colonial (1545 con la fundación de las primeras haciendas de plantación) mucho después, de haber llegado los colonizadores (1498) a nuestro territorio. De allí se desprende todo un proceso de dominación mucho más cruda y violenta que en el principio, en contra del natural y sus tierras, el afán de acaparamiento de buenos suelos aptos para proseguir el cultivo de rubros como el cacao, maíz, algodón, tabaco, etc., propios del sistema agrícola prehispánico, mantuvo a los invasores europeos ocupados; pues lo primero que buscaron fue arrebatarles a lo indígenas las tierras sembradas por estos y que le habían servido a los conquistadores para sobrevivir en los primeros años donde la minería era su principal motivo económico.
Al advenimiento y aparición de esta nueva estructura económica, la anterior (indígena) fue siendo desplazada e integrada a las grandes extensiones de tierras como parte de las haciendas de plantación que conjuntamente con sus métodos modernos de trabajo (nuevas herramientas y procesos) fueron arrinconando hasta sacar a los antiguos moradores, convirtiéndolos en simple apéndice de estas. Trajo una novedosa forma de producción y la aparición del fenómeno del "Latifundio (españoles) apoyados en los referidos instrumentos de las capitulaciones, mercedes, repartimientos, etc y minifundio (indígenas) en los suelos venezolanos.
Desde allí se inicia con más fuerza la problemática de la tenencia y propiedad de la tierra en el norte y oriente del país, extendiéndose lentamente en el tiempo por todo el territorio. Arcila Farias, precisa este cambio económico cuando dice:
"Otro fenómeno que es necesario registrar es la coexistencia de la agricultura primitiva con la colonial. Comunidades indígenas subsistieron en la colonia, incluso protegidas en sus derechos, y llegaron hasta producir para el mercado, además de proveer al consumo de los propios productores. Se generó la agricultura de conuco dentro y fuera de los linderos de la plantación colonial. Aún en nuestros días se encuentra esta última forma de cultivo, estimulada por el latifundio"
En esos términos, Arcila Farias, define el cambio estructural y el desplazamiento en el tiempo y en el espacio venezolano de las culturas primigenias por la cultura del recién llegado, "el conquistador", quien a partir de 1545, con el fomento del cultivo de plantación, deja su estatus de conquistador y se convierte en el colonizador del hoy territorio venezolano. Este fenómeno, se impone acarreando todos los elementos y controversias que trajo como consecuencia la implantación de métodos y prácticas aberrantes ya explicados en la problemática de la tenencia y propiedad de la tierra en la América española y en nuestro territorio.
En ese cambio estructural, los primeros en sufrir en carne propia las consecuencias desdeñables y atroces del colonizador europeo, fueron los indios venezolanos que pasaron de ser antiguos dueños por naturaleza de las tierras cultivadas por ellos mismos a esclavos de estas, perdiendo todo derecho y potestad sobre esos suelos. Esto no fue todo, el sometimiento del indio por el colonizador constituyó el mecanismo más infame y sórdido que exista en la humanidad, llevándolos posteriormente al aniquilamiento sistemático de pueblos completos con la única finalidad de domarlos para ser esclavos, apropiándose de sus tierras que eran sumadas a las haciendas de plantación como un todo sin importarles el derecho de humanidad de estos seres.
No por llegar tarde a Venezuela el colonialismo europeo fue más benigno. La destrucción de las culturas indígenas en el territorio fueron tan inmisericorde como fue en México, Perú, Colombia y en el resto de la América; la destrucción implacable que se dio en el país constituyo el piso fundamental que dio inicio al "derecho de tenencia y propiedad" de la tierra en la colonia. Esta destrucción masiva del indígena repercutió en el tiempo en contra de los mismos exterminadores que al conseguirse sin mano de obra, les tocó importar esclavos negros africanos para poder atender los grandes sembradíos de sus latifundios. Arcila Farias, dice que a raíz de la destrucción de la población indígena se dan los primeros pasos por la Corona española para tratar de contrarrestar los múltiples desafueros cometidos por sus súbditos; señalando lo siguiente:
"La destrucción de la población indígena afectaba la empresa de la colonización, y del convencimiento de esta situación surgió el régimen de la encomienda indiana. El establecimiento de este régimen en Venezuela tuvo lugar hacía 1545, tardíamente, según hace notar Arcila Farias (El régimen de la
encomienda en Venezuela, Sevilla, p. 5.) los indios reducidos eran puestos bajo una especie de tutela del encomendero, evitándoles los malos tratamientos y los abusos que habían tan generalizados durante la etapa de la conquista. El encomendero contraía además, con la Corona la obligación de la defensa Militar, como en el régimen feudal"
Este mecanismo además, pretendía humanizar la vida del indio y su familia, "obligando" al amo español a guardar respeto y consideración ya no con sus esclavos sino con sus "encomendados" los indígenas, a cambio éste debía trabajar las tierras de la hacienda patronal por un termino de media jornada y la otra la utilizaba el indio en su propia labranza. Estas y otra obligaciones las expone Arcila Farias cuando dice:
"El encomendero, a su vez estaba gravado con obligaciones de índole fiscal y religiosa que implicaban cargas económicas: la media anata, pensión para la Infantería de Marina del puerto de la Guaira, limosnas de vino y aceite para los conventos, obras pías y un año de vacante. En la mayoría de los casos, la encomienda tenía una duración determinada, medida en términos de vida del encomendero y sus descendientes, y así se otorgaban encomiendas por dos, tres o más vidas; pero muy raramente a perpetuidad"
En cuanto al sistema de encomienda, su principio y fines se establecían al igual que en todo el nuevo mundo, desde la Corona Española, y su espíritu era el equivalente al mencionado por Arcila, sencillamente intentaba contrarrestar y aminorar el maltrato infame de que eran víctimas los indígenas por parte de los colonizadores. Esta metodología no incluía ningún derecho de propiedad de la tierra; bien es sabido, que para esos momentos (1545) la realeza española se constituía en la única dueña de los continentes descubiertos por ella, pues a eso se le hizo caso omiso, su legado tuvo muy poca efectividad siendo en gran parte desconocida por los que tenían la obligación de hacerla cumplir, y antes de constituir factor de equilibrio, se convirtió en elemento oportuno para el manejo proteccionista con que contó el colonizador español para seguir cometiendo toda clase de abuso y seguir ampliando las nacientes haciendas de plantación ubicadas en su mayoría en el centro - norte y oriente de Venezuela.
La tenencia y propiedad de la tierra en la Venezuela colonial, se empieza a encubar desde el mismo momento en que el español transgrede la ordenanza Real, basada en uno de los primeros mandamientos como fue la encomienda. Lo que si se debe tener claro sobre la encomienda es que como sistema, jamás incluyó la propiedad de la tierra en su metodología; al contrario su espíritu formaba parte de criterios fundamentados en el sistema económico feudal, que imperaba para esos momentos en España. El Feudo como núcleo social, imponía un estado único de propiedad de la tierra junto con su producción, el vasallo dependía directamente de él, y bajo el manto de su poder se acogía conjuntamente con su familia. Barnes, al tratar sobre ese tema, dice:
"El patrocinium y el comitatus se combinaron en la institución de la encomienda (commendatio) para constituir el vasallaje del feudalismo medieval, que no sólo envolvía protección, sino también obligaciones militares. Desde el punto de vista económico, comenzó con el precarium romano.
Consistía éste en que los hombres libres sin protección entregaran sus tierras u otras propiedades Al señor local para que, con este incentivo material, les otorgase su ayuda". La diferencia, entre el vasallo del sistema económico feudal de Europa y los vasallos que conquistaron a la América, fue que estos últimos al verse libres del tutelaje de sus feudos quisieron imponer sus propias normas y conceptos en las tierras del nuevo mundo, aplicando metodología nada ortodoxas, basadas en el asalto, el cohecho, el crimen y la explotación del indio; con la única finalidad de conseguir y concentrar sus más oscuros intereses. En Venezuela, particularmente se dio en principio, con la explotación del indígena en la minería, luego la esclavización del indio y la comercialización de éste a las Antillas y España, hasta convertirlos por último en la fuerza de sangre conjuntamente con la del esclavo negro para la producción agrícola colonial determinada en la hacienda de plantación y en el hato ganadero (latifundio).
En Venezuela, la merced de la encomienda se obtenía en principio como ya se dijo, desde la Corona española, más tarde los Cabildos asumieron tal responsabilidad, y por medio de esta merced se le otorgaba al encomendero (colonizador español) las tierras, los indios y las riquezas en ella habidas para su "protección y cuidados", entrando en ello, todas las disposiciones y mecanismos de producción, administrativos, de impuestos etc., que desde España se imponía como norma jurídica y que había que cumplir. Este beneficio (la merced de la encomienda), según Brito Figueroa, fueron considerados por los encomenderos como beneficio plusproducto creado por sus encomendados, aportando las bases para el Barnes Harry Elmer. 1973. Historia de la Economía del Mundo Occidental. Unión Tipográfica Editorial
Hispano Americana. México. P. 116. desarrollo de una categoría social de propietarios que se orientaron hacia el monopolio de la tierra y demás condiciones naturales de la producción.
Esta tardanza, no fue casual, pues desde mediados del siglo XVI, dichas tierras fueron visitadas por grupos expedicionarios formados por españoles provenientes unos desde el Tocuyo en Venezuela (Alonso Pérez de Tolosa. 1545) y otros desde Pamplona, Colombia (Juan Rodríguez Suárez y Juan de Maldonado 1558), que lo hicieron en primer momento en búsqueda de minas y otro tipo de riquezas que al no hallarlas perdían el interés en ellas. La dinámica comercial que se abrió después de la fundación de el Tocuyo en 1545 en Venezuela y Pamplona en 1548 en Colombia forzó, a la búsqueda y construcción de caminos obligando con el tiempo a desarrollar estancias, puntos de descanso, haciendas y hatos a lo largo no tan solo de estas dos ciudades sino entre otras ciudades y estas; como Barinas, Apure, La Grita, Mérida, El Socorro. Trayendo consigo, el proceso de la tenencia y propiedad de la tierra, que aunque tardía no dejó de ser menos violenta que la del resto del país. Estos indicadores propiciaron y mantuvieron por mucho tiempo graves discrepancias entre estos dos países, ejerciéndose desde el Virreinato de Santa Fe de Bogotá, un tutelaje sobre la región andina, Zulia y Barinas por más de dos siglos (XVI – XVII – y mediados del siglo XVIII) que permitió que la problemática de la propiedad territorial de estas zonas venezolanas se dirimieran desde Santa Fe, estableciéndose un fenómeno único de tenencia y propiedad de la tierra que permanece vivo en gran parte de estas regiones, en especial el caso estudio "El Gran Globo del Uribante", situado al Suroeste del Estado Táchira, y que hasta el presente mantiene la diatriba de la problemática de la tenencia de la tierra en su más empinada dinámica como es el caso de la "Comunidad Morales".
Las capitulaciones como mecanismo de la Tenencia y Propiedad de la Tierra en Venezuela.
Bajo la potestad de la Corona Española, y con el advenimiento de la conquista del nuevo mundo, los inmensos territorios del continente americano descubiertos por España, trajeron como consecuencia la inmediata necesidad, de organizar y proveer a sus súbditos de tierras que les garantizara su estadía en esos lejanos parajes. Desde esos momentos, la metrópoli española, implementó los primeros dispositivos que condujeran a solventar el derecho que por conquista tenían los hombres que junto a Cristóbal Colón habían conquistado a ese basto territorio. Brito Figueroa, manifiesta que uno de ellos estuvo presente con las capitulaciones y refiere lo siguiente:
"Desde los primeros años de la conquista el Estado Metropolitano se orientó a fundamentar ese derecho de propiedad territorial; la Real Provisión dictada el 10 de abril de 1495 ordenaba que los expedicionarios tuvieran " para si e por suyo propio e para sus herederos, o para quien de ellos oliere cabsa, las casas que fizieren, e las tierras que labraren, e las heredades que plantaren, sigund que allá (...) es serán señaladas tierras e logares para ello", cuya propiedad absoluta adquirirían después de un periodo de ocupación y residencia que oscilaba entre cuatro, cinco y hasta ocho años. De acuerdo con esa doctrina Cristóbal Colón fue autorizado el 22 de julio de 1497 para repartir entre cada uno de los vecinos de la Española" .
No obstante, dice Brito Figueroa, la entrega de las capitulaciones, no fueron tan apegadas a los principios de la Corona, ya que algunas de estas se otorgaron sin el requisito de la residencia. Y pone de ejemplo, que el 1° de febrero de 1504, Juan de la Cosa obtuvo el privilegio de vender y arrendar, sin aquella condición, las tierras adquiridas por derecho de conquista; al igual sucedió con otros conquistadores que fueron beneficiarios de las capitulaciones y que Brito Figueroa señala cuando dice:
"(...) Privilegios similares les fueron concedidos a Alonso de Ojeda, en 1508; en una capitulación fechada en 1515, se ordenaba al descubridor que de las tierras repartidas "pudieren gozar las personas a quien le repartiéredes, según y de manera que lo podrían gozar si en estos Reynos lo heredasen, e ovieren por justa subvención de sus patrimonios y que como tal pudieren hazer de ellos lo que quieran".
En la capitulación firmada en 1520 con Bartolomé de las Casas, destinada a colonizar el Oriente Venezolano y con la aspiración de desarrollar "un régimen económico distinto del basado en repartimientos Y encomiendas" se observa que se apela a un nuevo tipo de argumento para justificar la propiedad de la Tierra"
En todo caso, este mecanismo al igual que los que le antecedieron, poco sirvieron para frenar el apetito voraz del terrófago español en estas tierras de la América española. Y uno de los afanes del colonizador, era el de seguir descubriendo tierras dentro de los inmensos territorios conquistados con el único deseo de poder adjudicarse grandes extensiones de suelos fértiles, bien para la agricultura o para la ganadería como pasó en Venezuela con la ocupación de los llanos centro – occidentales, Barineses y apureños; logrando con el tiempo hacerse a ellas por vía de los repartimientos, encomiendas, capitulaciones y las composiciones, cada una de ellas en su momento fomentaron e hicieron posible la tenencia y propiedad de las tierras tomadas bien por asalto o en consecuencia aquellas producto del trabajo doctrinero que hacían los curas con los indios habitantes de estos suelos "ablandándolos" y sometiéndolos por medio de la religión y que el conquistador aprovechaba para hacerse de estos, sin mayor esfuerzo fundando grandes hatos y haciendas cuya mano de obra era fácilmente cautiva y controlada por los frailes que servían de punta de lanza a los colonizadores españoles.
Otra forma fue el derecho de posesión que la Corona impartió en el nuevo mundo, siendo estrictamente reglamentada por ésta, y que sirvió a la fundación y poblamiento de ciudades, la que mayor vigencia tuvo, vigilada y resguardada celosamente por la Corona y sus representantes. En esta vía podemos observar la metodología que se utilizó para tal fin en toda la América española y en especial en Venezuela recopiladas en el ‘Proyecto Ven II” y que dice lo siguiente: “ya hemos visto al tratar del trazado de las ciudades el orden que seguía en la asignación de tierras: primero para las iglesias, plazas y calles; segundo, para edificios públicos y “propios de la ciudad” y ejidos: tercero, se repartía “por suerte a los pobladores; y finalmente, “las que restaren quedan para ser merced de ellos a los demás que fueran a poblar, o lo que la nuestra merced fuere”.
En este sentido, y en consecuencia la regulación estaba sujeta a Reales Cédulas como la del 14 de Noviembre de 1507, donde al Rey se le informaba el repartimiento de solares tanto a labradores como a la gente común como a otras personas principales; y por haber sido estos causa de que no se hicieren buenos edificios, ordenaba que en “adelante los dichos solares que se señalaren e dieren sean moderados a calidad de las personas Proyecto Ven. II. 1971. Urbanización en Venezuela. p.50. e dando a cada uno conforme a lo que nos pareciere que merece o pueda tener e oviere menester”.
Siguiendo lo pautado por la Corona, en la Ordenanza 103 se establecía que los Gobernadores debían otorgar tierras a los pobladores en la cantidad que estos se obligaren a edificar, con tal que no se dieran más de cinco peonías a los soldados de infantería ni más de tres caballerías a los soldados de a caballo. Esto condujo en principio a mantener un cierto control por parte de las autoridades coloniales para que se cumplieran dichas decisiones haciéndose con el tiempo harto difícil mantenerlos ya sea por motivos “políticos”, “personales”, o por la falta de hombres que se ocuparan de ello, por tanto tuvieron que hacerse a la vista gorda dejando proceder a su libre albedrío aquellos poseedores de tierras que basados en el predominio político y económico aumentaron de manera desproporcionada sus linderos, bien sea para aumentar sus cultivos, bien para aumentar y concentrar población (indígena) para su servicio o simplemente para concentrar aun más el poder personal y político que esto conllevaba.
Es muy importante insistir en que las fundaciones de pueblos y ciudades en la América, se mantuvo estrictamente apegada a las ordenanzas de la Corona española, ellas se llevaron a cabo por vía de las capitulaciones y los acuerdos pautados entre la metrópoli y los gobernadores de las provincias ya existentes en el nuevo mundo, dándosele dicha responsabilidad a hombres experimentados pertenecientes estos al poder militar y civil de la Corona en la América colonial.
Estas reglamentaciones para el poblamiento se cumplieron en casi todas las colonias que España tenia en la América, al igual que las Ordenanzas para el proceso de fundación que frenaban las aspiraciones de los conquistadores por hacerse fundadores de pueblos y ciudades sin permiso de nadie cosa que estaba prohibido so pena de muerte, como fue el caso de Juan Rodríguez Suárez y la fundación de Mérida en 1558 que sin autorización alguna ejerció esa tarea poniéndose en contra y rebeldía de las decisiones de la Corona. Esto le acarreo graves problemas con el Virreinato de Santa Fe de Bogotá quienes dieron orden al Capitán Juan de Maldonado para que lo arrestara y lo devolviera a este Virreinato cuestión que fue cumplida cabalmente por éste.

Modos del Uso de la Tierra a partir del Latifundio y Minifundio en Venezuela.
Todos los sistemas agrarios que fueron implementados por la Corona española en el territorio venezolano desde que se inicio la colonización, fueron aplicados bajo un control férreo pautado desde el sistema económico de la época feudalista; estos criterios o mandamientos de la Corona, se limitaron a formar las unidades de producción que les asegurará al máximo el mercado de exportación de aquellos rubros de mayor consumo a nivel mundial, sin importarle los medios que se utilizaran para el logro de tal fin. Estos sistemas fueron puestos en marcha con la implementación de las dos unidades latifundistas de producción agrícola y pecuario sostenido en la hacienda de plantación y en el hato ganadero desde donde manejaron, las disposiciones de control de la tierra indígenas, emanadas desde la metrópoli (España) aplicándolas a su libre albedrío y en su beneficio particular para así poder justificar de manera "legal" la rapiña, la invasión y la apropiación indebida de las tierras de los indígenas venezolanos que dio como resultado la tenencia de la tierra; que con el tiempo se convirtió en "propiedad de la tierra".
Se puede decir, que desde la aplicación de la encomienda, se produjo toda una serie de mecanismos que llevaron a concentrar aun más los grandes espacios geográficos que el conquistador español había arrebatado a los originales habitantes de Venezuela. No porque así lo decidiera la Corona; por el contrario la aplicación de éste método llevaba intrínseco el frenar el asalto, la barbarie y la apropiación indebida que hacían estos españoles contra los indígenas, sus conucos y su producción agrícola; mas se hizo caso omiso y se convirtió en un instrumento que al tiempo fomento lo que iba a ser más adelante la gran "propiedad de la tierra".
Rojas de Lo Porto Blanca. La Estructura Agraria Venezolana. Ensayo de Análisis En La Región Central de Venezuela. 1981. UCV. Instituto de Economía Agrícola y Ciencias Sociales. Maracay. p27.
La aparcería y la medianería, fueron algunos de los sistemas que sustituyeron al método esclavista que predominó en la época colonial. Bajo esta estructura se disfrazó el derecho y la individualidad del hombre campesino, aun más antes de sentirse libre de ataduras, el peón de hacienda o del hato ganadero, adquiría compromisos con el patrón que los llevaba a convertirse de nuevo en esclavos de estos; ya no por la potestad de "propiedad" que el latifundista tuvo sobre ellos, sino por las deudas que el campesino adquiría con éste y que estaba obligado a pagar con el producto de su trabajo, al cual jamás podía cumplir por cuanto la deuda no paraba de crecer y la producción jamás alcazaba para cancelarla.
Una de las formas de atar al medianero y al aparcero al latifundista de por vida (mucha veces esto lo heredaban los hijos) fue la creación de las llamadas pulperías o tiendas de raya, donde estaban obligados a asistir para adquirir los comestibles y demás artículos de manutención para sus familias; esto llevaba inconfundiblemente a mantener un endeudamiento de nunca acabar con el dueño de dichos abastos que no eran otros que los propios dueños de haciendas o hatos, además, el nombre de tiendas de raya no es por casualidad, pues este se debe a la forma de llevar las cuentas en estos negocios con los acreedores, que era marcando sobre una tabla o papel la deuda con ciertas "rayas" que según su tamaño representaba la deuda y desde luego eran guardadas muy "celosamente por sus dueños", quienes hacían crecer sus interese descomunalmente para mantener a estos "socios" siempre dentro de sus predios.
De La Plaza, refiere que tanto la aparcería como la medianería actúan siguiendo conductas muy parecidas, siempre en beneficio del terrateniente y nunca para favorecer al campesino, y dice: "El 'aparcero' tenía que entregar al propietario de la tierra parte de la cosecha que recogiera –el 1/3, la 1/2 o el !/4- según la región o si el propietario suministraba semillas o bestias de labor. Mediante el 'contrato de medianería', verbal o escrito, el propietario de la tierra entregaba al 'medianero' un lote de montaña para que lo talara y sembrara de cacao o café, con la condición de que las matas que fueran sembradas se repartieran de por mitad al estar en producción obligando al medianero a vender las suyas al propietario de la tierra a su requerimiento, y a realizar, como también los 'aparceros', por exiguos salarios, las labores que en el fundo les fueran encomendados".
De La Plaza Salvador. El Problema de la Tierra. 1976. Volumen V. UCV. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Caracas. pp49-50.
http://209.85.215.104/search?q=cache:45mn8KUkZywJ:servidor-opsu.tach.ula.ve/ascen_acro/maldon_h/cont/capitulo_2parte2.pdf+las+haciendas+de+cafe+y+cacao+en+ejido+merida+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=15&gl=ve
Aunque en la hacienda hubo casi siempre un cultivo principal, se practicaron otros complementarios de menores proporciones; tampoco faltaron las actividades vinculadas a la ganadería. En las haciendas cañeras, por ejemplo, era frecuente el cultivo del café y, en las de café, el cultivo de la caña de azúcar. El cultivo del café se hacía en laderas no aptas para la caña; por lo tanto, fue la configuración del terreno la que, en última instancia, determinaba las superficies a cultivar y establecer el tipo de cultivo. En las haciendas de cacao también hubo frutales menores. Los tres tipos de cultivo, caña, cacao y café, son los que motivaron al hacendado la construcción de una casa residencial con todas las dependencias de servicios, talleres, depósitos, establos, trapiches, patios, y espacios para procesar y almacenar las cosechas. Hubo, naturalmente, otros tipos de haciendas menores, principalmente en el área andina, dedicadas al cultivo simultáneo de trigo, papas, maíz y frutales.
http://www.analitica.com/art/1999.06/habitat/00007.asp

(En el análisis de la organización y desarrollo de la hacienda, el latifundio, el minifundio, la medianería y la agricultura en las áreas de impacto del páramo de Los Conejos en la Sierra La Culata es necesario revisar los procesos socio-históricos que se desarrollaron en estos lugares en el período prehispánico que son base para la organización de la hacienda que es trasplantada de España a Hispanoamérica. Varios cultivos autóctonos generan las grandes haciendas en Venezuela, en el caso de Mérida ocurre lo mismo, que se repite en las áreas de influencia del páramo de Los Conejos, es el caso del cacao y el tabaco.)
La agricultura en la antigua gobernación de Venezuela se desarrolló a partir de los productos indígenas que hallaron en estas tierras los primeros pobladores españoles. El principal, por ser el más común y de mayor abundancia, el maíz, que constituyó la base de la alimentación no sólo de los nativos, sino de los mismos europeos que lo apreciaron desde el primer momento; adaptándose a su empleo en las distintas formas que solía usarse a manera de pan, y en adelante se constituyó en el fundamento de su dieta, tal como ocurrió en el resto de América, de donde fue llevado prontamente a Europa. En las primeras expediciones emprendidas por los Welser desde Coro, a partir de su arribo en 1529, encontraron plantaciones y aun grandes depósitos de maíz, como el que describe Jorge Spira en 1535 en un pueblo indígena al pie de la cordillera, con más de 1.500 fanegas (70.000 kg aproximadamente). Otro de los productos que entraron inmediatamente en la dieta de los descubridores y conquistadores, fue el casabe obtenido de la yuca (Manihot utilissima). El desarrollo de la demanda hizo pronto insuficiente la producción local, pues en el Primer libro de la Hacienda Pública aparecen 2 registros por un monto de 70 cargas introducidas en Coro en 1534, evidentemente procedentes de regiones costeras muy próximas, pues a corta distancia de Coro había plantaciones. Otros 2 productos que encontraron los europeos en Venezuela y que más tarde adquirirían gran importancia en los mercados continentales y sobre todo de Europa hasta nuestros días, fueron el algodón y el tabaco. El primero se daba silvestre y con su fibra los indígenas fabricaban los toscos paños que les servían «Épara cubrir sus vergüenzasÉ», y un artículo de uso doméstico que más tarde tendría también por parte de los españoles un uso muy común y difundido: la hamaca. Al principio quedó limitado a los bosques naturales, pero cuando la industria textil europea generalizó el empleo del algodón americano, surgieron las nuevas plantaciones y la aplicación de métodos modernos para su cultivo e industrialización de la fibra. Sin embargo, el fruto más importante y sobre el cual se fundó toda la economía colonial venezolana, fue el cacao (Theobroma) que según diferentes testimonios, siendo oriundo de América, existió silvestre en algunas regiones de Venezuela. Los primeros pobladores españoles encontraron abundantes arboledas en la región de Mérida, cuyos aborígenes extraían del grano aceite para encender lámparas votivas en homenaje a sus dioses, atribuyéndole también cualidades medicinales; pero también preparaban la conocida infusión que tomaban endulzándola con miel de abeja.

