RUTA LA VUELTA DE LOLA - LA CULATA. MERIDA. VENEZUELA
Conforma una vía de impresionante belleza escénica, con panorámicas diversas, cada una más hermosa y llamativa que la anterior. Está conformada por una carretera secundaria, pavimentada en regular estado, que en algunos trechos debe transitarse con mucho cuidad, debido a lo angosto de la carretera y la existencia de profundos precipicios, cuenta en casi todo el trayecto con curvas bastante pronunciadas. La extensión aproximada de la ruta es de treinta kilómetros.
La vía puede recorrerse en automóvil, en bestias y a pie. La última opción es adecuada y se recomienda a personas de ambos sexos y edades, que estén imposibilitados o limitados en recorrer caminos muy pronunciados o solitarios; el camino se desplaza por una trayectoria de poca pendiente, por la ruta se desplaza bastante tráfico y cuenta con vigilancia policial.
La vía se recorre en su totalidad en seis horas de caminata a paso regular. En el trayecto se observan aves de diferentes especies, lo mismo ocurre con las plantas, el valle es recorrido por varios riachuelos. En todo el trayecto, sobre todo los fines de semana varios negocios ofrecen: pasteles, empanadas, comida criolla variada. También se consiguen ventas de alfarería y artesanía andina.
Este camino fue usado en el tiempo precolombino por los aborígenes, con el que se comunicaban con Barinas, Trujillo, y el Sur del Lago, por allí comerciaban productos de la tierras altas: papa, batata, algodón, tejidos, cuero de venado y su carne; con productos de la zona baja: sal, yuca, cacao, maíz, pescado seco.
Los conquistadores lo utilizaron para, adentrase a los paramos en la búsqueda de minas de oro y de plata. Durante la colonia la ruta cumplió la función de enlace de la ciudad de Mérida con otras ciudades como: Barinas, Trujillo, Valera, Maracaibo; facilitó el intercambio de productos y de personas vía lago de Maracaibo con Europa, América del Norte, Sur y Centro, el resto del mundo. Se conecta con el antiguo “ Camino Nacional ”.
Existe un proyecto negado por leyes y la conservación del Parque nacional Sierra La Culata, para construir una carretera que comunique La Culata con Tucaní, carretera Panamericana.
La ruta se comunica con el Páramo El Escorial. Se relaciona con carreteras tróncales como las de: Monterrey, Las Cuadras. En el trayecto se ubican las poblaciones: El Playón (Alto y Bajo), El Arado (A y B), Alto Viento, La Caña y La Culata. En la ruta se consiguen hoteles cuatro estrellas, hospederías, alquileres de cabañas, alquiler de cuartos que satisfacen las necesidades de los visitantes.
La ruta no cuenta en el trayecto de parques y áreas públicas para el descanso y la recreación, por lo que se recomienda a las instituciones pertinentes, la compra de terrenos en el margen de la carretera situados estratégicamente que sirvan a las necesidades de recreación de los visitantes.
Conforma una vía de impresionante belleza escénica, con panorámicas diversas, cada una más hermosa y llamativa que la anterior. Está conformada por una carretera secundaria, pavimentada en regular estado, que en algunos trechos debe transitarse con mucho cuidad, debido a lo angosto de la carretera y la existencia de profundos precipicios, cuenta en casi todo el trayecto con curvas bastante pronunciadas. La extensión aproximada de la ruta es de treinta kilómetros.
La vía puede recorrerse en automóvil, en bestias y a pie. La última opción es adecuada y se recomienda a personas de ambos sexos y edades, que estén imposibilitados o limitados en recorrer caminos muy pronunciados o solitarios; el camino se desplaza por una trayectoria de poca pendiente, por la ruta se desplaza bastante tráfico y cuenta con vigilancia policial.
La vía se recorre en su totalidad en seis horas de caminata a paso regular. En el trayecto se observan aves de diferentes especies, lo mismo ocurre con las plantas, el valle es recorrido por varios riachuelos. En todo el trayecto, sobre todo los fines de semana varios negocios ofrecen: pasteles, empanadas, comida criolla variada. También se consiguen ventas de alfarería y artesanía andina.
Este camino fue usado en el tiempo precolombino por los aborígenes, con el que se comunicaban con Barinas, Trujillo, y el Sur del Lago, por allí comerciaban productos de la tierras altas: papa, batata, algodón, tejidos, cuero de venado y su carne; con productos de la zona baja: sal, yuca, cacao, maíz, pescado seco.
Los conquistadores lo utilizaron para, adentrase a los paramos en la búsqueda de minas de oro y de plata. Durante la colonia la ruta cumplió la función de enlace de la ciudad de Mérida con otras ciudades como: Barinas, Trujillo, Valera, Maracaibo; facilitó el intercambio de productos y de personas vía lago de Maracaibo con Europa, América del Norte, Sur y Centro, el resto del mundo. Se conecta con el antiguo “ Camino Nacional ”.
Existe un proyecto negado por leyes y la conservación del Parque nacional Sierra La Culata, para construir una carretera que comunique La Culata con Tucaní, carretera Panamericana.
La ruta se comunica con el Páramo El Escorial. Se relaciona con carreteras tróncales como las de: Monterrey, Las Cuadras. En el trayecto se ubican las poblaciones: El Playón (Alto y Bajo), El Arado (A y B), Alto Viento, La Caña y La Culata. En la ruta se consiguen hoteles cuatro estrellas, hospederías, alquileres de cabañas, alquiler de cuartos que satisfacen las necesidades de los visitantes.
La ruta no cuenta en el trayecto de parques y áreas públicas para el descanso y la recreación, por lo que se recomienda a las instituciones pertinentes, la compra de terrenos en el margen de la carretera situados estratégicamente que sirvan a las necesidades de recreación de los visitantes.
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