Mostrando entradas con la etiqueta CAMINATA SIERRA LA CULATA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CAMINATA SIERRA LA CULATA. Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de marzo de 2010

DUENDES. AVENTURAS EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS EN MERIDA , VENEZUELA






















AVENTURAS EN EL PARAMO DE LOS CONEJOS, SIERRA LA CULATA EN MERIDA, VENEZUELA

Sobre apariciones, duendes y cuentos de caminos se ha contado mucho; es de fama las leyendas y mitos sobre la experiencias extrasensoriales que se perciben en las montañas del estado Mérida en los altos páramos, en los que, la bruma de la densa neblina y la lluvia que en las tardes ocurre, sobre todo en los meses de lluvia; se puede ver el caminante en una tempestad de nieve que son comunes en los meses de julio agosto y septiembre.
La soledad de los parajes en los que por razones del éxodo de los nativos de esos lares se mantiene por lo general ausente de personas, a no ser por la presencia de algún campesino en búsqueda de vacunos descarriados o para llevarles sal, así como proceder a vacunarlos periódicamente.
En casos muy raros se encuentran excursionistas caminando y disfrutando la naturaleza, que por sus gratas bellezas y seguridad de los caminos invitan a recorrerlos ejerciendo el ecologismo responsable.
En el caso que nos ocupa, se trata de un grupo de obreros que construyeron la estructura de lo que se denomina la canaleja, a tres horas en ascenso caminado desde El Manzano Alto, vía Jají.
Ocurrió que en el lugar ubicado a seiscientos metros del lugar en el que está la capilla, el personal de la empresa levantó el campamento base para el resguardo de los obreros allí al contrario de los otros lugares en los que se quedaron comenzó a ocurrir hechos y situaciones que alertaban a los trabajadores en las madrugadas. Situaciones como la de extraños ruidos mover las ollas, halarle los pies a la persona que estaban dormidas. Una situación extrema luego de varios días percibiendo esa experiencia fue la del ataque sufrido por operarios en diferentes madrugadas que consistió en sentirse sofocados por un ente que penetraba en la tienda e ejercía presión sobre la garganta de la persona para tratar de sofocarlo. Hubo aquellos, que dieron haber visto un ser extraño que salía de la tienda cuando la luz de la linterna se encendía; lo descubrieron como un ser pequeño de baja estatura y deforme que raudo y rápido se escabullía del lugar de hospedaje.
Por varias semanas los obreros resistieron los embates del ente que repetidamente los agredía, los irritaba y asustaba hasta que la situación se tornó irresistible por lo que los obreros prefirieron bajar hasta el Manzano alto todas las tardes para dormir en sus casas y madrugar para retornar al sitio de trabajo e vez de enfrentarse a la tenebrosa vista que noche con noche invadía de miedo al campamento.
Los ancianos del lugar y los parameros argumentaron que se trataba de un duende que tenía su tesoro cercano al lugar en el que los obreros construyeron el campamento en algunos casos se trataba de betas de oro, desconocidas para los humanos.
Cuando el campamento se cambio varias semanas después la visita del fastidioso ente dejaron de sentirse y todo volvió a la calma.
Créalo o no este relato se basa en hechos reales contados por sus actores.

lunes, 19 de octubre de 2009

CAMINATA LA CULATA - CERRO PAN DE AZUCAR - ALTO DE TUCANI SIERRA LA CULATA MERIDA VENEZUELA

VISTA PANORAMICA DEL VALLE DE LA SIERRA LA CULATA HACIA EL NORTE CONDUCE A VALLE MIFAFI A LA IZQUIERDA LLEVA A MUCUCHIES
VALLE EN LA PARTE NORTE DEL PICO PAN DE AZUCAR CONDUCE A LA VENTANA (PASO) HACIA LA MUSUI, MUCUCHIES, VALLE MIFAFI


VALLE ARRIBA DEL PICO PAN DE AZUCAR (UNA HORA DE CAMINO)

VENTANA QUE SEPARA LOS VALLES DEL RIO ALBARREGAS DEL VALLE QUE LLEVA A LA MUSUI
































































































































































































































Avanzando por el camino que va en ascenso hacia la izquierda del caminante se recorre el sendero que pasado varios siglos, aun resiste las inclemencias del tiempo, de la acción de la erosión y otros elementos que lo han deteriorado; muestra los bordes del camino en algunos trechos intactos con grandes piedras removidas de los alrededores y colocadas unas al lado de otras, también acumulando en forma de muros, que denota el enorme esfuerzo de varias generaciones de trabajadores, principalmente de indígenas, que a la llegada de los españoles conformaron numerosos poblados; los naturales fueron agrupados en Encomiendas, figura jurídica, administrativa y operativa, mediante la que los conquistadores en nombre del Rey, se aprovecharon de la mano de obra de forma gratuita para entre otras actividades construir las redes de caminos, ampliar otras y dar mantenimiento a las vías que requerían de forma inmediata el modo de producción mercantilista impuesto por la Corona Española, sistema económico que en lo interior de la provincia de Mérida adquirió característica de sistema de trabajo esclavista.
Es de resaltar que los bordes de trechos largos del sendero aun están en buenas condiciones, habiendo transcurrido varios siglos, en la construcción de los caminos se emplearon las técnicas de edificación vial empleadas por los romanos en Europa, conocimiento traído por los recién llegados españoles.
Esta parte del sendero bordea los terrenos fangosos del fondo del valle, por lo que se prolonga en dirección hacia la base del cerro Pan de Azúcar en dirección hacia el abra que comunica este valle con el camino que conduce hacia La Culata y la ciudad de Mérida.
Esta ruta fue empleada por viajeros y comerciantes que se trasladaban por la región norte del estado Mérida, los provenientes del estado Barinas, Trujillo, Portuguesa, Apure, llanos de Casanare (Colombia). Los que subían desde el sur del lago de Maracaibo (puertos lacustres y el principal de la ciudad de Maracaibo).
En la Culata, tomaban el sendero llamado Camino Nacional que se consideraba uno de las rutas de comunicación más importante de la ciudad de Mérida por la parte norte, comunicándola con el Lago de Maracaibo por el camino Llano Rucio, Mesa Julia, Tucaní (siguiendo la cuenca del río Tucaní, el camino baja por las márgenes de este caudal).