La hacienda:Este patrón de organización de la producción que se había establecido en Venezuela en el siglo XVIII con el auge del cacao, se extendió durante el siglo siguiente a lo largo del territorio, desarrollando rasgos que ya se advertían en aquel momento, entre los cuales cabe destacar la limitada capitalización, el laboreo poco especializado con bajos niveles de jornada-hombre por hectárea, la concentración de la propiedad de la tierra y la vinculación de la mano de obra fundamentalmente mediante mecanismos de coerción. Esa ampliación, asimismo, permitió a la hacienda contar con tierras abundantes para la producción conuquera de la mano de obra, conjugando de manera permanente la producción para los mercados internos y para la subsistencia. Considerando la vinculación de la mano de obra a la hacienda durante el período, el rasgo dominante fue la generalización del peonaje. Al iniciarse el siglo XIX, parte de la mano de obra de la hacienda era esclava que, si bien había incrementado su número en las últimas décadas coloniales, no representaba la población trabajadora más importante. Incorporada la esclavitud a las haciendas, su importancia residía en que representaba la mayor parte del capital de los hacendados, utilizado como garantía para sus préstamos. Al mismo tiempo, la población libre de negros, indios y pardos, que desde el período colonial representaba la mano de obra mayoritaria de la hacienda, como bien lo constataron Humboldt y Depons en la primera década del siglo XIX, se mantuvo en ascenso después de la ruptura del nexo colonial, de tal manera que, cuando se abolió la esclavitud en 1854, el peonaje, que era la forma de vincularse la población libre a la hacienda, estaba ya plenamente establecido.
Los antiguos esclavos tendieron a convertirse en peones de las haciendas en condiciones económicas similares y a veces, peores a las de su situación anterior, a la vez que continuaban siendo objeto de una discriminación basada en el factor étnico. Aunque la existencia de una población sin tierras representaba una oferta potencial de mano de obra, las condiciones de trabajo y los niveles de remuneración parecían no ser muy atractivos y de allí los factores de resistencia y la expansión del conuco libre de los que tanto se quejaban los hacendados, y la puesta en práctica de mecanismos diversos: cesión en usufructo de tierras de la hacienda para la producción conuquera, endeudamiento mediante los adelantos hechos a los peones por los hacendados y otros mecanismos de coerción respaldados por reglamentaciones provinciales para normar el trabajo y combatir el vagabundeo, las cuales frenaban la producción independiente y obligaban a la población con escasos medios de subsistencia a contratarse en las haciendas.
La producción familiar conuquera y la agroexportación:Con el café, la producción familiar de cultivos mixtos se incorporó también a la corriente del mercado internacional. De importancia, particularmente en los Andes donde se había multiplicado desde los primeros años de la República con cultivos de caña de azúcar, papas, trigo, maíz, frutos menores y ganado, este patrón de producción, el conuco, se expandió en el territorio desde mediados del siglo. Esta producción se fundaba en la posesión de pequeñas y medianas extensiones de tierra por un grupo familiar que realizaba dicha producción usando su propia fuerza de trabajo y la de otros grupos familiares bajo formas de reciprocidad. La asociación del café con otros cultivos y actividades de subsistencia, al igual que en la hacienda, le daban a este patrón de producción una alta capacidad para adaptarse a las condiciones del mercado. Si bien el cultivo se realizaba con las mismas condiciones tecnológicas de la hacienda, el beneficio era rudimentario, por la imposibilidad de hacer inversiones para tecnificar esta tarea, como fue más frecuente en las haciendas. La producción de un fruto de poco acabado y con menor precio en el mercado, unido a las condiciones desventajosas de la comercialización establecidas por comerciantes intermediarios y a la necesidad de recurrir a créditos usurarios, entre otros factores, contribuyeron a que este patrón de organización de la producción tuviera una baja capacidad de generación de beneficios. http://www.fpolar.org.ve/nosotros/educacional/economia/agricultura.html


INFLUENCIA DEL CAPITAL (GOBIERNO BANCOS, CASAS IMPORTADORAS) SOBRE LOS CAMINOS DEL PÀRAMO
Concluida la guerra de la independencia, las casas comerciales de origen británico, francés y alemán sustituyen a los comerciantes españoles y canarios del período colonial. Los británicos se retiran de sus colonias a mediados del Siglo XIX, quedando en mano de alemanes el predominio de la actividad mercantil. Durante la colonia, el cacao fue el principal producto de exportación, pero al término de la guerra de la independencia, el café lo sustituye para ocupar el primer lugar de exportación durante aproximadamente un siglo. Las firmas alemanas que capitalizaban la exportación del café durante este período, sufren su primer revés durante la 1ª Guerra Mundial.
(Las empresas comercializadoras del café asumieron en las áreas de influencia del páramo de Los Conejos las funciones de los bancos al conceder prestamos en dinero y en especie a los caficultores a cuenta de sus cosechas futuras y propiedad de la tierra; cumplieron funciones del Estado al promover el cultivo, la tecnología requerida, la vías de comunicación y los medios de transporte, por lo que influyeron en los caminos construidos en el páramo de Los Conejos)
http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1011-22512006000100012&lng=pt&nrm=iso&tlng=es

INFLUENCIA DE LOS PUERTOS DEL SUR DEL LAGO DE MARACAIBO SOBRE LA CONSTRUCCION Y FOMENTO DE LOS CAMINOS DEL PARAMO DE LOS CONEJOS.
En diciembre de 1607 se crea el corregimiento de Mérida y La Grita, con lo cual la ciudad se separa administrativamente del Corregimiento de Tunja, al cual pertenecía. Dicho corregimiento, incluía además las ciudades de Barinas, San Cristóbal y el Puerto de San Antonio de Gibraltar en la costa oriental del lago de Maracaibo. Los primeros pobladores de Mérida, una vez establecidos en la Meseta, necesitaban de una vía de comunicación con el exterior, para realizar el comercio del trigo, cacao, y tabaco. Un grupo de vecinos de la naciente ciudad organiza una expedición que se dirige hacia el Lago, atravesando los páramos andinos y establecen el Puerto de Gibraltar. Sobre este episodio nos apunta la pluma excelsa de Tulio Febres Cordero:
“...Poblada y conquistada Mérida en 1558, varios vecinos de esta ciudad emprendieron el descubrimiento de las tierras ribereñas del Lago de Maracaibo, entre ellos el capitán Miguel de Trejo, quien vino con el fundador de Mérida Juan Rodríguez Suárez y fue delos primeros que tuvieron encomiendas y fundaciones en dicha costa, creando allí puertos por donde se hacía el comercio con Venezuela. Este comercio y contratación que iba en aumento, fue causa para que se fundase en la laguna Nueva Zamora oMaracaibo con el fin de que este lugar sirviese a los de Venezuela para comerciar con los puertos ya existentes de Mérida.
En vista de esto, el cabildo de Mérida, con fecha 17 de Diciembre de 1591, cometió al Capitán Gonzalo de Piña Lidueña la fundación de una villa y puerto sobre la costa del Lago de Maracaibo, que Mérida poseía desde 1559, y donde estaban ya fundados y establecidos muchos de sus vecinos y se hacía de tiempo atrás e lcomercio con Venezuela, Santo Domingo, Cartagena y Santa Marta... “
Así pues, Lidueña funda el puerto en los primeros días del mes de febrero de 1592, con el nombre de Villa de San Antonio de Gibraltar. A partir de 1622 se crea la gobernación de Mérida y La Grita, siendo su primer gobernador el trujillano Juan Pacheco Maldonado, designado por el Rey de España en gratitud a sus valiosos servicios y con la finalidad de someter a los indios motilones del sur del lago de Maracaibo, que impedían la navegación por el río Zulia. Juan Pacheco Maldonado fue uno de los primeros conquistadores nacido en Venezuela, hombre de reconocida valentía y un aventurero incansable, quien ganó el cargo por sus servicios prestados a la corona en su lucha incesante contra los indios aguerridos del norte del lago de Maracaibo, los zaparas, adiles, toas, anzales, arubas, barautes, quiriquires y otros, hasta lograr la pacificación del territorio y someter a todas estas tribus. Maldonado asumió el poder de su gobernación en 1625. Durante años estuvo recorriendo el amplio territorio fundando pueblos, repartiendo las tierras, mejorando los caminos y resolviendo toda clase de asuntos legales de los infinitos pleitos en su jurisdicción.
http://209.85.165.104/search?q=cache:4xqJXLDOcSUJ:webdelprofesor.ula.ve/ciencias/lico/Libros/Visitanmerida/peqhistoria.pdf+comercio+en+la+colonia+desde+merida+hacia+maracaibo+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=9&gl=ve

Estas regiones se fueron redefiniendo a partir de la llegada de los españoles en el siglo XVI al mismo ritmo que se desarrollaba la actividad agro-exportadora. Según las demandas del mercado capitalista se estructuraron espacios sociales articulados internamente por la mutua conveniencia de hacer operativas las áreas de producción y de comercialización. Circuitos económicos que descansaron en una red de ciudades de acopio, dormitorio y puertos; diferenciados en cuanto a red de intereses de los diversos centros de poder económico y político. A estos espacios sociales de los períodos aborigen, monárquico y republicano ha denominado la reciente historiografía venezolana “regiones históricas” por tener vínculos territoriales y humanos que los unieron y procesos socioeconómicos y culturales compartidos e integrados en la larga duración (Cardozo, 2005: 24–25).
El abastecimiento de la flota menor que tocaba en Cartagena de Indias, necesitada para la navegación de retorno hacia las Antillas y España de harinas, bizcochos y jamones entre otros alimentos de la dieta diaria, constituyó el estímulo externo que impulsó la formación del circuito agroexportador de la cuenca del Lago de Maracaibo, vinculado a las áreas productivas andinas, y el externo con el inmediato Caribe. Luego se añadirían tabaco, cacao, cueros y otras mercaderías. Al interior fue estimulado por la necesidad de proveer de textiles, armas, herramientas de trabajo, aceite y vinos, entre otras manufacturas, a los primeros asentamientos hispanos ( este comercio provenía en parte de la ciudad de Mérida y sus alrededores y tenía a los caminos construidos en el páramo de los Conejos la vía de comunicación más rápida y segura para llevar y traer los productos hacia Maracaibo y de allí a Cartagena).
En un primer momento, el circuito fue plurinodal. Tres puertos del Lago, Moporo, Gibraltar y San Pedro en su costa oriental, más uno fluvial, Zulia, operaron como centros de acopio e intercambio con Cartagena de Indias, Santo Domingo y Sevilla. Progresivamente el puerto de Maracaibo se impuso como único centro nodal; su estratégica ubicación en el área de contacto entre la comunicación marítima y lacustre favoreció el proceso. Memorias, Año 2, Numero 4. Uninorte. Barranquilla. Colombia. MMV – II Semestre. ISSN 1794-8886.

Varios fueron los efectos que sobre este espacio social originó la aparición del
circuito agroexportador, así como cambios fundamentales y definitivos en relación al período prehispánico. Fueron los más significativos la exploración y apertura de la red vial matriz del occidente de la actual Venezuela y su integración a las principales rutas de la Provincia de Pamplona y del Caribe, acompañadas por el proceso fundacional y ocupación del espacio sobre los ejes viales que enlazaban el circuito.

Progresivamente se dio la apropiación de las tierras productivas andinas y costa oriental del Lago de Maracaibo por parte de colonos hispanos, y su destino a la producción de excedentes. La introducción de afroprovenientes originó el surgimiento de relaciones de producción esclavistas y serviles, la definición de un sector dirigente que conjugó propiedad de la tierra, fuerza productiva y control del comercio. La imposición definitiva del puerto de Maracaibo como eje del circuito agroexportador precipitó en 1676 la unificación administrativa de todo el occidente de la actual Venezuela bajo la denominación de “Provincia de Mérida, La Grita y ciudad de Maracaibo”, dependiente de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá, y la designación de Maracaibo como capital de Provincia y sede de la “feria de hacendados y mercaderes” que se realizaba con giro anual de 200.000 pesos oro, botín atractivo para los bucaneros del Caribe.

En una segunda etapa que podría denominarse de expansión del circuito agroexportador, hacia mediados del siglo XVIII, los cambios operados en la política económica de la monarquía española incentivaron el interés en los productos agropecuarios, en especial del cacao, la libertad de comercio y el contrabando. Desde su interior esta región dinamizó el circuito con la demanda de géneros y efectos suntuarios para las minorías dirigentes en ascenso. Estas circunstancias señalaron un primer momento en esta etapa que se extendió hasta mediados de la década de 1820, al finalizar el dominio español sobre la Capitanía General de Venezuela.
En base de la explotación del cacao, trigo, tabaco y caña de azúcar, principalmente, se definieron en el piedemonte y valles andinos de las actuales Venezuela y Colombia áreas altamente productivas. Cada una de ellas volcaba sus frutos en puertecillos del Lago de Maracaibo o de sus afluentes, era transportada al puerto de Maracaibo y de allí se remitía al Caribe y España. Trujillo y su jurisdicción por lo puertos de Moporo, Tomoporo o La Ceiba; Mérida por Gibraltar y San Pedro; La Grita y Bailadores por lo puertos de Las Guamas y Escalante; San Cristóbal, Cúcuta y jurisdicciones vecinas por San Faustino y San Buenaventura, puertos sobre el río Zulia.
Durante este período, el comercio estuvo controlado por los vascos, en un primer momento, y luego por catalanes; se efectuaba con la mayor parte de los puertos españoles en el Caribe, Cartagena, Veracruz, Santo Domingo, Cuba, Puerto Rico, y con las colonias extranjeras principalmente a través de Curazao y Santo Tomás.
La expansión del circuito agroexportador originó significativos cambios que afectaron al todo social que habitaba la región histórica del Lago de Maracaibo. Se reactivó, en el último tercio del siglo XVIII, el proceso de ocupación del espacio, a partir del puerto de San Pedro, al sur del Lago, y surgieron nuevas fundaciones en las márgenes de los ríos Escalante y Zulia-Catatumbo con la finalidad de pacificar definitivamente a las tribus motilonas y así facilitar el libre acceso y uso de las áreas de mayor dinamismo económico, los valles de San Cristóbal y Cúcuta. La minoría dirigente, los “notables”, con residencia en Maracaibo, se destacó por su mayor poder económico y participación en la estructura de poder local y en los principales poblados andinos, unida por estrechos vínculos familiares.

Comercio del Lago de Maracaibo con Los Andes en el siglo XIX

En lo que respecta al circuito comercial del occidente de la actual Venezuela, éste funcionó a lo largo del siglo XIX, al igual que en los tres siglos anteriores, sobre la base estructurante del sistema de puertos del Lago de Maracaibo y afluentes fluviales que servían de depósito y trasbordo, como se afirmó, entre las áreas productivas de los valles y piedemonte andinos venezolanos y neogranadinos con el puerto de Maracaibo.
La importancia de la producción y comercialización del café, por la demanda europea creciente, desplazó a las tradicionales localidades de Gibraltar y Zulia como puertos intermedios entre Los Andes y el de Maracaibo; su lugar lo ocuparon La Ceiba y el eje Los Cachos – La Horqueta como salidas, respectivamente, de las áreas trujillanas y tachirenses. De hecho, estos puertos movilizaban para 1851 un 82%, café en su casi totalidad, de los frutos que se introducían anualmente al puerto de Maracaibo ( la producción de café tuvo poca o ninguna salida a través del páramo de Los Conejos, para ese tiempo el transporte se hacia por la vía del río Chama buscando el Vigía, de allí por tren hasta santa Bárbara o por el río Chama hasta el puerto de Gibraltar en menor cantidad. Sin embargo la vertiente de la sierra La Culata que da hacia el lago de Maracaibo en razón de la importancia de la producción del cultivo del café, con la organización de grandes haciendas que construyeron y fomentaron los caminos antiguos que atravesaban el páramo de Los Conejos, pero que llegaban solo hasta el piso altitudinal propicio para esta planta, así florecieron varios poblados como: San Cristóbal de Torondoy, Las Virtudes, Torondoy, Arapuey, que se consolidó con la construcción de la carretera Panamericana).
A medida que se afianzaba el café como principal producto de exportación regíonal, La Ceiba y el eje Los Cachos – La Horqueta se consolidaron como puertos de intercambio del comercio lacustre, constituyéndose a su vez en centro de vastos “hinterlands”, de los cuales dependían sus áreas productivas y poblados para los contactos económicos y comunicación con Maracaibo y el exterior. En términos de la exportación de excedentes y adquisición de los rubros complementarios de la dieta básica e insumos domésticos, cada uno de estos “hinterlands”, así como el resto de las micro–regiones, tuvo un comportamiento económico autónomo en relación a los demás espacios socioeconómicos de la extensa región de la cuenca del Lago de Maracaibo El francés Alexandre Boyer fue el factor principal de su definitivo impulso y vigencia como puerto lacustre de primer orden en las décadas de 1840 a 1860. Personaje poco conocido y de difícil seguimiento a través de la documentación de la época, pero sin lugar a dudas de gran significación en el proceso productivo de mediados de siglo, había arribado a Maracaibo hacia 1827 y desde aquellos años estuvo dedicado al comercio y otras empresas en la región.
Los comerciantes de café más importantes residenciados en el pueblo compraban el café mediante la operación de abastecer a los cosecheros con los géneros que ellos necesitarían durante el año... El crédito pudo tomar la forma de una venta anticipada, en la cual el valor monetario de los artículos provistos era considerado como el precio de compra de una cantidad específica de café. O el monto del café a ser entregado pudo no ser fijado, y el productor entregaría el café 'al precio de la plaza' en la fecha prevista. Quien controlaba el crédito trataba de prever las tendencias de los precios y de adoptar uno y otro método según el movimiento de los precios. Las compañías de comercio de Maracaibo, pues, hicieron las veces de bancos en el desarrollo de la economía cafetalera. Mediante el uso de compromisos crediticios, los principales comerciantes residenciados en los pueblos podían comprar café directamente de los pequeños comerciantes o grandes hacendados en las más pequeñas poblaciones y asentamientos. Tales compradores locales adquirían el café a través de las mismas relaciones de crédito establecidas por los grandes comerciantes: ellos proveían bienes para la producción y consumo a los pequeños productores o indirectamente a través de un intermediario tales como a cambio de café. Los intermediarios, a su vez, eran abastecidos de estos bienes por los grandes comerciantes residenciados en los pueblos. De este modo; el intermediario era acreedor en relación a los pequeños productores y deudor respecto a los grandes comerciantes...
El gran comerciante establecido en los pueblos compraba los bienes de producción y consumo necesarios a las compañías Comerciales de Maracaibo que exportaban café. De este modo, él estaba atado a los comerciantes de Maracaibo por la misma suerte de vínculo que él imponía a los comerciantes y productores de menos importancia... Un préstamo abierto mediante una venta de mercancías por una firma de Maracaibo por ejemplo al 6 ó 12% anual de interés llegaría al productor, a través de varios intermediarios, a un interés mensual del 1.5 al 3%. El préstamo podía ser reembolsado con el café, desde el productor a través del comerciante local al comercio de Maracaibo (Roseberry, 1983: 83–84).
De este modo, complejo y generador de profundas brechas sociales entre los grandes comerciantes radicados en Maracaibo y los intermediarios y cosecheros andinos, funcionó el sistema crediticio en un espacio económico donde las áreas productivas estaban muy retiradas y eran de tan difícil acceso vial desde el puerto que concentraba el café para su exportación. Otra fue la realidad de estos mecanismos del crédito mercantil y sus efectos sociales en la región centro-costero venezolana, como ha quedado demostrado en el ensayo de Susan Berlung titulado El crédito mercantil de Páez a Guzmán Blanco: un análisis de la actuación de la Casa Boulton (Berlung, 1984)
Desde las haciendas, en las laderas de los valles, las cabalgaduras descendían
hacia los centros de acopio y La Ceiba, organizadas en recuas de ocho bestias, a través de zigzagueantes caminos de herradura adosados a las pronunciadas pendientes, peligrosos o inaccesibles en tiempo de lluvias por lo resbaladizo de los terrenos y las crecidas de las quebradas y riachuelos. Alcanzada la planicie próxima al Lago, los viajeros debían avanzar por insalubres y selváticos terrenos, originados por los numerosos caños que desaguaban las corrientes y ríos de la cordillera.

Los comerciantes alemanes y la consolidación del circuito agroexportador
A principios de la década de 1840, los alemanes se hicieron presentes en la región histórica de la cuenca del Lago de Maracaibo. Desde los años de la República de Colombia, representantes diplomáticos, hombres de negocio y comerciantes germánicos se habían establecido exitosamente en otros puertos y ciudades venezolanas -La Guaira y Puerto Cabello en particular (Walter, 1986: 157–160). El arribo a Maracaibo de los adelantados de este dinámico y emprendedor grupo, cuya influencia se haría sentir de inmediato y de modo creciente por el resto del siglo XIX y principios del XX, ocurrió en los primeros meses de 1842. Dos firmas alemanas, “Shön Willink & Co.” y “H. E. Schmilinsky & Co.”, iniciaron sus operaciones en Maracaibo. De inmediato se colocaron a la par del comerciante hasta entonces más sólido, el británico Frederic Harris, y desplazaron al resto de las extranjeras y marabinas que durante la anterior década habían controlado la actividad mercantil del circuito.
La competencia, en principio, se observó en el manejo del comercio con el exterior: Los registros conservados sobre introducción de frutos provenientes de los Andes y costa lacustre al puerto de Maracaibo, revelan cómo las operaciones de las firmas alemanas no superaban a las de comerciantes locales criollos y extranjeros. Pero en menos de una década, según el "Registro de introducción de frutos" correspondiente al año económico 1850–185l, las firmas alemanas, asociadas para esta fecha bajo la razón comercial "Graf y Schön" y "Schmilinsky Fahrenholtz y Cía." habían igualado y aún superado a las demás en operaciones con las áreas productivas de la región.
De este modo, las firmas alemanas asumieron el liderazgo del comercio marabino, en algunos casos asociadas con firmas locales de raigambre; éstas, intuyendo el avasallador avance alemán, eligieron la opción de unir capitales antes de verse desplazados o sucumbir como ocurrió con la mayoría. Las firmas alemanas disponían de los capitales necesarios para iniciar y dar continuidad a sus operaciones en Maracaibo. Al contrario de lo ocurrido con los
comerciantes ingleses, franceses e italianos de la primera oleada de inmigrantes instalados con la ayuda de pequeños créditos mercantiles de firmas antillanas, los alemanes se establecieron en Maracaibo respaldados por sólidas casas comerciales de Hamburgo y Bremen, principalmente, El poder económico y nuevo estilo en la organización y conducción de los negocios de esa "aristocracia de mostrador" descollaba y aún deslumbraba con su apariencia externa. Aquellos comerciantes alemanes, impecables en su traje blanco de elegante corte y entalle, pulcras botas pulidas, camisa y cuellos a la última moda, cenaban formalmente trajeados y con corbata negra; se reunían en sitios exclusivos, a donde sólo a ellos les estaba permitida la entrada: "el club", con su orfeón y equipo de remeros.
Pero sobre todo sobresalían por su sistema de operar en los negocios. Eran quienes mejor conocían las necesidades del mercado en el circuito agroexportador, cultivaban excelentes relaciones con los líderes locales, se esmeraban en hablar un fluido castellano. En las casas comerciales observaban un rígido mecanismo de promoción del personal, de manera que los jóvenes empleados alemanes ascendían metódicamente de un puesto a otro hasta convertirse en socios de la firma, luego en jefes, y finalmente regresaban a Hamburgo donde asumían la responsabilidad del contacto comercial y financiero con Maracaibo. Este proceder dio origen a la expresión "Made in Germany", frase de cuño británico con la cual, en 1896, en un clima de justificada alarma definieron aquel arrollador empuje de la maquinaria económica alemana (Herwig, 1991: 26).
A diez años del establecimiento de las primeras firmas alemanas, los comerciantes de Maracaibo, criollos y extranjeros que habían logrado en las anteriores décadas el control del circuito agroexportador y su articulación con los mercados europeos y norteamericanos, se hallaban ahora desplazados de su rol económico, y veían cómo peligraba hasta su desempeño como sector dirigente en la marcha social, política y cultural de la ciudad y región. No es de extrañar que en este predicamento se produjeran frecuentes reuniones para tratar las causas y efectos de esta nueva situación, aun enfrentarla. (Estas casas comerciales tuvieron decisiva influencia sobre los caminos por el páramo de Los Conejos, sobre todo en las áreas de la vertiente de la sierra La Culata que se conecta con el lago de Maracaibo)
http://64.233.169.104/search?q=cache:mFOPE-Gi-qUJ:www.uninorte.edu.co/publicaciones/memorias/memorias_4/articulos/articulogermancardozo.pdf+caminos+de+recuas+para+transportar+la+produccion+de+trigo+en+los+andes+de+merida+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=8&gl=ve

El artículo comienza ubicando a Maracaibo como el centro de la actividad mercantil de una región que abarcaba, además del Zulia, los estados andinos de Trujillo, Mérida y Táchira en Venezuela, así como el Departamento Norte de Santander en Colombia; esta amplia zona es conocida en la historiografía moderna como la "región marabina". Un testigo de la época, José María Rivas (1988), confirma en su libro El Comercio de Maracaibo, escrito entre 1912 y 1913, la importancia y trascendencia de Maracaibo para el intercambio comercial de esta extensa área, que hoy conocemos con el nombre de "región marabina":
Aunque son pocos los vínculos de esta naturaleza que unen al comercio de Maracaibo con el del resto de la República, son de gran importancia en cambio, las relaciones que sostiene con varios estados, y muy especialmente con los andinos; esto se explica por los cuantiosos negocios que celebran nuestros exportadores para obtener los productos, y muy especialmente el café, de aquellas feraces regiones ( En el estudio importa la incidencia de este comercio sobre los caminos que pasan por el páramo de Los Conejos). Además, los importadores de aquí surten en buena parte las plazas de allá de mercancías procedentes de Europa y los Estados Unidos de América. Agréguese a esto que los consignatarios de Maracaibo reciben constantemente los frutos de los Andes, ya para su venta en este puerto, ya para exportarlos por cuenta del remitente; reciben a la vez las mercaderías que llegan para los importadores andinos y, previo el despacho aduanero, las remiten a su destino por los buques de vapor que hacen la navegación del Lago y de los ríos Catatumbo y Escalante usando los ferrocarriles de la Ceiba y del Táchira. Iguales relaciones existen con la importante plaza de San José de Cúcuta, en los Estados Unidos de Colombia; movimiento de tránsito que contribuye a la importancia de la Aduana de Maracaibo (p.99).
La participación de ciudadanos alemanes en el intercambio mercantil del puerto de Maracaibo fue decisiva desde el siglo XIX. Comerciantes procedentes de Hamburgo, Bremen y Lübeck se habían consolidado en la actividad de importación de mercancías de toda clase y de exportación de frutos del país, especialmente el café
(En esta época los caminos de recuas que se extienden por el páramo de Los Conejos dejaron de tener importancia estratégica por cuanto la cantidad y calidad de productos exportados por Mérida recorrían otros caminos. Los de la cuenca media y baja del río Chama lo hacía por este caudal y por el río Arenales. Los productos que se comerciaban por la cuenca alta del río Chama transitaban los senderos que conducían al puerto de la Ceiba principalmente.)



