viernes, 30 de mayo de 2008

CAMINATA DE LA ALDEA LAS GONZALEZ HASTA LA LAGUNA LA IGLESIA ALDEA LAS GONZALEZ PARAMO DE LOS CONEJOS SIERRA LA CULATA EN MERIDA VENEZUELA



























































































































































































































































































































































































CAMINATA DE LA ALDEA LAS GONZALEZ HASTA LA LAGUNA LA IGLESIA EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS

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Se toma el desvío del camino principal con orientación hacia la laguna Albarregas, frente a la vivienda de la Familia Matheus, se desvía hacia la derecha por el sendero que sigue entre la laguna tapada y el borde del filón del quiebre de la placa tectónica, justo debajo de esta laja que afloró, producto de intensos terremotos; el sendero asciende con un esfuerzo medio por una hora a paso lento.

El camino lleva a la cima de la montaña en la que se consigue una depresión abrupta, justo detrás del grupo de montañas que forman el perfil de la sierra La Culata, al que las personas nombran: la cara del indio. Las que se observan con claridad desde la ciudad de Mérida, el escenario en esta parte de la montaña es apoteósico, una catedral, un anfiteatro debido a que los cerros constituyen una herradura, con farallones imponentes, con caídas verticales de mas de cuatrocientos metros, en las que anida el águila real y tal vez el cóndor.

Escalonadas se consiguen dos grandes y profundas lagunas de un azul marino intenso, que se nombran la de abajo: los puentes y la de arriba: la iglesia; en estas lagunas se consiguen truchas, algunas de tamaño y peso considerable, allí no hay sobre pesca; las truchas en estas lagunas se reproducen gracias a las condiciones ecológicas del lugar y a la práctica permanece y sistemática de la familia Matheus, que consiste en la recogida de alevines ( truchas pequeñas) en los ríos y quebradas que abundan en los valles del páramo; luego las llevan hasta las lagunas.

El padre Duque según las informaciones de los vecinos en los años cuarenta introdujo alevines importados desde Canadá a las lagunas del páramo de Los Conejos en las que se adaptó con ventajas. Este sacerdote junto a numerosas personas de esas comunidades se propuso la ampliación y mejoramiento del camino que va desde El Manzano Alto hasta el páramo de los Conejos, procediendo a empedrar parte de dicho camino.

En las orillas de las lagunas y en toda la sabana que cubre las laderas de esas montañas se observa estiércol de la especie de conejos que es endémica del lugar, por la cantidad y presencia regular del estiércol se deduce que la población de conejos es abundante y numerosa, lo que es importante debido a que, se constituye en eslabón vital en la cadena alimenticia del ecosistema de páramo andino merideño; por lo tanto es necesario controlar y vigilar las jaurías de perros, algunas salvajes que rondan por los paramos devastando a esos roedores. En el páramo de consiguen diversos animales silvestres entre las que se mencionan: lapas, venados, cachicamos, puma o león americano, tigritos, oso frontino. En la subida de ascenso a las lagunas por la laja, en todo el ascenso y desde el nivel del suelo afloran sales minerales de diversa compasión: alumbre, azufre, sodios que lo convierten en un lamed ero gigante en los que se concentran mamíferos de todo el páramo para alimentarse, y depredadores para aprovechar el coto de caza que allí se forma, la prueba de la presencia de estos animales esta en el estiércol que se observa en el lugar.

Es oportuno resaltar la ausencia de vigilancia de los cuerpos de seguridad por parte de las instituciones que tiene entre sus funciones velar por el adecuado uso y cuidad del páramo de Los Conejos, recorridos que deben reforzarse en la época seca en la que por condiciones físico – ambientales la incidencia de los incendios forestales se hace más posible, conflagraciones que en algunos casos se tornan altamente destructivos para la salud del páramo y de las cuencas que suministran el agua al sistema de acueducto de las ciudades de Mérida, la Parroquia y Ejido.

El área es visitada cada vez más por turistas nacionales y extranjeros, por lo tanto la seguridad a las personas y a sus bienes que se proporciones a los excursionistas redunda en oportunidades y ventajas para las familias que habitan el páramo y es una oportunidad viable y factible para sacar de la depresión económica y social de los habitantes de estas montañas.

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