EL AREA SUR DEL LAGO DE MARACAIBO SU INTERDEPENDENCIA CON EL PARAMO DE LOS CONEJOS

(Aspecto que resalta para abordar y comprender la evolución y desarrollo de los caminos en el páramo de Los Conejos es el estudio la vertiente o fachada de la Sierra La Culata que da hacia el Sur del Lago de Maracaibo como zona de amortiguamiento, esta relación ocurría desde siglos antes de la llegada de los europeos a la región, hecho reflejado en las rutas y senderos empleadas para el traslado por parte de los aborígenes del sur del lago y de las montañas de los andes merideños de productos propios de la zona baja: sal, cacao, pescado seco hacia los andes; para recibir de la montaña: maíz, chimó, tabaco, carne de venado, papa, batata, tejidos de algodón y alfarería. El tráfico y el comercio aborigen se realizó por las cuencas de los ríos que recorren en la montaña y desembocan en el Lago de Maracaibo. Durante ese tiempo la espesa floresta de la montaña y el gélido clima de los páramos merideños sirvieron de barrera para impedir la continua y violenta invasión de tribus guerreras y belicosas de los Caribes, motilones y Arahuacas del sur del Lago a la serranía merideña.
Con la llegada de los europeos, estos siguieron las rutas y senderos construidos por los aborígenes en la búsqueda de oro, plata y otros minerales preciosos, para lo cual, los conquistadores efectuaron avances sobre esa zona, provenientes de la Provincia de Venezuela y de Pamplona con el fin de conquistar y asegurar los espacios a favor de una y otra provincia.
Durante la colonia otras relaciones socio-económicas-polìticas-administrativas se establecieron en esa zona; región en la que se consolidó, en primera fase de la Colonia, la importante producción del cultivo de cacao de gran valor en los mercados europeos, de allí que la zona Sur del Lago y los caminos que comunicaban con los Andes fueron de importancia estratégica en lo comercial y en la defensa, por cuanto le daba acceso a los puertos lacustre del Lago de Maracaibo y la salida al océano Atlántico.
En los siglo XIV y XV, los primeros pobladores y habitantes del Sur del Lago era los indígenas: Los Vigías centinelas de las montañas y los cerros aledaños al Vigía, los Chamas, Guaeroríes, Chiguaras, Mocotíes, Tabayanes, Mormuquenas, Torondoys, Perijás, Machiques, Coro Coro, Onias, Guayabones, Motilones, Baris, los Yucpa y en el norte del Zulia los Guajiros, Mucujepes y otros... Los Chibchas y los Timotocuicas huyeron a las altas montañas, despobladas (a la llegada de los europeos ) ... Los Caribes se defendían como fieras no se entregaban mansamente, lucharon con valor indomable. Los Caribes eran los pobladores de todo el Zulia, eran muy bravos y con un carácter de fieras, los más salvajes. Siglo XVI, ante el etnocidio traumático, la masacre total, la invasión de sus propiedades, los incendios, las torturas crueles, la expropiación de sus bienes y joyas con la fuerza de las armas apropiación ilícita de todas las tierras ajenas y cultivadas en los territorios llanos y el hurto de sus tesoros naturales y el asesinato de sus caciques con premeditación alevosía y ensañamiento. En 1635, se procedió a la ocupación y apropiación ilícita de todas las tierras cultivadas en el territorio o del Sur de Lago las mismas que pasarán como propiedad de la corona, durante la explotación de la ganadería y el cacao. "En el año 1793 el Rey Carlos IV, decreta una exploración dirigida por Fray Eduardo de La Victoria, prefecto de las misiones" de la provincia en el río Chama desde El Vigía, hacia la desembocadura del lago, con el fin de hacerlo navegable y aprovechar la fertilidad de sus riberas, pues con los mismos materiales que arrastran sus aguas dan para la construcción de las escolleras" "... y sigue sonando el nombre de El Vigía, todavía faltaba mucho tiempo para, su pobladura..." 26 de enero de 1952 se ordena la construcción del Puente sobre el río Chama, características de ancho 8 metros, su estructura de 630 metros el costo total de esta monumental obra es de 8.000.000 (ocho millones de bolívares).
La constructora de esta estructura metálica es la firma alemana Demaqaktingesllschart, establecida en Hamburgo. El día 8 de diciembre de 1954 se inaugura el puente sobre el río Chama en la Carretera Panamericana. 1956 y 1958 se construye la carretera Panamericana.
Debido a esas razones a los caminos por los que se recorría esas zonas montañosas se les prestó importancia y se constituyeron en las vías más rápidas para el transporte de mercancías desde la cuenca alta y media del rió Chama, Barinas, Apure y los llanos colombianos.
El poblado y evolución como ciudad de Mérida, que con el tiempo se constituyó en la sede política y administrativa de los poderes representativos del Rey de España en gran parte de los Andes occidentales de Venezuela, trae como consecuencia el incremento del comercio, la visita de personalidades y de autoridades que exigía la construcción y mantenimiento de caminos hacia la zona del Lago; el clima y salubridad de las tierras bajas hacía imposible o riesgoso la permanencia de los europeos en esos lugares por lo que se desplazaban continuamente desde Mérida a las plantaciones de cacao. Otro aspecto de relevancia para la construcción y mantenimiento de caminos desde Mérida al Lago de Maracaibo es la constante invasión y ataques de los piratas a las poblaciones costeras, por lo que se requería que desde Mérida se auxiliara a esas poblaciones de los ataques de los invasores, así mismo de la violencia y sublevaciones aborígenes, de la presencia de armadas rivales a España en la búsqueda de arrebatar al imperio español la mayor cantidad de tierra posible, por lo tanto los caminos que comunicaban a Mérida con el Lago de Maracaibo tenían importancia estratégica.
Durante la Colonia hasta 1960 los caminos a través de las montañas mantuvieron su importancia por comunicar y sacar los productos de las plantaciones de café, de cacao, caña de azúcar, ganado, cueros, el trigo, hortalizas y verduras que abastecían el mercado europeo y la demanda de las islas del Mar Caribe. Las montañas de la Sierra La Culata desde la Colonia aportaron a las poblaciones que se fueron consolidando en el recorrido de los caminos madera preciosa y para la construcción, también se extrajo madera de alto valor monetario para exportarla a Europa y el Caribe, en el puerto de Gibraltar se construyeron navíos; poco a poco se talaron las montañas para la organizaciones de plantaciones de café y de potreros para la cría de ganado lo que ha diezmado la inmensa y densa selva que cubría el piedemonte andino, tala y quema que no ha disminuido a pesar de la existencia de leyes y controles.
A partir de ese momento se construyó una extensa red de caminos que conectaba a los centros poblados de Mérida y su área de influencia con el Sur del Lago de Maracaibo, esto hizo que los colonizadores españoles se interesaran en preservar la ubicación original de los centros poblados aborígenes, buscando encontrar las tierras más aptas para el cultivo y la mejor ubicación de los centros poblados con base en la red de caminos. Por esta razón, a finales del siglo XVI e inicios del siglo XVII, la Corona española buscó en el Nuevo Reino de Granada consolidar las fundaciones de pueblos de indios en todas sus provincias, el año de 1586 que marca el inicio del proceso de población misional:
…entre los años 1586 a 1619, caracterizado por la imposición tributaria a los indígenas, el reparto de resguardos …significó el intento más serio por reagrupar a los naturales en pueblos estratégicamente ubicados en torno al eje vial económico y administrativo que, tomando a la ciudad de Mérida como núcleo, partía en dirección a la Laguna de Maracaibo y hacia las otras ciudades españolas, tales como Barinas, Trujillo, Pamplona, Tunja y Santa Fe de Bogota.11
Las ordenanzas de Mérida de 1620 y 162112 reúnen suficientes referencias para describir los distintos cultivos que se practicaban en la jurisdicción de dicha ciudad, tanto por parte de los indios como por los encomenderos. En los centros poblados por indígenas predominaban los siguientes productos agrícolas: frutas, maíz, yuca, tabaco, hortalizas, legumbres, entre otras. Y en las poblaciones de vecinos encomenderos prevalecía: caña de azúcar, algodón, trigo, maíz, añil, cebada, cacao y tabaco. Durante estos años, la producción de cacao era principalmente en Gibraltar, al respecto Marco Aurelio Vila comenta:
Los encomenderos en las tierras bajas y lluviosas de la jurisdicción de Mérida y Gibraltar, poseían cacaotales. El trabajo en estas explotaciones agrícolas estaba aniquilando a los indígenas que eran llevados allí para realizarlo; casi todos ellos de temple sano y fresco; o sea de montaña. Se prohibió el traslado de estos indios a quienes se separaban de sus mujeres; y se ordenó que se utilizara mano de obra de negros esclavos…13
Los pueblos de indios establecidos en los valles piemontanos y llanuras litorales, desde Mérida a Gibraltar, consolidaron el eje vial que servía como ruta económica para intercambio comercial. Entre estos centros poblados tenemos: Pueblo de la Sal, Chaquinigo, Mocotapó, Torondoy, Mucumpis, Mucumpate, Mucutisis, Moxaxán, Tucaní, Tomón, Arapuey, Macao, Capaz, Galgas, Sarira, Chirurí y Mucujepe. Estos grupos aborígenes, que fueron reducidos a pueblos de indios, no tenían libertad de circulación y debían establecerse en áreas muy bien demarcadas. Les era imposible disponer de movilidad, estas comunidades no podían establecer cultivos en zonas frías y calientes.14 El aprovechamiento de la mano de obra local y el comercio trasatlántico de los bienes provenientes del exterior o producidos regionalmente, ameritaba tener organizados los asentamientos en sitios de fácil acceso a la Laguna de Maracaibo y a la ciudad de Mérida.15
Las redes de comercio y comunicación se establecieron sobre una estructura de transporte y comunicación terrestre, fluvial y lacustre, que se fue constituyendo en el litoral de la cuenca del Lago de Maracaibo, con Gibraltar como puerto nodal ubicado en las cercanías de la desembocadura del río Chama. El comercio de mercancías entre Mérida y Gibraltar se conducía a través de dos vías de comunicación: la fluvial, circundando el río Chama, y la terrestre conformada por el camino de recuas,16 que saliendo de Mucuchíes atravesando el páramo, comunicaba al Pueblo de la Sal (Piñango) con Torondoy que llegaba hasta Gibraltar.17
Las tierras Sur Laguenses fueron pobladas hasta la segunda década del siglo XVII exclusivamente por españoles e indígenas, y a partir de 1622 comenzaron a introducir mano de obra esclava negra para las producciones cacaoteras del litoral lacustre. El cultivo del cacao en las tierras del Sur del Lago de Maracaibo tomó auge y desarrollo a finales del siglo XVII, debido, principalmente, a la introducción de la mano de obra esclava. Los litorales fueron utilizados en formas productivas y portuarias, y las demás tierras de esta región fueron empleadas como paisajes de recorrido, vacíos de poblamiento humano; es decir, sólo fueron utilizadas como vías de comunicación entre el interior de los paisajes andinos y su transición a los espacios exteriores. Es importante destacar que una de las características impuestas por el poblamiento hispánico en la legislación establecía, por las Ordenanzas de Descubrimiento Nueva Población y Pacificación de Felipe II, promulgadas en 1573,18 que en las zonas geográficas bajas no se debían desarrollar centros poblados ya que no son las más favorables para la sana expansión del poblamiento humano. Esos espacios tienden a ampliar las enfermedades, lo que condicionaba la vida humana para su desarrollo óptimo. Así, tenemos que el artículo 40 de las denominadas ordenanzas establecía las condiciones geográficas que debía tener un nuevo centro para su poblamiento: "No se elijan lugares muy baxos porque suelen ser enfermos; elijan en lugares medianamente lenbantados …"19
La mayoría de los poblados fundados en el período colonial estaban ubicados estratégicamente en las márgenes de los principales ríos y en las costas. Estos núcleos de poblamiento, en sus inicios, no eran otra cosa que pequeños puertos o puntos de resguardo, centros de acopio y trasbordo de productos, aduanas y hasta posadas, los cuales eran la expresión material de la necesidad que tenían los nuevos pobladores de expandir su influencia en espacios geográficos, con los cuales se garantizaba el contacto con el mercado externo.
A principios del siglo XVIII la situación económica de Mérida se presentaba difícil, pues su población era escasa e incluso había sufrido disminución. Así lo corrobora una real cédula del 23 de septiembre de 1700, donde se expone la suma miseria de la ciudad de Mérida.21 No será sino hasta finales del siglo XVIII. Esto se debió a una real cédula del 17 de junio de 1796, que indicaba la necesidad de realizar el repartimiento de tierras en el delta del río Chama, allí donde este río cruza la llanura que se extiende al Sur del Lago de Maracaibo, para que la denominada provincia de Maracaibo y sus habitantes salgan de la miseria en que se hallaban, se repartieran tierras en la riberas lacustre entre los que puedan cultivarlas, y si no eran trabajadas en dos años las perdían.22 El transporte de productos de las zonas orientales neogranadinas y de la Sierra de Mérida, sólo fue posible después de la pacificación aborigen de finales del siglo XVIII.
(Por qué Mérida entra en el estado de letargo y paralización de la evolución del crecimiento y desarrollo, un hipótesis está en la adscripción de Mérida a la Capitanía General de Venezuela y la pérdida de interés de la Nueva Granada y de Venezuela de establecer salida desde Mérida hacia el lago de Maracaibo)
Fundamentalmente la ocupación misionera en la cuenca del Sur del Lago de Maracaibo estuvo motivada por la presencia de comunidades aborígenes belicosas, las cuales atacaban constantemente los territorios poblados por españoles, perjudicando el transporte de las mercancías, a través de los medios hidrográficos, los denominados caminos de agua, por lo que el poblamiento misional capuchino debe entenderse como un factor de avanzada, ideado para ejercer un mayor control sobre los ejes fluviales que desembocan en las costas del Sur del Lago de Maracaibo, que también fueron azotados por piratas
En general, en el siglo XIX las vías de comunicación entre las diferentes regiones de Venezuela desmejoraron notablemente. Ésta es una de las razones por las cuales Mérida comienza a perder presencia en el Sur del Lago, principalmente por la desaparición de caminos como el ya señalado de Gibraltar-Mérida, lo que trajo como consecuencia que los productores agrícolas y sus áreas ( Esto ocurre en parte por la primacía y prioridad dado por las autoridades al camino de Mérida hacía el Río Chama y su desembocadura en el lago de Maracaibo, en consecuencia) los productores de la cuenca alta del Chama se vieron en la obligación de sacar su producción por el puerto Sur Laguense de La Ceiba, que desde su fundación estuvo bajo el control y jurisdicción de la ciudad de Trujillo. La utilización del puerto de La Ceiba fue una necesidad, por la que los campesinos de Mérida y todas las áreas de influencia poblacional del interland andino merideño se organizaran y constituyeran juntas de caminos, que desde 1830 hasta 1864 la diputación provincial de Mérida se encargó de estimular el desarrollo de dichas vías de comunicación, legislando sobre aspectos referentes a la construcción y mantenimiento de los caminos, a través de ordenanzas, acuerdos, resoluciones y decretos, sobre la apertura de caminos, construcción de puentes, asignación de tierras baldías, fomento de la industria y el comercio, recaudación y distribución de impuestos.26 Esto lo expone Pedro Cunill Grau cuando expresa:
…se analizarán los esfuerzos del poblamiento andino para asegurar sus comunicaciones hacia el sur del Lago de Maracaibo con el rosario de pequeños puertos lacustres y fluviales como La Ceiba, Puerto Escalante, Puerto Madera, Guamas y Puerto Táchira, todos ellos asentamientos andinos, a los que hay que agregar los establecimientos marabinos como Bobures, Santa Bárbara del Zulia, Santa María, Santa Rosa, Santa Cruz, San Carlos del Zulia y otros…27
El crecimiento económico y el desarrollo de centros poblados andinos, como es el caso de Mérida, Mucuchíes, Timotes, Piñango, Santa Cruz de Mora, entre otros; tenía un factor importante para su incremento como lo fue las vías de comunicación al Sur del Lago de Maracaibo, su construcción, ampliación y mantenimiento; para dar salida a sus productos y a la vez proveerse de las mercancías procedentes de las comarcas vecinas y del exterior.
Las vías de comunicación que se extendieron desde las tierras merideñas hasta el Sur del Lago de Maracaibo, arterias importantes para el comercio, permitieron la evacuación de los productos desde los paisajes andinos de páramos hasta los sitios de intercambio, hacia los centros de consumo o a los mercados de exportación. Aunque es de tener presente que las vías de comunicación eran muy irregulares y en tiempos de lluvias se hacían prácticamente intransitables. Algunos caminos presentaban inconvenientes en su recorrido, dado que el rumbo que tomaban era infinitamente largo, y a veces atravesaban parajes deshabitados y puntos de difícil acceso, además de presentar pasos que se tornaban peligrosos en las tierras altas, y el tráfico era con frecuencia interrumpido por las inundaciones de los ríos que atravesaban o que les servían de curso. Esta situación se repetía en la mayor parte de las vías merideñas a la región del Sur del Lago, lo que repercutía indudablemente en el desarrollo del comercio y la agricultura de las diversas localidades, los precios de los productos destinados al consumo interno y a la exportación se disminuían debido al retardo en el transporte y, en consecuencia, ocasionaba el encarecimiento de los productos de consumo.
Esta preocupación fue expresada por la prensa regional de la época. El rotativo El Comercial, del 10 de abril de 1897, señalaba: "La vía al Sur del Lago de Maracaibo, atraviesa climas cálidos, terrenos regularmente poblados, ricas plantaciones y da salida a los productos del valle del Mocotíes …Los caminos están expuestos en la serranía a los derrumbes del suelo y en la tierra llana a fuertes avenidas de los ríos durante las lluvias."30
Algunos pueblos interesados veían con inquietud la ineludible necesidad de trazar una ruta que reuniera la mayor suma de ventajas en beneficio de su desarrollo local. En el caso específico de la región del sur del lago de Maracaibo, los caminos que existieron durante este período eran:
1- El camino que partía en Ejido, siguiendo la ruta de Jají a la población de La Azulita, para concluir en el puerto de Arenales. (Otra alternativa a este camino era Ejido – manzano Alto- Las González – Gibraltar, este camino es el que principalmente se estudia en este proyecto)
2- El camino que se extendía desde Lagunillas de Mérida hasta la población de San Carlos del Zulia.
3- El camino desde Chiguará que atravesaba Chamita, Chama, Cañitos, Caño del Padre y finalizaba en Santa Bárbara.
4- El camino de Tovar, que continuaba la vía de Santa Cruz de Mora, pasaba por Mocotíes, San Buenaventura y seguía la ruta Chama, Cañitos, Caño del Padre para concluir igualmente en Santa Bárbara.
5- Del mismo Tovar, otro camino tomaba la vía Zea, por el sitio de Las Tiendas del Estado Táchira y culminaba en el Puerto de Escalante, sobre el río del mismo nombre; camino que fue utilizado con mucha frecuencia por los arrieros que trasportaban la producción de Tovar, cuando la vía de Santa Cruz de Mora presentaba dificultades que impedían la circulación de bienes y productos.
6- El camino de herradura que enlazaba la población de Zea con el sitio de la Pedregosa en el Vigía, que sirvió durante mucho tiempo a Zea y las poblaciones de su influencia como núcleo de producción agrícola, para colocar sus productos en las poblaciones cercanas y a los mismos embarcaderos del Lago de Maracaibo. Próxima a esta localidad de Pedregosa se establecería el trazado del ferrocarril El Vigía-Santa Bárbara, que lo trataremos más adelante.31Como podemos observar, casi todos los caminos iban a desembocar en un punto.
En la relación de Mérida con los centros poblados del sur del lago, el trinomio rutas-poblaciones-puertos forjó la infraestructura de la red comercial en torno a las áreas que producían rubros agrícolas para la exportación, como es el caso de Gibraltar, Bobures, Santa María y San Antonio, entre otros. A lo largo de la cordillera de Mérida, por la cuenca alta del río Chama, y en las costas del sur del lago de Maracaibo se fueron desarrollando centros poblados, quedando casi totalmente intacta la región de tierra llana más allá del pie de monte andino, espacio que no estuvo sometido a la acción creadora del hombre, manteniéndose el paisaje natural representado en una zona de selva tropical lluviosa, quedando simplemente como un paisaje de recorrido, de paso de quienes realizaban el comercio entre las montañas y el litoral sur laguense, constituyéndose así en la vía de continuidad entre la vida comercial de Maracaibo y la agrícola de Mérida.
Esto fue expresado muy bien por el viajero alemán Christan Anton Göering,32 durante su permanencia de 8 años en Venezuela de 1866 a 1874, quien explorará Maracaibo, de donde parte al sur del lago, llega a Moporo y a través del río Escalante llega a San Carlos y Santa Bárbara, donde comienza su ascenso a la sierra nevada, pasando por una serie de caseríos y pueblos entre los que se destacan: Mucutíes, Estanques, Lagunillas, Jají, El Moral, Ejido, La Punta hasta llegar a Mérida. Estando en la meseta de Mérida organizó una expedición para La Otra Banda, Loma de Los Ángeles, San Jacinto, El Valle, El Páramo de Pan de Azúcar, El Encanto, Tabay, Mucurubá, Mucuchíes, Mucumpate, Torondoy A finales del siglo XIX la expansión del cultivo cafetalero transformó algunos paisajes merideños38 y la economía en agro-exportadora. Este impulso estimuló el requerimiento de una red de caminos hacia el sur del lago de Maracaibo y el desarrollo de vías fluvio lacustres39 hacia la ciudad de Maracaibo, cuyo puerto tenía vinculación hacia el exterior.
El ferrocarril de Santa Bárbara-El Vigía fue construido entre 1892 y 1896, siendo Santa Bárbara el puerto fluvial sobre el río Escalante antes de San Carlos del Zulia. Este trazado ferroviario de 60 Km de longitud, construido con capital francés, fue el único de la región andina que tuvo la garantía del Estado del 7% de interés anual sobre las inversiones realizadas. Si bien el ferrocarril mejoró las comunicaciones con Maracaibo, no transformó la vialidad de Mérida, pues no llegaba directamente a los centros de producción cafetalera, y a lo corto del trayecto se agregaba su funcionamiento irregular; las lluvias y las inundaciones destrozaban la vía y el recorrido se interrumpía.40 El ferrocarril de Santa Bárbara a El Vigía, permitió poner en contacto y unir el piedemonte andino merideño con el eje del Sur del Lago de Maracaibo. Los trenes necesitaban de las patas de los animales, que comunicaban los paisajes interiores de difícil acceso, así mismo como el tráfico fluvial y lacustre, con lo cual se establecieron auténticas redes regionales de comunicación con el trinomio recuas-tren-vapor.
El ferrocarril de Santa Bárbara-El Vigía, denominado el ferrocarril del Zulia, fue muy criticado por el rotativo El Comercial,41 donde se exponía que esta línea férrea duraba más de mes y medio sin funcionar,42 por las lluvias y la inundación del río Chama que destruían gran parte de las vías.43 Igualmente en este periódico de los comerciantes de Mérida, se realizaron reportajes donde se reprochaba al ser muy corto el recorrido y muy altos los costos de construcción y mantenimiento, no permitió cumplir con uno de los objetivos de su edificación, que era abaratar los fletes. A pesar de ello, el ferrocarril incrementó el transporte de carga y pasajeros; sin embargo, el Ferrocarril de La Ceiba (que tenía un recorrido de 35 Km. desde Sabana Mendoza hasta La Ceiba de 1887) y el Ferrocarril del Táchira (entre Encontrados-La Fría de 1894) no unían directamente los centros productores con el puerto exportador, teniendo que limitarse a cubrir un trayecto intermedio y a depender de otros medios de transporte suplementarios, como la navegación en barcos de vapor, y la mula. Las recuas eran el complemento indispensable del ferrocarril en la región andina, promoviéndose el establecimiento de servicios de mulas entre los centros productores y las estaciones, dependiendo el volumen del tráfico ferrocarrilero de la existencia de suficientes animales. ( La vía férrea limitó el tráfico constante e importante que se realizaba a través del páramo de Los Conejos como se explica en párrafos anteriores)
El poblamiento de ciertos paisajes bajos, de la depresión del sur del lago de Maracaibo, se dio en el período decimonónico, posteriormente a la Guerra de la Independencia. Primero surgió Torondoy, en 1830, como un punto importante entre las poblaciones de páramo como Piñango, con puerto lacustre como Bobures; La Azulita, en 1866, en un lugar que ofrecía enormes posibilidades al desarrollo del cultivo del café; Palmira, en 1869, sobre un pueblo conocido anteriormente como San José de Pocó; Mesa Bolívar en 1893, en las cerca-nías de El Vigía; Santa Polonia, en 1907, alrededor de un conjunto de haciendas productoras de café y San Cristóbal de Torondoy, en 1910, vieja aldea dependiente de Piñango.
La disminución de las cosechas de café, la principal carga del ferrocarril de Santa Bárbara-El Vigía, y la competencia de la carretera Trasandina creada en 1923, hicieron que el ferrocarril fuera perdiendo su importancia como medio de transporte. La Trasandina unía los paisajes del centro de Venezuela (Caracas, Valencia, Maracay, San Carlos) con las zonas andinas (Trujillo, Mérida, San Cristóbal). Con la llegada del siglo XX, se inicia un proceso de cambios en los paisajes del territorio venezolano. Con el advenimiento del petróleo, se inicia en el país una política de saneamiento ambiental que permitió la ampliación de las fronteras agrícolas y poblacionales, siendo este hecho muy importante en los cambios paisajísticos del sur del lago de Maracaibo.48 La explotación petrolera a gran escala incentivó, a partir de 1922, grandes cambios espaciales, al iniciarse un poblamiento expresado en el dualismo entre el paisaje urbano petrolero y los paisajes rurales. (Los caminos que ascienden la vertiente occidental de la sierra de La Culata se mejoraron y ampliaron, no obstante, los mismos no atravesaban el páramo de Los Conejos)
En 1936 se inicia la lucha contra el paludismo que azotaba gran parte del país. Esta tarea sanitaria constituyó un verdadero desarrollo del territorio nacional, al crear la oportunidad para emprender actividades agrícolas y pecuarias en zonas que anteriormente estaban totalmente marginadas del desarrollo poblacional, como era el caso del espacio territorial existente entre la costa del sur del lago de Maracaibo y el piedemonte Andino; lo cual determinó el desarrollo de esta región ante la economía nacional. El saneamiento de la región eliminó el principal obstáculo para el poblamiento, en consecuencia, la existencia de suelos fértiles atrajo la ocupación del espacio por el hombre, abriéndose una nueva brecha para la ocupación de un hábitat que se convertiría en una de las zonas más productivas del país.
En 1954 deja de funcionar el ferrocarril Santa Bárbara-El Vigía, como resultado de la construcción, desde 1952, de la carretera Panamericana. Inaugurada en 1955, fue uno de los cambios más importantes en la red vial del estado Mérida desde la apertura de la Trasandina, favoreciendo las comunicaciones con los otros estados andinos, el Zulia y el centro del país. La Panamericana dinamiza la incorporación de las tierras bajas del estado Mérida al sur del lago de Maracaibo, cuyo principal centro económico y nudo de comunicaciones ha sido El Vigía. Todo esto trajo como consecuencia que entre 1955 y 1960 se hicieran deforestaciones de las selvas pluviales tropicales heterogéneas, lo que originó que estas tierras, que fueron utilizadas desde el período colonial y durante el siglo XIX como paisajes de recorrido, tuviesen una nueva valoración, ya que se conformaron como una de las tierras más productivas no solamente de Venezuela sino también de América del Sur. Al respecto:
…la carretera Panamericana, bordeando el piedemonte andino-lacustre, construida entre 1952-55, más la troncal Barinas-La Pedrera-San Cristóbal 1964-66 …influyen decisivamente en la estructuración de la red de asentamientos ( y de caminos a través de las montañas de la sierra de Mérida, que se prolonga por la sierra La Culata ), una vez que la economía petrolera, reemplaza al ciclo agrario y se establece el predominio de las actividades de comercio y los servicios. En este orden de ideas, la red de asentamientos de raíz colonial y la red cafetalera( que atraviesa el páramo de Los Conejos disminuye y en algunos casos desaparece) en esta región a finales del siglo XIX e inicios del XX, las modernas y extensas carreteras permitió el avance de la frontera del poblamiento y el auge de actividades productivas, en tierras que en base a su deforestación, se transformaron en unas de las más ricas del país, sobre todo para el desarrollo de actividades agrícolas y pecuarias. Igualmente, el auge de la carretera rompe la organización portuaria fluvio-lacustre desarrollada desde el período colonial, marcando la desaparición de los ferrocarriles, los vapores y los caminos de recuas, pasando a ser las vías calzadas las que en sus áreas cercanas estimularían los procesos de poblamiento, como es el caso de la carretera Panamericana.
A raíz de la construcción de la carretera Panamericana, surgieron asentamientos poblacionales importantes, como es el caso de El Vigía, que se ha convertido en un polo de atracción poblacional al monopolizar, debido a su situación estratégica, la mayor parte de la actividad comercial de la parte sur de la depresión del lago de Maracaibo. El Vigía destaca como polo de atracción poblacional por nuclearizar la actividad agropecuaria comercial del sur del lago de Maracaibo. Se ha caracterizado por crecimiento demográfico violento, pues en 1950 era un minúsculo pueblo de 1688 habitantes que apenas significaba el 0,79% del total de la población estadal merideña y en 1981 ya vivían allí 40.753 personas, que representaban el 8,87% de la población de la entidad; es decir, que en 30 años creció unas 24 veces, mientras que Mérida lo hizo unas 6 veces. Para 1990 ya había pasado los 65.000 habitantes, con un 11% de la población del estado. Esto lo indicaba Marco Aurelio Vila y Juan Jacobo Pericchi en 1968 al señalar:
La zona de El Vigía es sólo ahora que se inicia económicamente como tal; pero existía con plena personalidad una personalidad no desarrollada bajo el aspecto humano económico por sus características físicas. Estas características podrían sintetizarse diciendo que se trata de unas extensas tierras aluvionales de muy escaso e incluso nulo desnivel y con altas precipitaciones favorables a la agricultura y a los pastos.50
Por lo que podemos ir concluyendo que desde el periodo colonial hasta el siglo XIX, la zona sur del lago estaba casi exclusivamente reducida a un corredor de paso que relacionaba el lago de Maracaibo con la cordillera de Mérida, cuyos paisajes de tierras bajas eran dominados por selvas tropicales heterogéneas y por el predominio de enfermedades endémicas como el paludismo, entre otras
(La construcción de las carreteras panamericana y trasandina cambiaron radicalmente el empleo de las rutas y los destinos de los productos y personas en el occidente del país, orientando el comercio y destinos de las personas hacia el puerto de Maracaibo y Puerto Cabello al acercarse estos terminales marítimos a las necesidades de las comunidades. Por otro lado, significaron la liquidación total de los caminos de recuas como vías de comunicación para el transito de mercancías y personas por el páramo de Los Conejos)
http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-29682005000200004&lng=es&nrm=iso

http://209.85.215.104/search?q=cache:wMEnjD0WLHAJ:www.saber.ula.ve/cgi-win/be_alex.exe%3FDocumento%3DT016300001485/59%26term_termino_2%3De:/alexandr/db/ssaber/Edocs/monografias/ciencias/rivero_francisco/visitando_merida/fachada_lago.pdf%26term_termino_3%3D%26Nombrebd%3DSsaber+carretera+panamericana+en+el+sur+del+lago+de+maracaibo+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=26&gl=ve


Santiago Garnica José. ÁGORA -Trujillo.Venezuela. ISSN 1316-7790-AÑO 9- N° 17-ENERO -JUNIO -2006. 45-83 167. SOCIOHISTORIA
Langlois Drawbridge at Arles, March 1888 Oil on canvas, 54 x65 cm Rijksmuseum kröller-Müller, Otterlo, the Netherlands Vincent van Gogh (1983-1890)
Los Sistemas de Transporte y La Articulación del Territorio Venezolano...
Santiago Garnica José
ÁGORA -Trujillo.Venezuela. ISSN 1316-7790-AÑO 9- N° 17 -ENERO-JUNIO-2006 168
Los Sistemas de Transporte y La Articulación del Territorio Venezolano desde finales del Siglo XIX
Santiago Garnica José Armando

Docente del Departamento de Ciencias Sociales UPEL – IPRGR jarmandos78@hotmail.com
El hombre al interactuar con el entorno adquiere una dimensión espacial (elemento intrínseco de las formas y los procesos sociales), por tanto, para la sociedad es un requerimiento relacionarse con dicho entorno y satisfacer sus necesidades. Allí ha sido fundamental el intercambio de productos, bienes o servicios, para lo cual, se han diseñado e implementado diversos sistemas de transporte, en algunos casos, adaptándose a las condiciones del medio, en otras modificándolo, con la finalidad de articular territorios distantes, mantener un control político - estratégico - militar, o explotar un recurso natural, ejerciendo de esta manera una acción modificadora del territorio.
Los más acelerados desarrollos en materia de transporte se han llevado a cabo prácticamente en los últimos cien años y ello ha tenido repercusiones en la articulación de los territorios. Así, desde fines del siglo XIX, Venezuela ha tenido una evolución interesante en relación con los sistemas de transporte, pasando de un incipiente sistema multimodal (carretero, ferroviario y fluvial), hacia una acentuada consolidación del sistema carretero para el intercambio de bienes y servicios y desplazamiento de la población, convirtiéndolo en el eje articulador del territorio venezolano.
Los sistemas de transporte han contribuido a la articulación del territorio venezolano en diversas formas y niveles. La explicación de esa dinámica se sustentará en atención a las siguientes interrogantes: ¿Cuales han sido las implicaciones territoriales del diseño e implementación de los diferentes sistemas de transporte en el país desde fines del siglo XIX?, ¿Cómo se caracterizan en la actualidad? y ¿Cuáles perspectivas existen en materia de transporte?
Dar respuesta a estas interrogantes exige dos planteamientos claves. El primero es que los sistemas de transporte constituyen la expresión espacial de los modos de producción que han variado a lo largo de la historia del país, ello ha tenido como resultado la articulación a diferentes niveles del territorio venezolano, pasando de un modelo económico agroexportador, caracterizado por un espacio fragmentado o desarticulado a un modelo petrolero, basado en la renta petrolera con un espacio centralizado en torno a la región centro - norte.
http://www.cideiber.com/infopaises/Venezuela/Venezuela-06-03.html
http://209.85.215.104/search?q=cache:q2jZXxpZrowJ:saber.ula.ve/cgi-win/be_alex.exe%3FDocumento%3DT016300003626/8%26term_termino_2%3De:/alexandr/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/agoratrujillo/agora17/articulo7.pdf%26term_termino_3%3D%26Nombrebd%3Dsaber+evolucion+de+la+CARRETERA+MERIDA+-+EL+VIGIA+EN+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=28&gl=ve

http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1012-16172006000100004&lng=es&nrm=iso&tlng=es
LA CONSTRUCCION DE LA CARRETERA PANAMERICANA
La vialidad y su mejoramiento igualmente han jugado, en este siglo, un rol fundamental en la aparición y/o consolidación de poblamientos y, por ende, en la organización espacial. Con la construcción de la carretera Trasandina primero (1920-1926) y la carretera Panamericana después (1952-1955), los centros poblados ubicados en sus márgenes, se dinamizaron, en detrimento de aquellos que no se encontraban conectados a dichas vías.

La Panamericana y su importancia en el crecimiento de El Vigía y la vertiente occidental de la sierra La Culata
Los trabajos de construcción de la carretera Panamericana se iniciaron en el país, a partir del año 1948, y la longitud total de la vía desde La Guaira hasta San Antonio del Táchira es de 1.001 kilómetros. Se ha señalado que la carretera Panamericana "realizó el ideal de unión entre las nacionalidades de las tres Américas, permitiendo el intercambio por la vía terrestre de uno a otro extremo del Hemisferio Occidental... El sector venezolano de la carretera Panamericana arranca en el Puerto de la Guaira, continuando hasta la capital de la República por una de las modernas autopistas del continente, y luego se dirige hacia el Occidente del país, rumbo a la frontera colombiana, frente a la ciudad de Cúcuta. Su influencia abarca 12 Estados y el Distrito Federal dentro del país". La construcción de la Panamericana, constituyó para Venezuela una ruta de comunicación interna de incalculables beneficios que contribuyó a elevar el coeficiente económico del país. Esa vía tuvo una doble finalidad: acercar los principales centros de producción y de consumo, y ofrecer nuevas y promisoras zonas al trabajo y producción. Se afirma que a lo largo de la Panamericana, se encuentran los grandes núcleos de producción agropecuaria, las ciudades de mayor florecimiento industrial y las zonas donde es más activo el comercio. La construcción de la carretera Panamericana y sus múltiples ramales modificaron radical y rápidamente la estructura geoeconómica y la proyección futura de la zona de El Vigía. La construcción de esa vía explica en parte la colonización de esa zona, pues "la construcción de la Panamericana siguió un trazado longitudinal a lo largo de la zona de contacto entre la llanura fluvio-lacustre y la cordillera de Mérida", y la apertura de caminos de penetración en el sentido transversal al eje principal de comunicación que era la carretera Panamericana, facilitó la ocupación del espacio de la zona del pie de monte, que se caracterizó por ser fundamentalmente un movimiento de las partes altas hacia las zonas bajas. En muchos de esos caminos secundarios, como en el eje de comunicación principal - La Panamericana - se formaron centros de colonización, que motivaron la formación de nuevos pueblos. http://albertoadriani-merida.gov.ve/portal-alcaldias/historia2.html?id=397
Si bien es cierto la ruta más directa y cercana desde la ciudad de Mérida hasta el puerto del Lago de Maracaibo es atravesando la Sierra La Culata, treinta kilómetros, también es cierto que es la más ardua, fragosas, difícil e insegura; por el contrario desde el siglo XVI los colonizadores españoles que habitaban la ciudad de Mérida y el valle medio y bajo del río Chama, se propusieron diseñar y construir senderos que llevaran desde estos lugares hasta la población de El Vigía para proseguir por el río Chama hasta el Lago de Maracaibo mediante el empleo de bongos, ya en el lago, por navegación de cabotaje tomar en el puerto de Gibraltar las embarcaciones con velas hasta el puerto de Maracaibo. Otra vía era la de Chiguará páramo el tambor vía la azulita, Caño Zancudo, puerto Arenales, Lago de Maracaibo poco a poco el sendero que estaba plagado de dificultades y riesgos fue consolidándose, ampliándolo mediante el trabajo de los vecinos y las juntas de gobierno hasta que se construyó la carretera Trasandina.



LA EVOLUCIÓN POLÍTICO ADMINISTRATIVA DEL LAGO DE MARACAIBO Y SU INFLUENCIA SOBRE EL PARAMO DE LOS CONEJOS
Claudio Alberto Briceño Monzón(*)
“Por tener vínculos territoriales y humanos que los unían y procesos socioeconómicos y culturales compartidos e integrados en la larga duración, hemos convenido en denominar región histórica a estos espacios originarios de los períodos aborigen, monárquico y republicano que precedieron a la actual nación venezolana y participaron en su construcción; espacios surgidos históricamente a partir de los poblados y ciudades que, como base primaria del proceso, se fueron articulando en lo económico, sociopolítico y cultural.” Germán Cardozo Galué.

(El aspecto referido a la dependencia política y jurisdiccional de la región de Mérida con respecto a Maracaibo influyó sobre el desarrollo de los caminos y área de influencia del páramo de los Conejos, la relación con Maracaibo es muy importante debido a que condiciona las comunicaciones, la dirección de las mismas, la periodicidad, el tipo de movimiento de los caminos, con consecuencias sobre el poblamiento, y el comportamiento de las personas en la zona de estudio.)
Las ciudades de Mérida y Maracaibo desde sus fundaciones en el siglo XVI, tuvieron rivalidades en la dirección política, administrativa e indirectamente religiosa de la región del lago de Maracaibo y sus áreas de influencia entren la que está el páramo de Los Conejos. Mérida fue capital de provincia hasta el año 1676 cuando Maracaibo se une a la jurisdicción merideña, y por su importancia geoestratégica desplaza a Mérida en la dirección política de la provincia; pero en 1777 por bula del papa Pío VI elige sede de la diócesis a Mérida; y es designado su primer obispo, el fraile franciscano Juan Ramos de Lora. El 16 de septiembre de 1810 Mérida se separa de la provincia de Maracaibo y se adhiere a la declaración de la independencia decretada en Caracas el 19 de abril del mismo año. Maracaibo, no obstante, se mantuvo fiel a la corona española hasta 1823, en tanto el poderío militar español se concentró finalmente en esta ciudad. La flota española ocupó todo el lago de Maracaibo frente a las provincias sediciosas; como tal se declaró ocupante del territorio sur del lago y, por ende, del puerto de Gibraltar ( Este lugar de atraque era el punto de contacto entre la región de Maracaibo y de Mérida, por lo que los caminos que llegaban hasta el puerto se constituían en la red de vías de comunicación que entrelazaban los puntos geográficos más apartados y que por razones políticas y administrativas obligaban el comercio y traslado de personas por el puerto del Sur del Lago, este paso de montaña mantuvo la importancia estratégica en el orden económico, político y militar).
La ruina de Gibraltar fue por la falta de comunicación con los pueblos de la cordillera, la ocupación por tropas realistas garantizó la posesión por parte de Maracaibo hasta el año 1823, fecha en que esta ciudad fue liberada de la dominación española por las fuerzas militares patriotas (Desde esa época se precisa la falta de mantenimiento y olvido de los caminos que atravesaban el páramo de Los Conejos se acentuó con el pasar del tiempo por diversas causas entre las que están la construcción de vías alternas para acceder al lago de Maracaibo contribuyó con la pérdida de importancia y funcionalidad del puerto de Gibraltar)
En este ensayo analizaremos la evolución política administrativa de Mérida y el dominio y jurisdicción del sur del lago, concibiendo el proceso de transformación en la administración política jurídica, en el dominio y conformación del territorio, desde la fundación de Mérida en 1558 hasta la posición actual en el siglo XXI.
Los paisajes montañosos merideños fueron transformados por los españoles desde el inicio de la conquista, estando condicionados por la ocupación del espacio por parte de los aborígenes nativos de estas regiones. En el proceso de poblamiento, el español impuso su propia forma de ocupación, la cual correspondía a su modo de vida. Dos características fundaméntales se originan por el ocupación hispánica en este nuevo hábitat. En primer lugar, los conquistadores implantaron unidades de poblamiento que se constituyeron en centros de toda la vida social y, por supuesto, en núcleos necesariamente estables. En segundo lugar, esas unidades sólo podían funcionar y desarrollarse en estrecha y continua conexión, lo cual inició la formación de una verdadera red de asentamientos humanos. (desde ese momento significó la importancia que tenía establecer caminos lo más cercanos, seguros y accesibles hacia el Lago de Maracaibo, constituyéndose el puerto de Gibraltar en el lugar de contacto a través de los caminos del páramo de Los Conejos con la región y de salida por el puerto de Gibraltar hacia el océano Atlántico)

La ciudad de Mérida y la villa de San Cristóbal no formaban parte de la gobernación de La Grita, siendo jurisdicciones municipales del Nuevo Reino, sujetas directamente al corregimiento de Tunja. Vistos los inconvenientes, y ante la debilidad de la gobernación, el presidente de la Audiencia de Bogotá, Juan de Borja, dispuso la erección del corregimiento de Mérida, compuesto de las jurisdicciones de las ciudades de Mérida, La Grita, Barinas, Villa de San Cristóbal y puerto de San Antonio de Gibraltar, lo cual fue aprobado por el Rey en cédula fechada en San Lorenzo del Escorial el 9 de mayo de 1607 (con salida al lago de Maracaibo por el páramo de Los Conejos).

“En la región venezolana, los datos que poseemos hasta el presente indican la existencia hacia 600 d.C., de pequeñas aldeas de posibles cultivadores Los cambios cualitativos y cuantitativos importantes comienzan a evidenciarse dentro de la vida de las comunidades altoandinas, hacia el siglo X de la era, cuando aparecen aldeas o conjuntos de aldeas asociadas con terrazas de cultivo y posiblemente sistemas de riego, cámaras subterráneas utilizadas indistintamente como tumbas o para el almacenamiento de los plusproductos de la producción agrícola, organizadas territorialmente en los valles fluviales serranos. …la base económica de estas comunidades se fundamentaba en el cultivo del maíz y la papa, así como de otros tubérculos como la cuiba, la ruba y la arracha.” ( Lo expuesto indica que en el área de la cuenca media y baja del río Chama se encontraba asentada una importante población de núcleos aborígenes y sus parentelas, estos generaban intercambio de productos que traspasaban la cordillera La Culata hacia el lago de Maracaibo, por lo que al igual que en otras partes de la cordillera merideña los conquistadores europeos consiguieron caminos, que fueron empleados y ampliados para el paso de las bestias y sus cargas).
Mario Sanoja e Iraida Vargas. Las Sociedades Aborígenes Venezolanas que los Navegantes Encontraron. En: Venezuela y… Los Países Hemisféricos, Ibéricos e Hispanohablantes: Por los 500 años del encuentro con la Tierra de Gracia. Caracas: Universidad Simón Bolívar, Instituto de Altos Estudios de América Latina, 2000, p.16.
Los primeros centros de poblamiento sirvieron de base para explorar los territorios desconocidos del interior y como base de explotación y comercialización de las materias primas para la metrópolis. La penetración del territorio y ulterior trazado de algunas vías fundamentales en la circulación regional, condicionadas en gran medida por algunos accidentes geográfico-físicos, al imponer sus líneas directrices conformaron ejes de penetración. Fue así desde el siglo XIV hasta el XVI. Al pasar a las Indias, conviven gobernadores y así poco a poco Maracaibo fue sustituyendo en importancia a la ciudad de Mérida, por su relevante ubicación geoestratégica en la entrada de la denominada barra de Maracaibo, como un puerto obligatorio para el intercambio comercial entre los centros poblados del interior (Mérida, Trujillo, Barinas, La Grita, Cúcuta, Tunja, entre otras), y el comercio internacional sea con la Metrópoli española, Nueva España, o Inglaterra. Por esta razón de creciente competencia, Maracaibo se fue transformando en un centro nodal de influencia comercial. ( el crecimiento y evolución del puerto de Maracaibo y su ciudad significó para la región de Mérida un estímulo para el crecimiento, puesto que la salida de los productos e ingreso de las importaciones se efectuaba por ese puerto; otra razón de la relación entre Mérida y Maracaibo consistía que parte importante de los recursos requeridos para el aprovisionamiento de la ciudad se trasladaban desde la ciudad de Mérida, siguiendo las rutas que atraviesan el páramo de Los Conejos)
La trascendencia de Maracaibo la podemos observar en el siguiente documento del (Archivo General de Indias): Al Gobernador de Mérida y La Grita ordenándole que se comunique con el de Venezuela sobre la Fortificación que conviene hacer en la Laguna de Maracaibo y determinen lo que se pueda ejecutar. (A.G.I.) 6 de julio de 1676, Santa Fe, Leg. 540, Lib.1, ,f.137v. 138v. 23. Maracaibo asumió el control hegemónico del occidente venezolano en lo económico y administrativo. Por más de 2 siglos y medio, se convirtió en el centro de intercambio, coordinador y distribuidor de 2 extensos circuitos comerciales: el del interior de la región lacustre y andina y el exterior, el Caribe y el Atlántico, movilizados ambos sobre la base de los cultivos nativos y los europeos de reciente introducción. A Maracaibo arribaban diariamente embarcaciones menores procedentes de los puertecillos de Gibraltar, Tomoporo, Moporo, Puerto Zulia, Los Cachos y San Faustino, cargadas con el algodón, lienzos, cacao, trigo y bizcochos de las jurisdicciones de Trujillo, Mérida, Guanare, San Cristóbal, Pamplona y Salazar de las Palmas; el tabaco de Barinas y Pedraza; jamones, tocino, cueros, cordobanes y badanas de Trujillo y Mérida. Parte de esta producción cubría la demanda local y el grueso se reexportaba hacia Cartagena de Indias, Santo Domingo, Veracruz y Sevilla. en retorno, se abastecían Maracaibo y su región de ropa.

Hacia el interior y el exterior, motivo por la cual fue fortificada, ya que desde el siglo XVI esta ciudad y sus entornos (Golfo de Venezuela y lago de Maracaibo) fueron blanco de los ataques de piratas y corsarios, que buscaban tener el monopolio del comercio de la producción agrícola de los centros poblados que lograban interconectar sus productos a través, del intercambio comunicacional de los caminos de recuas y la navegación fluvial, por medio de los puertos en el lago de Maracaibo, como son el caso de La Ceiba para la producción de Trujillo y Gibraltar para la producción de Mérida.

Dentro de su jurisdicción como ciudad estuvieron en proceso de conformación hasta 60 pueblos de indios, un puerto sobre la Laguna de Maracaibo, de precaria existencia y sin rango civil alguno, el puerto de Mérida, y desde su fundación en 1592, la ciudad de Gibraltar, cuya fecha de fundada fue primero que Maracaibo, lo cual permite suponer que debieron dársele como términos por el Norte la parte del Sur del Lago; esta suposición se basa en el hecho que la Villa de San Antonio de Gibraltar fue fundada por vecinos de Mérida. (Con la fundación de Mérida se creó la necesidad de abrir caminos desde el interior del Nuevo Reino de Granada hasta el Lago de Maracaibo para buscar salida al mar, pues la vía lacustre resultaba más expedita a los fines propuestos que la del río Magdalena dada su mayor distancia).
.“…Las largas jornadas a través de tupidas selvas, las características del clima local, las dificultades del terreno, escarpado en unos lugares, cenagoso en otros, y los ataques de diversos grupos indígenas, motivaron a que cada cierto trecho de camino se construyeran lugares… donde viajeros y recuas se detenían para descansar… La importancia de Gibraltar se hizo notoria en corto tiempo; se obliga a los habitantes del Corregimiento de Mérida a comerciar por este puerto, se instituye una serie de ordenanzas con el objeto de reglamentar las transacciones, se controlan pesas y medidas.
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA
La Dependencia de Mérida estuvo sometida a permanentes contradicciones. En Mérida, el trinomio rutas – poblaciones – puertos, forjó la infraestructura de la red comercial en torno a los centros poblados que producían rubros agrícolas para la exportación, como es el caso del puerto de Gibraltar que nació como puerto de salida de la producción merideña.
La mayor dificultad de los productores merideños era colocar sus productos en los puertos de la laguna, condición exigida por los comerciantes. La escarpada cordillera del norte se convirtió en un obstáculo muy difícil de salvar con la tecnología vial de la época. En línea recta, el valle del Chama está a sólo 30 kilómetros del lago de Maracaibo, pero superarlos con mercancías por los caminos de la época, significaba 8 ó 9 jornadas (por esta razón se realizaron esfuerzos para mejorar y crear los caminos que atravesaban el páramo de Los Conejos).

Los productores de la zona del páramo y del valle del Motatán preferían la ruta al puerto de Moporo (La Ceiba), a más del doble de distancia del puerto de Mérida, pero por un camino mejor. Los calificativos de fragosos y ásperos fueron corrientes para los caminos andinos de la época. Muchos de los caminos transitados por los españoles ya estaban trazados desde antes de su llegada, como consta en las numerosas referencias sobre los caminos que encontraron los participantes en la incursión inicial al territorio merideño. El mantenimiento de los caminos estaba a cargo de los encomenderos, que lo hacían con los indios encomendados, por orden del cabildo o directamente del teniente de corregidor. Magaly Burguera. Historia del Estado Mérida. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la Republica, 1982, pp.86-89.
“…constituyó una ruta de vital importancia para las poblaciones de la provincia de Mérida, debido a que por allí se acarreaban los productos de sus tierras para ser embarcados desde Gibraltar rumbo al puerto de Cartagena de Indias, o bien, se transportaban las mercaderías procedentes de Castilla a estas mismas localidades...” Ileana Parra Las comunicaciones en el occidente venezolano: rutas, pueblos y puertos (Siglos XVI y XVII). Maracaibo: Universidad del Zulia, Facultad de Humanidades y Educación, 1983, (Cuadernos de Historia, N º 14), p 61.
.En 1602 los arrieros del pueblo de Mucurubá declararon que en ir y venir del puerto tardaban 15 días. (AGN Traslados AHN.) Ciudades de Venezuela. R. 13.
41. “…Los españoles, en efecto, no se desplazaban en los terrenos tan accidentados y peligrosos de la Cordillera sino siguiendo los caminos ya trazados por los indios. Caminos llamados hoy caminos de los indios al mismo tiempo que caminos reales. No se aventuraban en otras partes. Los indios lo sabían, y tenían mucho cuidado en no trazar nuevos caminos que pudiesen llevar a sus regiones de refugio. De modo que, para llegar ahí, hubiera sido preciso ser andinista, deporte que aparece en nuestra Cordillera sólo en la segunda mitad de nuestro siglo. (Algunas zonas de refugio fueron por ejemplo los altos cerros y páramos entre el páramo de Las Gonzáles y el de Los Conejos, entre éste y la Culata, entre la Culata y el Páramo de Mucuchíes, en Piñango, en el Páramo de Timotes, en el de Chachopo, en los cerros de la zona de la Cordillera).” Jacqueline Clarac de Briceño.
Identidad étnica y arqueología de rescate cordillera de los Andes, Venezuela. En: Boletín Antropológico. Mérida, N° 13, julio- diciembre, 1987, pp.39-40.
42. Rodrigo Téllez fue muy activo en el mantenimiento de los caminos reales; incluso dirigió personalmente la construcción de un puente. (AGN Traslados AHN.) Ciudades de Venezuela. R.9
Un arreo podía recorrer por jornada entre 4 y 4,5 leguas (22,29 y 25,08 km), de Mucuchíes a Mérida, uno de los caminos en mejores condiciones, un arriero tardaba día y medio. En la Descripción Geográfica de la Ciudad de Nueva Zamora, su término y Laguna de Maracaibo, realizado por Rodrigo de Argüelles y Gaspar de Párraga, por orden del gobernador Juan Pimentel, se expone: “Hay en esta laguna un puerto que se desembarcan para ir a Trujillo, y otro puerto que se llama el de Mérida... Los puertos de esta laguna están muy abastecidos de agua y de leña, porque la laguna es dulce hasta la barra, y por la una costa y por la otra. En este pueblo y puerto hay falta de refrescos por ser la tierra nueva, recién poblada... Así mismo en los puertos de Trujillo y de Mérida, pueden adquirirse y traer los bastimentos y refrescos, y de los dichos pueblos, Trujillo y Mérida, ya han salido navíos cargados de harina y bizcocho, tocinos y jamones, y ajos y cordobanes y bandanas y otras cosas.”
El relato anterior nos permite observar como en 1579, se reconocía la existencia de puertos por parte de Trujillo y Mérida en la costa sur del lago de Maracaibo, con el intención de promover el desarrollo económico y comercial de estas ciudades con la metrópoli española y con la demás provincias americanas. ( Se infiere que existían caminos de indios y luego reales desde Mérida a Gibraltar que fueron mejorados y ampliados por los europeos en mas de doscientos años de uso constante )
En la Relación Geográfica hecha por Diego Villanueva y Gibaja de la Gobernación de Venezuela, los Corregimientos de La Grita y de Tunja, y la Gobernación de los Mussos del año de 1607, se expone sobre Mérida:
“... tendrá unos 150 vecinos, 60 de ellos encomenderos, y tendrán en encomienda unos 3500 indios que están poblados a 3, y a 4, y hasta 10 y 12 leguas en el contorno de dicha ciudad. Es la tierra áspera y fría. Conservándose los indios más que en otros partes, y sirven a sus encomenderos, como los de la gobernación de Venezuela. El colonizador introdujo el caballo, la mula y el asno, factores de carga que obligaron a rehacer los caminos y a construir puentes Por el páramo de Los Conejos). La prolongada pluviosidad dio lugar a que los caminos de los valles se empedraran debido a que por ser terrosos, acumulaban el agua y se convertían en vías fangosas e intransitables. De estos caminos empedrados aún quedan vestigios en el valle del Chama, avanzando más o menos paralelos con las carreteras.
Rodrigo de Argüelles y Gaspar de Párraga. Descripción Geográfica de la Ciudad de Nueva Zamora, su término y Laguna de Maracaibo. En: Antonio Arellano Moreno. Relaciones Geográficas de Venezuela. Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1964, (Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela, vol. 70), pp. 211-212.
La descripción hecha por Diego Villanueva y Gibaja nos ratifica la comunicación constante entre la ciudad de Mérida y su espacio, con la laguna de Maracaibo por el puerto de Gibraltar, ( por lo tanto existían caminos que pasaban por el Páramo de Los Conejos) saliendo por éste una diversidad de productos como consecuencia de la amplia producción que los indígenas elaboraban para los encomenderos y que éstos se encargaban de comercializar. Ya en 1788 los cabildantes de Maracaibo se quejaban de que Mérida era un lugar: “…mal temperado por dominarle por las tardes especialmente el destempladísimo aire de la Sierra Nevada, ser escasa de todos víveres y mas de carnes de que se hace uso de la salada que se lleva de Barinas mala y costosa ( desde esta región de los llanos se trasladaba hacia Mérida reses en pie, una parte para el consumo de la ciudad de Mérida y otro grupo proseguía hacia Maracaibo, e islas del Caribe guiados por el páramo de Los Conejos) … el agua aunque muy abundante por los cuatro ríos que la circulan, de mala calidad para la salud, demostrándolo el que su uso a poco tiempo produce hinchazón de garganta, que vulgarmente titulan coto, el que a mas de imperfeccionar a los hombres los reduce a continuo aflicto de pecho … el viaje de Maracaibo a Mérida duraba al menos diez o doce días de transito de Laguna, navegando tres, cuatro, cinco y hasta seis según las estaciones, y si se hace la ruta por la Aduana de Moporo ( La Ceiba) o desde Gibraltar”
Con esta carta del cabildo de Maracaibo del 24 de abril de 1788, se pueden observar las rivalidades entre los vecinos de la ciudad de Maracaibo y Mérida ya para finales del siglo XVIII, donde descalifican el clima merideño, la carestía de alimentos, la mala calidad del agua para la salud, entre otros. Según el Informe sobre la Provincia de Maracaibo, hecho por José Domingo Rus en el año de 1794, esboza sobre la ciudad de Mérida:
45. Diego Villanueva y Gibaja. Relación Geográfica de la Gobernación de Venezuela, los Corregimientos de La Grita y de Tunja, y la Gobernación de los Mussos del año de 1607. En:
Antonio Arellano Moreno. Relaciones Geográficas p. 294.
Archivo General de Indias, Sevilla, Audiencia de Caracas. Legajo 397, Carta del Cabildo de Maracaibo del 24 de abril de 1788. “... a 60 leguas de Maracaibo al Sursureste, tiene en su jurisdicción de 12 mil almas hasta 13 mil, incluidos 600 esclavos poco más o menos, y los indios de 16 pueblos que comprende. Es país montañoso y de serranía, pero con varias lojas, vegas y algunos llanos fértiles, y distintos temperamentos. Se transita por lo regular, 30 leguas por tierra, en vía recta, y 30 por Laguna hasta esta ciudad. Está aquella situada sobre una mesa de tierra de 3 leguas de latitud y media de longitud, rodeada de cuatro ríos de los cuales, por acequias, se riega un poderoso terreno que a pesar de un temperamento delicioso recibe todo género de semillas de América y de España. Produce todo lo necesario para la vida de sus naturales, cacao para su gasto, y muy poco para extraer, pero se puede fomentar mucho cultivo pues solo en las riberas del río Chama que pasa por aquella ciudad y que desagua en la Laguna, se cogían 9 mil pesos de cacao al año de 83 de este siglo... Necesita para su fomento, entre otras cosas, que se haga navegable el río Chama, obra que ya tuvo principios en los años pasados, sobre lo que se creó expediente que está en la Intendencia, y se quedó así: y que los varios caminos que vienen a sus márgenes se abran y compongan, uno o dos, lo que parezca más proporcionado.”
El informe de José Domingo Rus, redactado a finales del siglo XVIII, puntualiza sobre la importancia de la situación geográfica de la ciudad de Mérida, distinguiendo la fertilidad de sus tierras, las características de su población, las técnicas de producción y su separación geográfica de la ciudad de Maracaibo, acuñando además la importancia de fomentar la navegabilidad del río Chama como vía de comunicación y comercio de la ciudad de Mérida hacia el sur del lago y Maracaibo. El activo comercio desarrollado por los vecinos de Maracaibo, Mérida y Trujillo, cuya producción era objeto de comercio, extendía ampliamente su circulación por el lago de Maracaibo y sus márgenes donde llegaban a través de la navegación de sus ríos.
Se puede concluir que durante el siglo XVI al XVIII, Mérida tenía una presencia vital en el sur del lago, con la fundación de puertos cuya supervivencia dependía de la producción y exportación de la ciudad de Mérida, es decir, que desde ese período Mérida ha tenido jurisdicción ribereña en el lago de Maracaibo, la cual ha sido mantenida de forma consuetudinaria hasta nuestros días, ya que Mérida, desde su fundación en 1558, nunca ha vivido de espaldas al sur del lago (empleando los caminos por el páramo de Los Conejos como ruta de comunicación), es decir, que su emplazamiento ha tenido como eje de circulación natural de su producción, el sur del lago de Maracaibo.
47. José Domingo Rus. Informe sobre la Provincia de Maracaibo. En: Antonio Arellano Moreno. Relaciones Geográficas … pp. 466-467.
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

Ahora bien desde el punto de vista eclesiástico, la situación era distinta, ya que Maracaibo y sus términos de influencia jurisdiccional seguían sometidos a la competencia religiosa del obispado de la provincia de Venezuela y Mérida y su área de dominio, es decir, los términos de autoridad de la Gobernación que existió desde 1622 a 1676, que comprendía la villa de San Cristóbal, y las ciudades de La Grita, Gibraltar, entre otras; y que estaban bajo la dependencia religiosa del Arzobispado del Nuevo Reino de Granada. Por lo que se planteaba la necesidad de crear una diócesis en esta basta zona de influencia geográfica-religiosa, ya que esta extensa extensión territorial era difícil dominar desde el punto de vista clerical, y por esta causa estos paisajes fueron desasistidos de sus pastores, por la lejanía y la dificultad de comunicación, lo que impidió el ejercicio cotidiano de las actividades eclesiásticas tales como: confirmaciones, nombramiento de curas, votos, demandas, etc; diligencias que debían tramitarse en el caso de Maracaibo y sus términos por Caracas y en Mérida y su área de influencia por Santa Fe de Bogotá. Todo ello llevo a la necesidad de la erección de una nueva diócesis, y es entonces cuando surge la rivalidad entre Maracaibo y Mérida por la sede de la diócesis. (Esta es una razón importante para mejorar los caminos por parte de los colonizadores, siendo los senderos por el páramo de Los conejos beneficiados por esta decisión de crear la Diócesis de Mérida, se dio el tránsito importante entre Maracaibo y Mérida por razones religiosas)

DERECHOS DE USO DE PARAMO
Entre los campesinos, descendientes de indígenas, persiste el derecho consuetudinario, figura jurídica vigente, que les permite usufructuar las tierras de “resguardo de pueblo” que proviene de la época de la colonia, de sus antepasados, derechos que son afectados hoy por otros intereses locales y extranjeros, con fines científicos, eco-turísticos y urbanísticos. (Como ocurre con la contradicciones y conflictos que se produce entre el marco jurídico actual, en especial con el Decreto de Creación del Parque Sierra La Culata y su Reglamento de Uso, con leyes ambientales de carácter nacional. Los Derechos de Páramo requieren de control para evitar la comercialización de estos derechos por parte de los usuarios, sin reglamentación alguna, lo que ocasiona situaciones de uso inadecuado de los terrenos en el páramo por parte de personas ajenas a las familias usufructuarias de estos derechos, ventas de esos derechos que originan en la actualidad problemas de diverso orden y en el futuro serán difícil de corregir por parte del Estado venezolano, véase el caso de Estanques en el estado Mérida, Mucuchíes, Timotes, Pueblo Llano, entre muchos casos)
Luís Bastidas Valecillos .Centro de Investigaciones Etnológicas. Universidad de los Andes, Mérida.
Concepción de la propiedad de la tierra. La concepción de estructura agraria entre los campesinos de las zonas que constituyeron las tierras aborígenes durante la colonia, es cambiante y dinámica. En efecto, hemos visto cómo el indio y luego el campesino se han apropiado del discurso de criollos y políticos; así como también de las nociones manejadas por éstos con relación al problema del uso y tenencia de la tierra, para fortalecer y sostener sus propias nociones al respecto. El campesino descendiente de indígenas se ha apropiado, en su propio beneficio, de las armas teóricas y legislativas empleadas contra él por la sociedad nacional. Esta actitud ha originado que las concepciones de los antepasados indígenas, unidas a la de los españoles de la época colonial, se encuentren presentes, aún hoy, en el medio rural merideño.

http://64.233.167.104/search?q=cache:stZtkXLwriAJ:www.insumisos.com/lecturasinsumisas/Mirada%2520etnohistorica%2520de%2520tierras%2520indigenas.pdf+CAMINOS+ABORIGENES+EN+LOS+PARAMOS+MERIDE%C3%91OS&hl=es&ct=clnk&cd=23&gl=ve
Para los aborígenes la propiedad y la producción tenían carácter comunitario dentro de una organización social, carente de antagonismos internos y divisiones clasistas. http://64.233.169.104/search?q=cache:7t2HProLxEUJ:hoeger.com.ve/ama/pdf/sesion-biodiversidad-03.pdf+DERECHO+DE+PROPIEDAD+agraria+EN+LOS+paramos+de+merida+en+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=19&gl=ve
El asentamiento de la urbe colonial de Mérida se consumó en la segunda mitad del siglo XVI, desde esa época y hasta avanzado el siglo XVIII, se procedió a la distribución de tierra y el otorgamiento en propiedad a través de las mercedes de tierra. La ciudad colonial y sus áreas aledañas fueron entregadas a los primeros conquistadores y pobladores que se avecindaron en ella. En esa distribución se privilegió las zonas ubicadas en el Chama alto y medio y en las cuencas del río de Nuestra Señora, por sus condiciones propicias para el cultivo de productos agrícolas. (Estas áreas tenían como vía de salida de personas y productos, entre otros, los caminos del páramo de Los Conejos).
Los hispanos tomaron como base aquellas propiedades para la conformación de las unidades de producción que asumieron inicialmente la denominación de estancias, pero que progresivamente con la especialización de los cultivos y la concentración de la propiedad dieron paso a la estructuración de las haciendas.
Otro factor de importancia en ese proceso productivo, lo constituyó el repartimiento de indígenas en encomiendas que fueron aprovechados como trabajadores agrarios en aquellas estancias y haciendas. La incorporación de los naturales en las tareas agrícolas posibilitó la integración del milenario conocimiento de la cultura aborigen andina, caracterizada por labranza de frutos como el maíz, la papa, la yuca, ullucos, papayas. http://64.233.169.104/search?q=cache:yw2Czmxx_9gJ:saber.ula.ve/cgi-win/be_alex.exe%3FDocumento%3DT016300002597/9%26term_termino_2%3De:/alexandr/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/procesoshistoricos/vol5num9/articulo6.pdf%26term_termino_3%3D%26Nombrebd%3Dsaber+DERECHO+DE+PROPIEDAD+agraria+EN+LOS+paramos+de+merida+en+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=4&gl=ve

Dsaber+DERECHO+DE+PROPIEDAD+agraria+EN+LOS+paramos+de+merida+en+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=24&gl=ve
Las extensas comarcas cordilleranas, especialmente sus valles y mesetas, fueron objeto de repartimientos y a un conjunto de tributos. Nuestro trabajo se centra en el estudio de una forma de modalidad colectiva de tenencia de la tierra, y de manera específica, la otorgada a los Pueblos de Indios, conocida como tierras de comunidad en buena parte de Hispanoamérica bajo el dominio español ( Resguardo de Pueblo). El tema medular de este trabajo podemos precisarlo en lo que se ha denominado Resguardos en la Nueva Granada, término que luego comprendió a los propios pueblos aborígenes y Fundo legal en México
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La noción de propiedad individual fue desconocida en América por las comunidades prehispánicas. Para esas comunidades indígenas, formadas por familias vinculadas por lazos de parentesco, la tierra cultivable fue un recurso de utilización compartida, que con el trabajo cooperativo comunal, les proporcionaba bienes de subsistencia pertenecientes a la comunidad, aunque el usufructo de su producción fuese individual. Tal circunstancia permite deducir la estrecha relación que establecieron con la tierra que cultivaban, con la tierra fecunda, sobre la que el aborigen mantuvo un profundo sentimiento de posesión, en razón de su pertenencia ancestral, capacidad de asentarse y explotarla, lo cual caracterizó la estructura social de la comunidad, los medios técnicos de producción, sus creencias religiosas y las manifestaciones artesanales y artísticas que encontró el español a su llegada a tierras americanas. (algunas de esas prácticas se mantuvieron bajo el dominio europeo y han permanecido a través del tiempo para mantenerse activas en la actualidad en el sector rural del estado Mérida)
A lo largo de los siglos hispánicos, la Corona proveyó una serie de disposiciones legales que dictaminaron sobre las tierras comunales indígenas o Resguardos, encaminadas a proteger, conservar y garantizar la supervivencia de la población nativa. Parte de ellas fueron recogidas en el Cedulario Indiano de Diego de Encinas (1596) y, la mayoría en la Recopilación de Leyes de los Reinos de las Indias de 1681. El tema del resguardo se ha abordado desde perspectivas diferentes y en un marco cronológico netamente diferenciado. Podríamos apreciar por un lado el aporte de siglos hispánicos y, por otro, el del siglo XIX, elaborado a la luz del proyecto moderno liberal. Más, la producción científica sobre la tenencia de la tierra en países como México
http://209.85.215.104/search?q=cache:3- m2S8oJ_eUJ:www.anhvenezuela.org/admin/Biblioteca/353/Edda_O._Samudio_A..pdf+la+hacienda+en+los+andes+meride%C3%B1os+en+la+colonia&hl=es&ct=clnk&cd=43&gl=ve
Propiedad comunal indígena y posesión comunera campesina en Mérida, Venezuela, siglo XIX. Edda O. Samudio A. Universidad de Los Andes Mérida - Venezuela
El estudio se centra en el análisis de dos modalidades de propiedad de la tierra que estuvieron presentes en Mérida el siglo XIX. Se plantea el proceso por el cual, en nombre de los postulados liberales, se legisló la liquidación de la propiedad comunal indígena, mediante el reparto de sus resguardos, mientras por otra parte, se consolida y fundamenta jurídicamente la propiedad o posesión comunera, con limitaciones en cuanto a su perdurabilidad. Se estudia comparativamente las características y comportamiento de ambas modalidades de tenencia, con la constante manifestación del dilema individuo y comunidad, que propugnaba la eliminación de la propiedad colectiva, característica relevante de la política agraria del siglo XIX.

El tema motivo de esta comunicación está directamente vinculado a la tenencia de la tierra en el siglo XIX, cuestión fundamental en la Historia Agraria de Venezuela y, en general, de los países hispanoamericanos. Con la llegada de los españoles se inicia el proceso de ocupación violenta, de usurpación, reparto, donación y concesión de la tierra, entre otras maneras de apropiarse de ese bien raíz, posteriormente legalizado a través del instrumento jurídico de la “composición”, proceso que implicó el sometimiento y organización del indígena en torno a la encomienda, base de la estructura socioeconómica y de la iniquidad social en la América Hispana. De esa manera, el hábitat del indígena fue progresivamente limitándose hasta confinarse en los Pueblos de Indios, dotados de las tierras comunales o resguardos, mientras en su entorno se consolidaban y expandían las propiedades de los notables vecinos de las ciudades. El análisis comparativo de esas dos modalidades de tenencia, relacionadas con formas tradicionales de propiedad en comunidad; una instituida en la colonia que se prolonga a la república, la comunal indígena y, la otra, de carácter asociativo, cuyos actores, en una buena parte, estuvieron vinculados a la propiedad comunal que consta en la documentación del siglo XIX como posesión comunera, constituyen el objetivo esencial de este trabajo.
Se parte de que las élites republicanas ceñidas a los principios liberales de la época, se empeñaron en asegurar el funcionamiento del mercado libre de tierras, eliminando las trabas que dificultaban la enajenación de la tierra en común y consecuentemente, la concurrencia de su mano de obra al mercado laboral. De esa manera se impuso la individualización, tanto de las tierras comunales indígenas como las que estaban bajo el régimen de posesión comunera, sin que se acompañara de una política complementaria de asistencia técnica a la producción, ni de apoyo a la comercialización de sus productos, proceder que se ha prolongado en el tiempo, hasta nuestros días. Tampoco se ofreció un sistema de crédito para la población campesina, sumida en una economía de subsistencia, ni al sector desposeído o sin tierra, resultante de ese proceso de minifundización, circunstancia que ocasionó mayor pobreza de la población rural.
Es preciso señalar que mientras el estudio sobre la propiedad comunal indígena ha motivado el interés de investigadores de la Ciencias Sociales, la historiografía sobre la posesión comunera es prácticamente inexistente, tema que fue motivo de un trabajo de investigación realizado por un grupo de estudiantes en las aulas de la escuela de Historia de la Universidad de Los Andes, hace más de una década. Este estudio se fundamenta básicamente en datos recogidos en trabajo de campo, en documentos notariales y en la legislación de la época.
La propiedad comunal indígena y la posesión comunera. Sus orígenes
Es bien conocido que desde el temprano siglo XVI hubo la preocupación por parte de la Corona de dotar de tierra a los Pueblos de Indios; no obstante, en los territorios neogranadinos, fue el primer presidente de la Audiencia de Santa Fe de Bogotá, Andrés Venero de Leyva, quien a mediados de esa centuria inició el proceso conducente al establecimiento definitivo del resguardo.
Mérida formó parte de la jurisdicción neogranadina hasta 1777, cuando se le anexó a la Capitanía General de Venezuela y luego, en la década siguiente, a la Real Audiencia de Caracas. El cumplimiento de las Cédulas de El Pardo (1591) y la observancia de las Ordenanzas sobre resguardos motivaron el envío de Oidores y de otros funcionarios reales a diferentes provincias neogranadinas, con la misión de conocer la situación de las tierras indígenas y los vecinos; así como el cumplimiento de la condición de “morada y labor” , a la vez que establecer si la posesión de esas tierras se ajustaba a lo determinado en la legislación indiana y si los asentamientos aborígenes disponía de tierra suficiente para la subsistencia. Consecuencia del conocimiento de la caótica realidad de los naturales merideños fue la asignación de resguardos a los Pueblos de Indios de Mérida, proceso que inició Juan Gómez Garzón, como Juez Medidor de Tierras en el año 1594.
En la jurisdicción emeritense esta dotación de resguardos, al igual que en otras provincias, se extendió más allá de la primera mitad del siglo XVIII y estuvo enmarcada dentro del proceso de reordenamiento y reorganización de la población aborigen en Pueblos de Indios En la Provincia de Venezuela, las tierras comunales indígenas fueron determinadas en la Instrucciones de Francisco de Berroterán, Gobernador y Capitán General, formuladas en 1694 y aprobadas por Cédula Real el año siguiente; mientras las de la Provincia de Cumaná, que comprendía el sector nor-oriental del actual territorio venezolano, fueron contempladas en las Ordenanzas del Gobernador Gaspar Mateo de Acosta en 1691, pero tan sólo se hicieron efectivas con las Ordenanzas del Gobernador, José Ramírez de Arellano en 1700.
En consecuencia, la tierra comunal indígena o Resguardo indígena formó parte del régimen de la tierra desde el temprano período hispánico. A través de esa institución se consagró la propiedad comunal otorgada a los Pueblos de Indios o reducciones, para su aprovechamiento y beneficio colectivo, por consiguiente, los indígenas no ejercían dominio sobre esas tierras, pues, la Corona conservaba la propiedad, y aquellos, el derecho al usufructo. De esa manera se impedía que los indígenas hicieran de la tierra un bien comerciable para que ésta se transformara en el medio fundamental de vida de las comunidades aborígenes
Por su parte, la posesión comunera que parece haber estado presente en Venezuela desde la primera mitad del siglo XIX, comparte dos figuras jurídicas: la posesión y la comunidad. En consecuencia, se acoge la noción de que la posesión es la tenencia de una cosa o el disfrute de un derecho que ejercitamos por nosotros mismos o a través de otra persona que retiene el bien o ejercita el derecho en nuestro nombre; mientras la comunidad es definida como el derecho de propiedad que corresponde a varias personas sobre un mismo bien, en el cual, “...cada una tiene una cuota ideal o abstracta”. No obstante, la indivisión de la cosa poseída entre los comuneros constituía exigencia medular en la comunidad, de manera que “...el derecho de cada uno se halla indistintamente sobre toda la cosa y sobre cada una de sus partes”. En esta forma, cada comunero ejercía un derecho de dominio pro indiviso que se traducía a la posesión sobre su cuota y de los provechos o frutos correspondientes. Además, estaba en capacidad de vender, traspasar o hipotecar libremente su parte y, también, transferir su disfrute a otras personas para el “...usufructo, uso, habitación, anticresis o arrendamiento”; todo limitado a la parte correspondiente. De este modo, ese derecho que tenía un valor traspasable se fraccionó a través de la compra-venta, herencia y donación, constituyendo un sistema de “aderechados”, con la posesión o dominio de la cuota y no de la propiedad
Esta última se adquiría con la división o liquidación de la posesión comunera que otorgaba la propiedad plena de la parte o lo correspondiente a la cuota. Así, la posesión conducía a la propiedad por lo que se les ha considerado términos análogos. No obstante, es necesario destacar que las bienhechurías o mejoras realizadas por elcomunero eran de su absoluta propiedad. La confusa situación que generó la convivencia de nativos y forasteros no fue un hecho particular de los pueblos de resguardo; también las posesiones comuneras fueron consideradas semilleros de desavenencias. Esta circunstancia justificó y propició su intervención, estableciendo cotos a su existencia. Esto fue regulado a través de disposiciones legales: en el caso de los resguardos, desde la temprana república; y en el de la posesión comunera, en la segunda mitad del siglo XIX.
La propiedad comunal y la posesión comunera en la legislación venezolana.
La Constitución Federal de Venezuela de 1811 definió la postura de la elite republicana respecto a las tierras comunales indígenas. Esta postura puede considerarse lineal e inquebrantable durante el resto de la centuria. Apoyándose en los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano, las leyes republicanas favorecieron la participación de otros sectores de la sociedad en los espacios comunales indígenas, propiciando su partición y liquidación. Estas fueron promulgadas en el orden cronológico que se presenta a continuación:
Diciembre de 1811
11 de octubre de 1821
15 de octubre de 1828
2 de abril de 1836
7 de abril de 1838
16 de junio de 1884
25 de mayo de 1885
Los gestores de la República tuvieron el cuidado de que no persistiera aquella propiedad comunal, inalienable e inajenable, heredada de la colonia. Con ese fin dispusieron, a partir de entonces, que las nuevas poblaciones indígenas tuvieran tierras para repartir progresivamente, de diez a cien fanegadas, conforme a la calidad del terreno, por familia indígena asimilada.
Además, permitían a los no indígenas asentarse en estos poblados, donándoles solares para sus viviendas, arrendándoles o vendiéndoles las tierras de labor. Quince años más tarde, una nueva Ley estipulaba que se dieran veinticinco fanegadas a cada familia indígena reducida a vivir en los poblados misionales, algunas semillas, instrumentos de trabajo, algún ganado, unos animales domésticos y el vestuario necesario. No obstante, en esta misma disposición se contemplaba conceder igual cantidad de fanegadas a familias venezolanas no indígenas y extranjeras que se avecindaran en esos asentamientos.
La lectura de la legislación venezolana que determinaba la parcelación o individualización y la plena propiedad de las tierras comunales indígenas, permite advertir un progresivo afinamiento en la forma de llevar a cabo aquel objetivo durante la centuria, característica que es notoria en las disposiciones promulgadas en los años ochenta, a la que se acogió un buen número de asentamientos en la región andina merideña, donde la propiedad comunal había tenido un dilatado y significativo arraigo.
Por su parte, la posesión comunera no respaldada de un compromiso previo entre comuneros, debía acogerse a lo establecido en el Título IV, “De la Comunidad”, del Código Civil. El contenido de este título del cuerpo de preceptos legales de 1873 evidencia el cuidado que tuvieron los legisladores de evitar que esta modalidad de tenencia constituyera una compleja institución de inmovilización de la propiedad de la tierra. Con este motivo, se definió claramente su naturaleza, la que tuvo entre sus características, la prescripción o transitoriedad. De esa manera, se impuso el principio de no obligar a ningún comunero a mantenerse en comunidad, cualquiera de ellos podía exigir su partición; sin embargo, se consideraba lícito permanecer en comunidad durante un lapso no superior a cinco años.
El ordenamiento jurídico llegaba todavía más lejos, pues el Artículo 640 establecía que la autoridad judicial, ante situaciones serias y apremiantes podía ordenar la división de la cosa en común, aún antes de haber cumplido el tiempo convenido. Entre esas situaciones se contemplaba: la enemistad entre comuneros, el desacuerdo en la administración de la cosa común y el haber caído en un estado de pobreza tal que varios comuneros no pudieran cumplir con los gastos de administración o conservación, sin que el resto estuviera dispuesto a suplirlos.
Respecto a las cosas comunes, otra disposición (art. 633), determinaba que cada comunero podía aprovecharse de ellas, pero debía emplearlas de acuerdo al destino que le había dado, sin atentar contra el interés de la comunidad o no permitir el ejercicio del derecho que otros comuneros tenían de servirse de ellas
También, en cuanto a la división de aquellas cosas que al ser fraccionadas dejaban de prestar el servicio señalado, lo que en estos casos podía exigirse era la venta en almoneda pública. Finalmente, se determinó que las reglas sobre la división de la herencia eran aplicables a la división entre comuneros (art. 642)
Similitudes y diferencias
El trabajo empírico respecto al comportamiento de estas dos instituciones agrarias en Mérida, permite establecer similitudes y diferencias importantes, en cuanto a su origen, características y evolución. Igualmente, es preciso destacar que cada una de ellas tuvo un desenvolvimiento no precisamente homogéneo; por el contrario, esa heterogeneidad es preciso conocerla, para poder aproximarse atinadamente a su caracterización. En cuanto a su origen es necesario destacar que la propiedad comunal indígena fue una institución creada por la Corona española, como parte del proceso de reducción del aborigen, a través de la formación de Pueblos de Indios, ubicados en sitios determinados y dotados de tierras, cuya propiedad se nutrió de la raíz colectivista prehispánica. Por su parte, la posesión comunera surge en forma espontánea, mezcla de elementos de la cultura occidental y de las sociedades tradicionales, a partir de la primera mitad del siglo XIX y se propaga en la segunda mitad de esta centuria, precisamente en el periodo que se inicia y se intensifica la disolución de la propiedad comunal indígena en Mérida. A ella concurrió principalmente población proveniente de asentamientos originalmente indígenas, en busca de satisfacer objetivos de índole social y económica.
Tal como se ha señalado, la propiedad comunal indígena tuvo su origen en la
concesión real de tierras a las poblaciones aborígenes para el usufructo, mientras la Corona conservaba su propiedad. Ésta, no sólo era de carácter comunal, sino inalienable, inajenable e imperecedera, perpetuidad que termina con el ordenamiento jurídico republicano.
http://209.85.215.104/search?q=cache:VpjaHdFhYzkJ:saber.ula.ve/cgi-win/be_alex.exe%3FDocumento%3DT016300000827/1%26Nombrebd%3DSsaber%26term_termino_3%3D%26term_termino_2%3D/alexandr/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/procesoshistoricos/vol2num3/articulo3-1.pdf+produccion+agropecuaria+en+la+colonia+en+M%C3%A8rida+venezuela&hl=es&ct=clnk&cd=1&gl=ve

Derecho de conquista

INCIDENCIA DE LA ACCION DEL CONTRABANDO EN EL SUR DEL LAGO SOBRE EL TRAFICO DE PERSONAS Y BIENES, EL POBLAMIENTO EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS

La Corona trata siempre de imponer un comercio cerrado entre la Península y sus colonias. Con este objetivo prohíbe todo intercambio directo entre los pueblos americanos y las demás potencias europeas. Sin embargo el subdesarrollo de España no le permite abastecer de mercancías a las colonias; tampoco es capaz su flota mercante de cubrir con eficiencia las diferentes rutas. A Maracaibo llegan apenas uno o dos barcos españoles por año. De la intransigente actitud real surge con gran fuerza el comercio clandestino con Holanda, Francia e Inglaterra y sus respectivas colonias antillanas. En 1634 los holandeses se apoderan de la estratégicas islas de Aruba, Donaire y Curazao; con tan vecinas bases el contrabando se extiende a las costas de Coro y a todo el Lago de Maracaibo, Durante todo el siglo XVII los holandeses monopolizan el comercio con Los Andes, sirviendo Maracaibo de enlace. El comercio con los holandeses significa para los andinos el 67 % de la economía.
La jurisdicción de la Compañía se extiende solamente a la Provincia de Caracas por lo que el resto de Los Andes y Maracaibo permanecen durante 24 años excluidas del campo de operaciones de la Guipuzcoana, esta situación acelera las negociaciones clandestinas, porque ya no es solo Trujillo el que trata de evadir las onerosas condiciones y los bajos precios impuestos por el monopolio, sino las regiones de Barquisimeto y los llanos; a través de los caminos cordilleranos Páramo de Los Conejos) se desplaza buscando el Lago de Maracaibo y al comprador holandés, la mayor parte de la producción interiorana de la Provincia de Caracas.
Para enmendar esta situación, el Rey extiende, en 1752, la jurisdicción de la Compañía Guipuzcoana hasta los territorios de Mérida y Maracaibo.
Cardozo Arturo. Proceso de la Historia de Los Andes.

El contrabando.
El régimen español de los siglos XVI y XVII y la prohibición impuesta a los extranjeros de comerciar con las posesiones americanas, trajeron como consecuencia el contrabando o comercio clandestino que no pagaba derechos aduaneros, violaba y defraudaba al fisco. Los ingleses, portugueses y holandeses introducían toda clase de géneros; aun los mismos concesionarios de las flotas se entregaban con descaro al contrabando.
Estas empresas aprovecharon el asiento para contrabandear, lo cual perjudicó en gran medida los intereses económicos del gobierno metropolitano y del rey de España. En consecuencia, el comercio ilegal aumentó en forma alarmante, y fue necesario combatirlo. Ejemplo de este contrabando es el realizado por barcos holandeses con relación al tabaco procedente de Barinas. Dicho tabaco se enviaba en jarras de porcelana azul de Delft (Holanda) a través de barcos que remontaban el Orinoco y el Apure hasta la propia provincia de Barinas, mientras que el comercio (legal) del tabaco con España se realizaba mediante recuas de mulas a través de los Andes venezolanos ( páramo de Los Conejos) hasta el puerto de Gibraltar, en el sur del Lago de Maracaibo. El contrabando holandés llegó a superar el comercio colonial del tabaco con España, por lo que la Corona española construyó dos fuertes junto al Orinoco para combatirlo, ya en el siglo XVIII. Las jarras holandesas de tabaco con las que se comercializaba en Europa llevaban la inscripción Farinas, lo que venía a ser una
http://es.wikipedia.org/wiki/Compa%C3%B1%C3%ADa_Guipuzcoana_de_Caracas
Presente y Pasado. Revista de Historia. ISSN: 1316-1369. Año 6. Volumen 6. Nº 11/12. Enero-Diciembre, 2001.Carlos Villalobos León, Piratas y corsarios en el Lago de Maracaibo..., pp. 70-95.
Carlos Villalobos León**
Universidad de Los Andes. Mérida–Venezuela.
Piratas y corsarios en el Lago de Maracaibo
(Siglo XVII)*
Resumen
La región económico-geográfica del Lago de Maracaibo, desde la isla de San Carlos al norte, hasta Gibraltar al sur,fue escenario –durante el siglo XVII– de frecuentes incursiones de filibusteros europeos, quienes incursionaban en el estuario en procura de botines en numerario y joyas, así como también de avituallamiento, aprovechando la disminuida defensa militar hispánica de esta zona costera. Los corsarios actuaban contra las poblaciones ribereñas de acuerdo con los criterios personales de sus comandantes de escuadra y la política de sus respectivos países de origen frente a la Corona Española. Maracaibo y Gibraltar fueron intermitentemente diezmadas por filibusteros holandeses, ingleses y franceses, como consecuencia de toda esa situación.
NOTA DEL COMITÉ DE EDITORES: Ponencia presentada en el Simposio “El Lago de Maracaibo en la Historia Nacional: a 500 años del arribo de Alonso de Ojeda (1499-1999)”, Maracaibo-Estado Zulia: Septiembre 28 a Octubre 1º de 1999; la misma fue sometida a la consideración de Presente y Pasado. Revista de Historia para su publicación en Noviembre de ese año y aprobada por el Comité de Arbitraje en Diciembre del mismo.
Párrafos preliminares
Entre tantas vivencias que la Historia depara en su discurrir queremos exponer en este Simposio “El Lago de Maracaibo en la Historia Nacional: a 500 años del arribo de Alonso de Ojeda (1499-1999)” acerca del interés que tenían piratas o filibusteros para adentrarse hasta esta formación acuática natural y desembarcar en las poblaciones costaneras y allende éstas, en lo que distintos historiadores han coincidido en llamar “correrías”.
Acerca del tema del filibusterismo en América, comentaba Eduardo López Rivas, a finales del siglo XIX, que era necesario recurrir a las obras que sobre la temática habían escrito historiadores ingleses, “Tuvo en todo tiempo nuestro Lago la desgracia de excitar con la riqueza de sus poblaciones ribereñas la avaricia de aventureros y piratas: desde las depredaciones de los tudescos en nombre de la conquista, hasta los filibusteros del siglo XVII, y desde éstos hasta los aventureros de las guerras civiles, con procedimientos semejantes, el filibusterismo ha tenido una especie de encadenamiento histórico en nuestras aguas”
Eduardo López Rivas. Palabras iniciales de la primera entrega de la serie “Los filibusteros en el Lago”en El Zulia Ilustrado, Nº 20. Revista Mensual, Maracaibo, Julio 1890.
El lago y el filibusterismo
Varios eran los núcleos poblacionales asentados en las riberas del Lago, cuya actividad económica resultó, a posteriori, de importancia si se considera la escasa preponderancia geopolítica que el estado español confería a la Gobernación de Venezuela y a todas las jurisdicciones costaneras de Tierra Firme. Estas falencias permitieron a los filibusteros europeos triunfar en el mar, ufanar en tierra, enriquecer a las coronas enemigas de España y disfrutar —en lo personal— los botines con que se saciaban en costas del Nuevo Mundo. Ejemplo de penetraciones hacia bien entrado continente fue la correría del filibustero galo François Grammont hacia el Lago de Maracaibo, en 1678, quien ocupó y saqueó a Maracaibo, Gibraltar y ascendió hasta Trujillo, en acción depredadora que duró casi cinco meses consecutivos. ( El constante ataque de Gibraltar por parte de piratas, bucaneros y filibusteros promovió de parte de las autoridades de Mérida y de Nueva Granada, la construcción y mejoramiento de los caminos entre la capital de la región y el puerto lacustre con el objeto de facilitar el desalojo a tiempo de la población y sus bienes, así como, respaldar y apoyar con rapidez mediante refuerzos militares como ocurrió en varias oportunidades de manera exitosa)
Visión descriptiva del Lago y de su economía a finales del siglo XVII
(Para comprender el desarrollo y la evolución de los caminos que atraviesan el páramo de Los Conejos y la sierra La Culata, es conveniente revisar y analizar el proceso histórico ocurrido en el Lago de Maracaibo siglos antes a la llegada de los europeos a la región hasta bien avanzado el siglo XVIII cuando se inició su declinación y sustitución por las vías carreteras en los andes)
Desde el punto de vista económico, desde la época cuando Alonso de Ojeda entró con sus naos al Lago de Maracaibo (1499) hasta finales del siglo XVIII, inclusive, lo más resaltante ocurrido en esta parte de la geografía venezolana fue el intenso y lucrativo tráfico comercial lacustre interno. También resalta el crecimiento demográfico de Maracaibo, constituido, sin discusión, en importante centro de actividad mercantil de importación y exportación. En términos comparativos modestos, Maracaibo fue a los Andes de Venezuela y al oriente de la Nueva Granada lo que Veracruz fuera a Nueva España. (Los productos y el comercio con los Andes venezolanos fue elemento fundamental para ese logro y los caminos por el páramo de Los Conejos fueron importantes en tan rápido e importante desarrollo)
Para que esta importancia fuera de realce, una actividad paralela de índole agrícola se manifestaría en las costas sureñas del Lago: la producción cacaotera. Gibraltar estaba a la cabeza de un corredor lacustre donde la explotación agrícola se hizo con abundante mano de obra esclava, venida indistintamente desde Las Antillas francesas, holandesas e inglesas. Allí confluía su cacao con los producidos en los lugares de Santa María, San Antonio, Bobures, Palmarito, La Ceiba, Motatán y varios sitios más. Creció el grano gracias a la bondad de sus suelos, al sudor de los negros africanos y a la inversión de capitales hecha, principalmente, por blancos españoles radicados en Mérida y Trujillo ( los que ampliaron, mantuvieron los caminos de indios, al mismo tiempo construyeron nuevos que permitieran el traslado a sus casas de habitación en Mérida, estos caminos fueron empleados para el transporte de productos desde el puerto en el Lago de Maracaibo hacia Mérida y viceversa; también se usaron para el traslado de fuerzas militares para la defensa de Gibraltar). El destino de la producción cacaotera gibraltareña era Europa, con escalas en Maracaibo y otros puertos caribeños, acatando la política de flotas mercantes establecida por el monopolista estado español. La Corona había favorecido ampliamente a los Cabildos de Mérida y Trujillo para que repartiesen tierras, al sur del Lago, entre vecinos de sus jurisdicciones.
Sus vegas eran climatológicamente feraces pero fértiles y de densa vegetación, con abundantes quebradas y ríos, gracias a los cauces que las montañas andinas vaciaban hacia el Lago, bañando y nutriendo riberas.
En síntesis, un trópico de treinta y cinco grados o más de temperatura medioambiental, propicio para la rápida germinación de la semilla marrón, para gruesos tallos de los arbustos y para el grande fruto. A su vez, los navíos propiedad de marinos y mercaderes asentados en la villa maracaibera, proveían con asiduidad a los pobladores sureños: principalmente de sal, apetecida en los páramos, que provenía de los blanquizales de Salina Rica y Los Filúos, términos de Monteclaro, predio de Maracaibo, también zona de grandes hatos, cercanos al Puerto. De sus alrededores, igualmente, provenían las conservas o pescados salados, que deleitaban a esclavistas y esclavos del Sur, y también a blancos e indios de Acequias, Torondoy, Mucubají, Mérida, Esnujaque, Niquitao y Trujillo, La Grita, Seboruco, San Cristóbal, Ocaña y Salazar de las Palmas, por ejemplo.
Todo este conjunto de mercaderías y muchas otras se juntaban con bultos de finas sedas y encajes para la sociedad blanca montañesa. También aportaban instrumentos de labranza, vinos, aceite de oliva y un sinfín de cosas más, que por el Lago se enviaban hasta Gibraltar y hasta riberas del río Zulia. En canoas y piraguas se llevaban los objetos hasta los tablados de muchos destinos lacustres de cabotaje. Desde allí, los arreos de mulas remontarían las serranías. Gibraltar era destino y origen del tráfico de pasajeros, paisanos, soldados y funcionarios, que iban y venían, hacia y desde Mérida, Trujillo, Pamplona y Maracaibo. A la vez, era centro negrero por excelencia, para nutrir de mano de obra a las eras andinas (este movimiento se produjo por los caminos del páramo de Los Conejos).
Así, pues, el progreso agrícola del sur del Lago dio alta connotación económica a estos meridianos y apuntaló a la estratégica Maracaibo, adentrándose con importancia en el bien llamado hinterland maracaibero-andino-neogranadino.
Ciertamente, Maracaibo fue el centro exportador e importador por excelencia del oeste de Venezuela, aunque lo dirigido hacia el cabotaje o hacia el mar no era mayormente producido en los predios cercanos del puerto. Casi todo lo comercializado desde Maracaibo hacia el exterior del Lago le llegaba desde el sur del Lago. Desde Maracaibo se reenviaba casi todo lo que los Andes, venezolano y neogranadino consumían, manufacturado en la Europa no hispana, pues como bien se sabe el desarrollo de factorías en España era desde siglos casi inexistente, característica propia de una economía basada en la abundancia de metales preciosos que desde América se traían.
La presencia filibustera en el Lago
La estrategia defensiva de Gibraltar, por ejemplo, era responsabilidad del gobierno de Mérida y La Grita, a pesar de que para el puerto de Maracaibo el asentamiento sureño era de vital importancia estratégica comercial, condición que sí le otorgaban los gobiernos provinciales de las cumbres andinas.
A continuación referimos las más cruciales experiencias conocidas en la región lacustre, practicadas por las huestes de invasores contra los ocupantes de ella, exponiéndolas - según el corso del pirata líder - a fin de coincidirlas con algunas de las actitudes contrarias a España asumidas en el Caribe por las coronas europeas rivales de su Imperio en uno u otro tiempo.
Incursión Holandesa: Registra Luis Britto García en su densa obra “Demonios del Mar. Piratas y Corsarios en Venezuela, 1528 - 1727”, la actividad de los filibusteros contra Maracaibo y otras localidades ubicadas en las riberas del Lago de Maracaibo, desde la cuarta década del siglo XVII. Nos atenemos a su cronología y a su diferenciación de orígenes para nuestra exposición.
En Octubre de 1641, por ejemplo, el gobierno del nuevo gobernador holandés residente en Curazao,Jan Claeszoon Van Campen, despachó una flota de cuatro buques y dos chalupas hacia el Golfo de Venezuela, comandada por el capitán Heydrick Gerritsz, también llamado por sus víctimas Henry Gerard. Sin dificultad los navíos holandeses salvaron la Barra, obstáculo natural existente donde el Lago y el Mar Caribe se comunican. Allí, las débiles defensas emplazadas en el cercano Castillo de San Carlos no le detendrían. Frente a Maracaibo pasó airoso rumbo al sur. Desembarcó hombres en los lugares llamados Somocoro y Mocoro y, visto el escaso botín, prosiguió Gerritzs hacia Gibraltar, provincia de Mérida. El gobernador andino, Felix Fernández de Guzmán, estante al momento en aquel lugar pero sin los adecuados recursos bélicos para afrontar invasores más numerosos y mejor equipados, comandó el
éxodo de la población gibraltareña y ordenó incendio de las edificaciones, justo cuando los flamencos procedían al desembarco. Sin embargo, los invasores lograron capturarle una de sus embarcaciones, cuyos tripulantes y cargamento pasaron como rehenes y botín, respectivamente, de los captores. Asimismo, se apropiaron de las imágenes sacras del convento no incinerado por Fernández de Guzmán, más 300 sacos de tabaco proveniente del Estanco de Barinas que llegaba al sur lacustre traspasando páramos trujillanos.
Incursión Inglesa:
Instado Morgan nuevamente por El Picardo a navegar hasta Gibraltar, lugar por él muy conocido pues tres años antes allí había estado en correrías con David Naú, El Olonés, se dirigió hacia el sur encontrando el poblado casi desolado, por lo que procedió a capturar y torturar a esclavos que no habían huido con sus amos y a algunos blancos que se habían rezagado en la partida, ordenada ésta por la autoridad merideña cuando se supo de la presencia de los filibusteros en Maracaibo. López Rivas apoyado en la traducción personal suya de la obra de Exquemeling, dice acerca de Morgan: “Después de quince días de pillaje por los alrededores de Gibraltar volvió a aquella, cargado de botín y con gran número de prisioneros a quienes obligó a pagar rescate, durante su ausencia había llegado el destacamento del Río Zulia, (enviado allí por Morgan, atendiendo las delaciones de los torturados), con las embarcaciones cargadas de fugitivos con su dinero y ropas. Cinco semanas había permanecido Morgan en Gibraltar; durante ese tiempo taló quince leguas a la redonda sin perder un hombre siquiera, tal era el pánico de los españoles!… Como Gibraltar había sido reedificada después del saqueo de L’Olonnais, los habitantes no queriendo ver consumir por el fuego la flamante población, pidieron tiempo a Morgan para reunir el rescate. Les concedió ocho días, ocurridos los cuales, debían llevar el rescate a Maracaibo; y se hizo a la vela para aquella ciudad donde llegó tres días después, con los principales vecinos de Gibraltar que llevaba como rehenes”
Concluyó así el martirio iniciado en Gibraltar desde que Morgan y su gente desembarcaron el 21 de Marzo de 1669. El retorno desde la sureña posesión se hizo el 23 de Abril.
Incursión Francesa:
Los invasores vencieron la dura resistencia y pasaron a buscar el botín. En el lugar permanecieron durante seis semanas, discutieron la posibilidad de proseguir hacia Mérida, cuyo gobernador había muerto en batalla defendiendo a Gibraltar. Lo obtenido fue poco y el rescate pedido a los vecinos no se consumó, por lo que Naú ordenó el incendio de la población antes de regresar a Maracaibo. Llegado acá exigió, también, rescate a los aterrados vecinos que presagiaban su retorno. Éstos, le entregaron 500 reses vacunas cimarronas perijaneras que fueron beneficiadas, pues El Olonés así lo demandó para avituallarse, mientras esperaba durante ocho días la consignación del rescate en numerario. Ordenó, entretanto, destruir las iglesias previa recolección de sus ornamentos, cuadros, esculturas, campanas y cruces, ya que con ellas dotaría un templo católico a edificarse en La Tortuga, comentó Exquemeling.
Miguel El Vasco y Montbars:
Francois Grammont De La Motte, llamado Agramont por los españoles, según Lucena Salmoral: Pirata, parisino nacido en 1625, del temple rudo de Morgan, ejerció muchos años como máxima autoridad de la Hermandad de la Costa, sita en la isla de La Tortuga, predios de La Española. En Julio de 1678, forzó con muchos agravantes su paso a través de la Barra para luego desembarcar en Maracaibo. Más tarde, avanzó hasta Gibraltar y se desplazó hasta Trujillo, localidades todas que saqueó e incendió antes de retirarse de esa región.” Al Lago ingresó cuando la ciudad estaba bajo el mando del Capitán General de la Provincia de Mérida y La Grita, Jorge Madureira Ferreira, quien había anexado este puerto a la Nueva Granada por orden del Virrey de Santa Fé de Bogotá. Grammont atacó y el ocupante andino despejó la ciudad para no enfrentarlo con sus pocos soldados, manteniéndose en las cercanías del lugar hasta la partida final del invasor. Esta acción estimuló a los piratas para navegar hasta Gibraltar, luego del consabido saqueo de Maracaibo. En el sur encontraron desierto el sitio, de población y de guarnición. Desde acá decidieron avanzar hacia la montaña, desplazándose en sentido Escuque–Motatán-Sabana Larga–Trujillo.
http://64.233.169.104/search?q=cache:Qwtj5c49TEYJ:www.saber.ula.ve/cgi-win/be_alex.exe%3FDocumento%3DT016300001884/5%26term_termino_2%3De:/alexandr/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/presenteypasado/ano6vol6/carlos_villalobos.pdf%26term_termino_3%3D%26Nombrebd%3Dsaber+EL+CONTRABANDO+POR+LOS+PARAMOS+MERIDE%C3%91OS&hl=es&ct=clnk&cd=22&gl=ve

INFLUENCIA DEL PUERTO DE GIBRALTAR Y OTROS DEL SUR DEL LAGO SOBRE EL TRAFICO Y ASENTAMIENTO POBLACIONAL EN LE PARAMO DE LOS CONEJOS






Consideraciones epistemológicas previas, tiempo, espacio y reproducción cotidiana de la vida de los pobladores del pàramo de Los Conejos
http://www2.bvs.org.ve/scielo
Tratando de incursionar en una especie de socio génesis de los procesos culturales, nos hemos interesado por llevar a cabo estudios empíricos que nos remiten a sociedades premodernas, pero entendiendo que cada persona es parte de un proceso social e histórico y a la vez su vida misma es un proceso a menor escala. Entonces la noción de tiempo, por ejemplo, o de espacio, desde nosotros, desde nuestra racionalidad, constituyen procesos entrelazados a una trama de vida que en este caso vamos a llamar "reproducción cotidiana." La preocupación es porque todavía somos racionales y modernos, es decir, estamos atados a una razón instrumental basados en la idea de la capacidad del hombre moderno para prever y calcular, lo cual nos lleva a una excesiva formalización de la razón y a la pérdida de las raíces intelectuales de conceptos más sensibles como felicidad, justicia, entre otros, y es por eso que nos hemos enamorado de nuestro entorno para poderlo abordar buscando otros modos. Pero como dice Elías, la civilización no es racional ni irracional, sino que se pone y se mantiene ciegamente en marcha por medio de la dinámica propia de una red de relaciones y por medio de cambios específicos en los que los hombres están acostumbrados a vivir (1999).
Intentaremos desandar este ovillo teórico articulando primero tiempo y espacio a la reproducción cotidiana (Villena Fiengo, 1996), lo cual nos lleva a preguntarnos en principio por lo que es al mismo tiempo "tiempo social" y "tiempo físico." Las dos preguntas están obviamente unidas. Se ha indicado "que sólo el hombre, como ser autor reflexivo, lleva dentro de sí el tiempo, pero el proceso temporal envuelve no sólo lo humano, sino todo lo que existe." El hombre y la mujer participan del tiempo de la naturaleza, pero hacen también del tiempo una construcción propia. Así que de esto no podemos derivar un "tiempo social", sino precisamente una conformación social del tiempo. Sería así mismo erróneo indicar que nos sumergimos en un tiempo fluyente, en tanto tiempo absoluto, externo a los fenómenos, cuando es al revés, son los cambios, los eventos, los que crean el tiempo (Falero, 1998).
B. Presente continuo en una aldea del páramo
Nos tomamos el derecho de aislar en el flujo histórico un espacio micro social y un micro proceso biográfico. Se trata de un lugar y de unos pobladores del páramo de Los Conejos, a tres mil trescientos metros sobre el nivel del mar, antiguo sitio de adoración, de lagunas encantadas y espacio de contemplación y no propiamente de asentamiento humano, ni de trabajo sino hasta la llegada de los colonizadores. Este espacio se organizaba, tomando en cuenta los procesos itinerantes de ocupación y desocupación de un ambiente con características climatológicas y ecológicas ciertamente difíciles.
En 2007, describe el páramo de Los Conejos como lugar situado a la distancia de 20 kilómetros de la capital de Mérida en la falda de uno de los cerros de la cordillera del Norte. Es importante destacar que el hoy espacio rural del páramo de los Conejos, era antiguamente un espacio sagrado y por tanto no habitado por los indígenas, quienes se asentaron en los alrededores para desarrollar allí su vida cotidiana desde aproximadamente unos quince siglos antes de la llegada de los conquistadores (Clarac, 1996). (Con la conquista y posterior período de la colonia, tiempo en que se procedió a esclavizar a los aborígenes mediante las figuras jurídicas de repartos, encomiendas, pueblos de indios, capitulaciones y en consecuencia el rechazo de grupos enteros de aborígenes que se marcharon a las montañas, en este caso poblaron las estribaciones de la sierra La Culata, en particular el valle de Las González)
La importancia de esta zona aledaña a la tierra sagrada, que iba desde Jají hasta el Páramo la Culata, se debía por un lado a su agricultura sistemática en terrazas (donde se producía sobre todo la papa en variadas especies endémicas que aseguraban la base de sustentación alimentaria), y por otro lado a la presencia del páramo y al culto del Dios-Páramo, también identificado con el Sol y el Arco Iris; y al CHES, culto dirigido por los "mohanes" o sacerdotes de esta zona.
El cargo de los mohanes les venía por herencia aparentemente también como en Colombia, de Tío a sobrino, hijo de la hermana, aunque según Clarac (1998) en Mérida parece haber tenido más privilegio el sobrino de menor edad. Estos recibían un entrenamiento de varios años que comenzaba con el nacimiento como parte de una preparación especial.
El culto del Dios CHES se realizaba en la alta montaña y a orillas de lagunas de los páramos. Se le identificaba con el sol, con el dominio del agua y con el arcoiris. Hoy día entre los campesinos su nombre se relaciona con Arco, referencia masculina, quien "encanta" páramos, lagunas, pantanos, pozos de agua y ríos. También le dicen el Viejo, que con su esposa, la Vieja (Arca) están representados en la mayoría de las danzas actuales de la agricultura. Podría ser el dios más antiguo de la cordillera (Clarac, 1996).
La ocupación del espacio de las zonas altas en los Andes merideños se caracterizó por el desarrollo de diferentes modos de trabajo o tipos de técnicas de cultivo según la diversidad ambiental (Vargas en Puig, 1989). Pueden observarse dentro de un inventario básico de obras agrícola prehispánicas, la construcción de canales de regadío y terrazas agrícolas destinados al transporte de agua hacia los cultivos y a la conservación de los suelos y su humedad en pendiente.
"El cultivo del maíz en las zonas altas en la época indígena está sustentada por dos evidencias: la presencia de huertas sembradas con la variedad ‘pollo’ en los alrededores del páramo de Los Conejos, y el testimonio de cultivo de este rubro en las tierras altas para el momento de la conquista. Es probable que el maíz, como la papa, hayan ofrecido sólo una cosecha anual en las tierras altas en vista de sus condiciones climáticas" (Puig, 1989: 94).
DESCRIBIR LAS ACTIVIDADES COTIDIANAS EN LA ALDEA LAS GONZALEZ EN FORMA GLOBAL
ACTIVIDAD COTIDIANA
SI
NO





















































































































































Testimonios orales de Personajes relacionados con el Páramo de Los Conejos





Historial y perfil de personajes que habitan o son originarios del páramo de Las González. Genealogía de las familias.


LA CALIDAD DE VIDA EN LAS COMUNIDADES DEL PARAMO DE LOS CONEJOS
CALIDAD DE VIDA
La calidad de vida en nuestros días se ha convertido en motivo de muchas investigaciones, las cuales surgen de la búsqueda de soluciones reales que sirvan para el mejoramiento de las condiciones de vida de muchas personas. En el caso de las áreas rurales se hace más evidente la necesidad de una verdadera respuesta que lleve a soluciones acertadas, que permita identificar aquellos elementos que no son perceptibles (elementos subjetivos), pero que de alguna manera forman parte de la vida y el entorno de muchas personas y que pueden mejorar la calidad de vida en aquellas poblaciones rurales, donde el entorno suele ser precario, pero a la vez se siguen conservando valores significativos propios de su población.
Cuando se habla de mejorar la calidad de vida es rápido definirla en conceptos tan sencillos como: dotación de servicios, mejores condiciones ambientales, satisfacción de necesidades básicas, derecho a tener una vivienda confortable y por ultimo pertenecer a una sociedad consolidada en su calidad humana, que le permita al individuo un desarrollo integral como ser humano, sin embargo, estos conceptos pueden extenderse hacia términos mas subjetivos, sobre todo cuando se trata de espacios rurales que conservan valores humanos, características del pasado, tradiciones, creencias y tipologías arquitectónicas.
UIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE ARQUITECTURA Y ARTE
COMISION DE T.E.G.A
Noviembre 2004
TUTOR: Prof. Norma Carnevalli.

LA SEMÁNTICA EN LA CALIDAD DE VIDA DE LOS HABITANTES DEL PÁRAMO ANDINO VENEZOLANO
El interés por la Calidad de Vida ha existido desde tiempos inmemorables. Sin embargo, la aparición del concepto como tal y la preocupación por la evaluación sistemática y científica del mismo es relativamente reciente. La idea comienza a popularizarse en la década de los 60 hasta convertirse hoy en un concepto utilizado en ámbitos muy diversos, como son la salud, la salud mental, la educación, la economía, la política y el mundo de los servicios en general.
En un primer momento, la expresión Calidad de Vida aparece en los debates públicos en torno al medio ambiente y al deterioro de las condiciones de vida urbana. Durante la década de los 50 y a comienzos de los 60, el creciente interés por conocer el bienestar humano y la preocupación por las consecuencias de la industrialización de la sociedad hacen surgir la necesidad de medir esta realidad a través de datos objetivos, y desde las Ciencias Sociales se inicia el desarrollo de los indicadores sociales, estadísticos que permiten medir datos y hechos vinculados al bienestar social de una población. Estos indicadores tuvieron su propia evolución siendo en un primer momento referencia de las condiciones objetivas, de tipo económico y social, para en un segundo momento contemplar elementos subjetivos (Arostegui, 1998).
En 1995, se siguen encontrando modelos conceptuales de Calidad de Vida. En un primer plano definida como la calidad de las condiciones de vida de una persona, como la satisfacción experimentada por la persona con dichas condiciones vitales como la combinación de componentes objetivos y subjetivos, es decir, Calida de Vida definida como la calidad de las condiciones de vida de una persona junto a la satisfacción que ésta experimenta (Borthwick-Duffy 1992) y, por último, como la combinación de las condiciones de vida y la satisfacción personal ponderadas por la escala de valores, aspiraciones y expectativas personales. (Felce y Perry 1995).
A pesar de esta aparente falta de acuerdo entre los investigadores sobre la definición de calidad de vida y la metodología utilizada para su estudio, el concepto ha tenido un impacto significativo en la evaluación y planificación de servicios durante los últimos años.
“Calidad de vida” puede conceptualizarce desde muchos puntos de vista aunque la mayoría definen el mismo sentido de bienestar humano. La Calidad de Vida es un concepto complejo, difícil de definir en términos de funcionalidad. Sin embargo, es posible establecer una característica principal: su multidimensionalidad; es decir, la calidad de vida, como la vida misma, cuenta con ingredientes múltiples. Es más, la calidad de vida puede depender del contexto o las circunstancias en las que vive la gente.
Desde una perspectiva semántica, el término “calidad” se refiere a ciertos atributos o características de un objeto particular (vida), y en cambio, el término “vida” es más amplio y envuelve a los seres humanos. El problema inicial es que la vida puede analizarse desde diferentes perspectivas, por ello la calidad de vida debe ser necesariamente un concepto multifacético. Los ecologistas y biólogos están interesados en la calidad de los nichos ecológicos que contienen más o menos formas complejas de vida y emplean indicadores como la pureza del agua, balanzas naturales entre las especies, la deforestación, etc. Los científicos sociales (economistas,sociólogos,etc.) se preocupan del bienestar de las poblaciones y utilizan medidas socio-económicas (como productos locales brutos o ingresos per capita), o sociales como el índice de delitos, indicadores de la desintegración de la familia, etc.
Finalmente, desde un punto de vista médico, para garantizar la calidad de vida, se han empleado indicadores epidemiológicos y socio-demográficos (como el índice de mortalidad, la esperanza de vida o la mortalidad infantil). Sin embargo, el ingreso per capita, el índice de delitos o la esperanza de vida, a pesar de ser indicadores importantes del nivel de desarrollo económico, social o sanitario de un grupo determinado, no parece reflejar totalmente el ser humano.
Resumiendo, en los últimos veinte años, la calidad de vida ha emergido como una imponente construcción que incluso ha llegado a provocar un cambio en los objetivos sociales. La política social ya no aspira únicamente a obtener un mayor crecimiento económico, una mejor distribución de la riqueza o un aumento en la esperanza de vida de la población, sino también a lograr algún impacto positivo en el bienestar de las comunidades atendidas e influir en la manera en que los ciudadanos evalúan los programas sociales. Las variables como la percepción del control, el apoyo social percibido o incluso la satisfacción con la vida, son condiciones importantes para el bienestar social. Esta situación implica la introducción de un componente subjetivo en los objetivos sociales que ha sido acuñado con el término “calidad de vida”. Sin embargo, aunque este componente se acentúa en el contexto de cada disciplina.
El concepto de calidad de vida, lleva implícito un modelo de desarrollo. Al efectuarse un estudio acerca de calidad de vida es necesario establecer o aclarar la teoría del desarrollo a considerar. Es así como el concepto de calidad de vida surge en el campo de las filosofías “institucionalizadas”, como concepción del desarrollo. Se utiliza como una forma de superar las limitaciones y contradicciones creadas por el crecimiento económico y que pueda permitir replantear con más eficiencia la creación de la sociedad del bienestar.
En este caso se opta por la concepción sistemática, la estrategia va a priorizar la generación de satisfactores endógenos y sinérgicos. Así “las necesidades, serán entendidas simultáneamente como carencias y como ponencias” lo cual permitirá romper el vinculo vicioso de la pobreza. Por lo general, se asocia desarrollo a eficiencia: a la maximización de productividad y de utilidad. En la concepción del desarrollo a escala humana este supuesto debe ser revisado. Esto en razón de que se pueden sobredimensionar las necesidades humanas y amenazar, a la propia subsistencia.
Cross et al (1988) plantean que para lograr una calidad de vida equilibrada es necesario la elección de un estilo de desarrollo, que parta de la pobreza, en razón de que esta es un rasgo predominante de las sociedades tercermundistas. A demás, recomienda abandonar los métodos de trabajo y modos de pensar propios de los países de economía avanzada, ya que esto solo acentúa los antecedentes históricos, económicos y sociales de la región del páramo.

Características de las áreas rurales en el Páramo Andino, las áreas rurales que se encuentran en gran parte de la Región del Páramo se caracterizan por reflejar un modo de vida que continua conservando elementos que pertenecen a su historia, en algunos casos mas marcados que en otros como sucede con la organización social de los habitantes, relacionada particularmente con la actividad agrícola, que como se ha mencionado en términos anteriores pertenece a los primeros asentamientos indígenas que se dieron en la zona. Por otro lado es necesario mencionar la presencia de nuevos esquemas culturales relacionados con el proceso urbano que se viene dando en los últimos años en la zona andina y que de alguna manera influye en el desarrollo de estas áreas rurales.
De acuerdo con la variedad de factores que definen una población, entre ellos factores ambientales como; clima, relieve y geomorfología de la zona, se definen características del ámbito rural. En lo que respecta a la zona del páramo, los factores naturales han determinado cierta variedad en las poblaciones rurales, existen comunidades aisladas que podríamos diferenciar de los centros urbanos, que reflejan condiciones de vida desfavorables, la dificultad de acceso hacia estas comunidades no permite cubrir las necesidades mas inmediatas de la población, lo que produce un atraso notable en el proceso de desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida, sin embargo estas pequeñas poblaciones rurales continúan formando parte de un ecosistema que para ellos es considerado favorable.
Se torna bastante interesante el análisis de las áreas rurales en la Región del Páramo, aun cuando se ha determinado las deficiencias encontradas, el bajo nivel de vida, la carencia de recursos indispensables para satisfacer sus necesidades, estas poblaciones siguen enraizadas en un estilo de vida rico en sus tradiciones, costumbres y creencias que les da un sentido de pertenencia propia de esta región andina.
Indicadores sociales de calidad de vida en el páramo merideño. El Páramo Andino es una de las regiones de Venezuela donde se encuentran características tan relevantes como la inmensidad de sus paisajes naturales, el clima y el patrimonio histórico y cultural propios de esta zona. La Región del Páramo se halla en la parte noreste del Estado Mérida, enmarcada por la Sierra de La Culata y la Sierra Santo Domingo al principio de la Cordillera Andina. Posee una superficie de 1364 Km2 y limita al norte con el estado Trujillo, al sur con el municipio Santos Marquina, al este con el estado Barinas y al oeste con los municipios Justo Briceño y Caracciolo Parra Olmedo.
Los principales poblados se encuentran en su mayoría en las adyacencias de la carretera trasandina (construida en los años 20). éste eje vial sirve de comunicación entre los diferentes centros poblados y permite el fácil intercambio comercial de bienes y servicios, el sector económico está dividido en actividades primordialmente agrícolas y otras con carácter más turísticos, ambas aprovechando las riquezas y el potencial natural presente en la región.

Indicadores de Calidad de Vida de la zona del Páramo.
La calidad de vida en los Páramos Andinos no deja de reflejar las mismas necesidades que en otras regiones del País. Las condiciones sociales, económicas, ambientales y culturales sirven como indicadores que permiten identificar de manera objetiva la naturaleza de los problemas y condicionantes de la población, sus necesidades primordiales tanto en la comunidad como a nivel individual.
(Los indicadores de calidad de vida en la Región del Páramo Andinos, estarán enmarcados principalmente en los aspectos más relevantes para la población, como la salud, educación, vivienda, recreación y deporte, además de los servicios básicos y equipamiento, se realiza empeño investigativo en todos los indicadores que reflejen la situación de la calidad de vida en el páramo de Los Conejos)
http://209.85.165.104/search?q=cache:I_jcKvfDHU8J:cinviv.ula.ve
índice de calidad de vida
Acercarnos a la comprensión conceptual de calidad de vida requiere entender que
“1. El término “vida” se refiere única y exclusivamente a la vida humana en su versión no tanto local como comunitaria y social. Interesa fundamentalmente la calidad de vida de amplios agregados sociales.
2. Así mismo el término “vida” requiere hacer referencia a una forma de existencia superior a la meramente física que incluiría al ámbito de relaciones sociales del individuo, sus posibilidades de acceso a los bienes culturales, su entorno ecológico-ambiental, los riesgos a que se encuentra sometida su salud física y psíquica, etc.”
la medición y valoración de la calidad de vida está regida, en gran medida, por apreciaciones subjetivas e ideológicas correspondientes al particular contexto donde se desenvuelven las colectividades. Así, pues, para medir un determinado tipo de calidad de vida es necesario contar con otros referentes que nos sirvan de contraste. Es preciso diferenciar los diversos modos de vida, aspiraciones e ideales, éticas e idiosincrasias de los conjuntos sociales, para distinguir los diferentes eslabones y magnitudes, pudiendo así dimensionar mejor las respectivas variaciones entre unos y otros sectores de la población. Explicado de otra manera, es presuntuoso aspirar a unificar un único criterio de calidad de vida. Los valores, apetencias e idearios varían notoriamente en el tiempo y al interior de las esferas y estratos que conforman las estructuras sociales.
La calidad de vida (el bienestar) es un construido histórico y cultural de valores sujeto a las variables de tiempo, espacio e imaginarios, con los singulares grados y alcances de desarrollo de cada época y sociedad.
“Podría sostenerse que el concepto calidad de vida es subjetivo y que a través de todo el mundo la calidad de vida varía en el espacio y en el tiempo. Pero, a nuestro juicio, ese es precisamente el punto central: según la situación, el conjunto de las variables ambientales más pertinentes puede y debe ser diferente en diversas situaciones. Lo que en un medio ambiente es bueno o malo, dentro de ciertos limites extremos inferiores y superiores, puede cambiar mucho según las distintas situaciones y, salvo en el caso de variables como las que influyen en la salud humana (que es un componente de la calidad de la vida), a menudo resulta muy difícil ordenar la calidad del medio ambiente sobre una base universal.”
A la hora de acercarnos al examen de la calidad de vida es necesario discriminar lo que en economía se denomina Nivel de Vida. Al interior de la brecha social existente en contextos urbanos, cada nivel de vida puede especializares y diferenciarse de modo relativamente sencillo. En un sector marginal de la ciudad las personas canalizaran sus propósitos para contar con un cubrimiento aceptable de servicios públicos, acceso a dotaciones hospitalarias y educativas. Ciertamente, ello brindaría un relativo grado de conformidad, mejorando, por ende, la calidad de vida. Por su lado, las clases pudientes, después de contar con la garantía de satisfacer sus necesidades y demandas básicas, y de gozar de un buen nivel de vida, reproducen nuevos ideales de manera tal que, hipotéticamente, puede tenerse un grado medio de conformidad; otro paralelo puede establecerse a fin de comparar dinámicas y lógicas urbanas y rurales entre sí.
Estamos frente al meollo simbólico y figurado de detentar algunos bienes y servicios que proporcionan status, que se asumen como indicadores positivos en cuanto a calidad de vida. No obstante, tener lo que popularmente se conoce como lujo y abundancia, no necesariamente es contar con lo óptimo en referencia a la calidad en el vivir. “El otro sagaz recurso es la idolatría de lo efímero, de la moda, de lo que tiene que caer en rápido descrédito para dejar paso a algo distinto, aunque sea igualmente antiestético y poco más o menos duradero que lo suplantado.”

No todo modelo establecido de buen nivel de vida lleva tácitamente intrínseco la calidad de vida en su correcto sentido. Tomemos, por ejemplo, el prototipo de buen nivel de vida que conlleva el hecho de poseer un automóvil. Es una idea, casi un dictamen cultural, que gozar de vehículo es distintivo de bienestar, poder, importancia y comodidad; modelo foráneo correspondiente a la cultura del consumo (“soberanía del consumidor”) de los países industrializados; “… es probable que la América Latina en su conjunto en los últimos veinte o treinta años haya estado adquiriendo un estilo de vida en que el automóvil constituye para algunos la piedra angular de la existencia y para otros una aspiración que debe cumplirse aunque signifique un alto costo personal.
En los primeros años de posguerra, el cine y luego la televisión probablemente tuvieron un fuerte efecto sobre muchos latinoamericanos para conformar su visión del estilo de vida que preferían. Muchos de los programas transmitidos por esos medios de comunicación fueron preparados en los Estados Unidos de Norteamérica. Con ellos se importó, en un grado discutible, un estilo de vida que se centra en torno del automóvil privado.”[14]
Pero, sustancialmente, ¿puede sostenerse que el coche mejora la calidad de vida? Sin lugar a dudas, colocados en su óptica más global y compleja, y de acuerdo a la precisión retomada (cita 10), no. Circunstancias como la contaminación atmosférica (compuesta por polución acústica, gases y partículas en suspensión), la saturación del flujo vehicular, el derroche de agua empleada en su limpieza, sus componentes y repuestos no biodegradables, hacen que se desmejore la calidad de vida en las ciudades.
SOBRE LA CALIDAD DE VIDA EN MATERIA AMBIENTAL
La denominada economía verde sugiere superar el poder adquisitivo líquido como expresión de un bienestar opulento u ostentoso, abriendo así su concepción a todos aquellos bienes no cosificados que no se compran pero que también tienen un valor: el paisaje, el sentido de pertenencia, el aire puro, la ausencia de ruido o contaminación en general. Propone contemplar los componentes, tangibles e intangibles, que estructurarían orgánicamente una aproximación a lo que es el bienestar bien entendido. Dicha apreciación no discrimina distinción alguna entre los vocablos nivel de vida y lo que debería entenderse como calidad de vida, puesto que los afilia como equivalentes entre sí, y, mancomunadamente, los exhibe como ideal de una especie de bienestar sostenible. [19]
En la economía ambiental y de los recursos naturales, de clara tradición anglosajona, la conjunción conceptual entre nivel y calidad de vida (ideal alcanzable) conforman en sumatoria el “estándar de vida”, cuyos principales indicadores serian los ingresos económicos y su destinación en gasto, siempre y cuando se entienda en la lógica racional e instrumental del análisis costo-beneficio, lo cual conduciría a optimizar las inversiones y los flujos de energía pro eficiencia de procesos de diversa índole. “
La mejoría y la racionalización de la eficiencia económica y social, por su parte, estaría dirigida hacia un mayor rendimiento de las actividades productivas, en cuanto ello se relaciona con los desafíos y objetivos ambientales. Se buscarían resultados tales como los siguientes: disminuir el empleo superfluo de energía y materia prima en la producción de bienes y servicios necesarios; reducir y desalentar la producción y el consumo de bienes y servicios superfluos y suntuarios; lograr la máxima calidad posible de los bienes y servicios producidos y su proceso de mantenimiento a fin de asegurar su durabilidad, y por tanto el ahorro de materias primas y energía en su frecuente o prematuro reemplazo, y reciclar los desechos de la producción, el consumo, el transporte y la comercialización, así como lograr el uso múltiple de los recursos incorporados a fin de abaratar los costos de producción y hacer posible la satisfacción de las necesidades básicas…”.
Tras esta correlación de elementos, dicha escuela económica sugiere restablecer el menguado nexo de lo antrópico con lo biofísico y ecológico. Se estrecha aun más la relación entre calidad de vida como consecuencia de la calidad ambiental, y viceversa, cuya consonancia mutua arroja el ya mencionado “estándar de vida” como referente para deducir el grado real de desarrollo sustentable. “En el proceso de mejoramiento de la calidad de vida, deben buscarse mecanismos que permitan valorar los recursos naturales renovables en la magnitud del beneficio que de ellos se deriva para la especie. Cualquier tergiversación significa a la larga una reducción de la calidad de vida.”
La calidad de vida es un elemento mediador en todo lo competente a lo ambiental y el desarrollo. En países con crecientes marginalidades a todo nivel, alcanzar el bienestar en su óptimo sentido no es simple. Es pertinente unificar criterios para medir los avances al respecto.
VALORES Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Profundizar las formas de autogestión participativa es una necesidad que merece ser recuperada, donde se involucre tanto la iniciativa de la aplicación técnica del ordenamiento territorial, así como participación constante de la población.

Existen innumerables posibilidades para impulsar la participación autogestiva de los pobladores, quienes deben estar comprometidos en la creación de sus propias instituciones, organizaciones y formas comunitarias de labor. Tarea por demás estratégica donde se exprese la planeación participativa. En un momento en que la participación para el desarrollo social llega a ser una condición de efectividad en los programas de desarrollo, inclusive de los propuestos por el Banco Mundial. El ejercicio de la participación social permite que los propios beneficiarios valoren con creces la importancia de mantenerse en una actitud autogestiva, que permite realizar un mayor involucramiento en la comunidad local. De allí parte precisamente la estrategia de apropiación de las iniciativas y de la planeación de actividades por parte de la comunidad.
http://64.233.169.104/search?q=cache:4EG7OkRegQAJ:www.itescam.edu.mx/principal/sylabus/fpdb/recursos/r6439.PPT+INDICES+Y+PARAMETROS+QUE+MIDEN+LA+CALIDAD+AMBIENTAL&hl=es&ct=clnk&cd=5&gl=ve

CARACTERISTICAS DE LAS AREAS RURALES EN EL PARAMO ANDINO DEL ESTADO MERIDA.




INDICADORES SOCIALES DE CALIDAD DE VIDA EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS.
Diseñar un instrumento que permita recoger los ítems que permitan establecer el mejor nivel de calidad de vida y del ambiente para la aldea Las González en el páramo de Los Conejos ( emplear la metodología multifactorial y multimodal, sistémica, holística para su enfoque)

ESCALA DE ESTIMACION PARA MEDIR LA CALIDAD DE VIDA DE LOS HABITANTES EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS SIERRA LA CULATA MERIDA VENEZUELA

PARAMETRO
SI
NO























































































































































FUNDAMENTO JURIDICO


INVESTIGAR EL BASAMENTO JURÍDICO PARA LA AGRICULTURA SUSTENTABLE, ECODESARROLLO, ECOTURISMO
DERECHOS HUMANOS Y ACUERDOS INTERNACIONALES
De igual forma el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, hace referencia a la necesidad de mejorar el medio ambiente como uno de los requisitos para el adecuado desarrollo del ser humano, en tanto, la Declaración de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente conocida como la Declaración de Estocolmo del año 1972, es considerada como el primer instrumento internacional que abordó el problema del medio ambiente desde una perspectiva global, consagrando los llamados derechos de tercera generación, como son: el derecho ecológico, a la paz, al desarrollo sustentable y a la información, así también, esta Declaración sentó las bases de lo que sería el posterior desarrollo del Derecho Internacional en la materia, que establece como derecho del hombre la necesidad de condiciones de vida satisfactorias en un ambiente cuya calidad le permita vivir
http://64.233.169.104/search?q=cache:EoexWAiJVgQJ:www.pgr.gob.ve/PDF/Doct_Opiniones/derechoambiental.pdf+ASPECTOS+DE+LA+CONSTITUCI%C3%93N+DE+VENEZUELA+RELACIONADOS+CON+EL+AMBIENTE&hl=es&ct=clnk&cd=15&gl=ve
http://64.233.169.104/search?q=cache:-Qn3bC6PPSAJ:www.meteorologia.mil.ve/siafavm/frontend/static_files/investigaciones/inv_down.php%3Furl%3DI.4_ASPECTOS_LEGALES_DEL_Protocolo_kyoto.pdf+ECODESARROLLO+EN+LA+CONSTITUCION+DE+VENEZUELA&hl=es&ct=clnk&cd=6&gl=ve
ASPECTOS LEGALES DEL “PROTOCOLO DE KIOTO”
EN LA LEGISLACIÓN VENEZOLANA.-
Prof. Gerardo I. Vásquez J.*
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Escuela de Relaciones
Industriales Universidad de Carabobo E.Mail: gerivaji@yahoo.com
1.- Introducción.-
La Legislación Venezolana ha adoptado uno de los llamados contenidos emergentes para la conformación de una visión ambientalista que defina las bases de su concepción sobre la relación hombre naturaleza como parte esencial de los esfuerzos del desarrollo de los pueblos. Este contenido es el que se fundamenta en el concepto de “Desarrollo Sustentable” (DS), fuente principal para la concepción que ubica en primer plano la conservación de la naturaleza y el ambiente de vida terrestre como prioritarios dentro de la actividad desarrollada por las sociedades del mundo en su devenir de progreso.
En el caso Venezolano, el paradigma del DS ha sido incorporado y reconocido con mucho ímpetu en la Constitución de 1.999 en el artículo 305 y contemplado en el actual proyecto de reforma de la Constitución, influenciado; no solo por las declaraciones ambientalistas del Protocolo de Montreal y de Kyoto, sino por una concurrencia paulatina a lo largo de los últimos 30 años en que los venezolanos hemos tenido una conciencia participativa importante.
Como antecedentes, tenemos la Comisión Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos en memorias de sus secretarios ejecutivos entre los años desde 1967 a 1972 dentro del extinto Ministerio de Obras Públicas. Así mismo, el documento
“Fenómeno de Urbanización en Venezuela” publicado en 1968 y bajo la coordinación del CENDES con el apoyo de las Naciones Unidas trajo la noción de “Polo de Desarrollo”. La década de los 70,s muestra una preocupación en nuestro país por el estado del ambiente trayendo como consecuencia la creación del Ministerio del Ambiente y su coincidencia con las tesis universales que cuestionaban las estructuras económicas y políticas del mundo desarrollado como generadoras de serios desequilibrios amenazantes de la vida y continuidad de la especie humana y preconizaban un inminente desastre ecológico.
La Conferencia de las Naciones Unidas en Estocolmo en 1972 sobre el medio de vida humano incluye la discusión entre la reducción del ritmo de crecimiento en desmedro de la esperanzas de desarrollo de los países en vías del mismo replanteándose un nuevo orden económico mundial en el que las relaciones entre ambiente y desarrollo dieron como resultado la concepción de la noción denominada “ecodesarrollo” en 1973, creada por el Director del Programa para el Medio Ambiente de la ONU, señor M. Strong. Posteriormente el Centro
de Investigaciones sobre el Ambiente y el Desarrollo de París profundiza en los componentes de este concepto el cual forma parte de una idea más general y aceptada a raíz del informe de la Fundación Dag Hammarskjold titulado “Que Hacer” en la Asamblea General de la ONU de Septiembre de 1975. Con la labor del Ministerio del Ambiente comienza la activación para la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente lo que permite orientar una discusión sobre el concepto de desarrollo sustentable en 1978 con el Seminario Internacional
Ambiente y Desarrollo auspiciado por Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente y celebrado en Caracas, lo cual sentó las bases para la publicación del documento “Político Ambiental. Misión y Gestión” sentando las bases de la acción del recién creado Ministerio del Ambiente. Como resultado de este acontecimiento surge el Plan Nacional de Conservación, Defensa y Mejoramiento del Ambiente” cuya experiencia acumulada a través de los años pone de manifiesto la necesidad de levantar información sobre el medio natural de Venezuela y a partir de 1980 se desarrolla el Proyecto Sistemas Ambientales Venezolanos publicado en 1984. En este mismo período, y a consecuencia de la información que sobre el ambiente se tenía, se promulga la Ley Orgánica de Ordenamiento del Territorio, en 1983 y en 1999 el Presidente Hugo Chávez aprueba el Plan Nacional de Ordenamiento Territorial contenido en la Ley respectiva y que deberá ser reformulado, por los cambios presentados a raíz de la Nueva Geometría del Poder contemplada en el actual Proyecto de Reforma Constitucional en sus artículos 11, 16, 18, 185 y 305. Adicionalmente, el capitulo IX de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela crea los derechos ambientales con rango constitucional.
En otro orden de ideas, el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático muestra un compromiso de los países que suscriben el acuerdo para reducir la emisión de seis gases provocadores del calentamiento global por el efecto invernadero como son : el dióxido de carbono (CO2), por la emisión del escape de fábricas y medios de transporte, vehículos, naves, aviones y buques; el gas metano (CH4) derivado de la actividad intensiva de ganadería y arrozales adicionales a la deforestación de bosques para convertirlos en tierras de cultivo y pastoreo que acompaña este tipo de actividades; el oxido nitroso (N2O) , además de tres gases industriales fluorados, el hidrofluorocarbono (HFC), el perfluorocarbono (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6) . La emisión de estos gases, debe ser reducida y controlada, dentro de la visión “Antropogénica” que le confiere a la actividad humana una influencia en el clima de gran importancia ya que el hombre ha estado influyendo desde épocas preindustrializadas, sobre todo, por la deforestación y la reconversión de tierras para sus actividades agrícolas y ganaderas y en el presente por la intensidad de las emisiones resultantes de los procesos industriales y el consumo a gran escala de combustibles fósiles. Por esta razón, se busca el compromiso de los países industrializados responsables de al menos el 55% de las emisiones mundiales de CO2 , para reducir en un 5% desde el período que va del 2008 al 2012, en comparación con las emisiones del año 1990, porcentaje este que se refiere a nivel global, determinado por un % de limitación o reducción para cada país que suscribe dicho protocolo, el cual oscila entre un mínimo de 92% a un máximo de 108%, según su nivel de emisiones.
Lo realmente trascendente a los fines del presente escrito, es que Venezuela, ha dado demostraciones de adherirse a la conciencia conservacionista y ecológica a través de tres instrumentos legales: La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el articulado antes citado, la Ley Penal del Ambiente aparecida en la Gaceta Oficial
Nº 4.358 de fecha 3 de Enero de 1992, y la Ley Orgánica del Ambiente en la Gaceta Oficial Nº 5.833 Extraordinario del 22 de Diciembre de 2006, instrumentos que recogen nociones contempladas en dicho protocolo como lo es el desarrollo sustentable, las modalidades agrícolas sostenibles, la gestión ambiental, la planificación espacial, la adopción de tecnologías menos contaminantes como el gas, y otras derivadas como son el capital social, la auditoria ambiental, el control ambiental, la planificación ambiental y otras contempladas en el artículo 3º de la Ley Orgánica del Ambiente. Hay que destacar la importancia que toda esta materia tiene en lo atinente a las condiciones laborales de los trabajadores y en la necesidad de contar con un
ambiente de desenvolvimiento social sano que propicie la productividad
y el trabajo.
3.- Alcance de la Legislación Ambiental Venezolana.-
Los instrumentos legales que fueron señalados en la introducción a saber: la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Ambiente y la Ley Penal del Ambiente determinan importantes alcances, responsabilidades y un régimen administrativo y sancionatorio.
La suprema dirección en materia ambiental la ejerce el Presidente de la República en Consejo de Ministros (Art. 13 LOA) y la Autoridad Nacional Ambiental será ejercida por el Ministerio con competencia en materia ambiental (Art. 14 ejuzdem); pero a su vez intervienen en la defensa de un ambiente sano la Procuraduría General de la República, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, la Fuerza Armada Nacional y los demás órganos y entes nacionales, estadales y municipales con competencia en la materia.
La CRBV en su artículo 127 establece el derecho y el deber de cada generación de proteger y mantener el ambiente en beneficio de si misma y del mundo futuro. Esta disposición alcanza un rango de “Extraterritorialidad” consagrada en el artículo 2 de la Ley Penal del Ambiente que dispone sanciones aún y cuando el hecho punible se cometa en el extranjero pero lesione o ponga en peligro a Venezuela, la persona o ente responsable quedará sujeta a las penas establecidas en la ley. Se desprende de esta norma que nuestro país ejerce la tutela del ambiente como un bien colectivo patrimonio de la humanidad que va mas allá de nuestras fronteras, obligación que asume el Estado Venezolano conjuntamente con la activa participación de la Sociedad. En cuanto a la participación de la Sociedad y Ciudadana, esta aparece desarrollada en el articulado dela LOA en los artículos del 39 al 44 y transfiere funciones concretas en la Ley de los Consejos Comunales a través de los Comité de Ambiente.
Otro aspecto relevante en materia ambiental es el de la “Responsabilidad”. La CRBV establece en el artículo 129 la responsabilidad conservacionista en los contratos que suscriba la República la cual … “se considerará incluida aún cuando no estuviera expresa…” así como la … “de restablecer el ambiente”, si este fuese afectado por cualquier actividad productiva o de cualquier índole.
Por su parte, la responsabilidad de las personas naturales y jurídicas, de los propietarios representantes, gerentes, administradores o directores de estas aparece estipulado en los artículos 130 de la LOA; los artículos 3 y 4 de la LPA, así como la responsabilidad de los Entes y Empresas Públicos, y de los funcionarios públicos responsables del control ambiental por hechos u omisiones (Artículo125 ejuzdem). Este tipo de responsabilidad de la Ley venezolana es de tipo “objetiva”, solo basta la comprobación de la violación no siendo necesario demostrar la culpabilidad (artículo 131 LOA). También es de señalar que la responsabilidad se produce por las “acciones y omisiones” (artículo 132 ejuzdem) lo que le confiere un calificativo de responsabilidad activa y pasiva. En este mismo sentido debe estudiarse lo relativo a la culpa que siempre se presume, salvo demostración en contrario por el responsable y a estos fines se crea la Jurisdicción Especial Penal Ambiental (artículo 136 de la LOA).
Otro aspecto fundamental desde el punto de vista administrativo se refiere a la incorporación de mecanismos de Gestión Ambiental en el artículo 4 de la LOA, la corresponsabilidad entre el Estado y la Sociedad, la prevención, la precaución, la participación ciudadana en la gestión del ambiente como deber y derecho, la tutela efectiva por la cual toda persona tiene derecho a exigir acciones rápidas y efectivas ante la administración y los tribunales de justicia, en defensa de los derechos ambientales; la educación ambiental, la limitación de los derechos individuales ya que los derechos ambientales prevalecen sobre los derechos económicos y sociales, así como el hecho de ser considerado de utilidad pública y de orden publico la gestión ambiental y las normas previstas en las leyes que regulan la materia.
En cuanto al Control, de la actividad es ejercida por el mecanismo de “Control Ambiental” establecido en el Capitulo II de la LOA y se divide en control previo ambiental a través de las autorizaciones, aprobaciones, permisos, licencias, concesiones, asignaciones y contratos (art. 82) y el control posterior ambiental a través de la guardería ambiental, auditoria ambiental, supervisión ambiental, policía ambiental y constancia ambiental (art. 93).
Dentro del control previo ambiental se encuentra la disposición de que cualquier acto administrativo contrario a los principios establecidos en la ley se consideran “nulos” no pudiendo generar derechos a favor de sus destinatarios y los funcionarios públicos que los otorguen incurren en responsabilidad disciplinaria, administrativa penal o civil. Señala igualmente las medidas preventivas como la ocupación temporal, la retención de recursos y agentes contaminantes y sus productos, la retención de maquinarias, clausura temporal la prohibición temporal y cualquier otra necesaria que se estime para prevenir los daños al ambiente (Art. 111).
Como medidas accesorias establece además de las anteriores la revocatoria del acto administrativo autorizatorio, la inhabilitación hasta por dos años, ejecución de fianza si la hubiere, el decomiso de equipos, armas, instrumentos, la efectiva reparación del daño, la ocupación y la retención (Art.112)
Con respecto a las sanciones, estas se clasifican en sanciones principales y accesorias. Son sanciones principales las contenidas en el Art. 5 y 6 de la LPA como la prisión, el arresto, la multa y los trabajos comunitarios y las sanciones accesorias a juicio del tribunal.
Ocupa un punto especial la exención de penas para campesinos (Art. 66 LPA) ubicados actualmente en núcleos espontáneos cuando los hechos tipificados en ella ocurriesen en los lugares en los que siempre han morado y realizados según su modo tradicional de subsistencia.
De la misma manera ocurre con el régimen de exención a indígenas y la consiguiente Ley del Régimen de Excepción de las Comunidades Indígenas que ordena la CRBV en su Art. 77, cuando

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Constitución nacional:En su preámbulo se declara el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad.
Por todo ello, el Constituyente, creador de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela , ha consagrado a los Derechos Ambientales como parte de los Derechos Humanos, previéndolo de forma expresa desde la exposición de Motivos de la Carta Magna, cuando establece:
“… la Coonstituciñob Constitución, además de establ ecer por vez primera en nuestra historia constitucional un Capítulo especialmente dedicado a los mismos, supera, con una visión sistemática o de totalidad, la concepción del conservacionismo clásico que sólo procuraba la protección de los recursos naturales como parte de los bienes económicos.
En efecto, anteriormente la protección jurídica del ambiente se caracterizaba por una regulación parcial cuyo principal objeto era la conservación de los recursos naturales. Ahora, impulsado por una necesidad y una tendencia mundial, …” Al considerar este texto, queda evidenciado que la misión del
Constituyente estuvo encaminada a cambiar el objeto de la conservación, anteriormente basado en la necesidad de asegurar recursos para ser explotados más adelante, en tanto, ahora tiene como fin garantizar el uso racional de los recursos para proveer a la humanidad de un planeta más digno con un desarrollo sustentable a objeto de velar por el futuro de las nuevas generaciones.
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 5.503 Extraordinario de fecha 24 de marzo de 2000.
Igualmente en el marco de la Constitución Nacional, lo relativo a la materia ambiental se encuentra previsto desde el Preámbulo, en lo que respecta a la cooperación pacífica entre las naciones, donde se señala que, entre otros aspectos, se debe impulsar y consolidar “... el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad”.
Asimismo, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela hace especial énfasis en la protección de los derechos humanos entre ellos los ambientales, ya que el criterio evolutivo de los mismos no se debe entender como un número definido de derechos, sino como una serie de derechos que pueden incrementarse con el tiempo. En este sentido, debe señalarse que la necesidad básica de la humanidad de preservar el ambiente determina que el derecho ambiental se encuentre incluido dentro de los derechos humanos.
El Derecho Ambiental ha sido desarrollado en sentido amplio en el texto constitucional, a través de un capítulo especial dedicado a los Derechos Ambientales, principios que se encuentran previstos en otras disposiciones que tienen como finalidad el desarrollo ecológico, social y económicamente sustentable de la nación. Así se puede ubicar como fundamento, la obligatoriedad de la educación ambiental (Art.107 Constitucional); la limitación a la libertad económica (Art.112); el carácter de dominio público que se le atribuye a las aguas, entre ellas, los ríos, lagos y lagunas como bienes insustituibles para la vida y el desarrollo del ser humano; la referencia a la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral, como medio fundamental para asegurar la biodiversidad, la seguridad agroalimentaria y la efectiva protección ambiental (en los Art. 304 y 305), y la protección del hábitat de los pueblos indígenas (en sus Art. 119 y 120), entre otras múltiples referencias que trascienden a la responsabilidad del hombre y del Estado como garantes de la conservación del medio ambiente .
Asimismo, el derecho de las personas a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado se presenta como un derecho progresivo transgeneracional que expresan el derecho, pero también el deber de cada generación de proteger y mantener el ambiente en beneficio de si misma y el mundo futuro (como se ve plasmado en el Art. 127 constitucional).
Adicionalmente, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se pone al día en esta materia, como sistema constitucional de protección ambiental, al abarcar todas las dimensiones del entorno vital como el aire, agua, suelos, costas, clima, capa de ozono y especies vivas; y abre las puertas a la delicada materia de la biotecnología, y la consiguiente regulación del genoma de los seres vivos de acuerdo a los principios bioéticos.

http://64.233.169.104/search?q=cache:EoexWAiJVgQJ:www.pgr.gob.ve/PDF/Doct_Opiniones/derechoambiental.pdf+ASPECTOS+DE+LA+CONSTITUCI%C3%93N+DE+VENEZUELA+RELACIONADOS+CON+EL+AMBIENTE&hl=es&ct=clnk&cd=15&gl=ve
Ley orgánica del ambiente:Tiene como objeto establecer los principios rectores para la conversación, defensa y mejoramiento del ambiente en beneficio de laLa Ley Orgánica del Ambiente , que consagra las bases y principios del Derecho Ambiental y los principios rectores para la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente en beneficio de la calidad de vida, para ello, comprende disposiciones en materia de ordenación del territorio y la planificación de los procesos de urbanización, industrialización, poblamiento y desconcentración económica, aprovechamiento racional de los suelos, aguas, flora, fauna, fuentes energéticas y demás recursos naturales; la protección de los parques nacionales, entre otros.
Es importante destacar, que actualmente está en discusión un proyecto de Ley Orgánica para la Conservación Ambiental, la cual fue aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional, el 26 de septiembre de 2002, cuyo propósito fundamental es actualizar las disposiciones ambientales que datan del año 1976 y su objeto es “establecer las disposiciones y desarrollar los principios rectores para la conservación del ambiente en el marco del desarrollo sustentable como derecho y deber fundamental del Estado y de la sociedad, para lograr una mejor calidad de vida, contribuyendo al sostenimiento del planeta, en interés de la humanidad”. Por su parte, la Ley Penal del Ambiente, tipifica como delitos los hechos que violan las disposiciones relativas a la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente, y establece las sanciones
penales correspondientes. Entre las penas, se encuentran las sanciones a las personas naturales, que serán principales y accesorias. Las principales son prisión, arresto, multa y trabajos comunitarios, las accesorias, se aplicaran a juicio del tribunal, entre las que destacan: la inhabilitación para el ejercicio de funciones o empleos públicos; inhabilitación para el ejercicio de la profesión, arte o industria; la obligación de destruir, neutralizar o tratar las sustancias, materiales, instrumentos u objetos fabricados, importados u ofrecidos en ventas, entre otras; además contempla medidas precautelativas, de restitución y reparación a que haya lugar
http://64.233.169.104/search?q=cache:EoexWAiJVgQJ:www.pgr.gob.ve/PDF/Doct_Opiniones/derechoambiental.pdf+ASPECTOS+DE+LA+CONSTITUCI%C3%93N+DE+VENEZUELA+RELACIONADOS+CON+EL+AMBIENTE&hl=es&ct=clnk&cd=15&gl=ve
Ley orgánica de la administración central:Tiene como objeto determinar el número y organización de los Ministerio y sus respectivas competencias.
Ley forestal de suelos y aguas:Tiene como objeto regular la conservación, el fomento y aprovechamiento de los recursos naturales que en ella se especifican.
Ley de protección a la fauna silvestre:Tiene como objeto regular la protección y el aprovechamiento de la fauna silvestre y el ejercicio la caza.
Ley penal de ambiente:Tiene como objeto tipificar como delitos los hechos que violen las disposiciones relativas a la conservación, defensa, mejoramiento de ambiente y establecer las sanciones penales correspondiente.
Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE)Nuestro país presenta formaciones vegetales de gran variedad, belleza e importancia geobotánica. De ellas merecen consideración específica, las llamadas áreas bajo régimen especial.El régimen especial está constituido por un conjunto de normas y reglas que tiene por objeto la defensa, conservación y mejoramiento de determinados espacios, cuyas características y condiciones ecológicas difieran de la estructura y composición geográfica, paisajista, topográfica y socio-cultural del resto del territorio nacional, lo cual hace indispensable la formulación de criterios especiales, en torno a la forma de aprovechar y de preservar estos espacios. Las áreas bajo régimen especial son:- Parques Nacionales.- Zonas Protectoras.- Reservas Forestales.- Áreas especiales de seguridad y defensa.- Reservas de faunas silvestres.- Refugios de fauna silvestres.- Santuarios de faunas silvestres.- Monumentos naturales.- Zonas de interés turístico- Áreas sometidas a un régimen de administración especial, consagradas en los Tratados Internacionales.
http://www.monografias.com/trabajos14/patrimonioambiental/patrimonioambiental.shtml
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DECRETO DE CREACION DEL PARQUE NACIONAL SIERRA LA CULATA

Decreto Nº 640 de fecha 07-12-89. Gaceta Oficial Nº 34.439 de fecha 29-03-90.





Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Parque Nacional “Sierra de la Culata”
REPÚBLICA DE VENEZUELA
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA
DECRETO N° 670 DE 10 DE MAYO DE 1995
Gaceta Oficial 4907 (Extraordinaria) de 26 de mayo De 1995 De conformidad con lo dispuesto en los artículos 6º, 17 y 35 de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio y en concordancia con lo establecido en el Decreto Nº 276 del 07 de junio de 1989, publicado en la Gaceta oficial de la República de Venezuela Nº 4.106 Extraordinario del 09 de junio de 1989, contentivo del Reglamento Parcial de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio sobre Administración y Manejo de Parques Nacionales y Monumentos Naturales, en Consejo de Ministros,

MONUMENTO NATURAL LAS GONZALEZ
Los monumentos naturales son las regiones, los objetos o las especies vivas de animales o plantas de interés estético o valor histórico o científico, a los cuales se les da la protección absoluta. Los monumentos naturales se crean con el fin de conservar un objeto específico o una especie determinada de flora o fauna, declarando una región, un objeto o una especie aislada, monumento natural inviolable, excepto para realizar investigaciones debidamente autorizadas, ó inspecciones gubernamentales.
Monumento Natural “Chorreras Las Gonzáles”
REPÚBLICA DE VENEZUELA
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA
DECRETO Nº 605 DE 8 DE MAYO DE 1980
Gaceta Oficial Nº 31.980 de 9 de mayo de 1980.
En uso de la atribución que le confiere el ordinal 1° del artículo 190 de la Constitución Nacional, en concordancia con el artículo 3° Ordinales 2° y 3° de la
Ley Orgánica del Ambiente, y de conformidad con la Ley Aprobatoria de la Convención para la Protección de la Flora, de la Fauna y de las Bellezas Escénicas Naturales de los países de América, en Consejo de Ministros,
Considerando
Que el área que enmarca a la Chorrera Las González en jurisdicción del Municipio Jají, Distrito Campo Elías del Estado Mérida, sobre la carretera que conduce de la ciudad de Mérida a Jají y en la cercanía de esta última, está constituida por un escape de falla de gran belleza natural que amerita una protección especial por parte del Ejecutivo Nacional;
Considerando
Que la Chorrera Las González se encuentra seriamente amenazada por un desarrollo agrícola y turístico indiscriminado debido a la falta de regulación legal;
Considerando
Que dadas sus características físicas, la Chorrera Las González es única en la
región occidental del país y representa un lugar que debe ser objeto de protección;
Considerando
Que la Chorrera Las González, representa por su Fauna, Flora y topografía un fiel exponente del paisaje andino;
Decreta:
Artículo 1. Se declara Monumento Natural, La Chorrera Las González, con la
denominación de “ Chorreras Las González”, ubicada en el Municipio Jají, Distrito Campo Elías del Estado Mérida, la cual se encuentra comprendida dentro de una poligonal cerrada cuyos vértices están definidos en coordenadas U.T.M.
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(Universal Transversa de Mercator) Huso 19, Datum La Canoa, y los cuales se
especifican a continuación:
PUNTO
NORTE
ESTE
1
949.680,00 m 246.240,00 m
2
949.840,00 “ 245.680,00 “
3
949.960,00“ 245.710,00 “
4
950.050,00 “ 246.080,00 “
5
950.150,00 “ 246.360,00 “
6
950.340,00 “ 246.470,00 “
7
950.530,00 “ 246.770,00 “
8
950.800,00 “ 247.280,00 “
9
951.230,00 “ 247.380,00 “
10
951.240,00 “ 247.550,00 “
11
951.100,00 “ 247.670,00 “
12
950.820,00 “ 247.650,00 “
13
950.700,00 “ 247.920,00 “
14
949.820,00 “ 247.080,00 “
14a
949.960,00 “ 247.060,00 “
15a
950.140,00 “ 247.170,00 “
16a
950.060,00 “ 246.970,00 “
17a
949.900,00 “ 246.900,00 “
18a
949.720,00 “ 246.880,00 “
19a
949.710,00 “ 246.690,00 “
20a
949.710,00 “ 246.460,00 “
21a
949.610,00 “ 246.580,00 “
22a
949.550,00 “ 246.460,00 “
23a
949.670,00 “ 246.380,00 “
24a
949.750,00 “ 246.260,00 “
1
949.680,00 “ 246.240,00 “
Artículo 2. El instituto Nacional de Parques, procederá determinar y señalar en el terreno, los linderos del Monumento Natural “Chorreras Las González” de
conformidad con el artículo anterior.
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Artículo 3. El Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables,
dictará por Resolución el Reglamento de Conservación, Defensa y Mejoramiento del Monumento Natural “Chorreras Las González”.
Artículo 4. El Ministerio de Relaciones Exteriores notificará la creación del citado
Monumento Natural a los Organismos Internacionales señalados en la Ley Aprobatoria de la Convención para la Protección de la Flora, de la Fauna y de las Bellezas Escénicas Naturales de los países de América, de conformidad con lo establecido en el Ordinal 3° del artículo 2° de dicha Convención.
Artículo 5. Los Ministros de Relaciones Exteriores y del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables quedan encargados de la ejecución del presente Decreto.
Dado en Caracas, a los ocho días del mes de mayo de mil novecientos ochenta.
Año 171° de la Independencia y 122° de la Federación.
(L.S.)
LUIS HERRERA CAMPINS
Presidente de la República
Refrendado.
(L.S.)
JOSÉ ALBERTO ZAMBRANO VELASCO
Ministro de Relaciones Exteriores
Refrendado.
(L.S.)
CARLOS FEBRES POBEDA
Ministro del Ambiente y de los Recursos Naturales
Renovables.
http://64.233.169.104/search?q=cache:qeZhYNbshDgJ:ecosig.ivic.ve/pdf/V_MN_Choreras_DC.pdf+SOBRE+EL+MONUMENTO+NATURAL+CHORRERA+DE+LAS+GONZALEZ&hl=es&ct=clnk&cd=6&gl=ve

ABRAE
Reseña Histórica De Las AbraeEn octubre del año 1940, los gobiernos americanos se reunieron para celebrar una convención en la ciudad de Washington, Estados Unidos, con el fin de expresar su deseo por proteger y preservar el medio ambiente con sus condiciones singulares.Al año siguiente, 1941 el 13 de noviembre, en Venezuela, bajo la presidencia de Isaías Medina Angarita. El Congreso del país, aprobó las pautas pro-ambientalistas, promulgadas en la convención de 1940. De esta manera, se dio origen a los Parques Nacionales, los Monumentos Naturales, las Reservas Nacionales y las Reservas de ciertas regiones vírgenes ubicadas en el continente americano, así como el establecimiento de instituciones que se encargarán de la administración de dichas zonas a nivel internacional fomentando la cooperación de los países.
En 1972, en la ciudad de París, se efectuó la Conferencia General de la UNESCO, en la cual se manifestó él deber de proteger el patrimonio mundial, cultural y natural del planeta, ya que dicho acervo sería transmitido con sus respectivos valores a las generaciones ulteriores.
Actualmente la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), propusieron una estrategia para cuidar el planeta, impulsando así una modificación en los procesos económicos de las sociedades de hoy, con el objetivo de salvaguardar los recursos terrestres y sostener una mejor condición de vida.
Establecimiento Del Sistema AbraeEn el año 1983, se dispuso de manera oficial que los espacios geográficos con características singulares, fueran protegidos por una política especial, mediante la autorización de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio. Argumentando las siguientes razones, para la implantación del sistema: 1. - Salvaguardar fragmentos del territorio nacional y los recursos naturales que contienen los mismos en aspecto extraordinario, ya que representan los rasgos físicos y biológicos destacados y únicos que deben disfrutar las generaciones presentes y futuras. 2. - Son elementos de preservación, protección y perfeccionamiento de los recursos forestales, en atención a exigencia de cultivo de bosques, para el control y uso adecuado de la tierra y los recursos naturales. 3. - Las ABRAE presentan igualmente fines nacionales que recompensan al mercado, gracias a que son bosques maderables, productos de la fauna silvestre y marina, al igual que el resguardar lugares para presas y embalses, incentivando de igual modo la actividad turística.
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PLANIFICACION DEL ESTADO MERIDA




CONSEJOS DE PLANIFICACION LOCAL




PLANES DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL





CONSEJOS COMUNALES
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio de Planificación y Desarrollo
Despacho del Vice Ministro de Planificación y Desarrollo Regional
LOS CONSEJOS COMUNALES EN EL SISTEMA NACIONAL DE PLANIFICACION
“En cuanto a la estructura del Estado venezolano, el diseño constitucional consagra un Estado Federal que se define como descentralizado, para así expresar la voluntad de transformar el anterior Estado centralizado en un verdadero modelo federal con las especificidades que requiere nuestra realidad. En todo caso, el régimen federal venezolano se regirá por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad que son característicos de un modelo federal cooperativo, en el que las comunidades y autoridades de los distintos niveles político territoriales participan en la formación de las políticas públicas comunes a la Nación, integrándose en una esfera de gobierno compartida para el ejercicio de las competencias en que concurren. De esta manera, la acción de gobierno de los municipios, de los estados y del Poder Nacional se armoniza y coordina, para garantizar los fines del Estado venezolano al servicio de la sociedad.”

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999. Exposición de motivos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Título I, Principios Fundamentales, párrafo 7.
PRECEPTOS CONSTITUCIONALES BÁSICOS DE SUSTENTO DE LA PARTICIPACIÓN
ARTICULO 5
LA SOBERANÍA RESIDE INTRANSFERIBLEMENTE EN EL PUEBLO
ARTICULO 6
GOBIERNO DEMOCRÁTICO:
PARTICIPATIVO
ELECTIVO
DESECENTRALIZADO
ALTERNATIVO
RESPONSABLE
PLURALISTA
DE MANDATOS REVOCABLES

PRECEPTOS CONSTITUCIONALES BÁSICOS DE SUSTENTO DE LA PARTICIPACIÓN
ARTICULO 62
DEL DERECHO A LA PARTICIPACIÓN EN LA FORMULACIÓN, EJECUCIÓN
Y CONTROL DE LA GESTIÓN PÚBLICA DE MANERA DIRECTA Y ELECTIVA
ARTICULO 66
DEL DERECHO A QUE LOS REPRESENTANTES RINDAN CUENTAS PÚBLICAS

PRECEPTOS CONSTITUCIONALES BÁSICOS DE SUSTENTO DE LA PARTICIPACIÓN
ARTICULO 70
SON MEDIOS DE PARTICIPACIÓN Y PROTAGONISMO ...
LA ASAMBLEA DE CIUDADANOS Y CIUDADANAS CON CARÁCTER VINCULANTE...
ARTICULO 184
DE LA DESCENTRALIZACION Y DESCONCENTRACION DE LA MATERIA PUBLICA A TRAVES DE LA TRANFERENCIA DE ESTA A LAS COMUNIDADES

PRECEPTOS CONSTITUCIONALES BÁSICOS
DE SUSTENTO A LAS INSTANCIAS DE COGOBIERNO
CONSEJO FEDERAL DE GOBIERNO
ARTICULO 185
CONSEJO (ESTADAL) DE PLANIFICACION Y COORDINACON DE POLITICAS PUBLICAS
ARTICULO 166
CONSEJO LOCAL DE PLANIFICACÌON PUBLICA
ARTICULO 182

MARCO LEGAL DE LA PLANIFICACIÓN PÚBLICA NACIONAL LEY ORGANICA DE PLANIFICACION
G.O. 5554 13 DE NOVIEMBRE 2001
Como ley marco de la planificación donde en especial mencionamos sus artículos: 1,23, 25 y 27 que definen el objeto de la Ley las instancias de participación, CLPP, CECPP y el papel de los entes descentralizados del MPD, así como también:
MARCO LEGAL DE LA PLANIFICACIÓN PÚBLICA NACIONAL LEY ORGANICA DE PLANIFICACION
G.O. 5554 13 DE NOVIEMBRE 2001
Y los artículos, 31, 44, 52, 55 desde lo local a lo nacional



ARTICULO 1.
La presente Ley tiene por objeto establecer las disposiciones y bases para la organización de los Consejos Locales de Planificación Pública para hacer eficaz su intervención en la planificación que conjuntamente efectuará el gobierno municipal respectivo, y el concurso de las comunidades organizadas
OBJETO

ARTICULO 8.
El CLPP promoverá la red de Consejos Parroquiales y Comunales en cada uno de los espacios de la sociedad civil que, en general, respondan a la naturaleza propia del municipio cuya función será convertirse en el centro principal de la participación y protagonismo del pueblo en la formulación, ejecución, control y evaluación de las políticas públicas, así como viabilizar ideas y propuestas para que la comunidad organizada las presente ante el CLPP. Una vez aprobadas sus propuestas y convertidas en proyectos, los miembros de los consejos parroquiales y comunales podrán realizar el seguimiento, control y evaluación respectivo.
Los miembros de los consejos parroquiales y comunales tendrán carácter ad-honorem
De la Participación de la Comunidad Organizada
Consejos Parroquiales y Comunales

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio de Planificación y Desarrollo
Despacho del Vice Ministro de Planificación y Desarrollo Regional
INSTANCIAS DE LA PLANIFICACIÓN PÚBLICA NACIONAL
CONSEJO LOCAL DE PLANIFICACION PUBLICA
CONSEJO ESTADAL DE PLANIFICACION Y COORDINACION DE POLITICAS PUBLICAS
PLAN DE DESARROLLO REGIONAL
PLAN DE DESARROLLO NACIONAL
CONSEJOS COMUNALES Y PARROQUIALES DE PLANIFICACIÓN PÚBLICA


LINEAMIENTOS ESTRATEGICOS DE LA PLANIFICACIÓN PÚBLICA NACIONAL
EQUILIBRIO ECONOMICO
DESARROLLAR LA ECONOMIA PRODUCTIVA
EQUILIBRIO SOCIAL
ALCANZAR LA JUSTICIA SOCIAL
EQUILIBRIO POLITICO CONSTRUIR LA DEMOCRACIA
PROTAGONICA Y PARTICIPATIVA
EQUILIBRIO TERRITORIAL
OCUPAR Y CONSOLIDAR EL TERRITORIO
EQUILIBRIO INTERNACIONAL
FORTALECER LA SOBERANIA NACIONAL Y PROMOVER UN MUNDO MULTIPOLAR
SOBERANO
COMUNAL
PARROQUIAL
LOCAL
ESTADAL
REGIONAL
NACIONAL
REDES SISTEMA
NACIONAL DE PLANIFICACION PARTICIPATIVA
AUTONOMIA
GOBIERNO


UNIDAD PRIMERA Y ULTIMA DEL SISTEMA DE PLANIFICACIÒN NACIONAL PARTICIPATIVA
DE ELLA SE DERIVA LA CONSTRUCCION DE CADA UNO DE LOS NIVELES QUE SOPORTAN EL SISTEMA, AJUSTADOS AL MARCO CONSTITUCIONAL VIGENTE DANDO FUERZA A LOS PRINCIPIOS DE ECO DESARROLLO Y EQUIDAD SOCIAL. ES LA INSTANCIA NUCLEAR DEL SISTEMA DEMOCRATICO
CONSEJOS COMUNALES
CONSEJOS COMUNALES
CONSEJOS COMUNALES
SE CONSTITUYEN DE HECHO DE ACUERDO A LAS NECESIDADES Y POTENCIALIDADES DEL DESARROLLO DE LA PLANIFICACIÓN DE LA COMUNIDAD
De alimentación
De energía
De sistema de riego
Organizaciones de vecinos
POR MATERIA
Organizaciones de pescadores
Organizaciones de artistas plásticos
Organizaciones cooperativas
POR ORGANIZACIÓN
POR SECTOR
Cultura
Deporte
Salud
Comercio




PLANES ESPECIALES


ORDENANZAS DE LOS CONCEJOS MUNICIPALES


DESARROLLO ENDOGENO

MISIONES


LEY ORGANICA DE EDUCACION













1 comentario:

Unknown dijo...

los datos del autor para una cita referencial??